— Creo que Minjae quiere hablar contigo.

Se giró hacia Jungkook y después vio más allá del menor donde Minjae ciertamente lo miraba como si quisiera hablar él. No sé atrevió a moverse.

Jimin estaba detrás de él, a sólo dos pasos de distancia pues había aceptado la invitación del omega para que fuera a su casa después de muchas súplicas de este, y a pesar de que todos se habían enfocado en preguntarle acerca de la demanda que había presentado contra Sung-woo, no podrían haber olvidado lo que pasó antes.

— Ve, Tae.

Giró a ver al omega bajito, quien le mostraba una sonrisa cálida. Comenzó a negarse con un movimiento de su cabeza, pero solo obtuvo un pequeño empujón de parte del peliplateado.

Con un andar tímido por todos los pares de ojos que estaban siguiendo sus movimientos, llegó hasta que estuvo tres pasos de sustancia del alfa pelinegro con sus dedos moviéndose nerviosamente. Estar tan cerca solo hizo que su marca vibrara con anticipación de ser tocada por el menor, pero se mantuvo firmemente a una distancia razonable.

Podría pedirle que me abrace si me acerco más.

Con su mirada fija en las plantas exteriores del restaurante cubiertas de nieve, permaneció en silencio a la espera de que Minjae dijera lo que tenía que decir. Aunque pasaron varios lentos segundos antes de que eso sucediera.

— ¿Cómo estás, Taetae?

— ¿Yo? — Parpadeó confundido, Minjae era el que había pasado una mañana horrible a su parecer y aún así le preguntaba sobre su estado a él. — ¿No debería de preguntarte yo a ti?

Siguió pateando la nieve del suelo a pesar de lo mucho que quería consolar al alfa cuando escucho y sintió el suspiro derrotado.

— Hoy no quiero pensar en ello, Taetae. Así que si, prefiero saber como te sientes. — Con un golpecito suave en su barbilla, el menor llamo su atención y se encontró mirando ojos preocupados. — Tuviste que contar lo de Sung-woo frente a todos nosotros.

— Si, pero no fue tan malo. Solo tuve que decir las cosas muy superficialmente, solo para que comprendieran el porque de la demanda, así que realmente estoy bien.

Había sido un poco incomodo en un principio, pero al darse cuenta de que no necesitaba muchas explicaciones su relato fue más fluido, corto y rápido de narrar. Y afortunadamente sólo tuvo que escuchar insultos hacia Sung-woo, insultos furiosos y muy groseros, pero con ninguna mirada de lástima solo apoyo total de cada uno de los presentes.

Debió de haber confiado más en Jungkook cuando le aseguro que tenía el apoyo total de ese pequeño extraño grupo de amigos, que se unió para brindarle su apoyo a pesar de la pelea que se desató entre Minjae y Jin.

— Me siento bien de haberlo contado. — Esta vez dejó que su voz reflejará su sentir mientras le sostenía la mirada evaluadora al alfa.

Y dos segundos después su vista volvió a la nieve que pateaba bajo sus pies cuando las ganas de pedir un abrazo se intensificaron. No por necesidad de consuelo, simplemente quería estar entre los brazos de Minjae, cerca del calor y el aroma que su alfa desprendía.

— No creo que sea prudente — la voz del menor sonó tan tensa como lo estaban sus dedos cerrados en apretados puños con los nudillos magullados tornándose cada vez más pálidos —. Puedo sentir tu deseo de acercarte, Taetae. Pero justo ahora no creo que sea lo mejor. Todos están viendo en nuestra dirección, son pésimos disimulando. — Giró rápidamente solo para confirmar las palabras de Minjae. Todos en el estacionamiento se dieron media vuelta o fingieron que estaban haciendo otra cosa, pero los había visto. — No se que están esperando… Ni siquiera se que es lo que tú y yo esperamos de lo que pasó entre nosotros, pero no podemos tomar decisiones cuando compartimos una marca incompleta.

— Lo sé. Lo entiendo.

Realmente lo hacía, pero su corazón palpitó dolorosamente por no poder acercarse.

Se quedaron en silencio, interrumpido en tres ocasiones por cortos sonidos que Minjae hizo, como si comenzará a hablar pero se arrepentía a último segundo. Finalmente el menor sólo soltó un pesado suspiro derrotado.

— Nos vemos, Taetae.

Cuando el alfa se dio media vuelta, pánico creció en su interior, no quería dejarlo ir. Y por esa razón fue apenas consciente del momento en que sus dos manos se habían aferrado al antebrazo del menor deteniendo su avance.

— ¿Puedo llamarte? — Cuando no obtuvo una respuesta inmediata se preocupó. — ¿O mandarte mensaje? Solo hablar de tonterías como cuando estabas en Daegu.

— No creo que eso ayude a la marca para que desaparezca rápido.

— Lo sé, pero… — ¡Maldición! Realmente no tengo ni idea de que decir., solo quiero seguir en contacto con él. — Lo siento, no quiero ser pegajoso… Supongo que la marca…

Mostró una muy incomoda y nada convincente sonrisa mientras dejaba que sus brazos cayeran a sus costados. Derrotado. Y sintiendo que algo apretaba su pecho y le impedía que respirar correctamente.

— Si tienes la necesidad de hablar conmigo o mandarme un mensaje, nunca te rechazaría, Taetae.

Esta vez sonrió sintiéndose feliz de no solo de que Minjae aceptara, si no también por esas palabras que causaron cosquillas en su estómago.

— Bien.

Se alejó rápido, antes de que el menor pudiera cambiar de opinión, y se metió en el auto de Jungkook, donde el pelinegro ya estaba detrás del volante y Jimin en el asiento trasero solo esperando por él para dirigirse a casa de los padres del omega.

No quería mostrar su emoción, pero por la manera en que Jungkook estaba olfateando no logró sofocar su aroma entusiasmado. El menor no dijo nada, tampoco Jimin. Los tres fueron en silencio durante todo el trayecto e incluso se mantuvo de esa manera hasta después de que Jungkook se marchara y ellos entraran a la sala de estar espaciosa.

La llegada de la noche fue larga y corta.

No le molesto convivir con la familia de Jimin, incluso agradeció la distracción que obtuvo durante su improvisada tarde de películas. Pero sabía que al caer la noche tendría que enfrentarse a solar con el bajito omega.

En que había estado pensando cuando acepto dormir en casa de Jimin.

Ya estaba arrepentido y quería salir corriendo. No sé sentía preparado para hablar sobre Minjae y él. Ni siquiera estaba seguro de que fuera un tema que deberían de hablar entre ellos. Pero la opción de hablar sobre su abuso tampoco era opción.

Apreciaba a Jimin, pero ese día aprendió que había secretos que ambos aun guardaban celosamente. No sabía como procedería su amistad. Ni siquiera sabía cómo seguiría su amistad con Minjae.

Todo parecía haberse complicado.

Y la relación de amistad que había mantenido con Jimin ya no podía ser igual. Tenía que cambiar, pero podía ser para peor o mejor. Esa noche podría definir lo que pasaba pero no se sentía listo para saber la respuesta.

Cuando finalmente Jimin los condujo a su habitación estaba ansioso preguntándose sobre que le iba a preguntar el omega primero y dudando sobre cuanto contar.

Le sorprendió un poco cuando el mayor tomo sus manos y los situó uno al lado del otro en la cama. La sonrisa del más bajito no había retrocedido, pero era más cautelosa.

— No te pongas todo tenso y preocupado, Tae. — Se avergonzó de que su estado de ánimo fuera tan notorio. — no tienes que decir ni explicar nada. Pero si estás dispuesto… me gustaría ser yo quien explique… lo que pasó entre Jin y yo…

Las mejillas sonrojadas y el tono tímido pasaron un poco desapercibidas por la determinación en los ojos claros del omega.

Asintió con un leve movimiento y escuchó atentamente.

Fue impactante saber que Jin había rechazado a Jimin en cuanto Minjae los presentó, el omega frente a él era la definición de encantador, cautivaba a las personas que lo conocían. Comprendió cuando le contó la decisión precipitada que había tomado cuando pensó que sería mejor que nada mantenerse cerca de su alfa destinado aún si eso significaba mantener su relación con Minjae, para Jimin fue mejor mantenerse cerca a pesar de no poder tener a su alfa así como él había decidido mantener la amistad con él novio de su amigo a pesar de que pensaba que nunca llegarían a intercambiar más que un amistoso abrazo.

Y entendió muy bien cuando el omega le explicó como se entregó a su alfa por primera vez, lo maravilloso que se había sentido aún cuando la realidad lo golpeó después, así como Taehyung había sido impulsivo al pedirle a Minjae que pasara su celo con él, porque dejó que nada importara si eso significaba que podía pertenecerle aunque fuera por un momento.

La inseguridad de Jimin para confesarle a su novio lo que pasaba, lo que había ocultado desde que conoció a Jin, los pensamientos deprimentes que lo hicieron quedarse en cama por días… ciertamente era un tema que había experimentado cuando se enfrentó a la realidad de lo que había hecho y que tenía que decirle a Jimin.

Durante todo el relato del mayor, escucho y sufrió con él, puede que sus experiencias no fueran las mismas pero se sentía capaz de comprender muchas de las emociones complicadas que enfrentaron y enfrentaban.

Fue natural para él contarle su historia a Jimin, contarle por qué fue un alivio que su mamá encontrara un alfa para que dejara de trabajar turnos dobles, el infierno que vivió durante el año que Sung-woo abuso de él, el miedo de ver a su madre golpeada y el posterior cansancio mientras trataban de conseguir un techo sobre ellos.

La empatía del mayor fue la misma que la de él, ambos sintieron el dolor del otro.

Esa noche su amistad con Jimin se profundizó, crearon una unión un tanto inexplicable pero fuerte, fue casi tangible la manera en que sus lazos de amistad se unieron, y él no podía estar más contento de haber conocido a alguien como el omega y poder llamarlo amigo.

Los leo en los comentarios mis lindos Makis.
Bonita noche 💜