Era preocupante que simplemente no quisiera despertar al hermoso beta que dormía plácidamente en su pecho.

Era preocupante que su mente se sintiera tan despejada, que su lobo no quisiera tomar el control absoluto y en su lugar se mantuviera un poco atrás dándole capacidad y razonamiento.

Estaba preocupado porque aún no terminaban las veinticuatro horas de su celo.

En ese mismo momento era un alfa en celo con una dolorosa erección, con la más dolorosa porque eran sus últimos momentos de calor, y sin embargo se sentía con ganas de solo observar el puchero pronunciado que Taehyung estaba mostrando ahora que estaba recostado en su pecho.

Mirarlo era… hipnótico.

Una vez que se enfocaba su vista en el mayor, simplemente no podía apartarla. Se sentía correcto mirar a su beta, aprender sus gestos, divertirse con los ruiditos que hacia cuando hablaba en sueños.

— Mgh~

No había esperado el movimiento de la pierna de Taehyung sobre su dura erección, se sintió tan bien. Aunque aún no fue suficiente para tentar a su lobo a que despertarán al beta para poder volver estar en ese interior cálido…

Casi gimió por segunda vez, al recordar lo bien que se había sentido estar de manera íntima con Taehyung. El mayor había sido tan entregado, le había dado su confianza mientras unían sus cuerpos y después de la experiencia que pasó, esa confianza que le tuvo fue enormemente significativa.

Quizás era por eso que su lobo se negaba a tomar el control absoluto, o él ponía una limitación a su alfa en celo preocupado por lastimar al mayor.

Como fuera, era la primera vez se comportaba de esa manera. Por lo general solo despertaría a la otra persona para poder tener más sexo cuando su erección lo despertaba, pero con Taehyung no fue así.

Estaba más preocupado por el placer y comodidad del mayor que por buscar su propia liberación. Eso era raro y no sabía su se debía a la naturaleza beta de Taehyung, pero como regla general a un alfa solo le interesaba anudar a la pareja dispuesta con la que compartían su celo, fuera omega o no.

A menos que esta fuera su pareja destinada, entonces solo se preocuparía por lo que su pareja quisiera, aunque con Taehyung eso no era posible.

Un omega despertaba cuando el aroma del alfa en celo indicaba que estaba preparado para otra ronda más de sexo. En cambio Taehyung durmió plácidamente mientras él se acariciaba su furiosa erección viendo el cuerpo dormido entre sus brazos, en una de esas veces incluso uso las mejillas regordetas del culo del beta para frotarse y este no despertó, agotado por las cuatro rondas seguidas que habían tenido.

Pero a su alfa en celo no le importó y seguía sin importarle.

— ¿Por qué no me despertaste?

La voz adormilada del mayor lo sacó de sus pensamientos, sus recuerdos de lo diferente, frustrante y a la vez muy satisfactorio que había sido ese celo en específico.

— Estabas medio muerto encima de mi pecho. No quería interrumpir tu sueño.

Un rubor coloreo las mejillas altas cuando Taehyung elevó su rostro para verlo a los ojos.

— Mentiroso, como podría dormir cuando t-tu co-cosa esta empujando contra mi estómago.

Era adorable lo nervioso que se ponía al mencionar en voz alta su erección, y le encantaba ponerlo nervioso, era algo nuevo que había descubierto en esas horas que habían compartido juntos.

Acercó un poco más el rostro del mayor, hasta que pudo besar a lo largo del marcado hueso de la mandíbula, fueron besos cortos que fueron contestados cada uno con un gemido bajo. Lo hizo por toda la mandíbula hasta que llegó al oído derecho para poder susurrarle a su beta con su voz más grave y ronca por el deseo.

— Quizás podrías dormir mejor después de que mi “cosa" te agote nuevamente.

Sintió como la piel de color caramelo se calentaba bajo las palmas de sus manos y el toque de sus labios en un intenso sonrojo.

Taehyung no contestó con palabras pero si comenzando a besar su cuello. Se permitió disfrutar de las atenciones un momento antes de que los girara a ambos, extendiendo al hermoso ser de largas extremidades debajo de él para poder besar y tocar la piel suave. Besó con hambre como si más de veinte horas con su hermoso beta no hubieran sido suficientes para memorizar el sabor de esa dermis, aunque lo cierto era que su lengua lo recordaba muy bien y aún deseaba lamer por todas partes, marcar con su saliva.

Pero necesitaba aún más ver el rostro hermoso lleno de deseo por él, por sus caricias, sus besos y no paraba de pensar en lo perfecto que era cuando observaba placer puro en ese par de ojos bonitos cuando sus cuerpos estaban unidos.

— Taetae…

Gemir el nombre del mayor fue la única advertencia que le dio antes de invadir lentamente con su erección el canal que ya estaba extendido y listo para recibirlo después de tantas veces que lo habían hecho durante su celo.

Por la Luna, podía jurar que Taehyung estaba cada vez más apretado a su alrededor. Pero por supuesto que estaría apretado, Minjae era al primero que se entregaba, al único que deseaba. El pensamiento disparó una emoción primaria a través de su cuerpo y las ganas de mover sus caderas rápido y sin cuidado se volvieron casi incontrolables. Pero en su lugar centró su mirada en el mayor, esperando ver una mueca de molestia por la repentina intromisión, pero no la hubo. Taehyung estaba jadeando también, el sudor brillando en su frente y los ojos fijos en el punto en que se unieron sus cuerpos.

Su expresión era de deseo puro.

— ¿Estás bien?

— S-Si — fue su respuesta inmediata acompañada de un cabeceo afirmativo y esa lengua seductora saliendo para humedecer el labio inferior, el que Minjae atrapó entre los suyos cuando dio la primera embestida dura.

Cada gesto y sonido que su beta hacia lo provocaban y reducían su pensamiento lógico a uno animal que sólo quería poseer, marcar, dominar.

Mío, mío, mío…

— Jae… más… acércate más…

No podía cumplir con la petición de Taehyung, ya no podían estar más apretados el uno con el otro. El mayor lo rodeaba con esas largas piernas y brazos acercándolos tanto que era un poco difícil mover sus caderas.

— No puedo acercarnos más, mi hermoso — le susurró encima de ese par de delgados labios, sin querer alejarse mucho.

— Por favor… Jae, por favor… más cerca…

Fue frustrante ver los sollozos entrecortadas de su beta y ser él quien los provocaba por no cumplir con lo que le pedía. Se enojo consigo mismo... su lobo lloriqueo y enseguida gruñó... y después estaba hundiendo sus colmillos en la tierna carne del hombro con los dedos de Taehyung marcando la piel de su espalda cuando se aferró con las fuerza a él.

— Mmghhh~ Jae~

Cuando se aseguró de que la marca temporal se formara se separó para apreciar el área enrojecida y la palabra mío apareció aún más fuerte en su mente y dominando sus sentidos de embestir, tomar y unirse a su beta.

Sus caderas se movieron rápido y duro, llenando la habitación con sonidos húmedos que solo nublaron aún más su mente llena de placer.

— Mío… Mío...

Sus gruñidos posesivos se igualaron con el ritmo de sus embestidas al igual que los gemidos de Taehyung con esa voz profunda que solo provocaba espasmos en su dura erección.

Quería correrse, anudar y llenar a su beta con su semen. Quería que Taehyung oliera siempre él y a lo que habían hecho para que todos supieran que le pertenecía, que era suyo y que solo a él lo deseaba.

Casi lo hace, cuando el aroma intenso del semen de su beta lleno su sentido del olfato, solo podía pensar en anudar y unirlos, pero el recuerdo de la voz asustada de Taehyung pidiéndole que no hiciera precisamente eso logro atravesar la bruma.

No podía hacer que su beta le tuviera miedo.

Nunca dañaría a su Taehyung.

Tenía que salir ya, antes de que su nudo se extendiera.

Le costó varios segundos hacer que sus caderas obedecieran su orden, ya estaba a punto de que un orgasmo arrasador lo golpeara por lo que sus movimientos eran desesperados. Solo milésimas de segundo fueron su margen para actuar cuando gruñó su liberación al tiempo que evitaba empujar hacia adelante.

Dolió obligar a sus caderas a que retrocedieran, todo su cuerpo tembló una vez más por el esfuerzo que conllevaba evitar anudar a su beta, aunque eso no evitó que el sexo con Taehyung fuera menos placentero porque en realidad tener al mayor temblando de placer debajo de él era la mejor sensación del mundo, o al menos así se sintió para él.

— ¿Te d-duele?

Taehyung, ruborizado y con ojos satisfechos, señaló su erección y el nudo agrandado en la base de la misma.

A su mente le costó un poco de trabajo dispersar la capa de satisfacción en la que normalmente se hundía después de obtener su orgasmo. Había entendido la pregunta de Taehyung, pero su lengua no cooperó de inmediato para dar una respuesta.

— Un poco, solo porque no está limitada... Cuando andamos dentro de alguien la presión alrededor es lo que hace que se sienta bien.

El mayor mordió su labio inferior por unos segundos, pensando, y después lo empujó un poco para que le diera espacio antes de colocarse sobre su lado izquierdo. Con un sonrojo intenso, miró por encima de su hombro derecho.

— Puedes usar mis muslos.

Sonrió divertido y complacido de que su beta se preocupara por él. Acomodarse detrás del mayor fue muy fácil, sus cuerpos se amoldaron como si hicieran esa pose a menudo. Empujó su erección y su nudo entre los muslos bien formados y un suspiro de placer escapó de sus labios cuando la carne se amoldó y apretó alrededor de la protuberancia hinchada.

Lleno de besos la nuca del mayor y siguió con el hombro donde su marca temporal se mostraba. Algo en el fondo de su mente le insistía que tenia que estar preocupado por esas dos marcas en forma de media luna, algo gritaba que estaba mal. Pero sacudió ese ridículo pensamiento, no podía estar mal marcar a su beta. No tenían nada de que preocuparse porque estaba juntos y se pertenecían.

Su pareja.

Se durmió sonriendo con esas últimas palabras dándole una paz interior que se sintió realmente bien.

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Hola hermosos Makis, perdón por el abandono de una semanita, pero este fin de semanita habrá actualización los dos días.
Dulces sueños 💜