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Capítulo 52

Durante toda la tarde pudo sentir la tristeza invadiendo el lazo que compartía con Yoongi. Sólo pudo mandar sentimientos de tranquilidad y amor esperando que eso logrará calmar un poco el mal rato que debió de haber pasado con la visita a su madre. Pero esa tristeza de su lindo omega lo acompañó hasta el término de su turno y él ni siquiera sabía exactamente qué había sucedido pues el mayor no respondió ninguna de sus llamadas ni mensajes.

Cuando Minjae notó su preocupación lo dejó retirarse algunos minutos antes que él no dudó en aceptar, le urgía llegar con su Yoongi y envolverlo entre sus brazos para calmar el corazón del mayor, y el suyo.

Llego a casa tan rápido como le fue posible, encontrándose con el lugar lleno de oscuridad. No le fue difícil andar sin tropezar con los muebles por su vista mejorada, pero si le fue difícil contener sus tristeza cuando el aroma de su lindo omega llegó a su nariz combinado con el salado aroma de las lágrimas.

La humedad se hizo presente en sus ojos con tan solo entrar a su habitación y ver como el pequeño cuerpo estaba sobre un costado envuelto en las mantas y unas cuantas de sus playeras temblando notablemente por el llanto que llegaba hasta sus oídos.

Dejó caer su chaqueta en el suelo de la habitación y se subió a la cama aún con las zapatillas deportivas puestas, las mantas las podía lavar luego era más importante reconfortar a hermoso ser que lloraba sin cesar.

Poco a poco fue retirando las prendas que estaban esparcidas por toda la cama y en su lugar dejó que su aroma saliera sin ningún tipo de restricción, en segundos la habitación entera se lleno de su esencia y feromonas.

Yoongi ya se había dado cuenta de su presencia pero en lugar de girarse y abrazarlo, solo agarró con más fuerza la única manta que ahora tenía y y se cubrió el rostro completamente mientras trataba de hacerse más pequeño.

Lo que sea que le haya pasado, le había afectado más de lo que él pensaba o podía sentir atraves del lazo.

Aun así amoldo su cuerpo para que rodeará la forma pequeña que había debajo de la manta y dejó besos por encima de la tela. Le haría saber a su lindo omega que no le importaba esperar hasta que estuviera listo para hablar, solo se dedicaría a estar a su lado, sosteniéndose fuerte entre sus brazos y repartiendo caricias y besos para arrullarlo.

En algún momento de la noche el llanto cesó y la respiración acompasada de Yoongi le indicó que finalmente dormía. Utilizó ese momento para finalmente retirar la manta y poder ver la carita pequeña del mayor, limpió los rastros de lágrimas y la naricita roja, también quito la gruesa chamarra para colocarlo adecuadamente debajo de las cobijas y lo abrazó asegurándose de que ambos quedarán de frente para que él pudiera ver la carita de su omega.

— ¿Qué te hicieron mi lindo Gatito? — Delineo la mejilla derecha que estaba de un intenso color rosa y delinea el hinchado párpado rojo por el llanto. — ¿Qué te dijeron para que estés tan triste?

No obtuvo respuesta de su dormido Yoongi y la intranquilidad lo acompaño mientras seguía viendo el puchero del labio inferior del mayor. El sueño lo alcanzó cuando las primeras horas del siguiente día ya se habían marcado en el reloj, pero no fue un sueño tranquilo pues sus ojos se cerraron viendo la tristeza dibujada en el rostro de su omega.

— 𝓐𝓵𝓯𝓪 —

— Gatito, no te vayas.

Sus ojos aun no se abrían, pero en cuanto sintió el intento de Yoongi por salir silenciosamente de sus brazos, su instinto tomó el control y sujetaron con firmeza el cuerpo más pequeño.

Por algunos segundos lucho contra sus párpados que se sentían pesados, su vista borrosa por el sueño también se resistió a enfocar el rostro del mayor pero lo logro después de varios intentos.

Yoongi esquivaba su mirada y mordía su labio inferior, esos gestos los hacia constantemente cuando comenzaron a conocerse y eran por la timidez que caracterizaba al mayor. Si los estaba mostrando en ese momento, significaba que aún no se sentía listo para hablar de lo que había pasado, estaba intentando retrasar la conversación y él no se opondría a ello.

— No te vayas mi Gatito-hyung, déjame abrazarte más. Te prometo que no preguntaré nada.

No hubo resistencia cuando sus brazos lo acercaron aún más y sus labios se encontraron con la esponjosa mejilla de piel blanca. Repartió besos y caricias, tantas como pudo hasta que ambas alarmas les indicaron que nuevamente tendrían que comenzar sus días laborales.

Él bajó a preparar el desayuno mientras el mayor tomaba su ducha. Por las mañanas siempre hacían todo juntos, ducharse y preparar el desayuno era mejor de esa manera, pero ese día le otorgaría un poco de espacio para que los pensamientos del mayor se acomodaran y le fuera más fácil hablar con él.

Incluso dejo de lado las platicas que normalmente tenían en el auto mientras llevaba al mayor a su trabajo y Yoongi no hizo ni dijo nada para interrumpir ese silencio.

La primera palabra que salió de los lindos labios de tonalidad rosa fue hasta que cruzaron las grandes puestas del restaurante.

— Quiero d-decirte algo.

Asintió y siguió con calma los pasos del mayor que iban hacia la cocina.

— Kookie, ¿listo para irnos?

Un sonriente Minje le gritaba desde el marco de la puerta que daba a la oficina de Namjoon. Últimamente por las mañanas todos se reunían en esa pequeña habitación, Jimin, Jin y Taehyung ayudaban a Namjoon y a Hoseok con los preparativos de la boda y Minjae siempre esperaba por él para llevarlo al trabajo y que su coche se quedara ahí para que a su lindo omega le fuera más rápido llegar a casa.

— Solo hablare con Yoongi-hyung un momento, ¿me podrías esperar Jae?

— Adelante, de cualquier manera ya me pusieron trabajo aquí.

Con otra sonrisa más, el alfa volvió a adentrarse en la oficina que estaba completamente llena y el continuó con el corto camino que aún le faltaba para esa puerta blanca que permanecía oscilando después de que el cuerpo delgado de su Yoongi pasó hacia el interior de la espaciosa cocina.

Ver el puchero triste y los ojitos gatunos cubiertos por una capa de lagrimas, de inmediato hicieron doler su corazón. Llegó hasta donde el cuerpo más pequeño estaba temblando ligeramente con el propósito de rodearlo con sus brazos y apretarlo contra su pecho, pero el mayor se alejó en cuanto noto sus intenciones.

— ¿Qué sucede Gatito-hyung?

— Jungkook... ayer fui a hacerme la prueba de sangre... para saber si... si...

— Si estas esperando un cachorro — le ayudó a completar, intuyó cual había sido el resultado con solo sentir la tristeza que nuevamente invadía el lazo que compartían.

Su omega pelinegro asintió a sus palabras pero aún así la mirada gatuna no se encontró con sus ojos, solo pudo observar como una silenciosa lágrima resbalaba lentamente.

— No hay ningún cachorro Jungkook.

— Gatito-hyung... — No tenía ni idea de como consolar a su triste omega, sabía perfectamente lo mucho que el mayor ansiaba un cachorro y le dolía ver el dolor en sus bonitos ojos. — Puedo acompañarte al hospital cuando tu quieras, para que nos hagan pruebas a ambos-

— ¿Y para que confirmen que no puedo tener cachorros? — era muy difícil escuchar el tono afligido en la voz baja que amaba —. Jungkook ya no quiero... ya no quiero ilusionarme... Rompe nuestra marca.

— ¡¿Qué?! ¡No! Gatito-

— ¡Tu quieres una familia!

— Contigo Yoongi-hyung. Quiero una familia y un futuro contigo, aunque solo seamos nosotros dos.

Una punzada atravesó su pecho cuando nuevamente intento acercarse pero el mayor retrocedió. Parecía determinado en seguir con esa idea de romper la marca.

— No mientas, vi tus ojos cuando hablamos sobre cachorros. Yo no pienso ser un obstáculo.

— No lo eres... Hyung por favor, no me pidas que rompa nuestro enlace. Yo te amo demasiado y no puedo ni siquiera recordar como era antes de ti.

— No me necesitas en tu vida, cualquier omega estaría feliz que lo eligieras como compañero o compañera... y podrás tener los cachorros que quieras.

Un largo suspiro escapó de sus labios pues en ese momento no podría solucionar nada, el mayor necesitaba tiempo para pensar.

— Lo siento Gatito-hyung, el día que te hice la marca y tu te fuiste de mi casa, me prometí que te dejaría ir si así tú lo querías. Pero realmente no puedo hacerlo... y no lo haré. Nunca he sido egoísta pero si es la manera en que te puedo retener a mi lado hasta que comprendas lo inmensamente feliz que soy solo contigo, entonces seré egoísta.

Se acercó dos pasos más y de inmediato tomó la cintura ajena para que Yoongi no pudiera retroceder. Dejó en la barra más cercana las llaves del auto que hasta ese momento habían sido aplastadas ente sus dedos y se dedicó a limpiar los rastros de lágrimas de las esponjosas mejillas ruborizadas.

— Te dejo las llaves del auto. Entenderé si esta noche vuelves a casa de Namjoon-hyung... pero realmente estaré esperando por ti mi lindo Gatito. — Apretó el cuerpo delgado y pequeño en un abrazo, olfato el lugar donde sus aromas se mezclaban y dejó varios besos cubriendo por completo el rastro de lágrimas que antes había estado en la mejilla pálida. — Te amo mucho, tanto que mi pecho duele con el palpitar de mi corazón... recuérdalo siempre mi Gatito-hyung.

Poco a poco soltó el cuerpecito de su omega y se alejó lentamente aún cuando su lobo protestó fuertemente en su interior. Para él también estaba resultando difícil dar la media vuelta y alejarse de Yoongi pues su buena audición le permitió saber el momento exacto en que nuevas lágrimas se derramaba de los lindos ojos gatunos, pero aún así siguió caminando hacia la oficina de Namjoon donde varias voces hablaban al mismo tiempo.

Tomo una respiración profunda y puso una sonrisa en su rostro antes de asomarse por la puerta de madera hacia el interior de aquella habitación.

— Minjae, lamento haber tardado, pero ya podemos irnos.

Dio una pequeña reverencia al resto de sus hyungs y dio la media vuelta para guiar el camino hacia la entrada del restaurante, había un zumbido en su mente que no le permitía prestar atención completamente a su alrededor, sus sentidos se dirigían hacia el aroma a tristeza que emanaba de la cocina y el sentimiento de aflicción que invadía el lazo que compartía.

Su lobo fue quien le advirtió de la presencia de Hoseok, de otra manera el no habría volteado cuando el pelirrojo salió de la oficina donde antes había estado.

Sin tener un vínculo, su lobo podía sentir la preocupación del contrario y de inmediato supo que para Hoseok había sido de la misma manera, suponía que estaba ahí para hablar del estado depresivo de su lobo.

— ¿Pasa algo Hobi-hyung?

— Quiero hablar contigo Kookie, dos minutos, lo prometo Jae.

— Está bien hyung, no te apresures, de todas maneras el obsesionado con llegar veinte minutos antes es él no yo — contestó el pelinegro con una clara sonrisa de burla que ni siquiera intento ocultar.

— ¡Ey! — Su protesta fue ignorada por el alfa que ya estaba saliendo por las amplias puertas dobles del negocio y solo entonces volvió su vista al omega pelirrojo. — ¿De qué quieres hablar, hyung?

— En realidad de nada, quiero que tu me hables de lo que te pasa. Y no me digas que nada, porque mi lobo está inquieto.

No podía mentirle a Hoseok, no cuando en su mirada se notaba la verdadera preocupación por lo que le estuviera pasando.

— Yoongi-hyung y yo peleamos. — Por algunos segundos no supo como seguir esa frase, confiaba en el omega parado frente a él, pero era difícil hablar de lo que había pasado mientras trataba que las lágrimas no se apoderaran de sus ojos. — El mismo día que hablamos con nuestros hermanos, Yoongi-hyung me dijo... eh, dio a entender que quería que tuviéramos un hijo, dejó de tomar l-las pastillas pero aún no lo ha conseguido. E-Está feliz por el cachorro que ustedes esperan, pero eso también lo ha puesto triste... Hoy me dijo que deberíamos de deshacer la marca, aunque se que eso lo dijo porque cree que yo me a-alejaré si es que alguno de los dos no puede tener hijos.

— ¿Crees que ayude si yo hablo con él? — preguntó rápidamente el mayor, podía ver su mente trabajando en una manera de ayudarlos y eso calentó su corazón.

— La verdad no lo sé, pe-pero no me gustaría que ustedes pelearan, cuando hyung está en ese estado suele tratar de manera dura a quien se acerca.

— Déjame intentarlo, te prometo que no pelearemos. — Asintió y recibió con gusto el abrazo que comenzó Hoseok, el aroma floral combinado con la esencia del embarazo que lo hacía parecer más delicado, tranquilizó un poco a su lobo triste. Ese era el gran beneficio de tener al pelirrojo como destinado, el mayor siempre calentaba el corazón de los que lo rodeaban. — Ahora vete antes de que llegues diez minutos más temprano en lugar de veinte.

Cruzó la salida del restaurante con una nueva llama de esperanza y tranquilidad en su pecho. Aún le dolía alejarse de su triste Yoongi, pero sabía que Hoseok haría todo lo que estuviera en sus manos para que el resto del día fuera más llevadero para su omega.

Ahora solo le quedaba esperar a que la noche llegara para saber si podría dormir con su lindo novio entre sus brazos.

Agradeció enormemente que durante la tarde nadie le hiciera preguntas, tal vez se lo debía a Hoseok, pero se encargaría de agradecerle al día siguiente.

Ahora sostenía el volante de su auto con demasiada fuerza intentando relajarse para poder entrar a la casa de Jungkook. Su menor no había ido al restaurante después del trabajo y eso era obviamente por su culpa.

Con un último suspiro, finalmente abrió la puerta del conductor y caminó hasta la reja que aseguraba la entrada al pequeño patio. Puso el código que ya sabía de memoria, camino la poca distancia hasta la puerta de entrada y giró la manija, pidiendo mentalmente a la luna que esta no estuviera cerrada.

Cuando la puerta cedió fácilmente por fin dejó de bloquear las emociones por medio del lazo. De inmediato la emoción y felicidad que estaba sintiendo su pelinegro con su llegada llenó su cuerpo y calentó su corazón.

Después de que él prácticamente lo hubiera obligado a dormir en el interior, su lobo despertó muy alegre cuando el fuerte aroma a playa llenó sus fosas nasales.

Su pelinegro estaba de pie frente a la escalera que llevaba al segundo piso, traía el pantalón de pijama puesto y su cabello estaba desordenado, parecía que había estado durmiendo y esperaba que los ojos un poco rojos e hinchados fueran por esa causa, odiaría la sola idea de que el menor hubiera estado llorando.

— Creí q-que hoy no ve-vendrías a casa.

Quiso contestar con un comentario sarcástico para sacar una sonrisa del alfa que lo miraba con tanto amor, pero su labio inferior tembló y sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas.

Corrió hasta que pudo rodear con sus brazos el cuello del más alto y enterró su nariz en el pecho firme llenándose del aroma que tanto le gustaba.

— Lo siento, lo siento, lo siento... yo no quiero... soy un tonto p-por de-decirte que ro-rompieras nuestro lazo...

Varios besos cortos llenaron el lado derecho de su cuello, justo encima de la marca y fuertes brazos lo envolvieron.

— Esta bien, se que no lo decías en serio... Está bien, no pasa nada, por favor no llores mi Gatio-hyung.

— Perdón — volvió a decir con voz baja.

— No tengo nada que perdonarte, mi Gatito-hyung. Se que ambos deseamos un pequeño cachorro para compartirle nuestro amor, pero ese amor no va a ir a ningún lado y creo que lo mejor sería que dejáramos de presionarnos con la idea. Nuestro cachorro llegará cuando sea el momento.

— ¿Y si realmente no podemos tenerlo? — Alzó un poco su cabeza para poder ver los brillantes ojos de su pelinegro.

— Entonces en ese momento podremos resolver juntos qué es lo que haremos con todo el amor que tenemos para dar.

Más besos cortos y suaves llenaron sus mejillas, frente y labios.

— Te amo. — Un suspiro salió de su boca y una sonrisa se instaló en su rostro mientras lo decía.

— Yo también te amo, mi Gatito-hyung — le respondió su mocoso mientras continuaba dejando más y más besos.

Era realmente un idiota si por su mente cruzo la idea de deshacer lo que ellos dos tenían. Ni siquiera podía pensar en su vida antes de su mocoso pelinegro y ya no podía ni quería imaginar un futuro donde no estuviera su Jungkook.

Finalmente me siento muchísimo mejor, gracias a todxs lxs que se preocuparon y me dejaron lindos mensajitos.
También muchísimas gracias por los 3K de estrellitas y los 18K de leídas en esta historia 🥺😭💜

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