Capítulo 13
Primera actualización del día.
Tardó exactamente dos días dándole a Taehyung su tiempo para pensar antes de que estuviera nuevamente frente a la puerta del departamento del beta, tocando el timbre impaciente y ordenando sus pensamientos.
Aun no sabía que le iba a decir exactamente al beta, ni siquiera sabía que era lo que realmente estaba sintiendo el después de ese beso.
Estaba muy claro que a su lobo y a la posesividad de este sobre Taehyung le encanto la manera en que el mayor se entregó a él con confianza para que dirigiera ese beso, aún cuando era evidente su inexperiencia confío en él.
Pero su lado racional aún estaba aturdido y con las emociones sin definir. Objetivamente Taehyung era hermoso, alguien en quien no tendría, y no tuvo, ningún problema en besar. Pero era incierto si esa emoción y excitación eran por su lobo, por reacción física a tener a alguien hermoso y con buen cuerpo frotándose contra él o simplemente porque quería.
Las razones con Jimin siempre eran más sencillas, eran alfa y omega y eran novios. Por eso se ayudaban con sus celos.
Pensar en sus razones por las que quería mas de Taehyung, ya le estaba provocando dolor de cabeza después de dos días de no parar de pensar en ello.
Así que la única resolución a la que llegó fue contarle a Taehyung lo que sintió cuando se conocieron. No tan detalladamente y con el nivel de posesividad que aún sentía, eso podría hacer que el beta se asustara, pero si tenia que dejar en claro que sus sentimientos por él eran en cierta parte correspondidos por su lobo.
Realmente tenía que aclarar las cosas con su amigo porque esos dos últimos dos días se habían sentido irritables en el mejor de los casos, su humor normalmente risueño y tranquilo fue amargado y enervante, su propio equipo había aprendido a mantenerse a distancia esos días.
Así que era necesario que Taehyung y él estuvieran en la misma página. El beso anterior lo había ocultado de su novio porque fue algo que juró que no volvería a pasar, pero no podía mentirle a Jimin sobre ese segundo beso, aunque aún se sentía inseguro de revelar que Taehyung tenía sentimientos por él, y de cualquier manera no era su decisión, por eso necesitaba hablar con él beta.
Y nuevamente se sentía irritable y ansioso cuando la puerta no se abrió enseguida. Y después sintió ansiedad, recordando que Dong Sung-woo estaba en Seúl, no debería de conocer la dirección de Taehyung pero eso no hizo que se preocupara menor.
Toco el timbre una vez más y después dio tres golpes en la puerta.
La puerta era gruesa y el olor del limpiador de pisos en el pasillo era reciente por lo que fue imposible que detectará la suave esencia de Taehyung. Ahora su lobo estaba gruñendo y exigiendo que entrara y comprobará que su beta estaba bien.
Casi lo hace cuando la puerta se abrió ligeramente. El mayor se asomó un poco mordiendo su labio y con la mirada baja.
Que no le diera libre acceso como la última vez lo molesto. Lo entendía un poco, pero no dejó de hacer efecto en ese momento que sus emociones estaban muy al borde.
— ¿Puedo pasar Tae?
— No creo que sea buena idea.
— Pero tenemos que hablar.
— Lo se — su voz fue aún más baja que la primera vez que contestó pero aun así la puerta se abrió aún más.
Siguió caminando después del corto pasillo, inseguro de cómo reaccionaria a estar tan cerca del beta. Se dirigió directamente a la sala de estar, aún era un espacio no muy grande pero conseguiría tres veces más distancia del mayor.
A pesar de que su mirada estaba fija en las fotografías esparcidas a lo largo de la pared del fondo, sus sentidos se percataron del segundo exacto en que Taehyung entró a la habitación. Eso ya era extraño, toda su piel comenzó a sentirse tensa, su lobo luchaba por tomar el control y sus pulmones no tenían suficiente de inhalar la esencia apenas perceptible de Taehyung bajo todas las feromonas que estaba soltando.
— ¿Estás… Estas enojado?
Dio media vuelta por las palabras del beta. Había un poco de temor y mucha vergüenza llenando los hermosos rasgos.
— ¿Por qué crees eso?
— Tus manos — señaló el mayor —, desde que estabas en la puerta no las has dejado de apretar en puños — sintió la tensión en sus dedos apretados firmemente, tal y como indicó Taehyung, pero no pudo relajarse para que se extendieran — y tu aroma se está volviendo más fuerte.
Quiso contestar, pero sus palabras se quedaron en su garganta cuando su lobo hizo un ruido de protesta y lucho aún más por el control.
Algo se sentía diferente con su propia persona, se concentró y trato de comunicarse con su lado animal pero este estaba reacio a reconocer otra cosa que no fuera su excitación… y eso le aclaro un poco su estado irritable de los últimos días.
Su celo.
Respiró profundamente y se reprendió por no tomar precauciones, por no estar al pendiente de su ciclo de celo, aunque en su defensa los últimos meses habían pasado en un borrón veloz que no le dio tiempo de adaptarse correctamente.
— Lo siento Tae, tengo que irme.
— Estas enfadado.
No fue una pregunta. El beta lo dijo con tal convicción y tristeza que lastimó su corazón.
— No Tae, no es eso. — A pesar de su decisión de mantener la distancia, se acercó y tomó el rostro entre sus manos. — No estoy molesto. Pero me acabo de dar cuenta de que estoy entrando en celo y será mejor que me vaya antes de que no pueda ni siquiera manejar de regreso a mi departamento.
Un destello de algo brillo en los bonitos ojos contrarios y después manos de largos dedos estaban encima de las suyas.
— Podrías, quedarte aquí.
No traje mis supresores conmigo, seré un maldito idiota irritable y frustrado sin ellos así que no es recomendable que me quede aquí.
Esos labios delgados y dulces estaban tan cerca.
Recordar como se sentían presionados contra los suyos hizo que su pene creciera hasta llegar a una media erección. Pasó su lengua por sus propios labios repentinamente secos.
— Tengo que irme.
No se alejó. No apartó la mirada de ese par de labios.
Su pene siguió creciendo hasta que fue una erección completa y apretada contra la cremallera de su pantalón.
Inhaló profundamente, tratando de calmarse, pero con esa cercanía todo lo que pudo oler fue el aroma a caramelo y semillas de girasol.
Eso no debió de haberlo excitado más. El aroma de un beta no provocaba a un alfa en celo, no debería. Pero no podía negar que la esencia suave lo tenía al borde, sus testículos se sentían llenos y pesados solo por la cercanía de Taehyung y la idea de extenderlo debajo de él y embestirlo.
— Taetae, pídeme que me vaya. — Su voz se escuchó tan ronca y desconocida para si mismo.
— No quiero que te vayas en ese estado.
— Por favor, hazlo. No puedo dejar de pensar en inclinarte sobre tu sofá.
Un estremecimiento se apoderó del beta, aunque no estaba seguro de su era temor o deseo.
Lo segundo, declaró una voz en su mente cuando el más alto comenzó a jadear como si hubiera estado corriendo, eso solo hizo que el aliento caliente chocará contra sus propios labios.
Fue su turno de temblar de deseo. Todo su cuerpo vibraba con anticipación.
— Tae, por favor. Exige que me vaya de tu departamento.
Se sentía listo para arrancar la ropa del beta. No debería de reaccionar así con alguien que no era omega, con alguien que no tenía las feromonas que incitaban a su lobo, pero lo hizo y estaba listo para saltar sobre el mayor y acariciar cada centímetro de la piel color caramelo.
— N-No.
— Tae.
— Yo quiero… — El mayor avanzó un paso más cerca, sus bocas acortando la distancia aún más. — Déjame a-ayudarte con tu celo.
— No quieres eso.
— Lo quiero. — Las manos del beta se aferraron a la tela de su camisa con fuerza. — No soporto la idea de solo saber lo que es el toque asqueroso de él. — Una lágrima solitaria descendió hasta acumularse ahí donde su propia mano tocaba la mejilla de piel suave. — Remplázalo — exigió el mayor con fuerza y él casi responde que si —. Hazme el amor.
Cerró los ojos por unos segundos, imaginando que hacia precisamente eso, que tenía a Taehyung debajo de él, desesperado y pidiendo por más.
Le costó encontrar su voz y aclarar su cabeza.
— Estoy en celo Taetae. No te haría el amor, solo te jodería rápido y duro para buscar mi propia liberación. No quieres eso.
— Si, lo quiero — repitió —. Me gustas, eres la primera persona que realmente me gusta, con la única que he soñado. — Las mejillas del más alto se sonrojaron, dando a entender un poco de lo que habían sido esos sueños. Algo dentro de él se complació por eso, por ser el único que le provocaba eso a su beta. — Quiero que seas tú, quiero saber lo que se siente estar con quien yo decido.
— No quiero solo usarte para satisfacerme durante mi celo.
— Yo también te estaría usando para remplazar los recuerdos de él por ti.
Tenía que decir que no.
Esa no era la manera.
Taehyung no debería de entregarse a alguien cuyos sentimientos ni siquiera estaban del todo claros.
Pero la idea de poner sus manos sobre ese cuerpo, de besar esos labios, de estar profundamente unido y anudar a su beta.
La idea de que quería recordar solamente su toque.
Se volvió egoísta ante el hecho de que Taehyung quería pertenecer le.
— Vamos a tu habitación.
Ya estaré publicando el otro capítulo 😉
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