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Capítulo 49

Nuevamente tenía que pasar por esa situación y realmente no le estaba haciendo bien.

No tenía ni idea de lo que estaban conversando los hermanos Jeon, simplemente se encontraba sentado al lado de Jungkook totalmente perdido en su mente mientras la presencia de los dos alfas puros lo envolvía.

Pero desde que su novio le comentó que el Jeon mayor había vuelto a Seúl e iría a casa, él ya sabía que le sería más difícil poder concentrarse cuando su celo se encontraba tan cerca. No le había dicho nada a Jungkook porque había visto la emoción en los redondos ojos bonitos de su mocoso y no quería arruinar la visita de Junghyun, pero en ese instante se estaba sintiendo un poco sofocado y abrumado.

Ya ni siquiera era plenamente consciente de sus acciones, su omega cada vez estaba más presente. Sus sentidos sólo se percataban de situaciones a medias, como la risa de los hermanos, el abrazo de Jungkook y los besos en su mejilla, todo lo demás era confuso en su mente. 

— ... Gatito-hyung...

Unos golpecitos suaves fueron dejados en donde segundos antes estaba recibiendo besos... o quizás fue hace minutos. Estaba confundido por ello, pero los toques ligeros no se sentían mal así que los dejo pasar. Había escuchado como la voz bonita de Jungkook lo llamaba con el apodo que él le había dado, pero no pudo retener la suficiente concentración como para entender que había dicho antes o después de ello.

Solo sabía que todo se sentía muy bien, el tacto, el aroma y la voz de su alfa pelinegro estaban arrullándolo y al mismo tiempo haciendo que todos y cada uno de sus sentidos se sintieran exaltados. 

Ni siquiera recordaba que es lo que tenía que estar haciendo, y se preguntaba por qué aún no estaba recostado entre las cobijas con aroma a playa y menta mientras su mocoso lo envolvía en un fuerte abrazo.

— Gatito-hyung, ¿así esta mejor?

El par de ojos que le gustaban tanto aparecieron en su campo de visión acompañados de una de esas bonitas sonrisas que estaban llenas de cariño, solo con eso él sonrió feliz.

— ¿Eso es un si o un no? — preguntó con diversión su alfa pelinegro. 

— ¿Eh?

— ¿Estas mejor ahora que mi hyung se alejó un poco?

¿Por qué estaban hablando de su hermano cuando él solo quería mimos? 

Mostró su descontento con una mueca de sus labios, pretendía estar enojado con Jungkook por no abrazarlo en lugar de hacer preguntas, pero ese "enojo" solo duró el par de segundos en que su mirada enfoco el lunar que había debajo del labio inferior de su alfa. 

Quería besar ese lunar.

Se veía tan tentador debajo de ese labio grueso y de color rosa que no pudo evitar morder con fuerza el interior de su mejilla. Sentía que estaba olvidado algo importante, pero eso no le impidió casi lanzarse encima de su alfa pelinegro para poder obtener el beso que quería. 

Acomodó sus piernas a los lados le las de Jungkook, pegó su pecho con el contrario tanto como le fue posible, enredó sus dedos en las hebras sedosas de cabello oscuro y succionó con fuerza el labio con sabor dulce. Un gemido, muy fuerte, escapó de su garganta y fue a mezclarse con el intercambio hambriento que él mismo había comenzado, las manos grandes del menor lo sujetaban con fuerza de las caderas y eso no hizo más que persuadir a su cuerpo para entrar rápidamente en calor. Su piel comenzó a arder y cosquillear, pedía silenciosamente ser tocada por las manos de su alfa, la humedad comenzó a sentirse en su entrada y una erección ya estaba formada bajo la molesta tela apretada de sus jeans.

— Ju... Jungkook~

Necesitaba tocar la piel cálida del menor, quería apartar las telas que se interponían en su camino pero sus torpes manos no se coordinaban para esa simple tarea, solo lograban dar algunos tirones a la playera de algodón que cubría los músculos firmes. 

— R-Ropa... quí-quítala...

No podía articular una palabra correcta sin trabarse por la urgencia de tocar que picaba en las yemas de sus dedos y la dureza debajo de sus glúteos no le permitía pensar, solo quería seguir y apagar la necesidad que estaba tomando más y más fuerza en su interior.

— Gatito-hyung, espera...

Casi llora de frustración cuando Jungkook lo comenzó a apartar, el calor se extendía por todo su cuerpo y su novio no le ayudaba a extinguirlo.

La última vez que su celo se desató de manera tan descontrolada y repentina fue antes de que Jungkook le diera una marca de unión, la vez que subió corriendo hacia su habitación solo porque en ella había una chaqueta con el aroma de su alfa pelinegro. Siempre fue cuidadoso en ese aspecto y tomaba los supresores antes de que su lobo tomara el control pero estaba claro que en esa ocasión nuevamente sería diferente, su lobo no le daría la opción de suprimirlo, su omega quería estar con su alfa y él quería estar con su mocoso. 

Era el segundo celo que compartiría con Jungkook, la diferencia ahora es que ya no había ninguna sola pizca de duda atormentando sus pensamientos, cedería gustoso el control hacia su parte animal para entregarse al cuidado de su novio, aunque no podían pedirle que no se enojada cuando este no quería tocarlo de la manera que el le pedía.

— Gatito... solo espera un poco...

— No... Tócame... por favor Jungkook.

Él mismo guió la mano del menor hacia la piel de su cintura por debajo del hoodie que portaba. Solo ese tacto bastó para que su espalda baja se arqueada y su lubricante natural mojara su bóxer, fue placentero sin duda alguna pero necesitaba más que un simple toque.

Una vez más trato de apartar la ropa del camino para poder ver los músculos duros que formaban el torso de su novio, pero sus manos fueron detenidas de nuevo.

— ¡No! ¡Quítala!

Verdaderas lágrimas se juntaron en sus ojos, se sentía frustrado por no estar obteniendo el cuerpo de su pelinegro desnudo y encima del suyo.

— No llores mi Gatito-hyung.

— Entonces tócame.

Los brazos fuertes del menor lo envolvieron y muchos besos rápidos fueron dejados en su mejilla.

— Solo deja que mi hyung se vaya, puedes subir a la habitación mientras tanto.

¿Por qué de nuevo mencionaba a su hyung? ¡Él solo quería que lo tocara y anudara!

— No me importa tu hyung, ¡tócame!

— Bueno, gracias por decir que no te importo.

La voz burlona de Jeon Junghyun lo obligó a que apartara la bruma de su celo por algunos segundos, pero eso solo hizo que la vergüenza pintara sus mejillas.

El hermano mayor de su mocoso, los estaba mirando desde el marco de la cocina, una sonrisa se extendía en el rostro y la diversión llenaba esos ojos que eran parecidos a los de su novio.

Tan rápido como su torpeza se lo permitió, escondió su cara en el hueco que se formaba entre el hombro y el cuello de Jungkook. Escuchó la melodiosa risa de su pelinegro acompañando la del alfa que estaba a un par de metros de distancia, eso solo hizo que el calor en sus mejillas aumentara.

— Ve arriba mi lindo Gatito-hyung, solo acompañaré a hyung al auto.

Espero por el beso que sabía que Jungkook iba a dejar en su mejilla y sin levantar la mirada camino, corrió, hacia el segundo piso. Estaba muy apenado como para que los modales lo hicieran despedirse, él simplemente se agachó aún más cuando tuvo que pasar al lado del Jeon mayor y subió cada escalón velozmente.

Un suspiro escapó de sus labios cuando finalmente se encontró en la habitación de Jungkook, aunque fueron muy pocos los segundos los que ese estado de pena continúa acompañándolo y no podía ser de otra manera cundo el aroma a mar, arena y menta lo envolvió por completo. El aroma de su alfa pelinegro era muy fuerte y llenaba cualquier sitio de la casa en el que estuviera pero sin duda la habitación donde ambos dormían era donde estaba más concentrado, más específicamente en la cama de plaza doble donde aún la manta superior se encontraba desordenada como evidencia de lo tarde que ambos se habían despertado tarde y habían corrido cada quien a su trabajo sin preocuparse por volver a ordenar las mantas y almohadas.

Cada vez era más frecuente que a los dos se les hiciera tarde por las mañanas, pero en su defensa, tenía que aclarar que Jungkook era quien se abrazaba fuertemente a su cuerpo y lo distraía con besos cada vez que mencionaba la hora. 

¿Cómo podía él resistirse a ese mocoso que lo besaba tan bien y que siempre se aseguraba de dejarlo lo suficientemente perdido como para que no recordará ni su nombre?

No, realmente no podía resistirse a su alfa pelinegro.

Pero no quería que fuera de otra manera, su lobo y él solo querían pertenecer a Jeon Jungkook.

— No tenías que acompañarme, mejor hubieras ido arriba con Yoongi-hyung.

Solo le regalo una sonrisa a su hermano mayor, tratando de ocultar el hecho de que en realidad lo había acompañado hasta su auto porque su lobo se había puesto territorial en cuanto su omega entró en celo y quería asegurarse de que no hubiera otro alfa lo suficientemente cerca de su lindo Yoongi.

— Wow... tu aroma si que puede volverse más fuerte, a este paso toda la cuadra sabrá que no tienen que acercarse.

Sus mejillas se sonrojaron un poco con la risa divertida de su hermano mayor, no pretendía ponerse así de celoso por la cercanía de otro alfa puro, pero tampoco podía evitarlo cuando el aroma tan único de su omega estaba llenando sus pulmones de la mejor manera.

— Lo siento hyung...

— Solo bromeo. Entiendo porqué lo haces, tu lobo no quiere cerca a otro alfa puro. Además me gusta tu aroma, aún cuando desprendes feromonas para alejar a otros alfas, tu esencia solo me recuerda a las playas de casa.

— Creí que no te gustaba, porque es muy fuerte... A los alfas normalmente les molesta.

La mano cálida de su hyung despeino ligeramente sus cabellos en un gesto de cariño, aún le parecían un poco extrañas esas muestras de afecto por parte del mayor pero también se sentían agradables.

— Aunque sea fuerte no me puede molestar, es relajante y me recuerda mucho a Busan. Y supongo que a otros alfas les intimida porque aun se puede percibir la superioridad de tu lobo aunque no lo quieras de esa manera, por eso los alfas quieren actuar molestos, creo que son casi inexistentes los que muestran sus debilidades o miedos... Como nuestros padres, por eso ellos te hacían usar ese molesto neutralizador.

Cierto.

Desde que su hermano había llegado él no había tenido oportunidad de preguntarle sobre su estadía en Busan, ni sobre lo que había hablado con sus padres. Cuando salió del restaurante parecía bastante molesto y estaba seguro que un corto viaje en avión no había cambiado eso.

— ¿Qué fue lo que sucedió en tu viaje a casa, hyung?

Una sonrisa de lado y otra caricia en su cabello le hicieron saber que por el momento no hablaría de ello.

— Eso te lo cuento después, no cuando Yoongi-hyung te espera para que lo ayudes con su celo.

Asintió, pero aún estaba deseoso de saber lo que había sucedido y por supuesto que recordaría volver a preguntar por ello.

— Ahora me voy, tu sube con tu omega. — El más alto finalmente abrió la puerta del auto negro y subió un solo pie antes de volver a mirar en su dirección. — Y por cierto Kook, de mi parte nunca te tendrás que preocupar porque me vuelva loco si por accidente logro oler el celo de Yoongi-hyung.

— Porque eres un alfa puro — afirmó, el se había vuelto territorial por nada pues había aprendido que entre el y su hermano existían muchas semejanzas y el control de sus lados racionales por encima del instinto era una de ellas.

Aunque la repuesta de su hyung lo sorprendió un poco.

— Digamos que esa es una de las razones.

Tras esas palabras, el mayor término de subir a su auto sin darle oportunidad de decir una sola palabra más y ahora tenía que agregar otra pregunta a su lista mental para la próxima vez que hablara con su hyung.

Por unos segundos vio como el vehículo se alejaba hasta que lo perdió de vista en la primera desviación y sin perder más tiempo dio la media vuelta para ir con su Yoongi.

Tuvo que correr en el último tamo de escalera y el corto pasillo hacia su habitación, pues el aroma del celo de su lindo novio ahora también se mezclaba con el aroma dulce del lubricante natural y con los pequeños gemidos que su omega trataba de amortiguar.

La imagen de Yoongi en el momento en que abrió la puerta fue suficiente para que todo su cuerpo se calentara en un segundo. Su lindo omega estaba en el centro de la cama, boca abajo y con solo la parte superior de su ropa puesta, sus caderas estaban elevadas gracias a que sus rodillas estaban apoyadas sobre la superficie plana y separadas lo suficiente para sujetar las dos almohadas que estaban frotando la entrepierna del mayor con cada movimiento que este hacia. No podía ver la expresión de su novio, pues su cara estaba enterrada entre el lío de cobijas que habían sido aventadas hacia la cabecera para hacer espacio en el centro, pero si podía ver a la perfección los do dedos largos y delgados que estaban penetrando profundamente y con insistencia la entrada que brillaba con abundante lubricante natural.

Haciendo el menor ruido posible, quitó sus ropas rápidamente, podría asegurar que rompió un poco su playera cuando la sujeto por el cuello redondo para sacarla por encima de su cabeza, pero no podía importarle menos cuando su Yoongi lloriqueaba su nombre llamándolo entre gemidos. 

Su lobo le gruñó un par de veces por no atender con suficiente rapidez a su omega y él mismo estaba desesperado por llegar a la cama y tocar la piel blanca que sabía que era suave y calentita, estaba tan apresurado que casi tropieza con su pantalón de chándal que estaba agrupado en sus tobillos.

Prestó un poco más de atención par asegurarse de que realmente ninguna prenda cubría su cuerpo y finalmente se acercó hasta que sus rodillas tocaron ligeramente el borde de la cama. La posición ligeramente en diagonal que tenía su lindo Yoongi le daba oportunidad de poder extender su mano y tocarlo sin alertando de su presencia.

Pudo observar en silencio por algunos segundos más el movimiento desesperado de esos dedos que se perdían entre las paredes resbaladizas de esa entradita que cada vez desprendía más y más de esa sustancia de aroma dulce.

Era magnífico observar como el mayor se daba placer a sí mismo, pero también era una tortura. Todos sus sentidos gritaban poder llenarse de Yoongi, sentir la piel tersa, combinar ese aroma único con el suyo, escucha esos bellos gemidos ser provocados por él, saborear esos labios rosas y ver directamente los hermosos ojos gatunos.

Su mano estaba tocando antes de que él lo supiera. Sus dedos recorrieron el interior de uno de los delgados muslos para empaparse del espejo lubricante que había creado un largo camino hacia abajo, su primer instinto fue complacer a sus papilas gustativas, pero ver la energía renovada en el movimiento del brazo del mayor lo hizo dirigir sus dos falanges hacia esa entradita y sumergirlas a ese interior aterciopelado haciéndole compañía a los dedos que habían estado ahí desde un principio.

El fuerte grito de Yoongi y los espasmos que apretaron sus dígitos lo sorprendieron. Su omega se había corrido y muy intensamente, todo su cuerpo quedó laxo y sus rodillas resbalado hasta que sus piernas quedaron extendidas sobre la cama. Durante el celo pasado de su omega fue testigo de la sensibilidad de su cuerpo, pero realmente no recordaba que haya necesitado de tan poco estímulo para alcanzar su liberación, quizás el mayor se había estado conteniendo por más tiempo del que el creía y se reprendió mentalmente por no haberle dedicado atención más rápidamente.

Con cuidado giró el cuerpo delgado hasta que esté estaba un poco más cómodo sobre su espalda, un orgasmo no iba a ser suficiente para calmar el celo, solo iba a calmar esa primera ola lo suficiente hasta que se renovara la energía del mayor, lo único que lograría ayudar a su lindo Yoongi a descansar un momento era que él lo anudara y eso haría. Por ello lanzó lejos las dos almohadas que antes habían estado frotando la adolorida erección de su omega y se posiciono en medio de esas dos esbeltas piernas que rápidamente lo envolvieron.

Sonrió automáticamente cuando esos bonitos ojos lo observaron y esas regordeta mejillas se pintaron de color rosa suave.

— Pobre de mi Gatito-hyung, esta demasiado sensible porque lo deje esperando demasiado.

— No estoy demasiado sensible... solo recordé a-algo...

— ¿Qué recordaste mi lindo hyung?

El rubor en las mejillas esponjosas sólo se hizo más intenso con su pregunta y rápidamente la curiosidad lo lleno.

Pensó que tendría que suplicar por una respuesta pero la voz baja del mayor comenzó a hablar bordeada de un tono tímido que sólo lo volvió más tierno ante sus ojos.  

— Durante m-mi celo, a-antes de que me mordieras, yo... yo me imagine e-esto... tu-tus de-dedos...

Tan pronto como la última palabra salió de esos bonitos labios color rosa, la carita de su hyung se escondió en el hueco que se formaba entre su cuello y su hombro.

El sonrió tanto por la nueva información, como por lo lindo y tierno que se estaba comportando su novio. Le encantaba que su Yoongi ya no temiera mostrarse como era, que no le diera pena recibir mimos o pedirlos y también que se sintiera con la confianza suficiente como para hablar de cosas así, obviamente eran temas que causaban un poco de bochorno a cualquiera por lo que la reacción de esconderse era entendible, y sobretodo adorable en su omega.

Beso con cariño por encima de la marca que probaba su unión hacia cualquiera que la mirara, esperando que la vergüenza que sentía el mayor pasara y lo obtuvo en menor tiempo del que creyó, porque esta rápidamente fue sustituida por el calor del celo.

Las caderas debajo de las suyas comenzaron a mecerse para tratar de frotar la nueva semi erección contra su muy despierta e hinchada entrepierna. Los dedos largos y delgados ya estaban enredándose entre su cabello para guiarlo hacia el lugar que su lindo omega quería y el accedió rápidamente a besar ese bonito labio inferior.

También comenzó a cooperar con el movimiento de cadera simulando embestidas que desataron más y más gemidos de su Yoongi. Sus manos recorrieron con entusiasmo cada ligera curva del esbelto cuerpo del mayor y su lengua acarició la contraria con hambre y desesperación.

El realmente no perdía el control de su lado racional, pero con su lindo omega tan necesitado realmente no le importaba cederle el control a su lado primitivo e instintivo.

Le cedió el paso a su lobo con total seguridad de que se encargaría de complacer al lindo omega que pedía ser ayudado a calmar ese calor que recorría su cuerpo.

Su lobo no de inmediato acarició y separó las bonitas piernas de piel lechosa y las mantuvo así para que sus caderas pudieran moverse más libremente y marcar el ritmo que de inmediato obligó a Yoongi a arquear su espalda baja. Sus labios no se habían separado en ningún momento del beso intenso que seguían manteniendo y las manos contrarias no habían abandonado el agarre firme en su cabello dando algunos tirones ligeros cuando las sensaciones se volvían abrumadoras para el mayor. Pero le gustaba que su lindo omega estuviera tan perdido en su placer que no se diera cuenta de sus acciones.

Sus manos se encargaron de buscar y acariciar cada zona sensible en el cuerpo del mayor para mantenerlo en ese estado de aturdimiento en el que parecía estar y solo se detuvieron cuando su lindo novio dejó salir lágrimas de necesidad.

— P-Por favor... Jungkook-mgh... 

La vista desenfocada y empañada por una capa de lagrimas sin derramar y los temblores ligeros en el cuerpo de Yoongi fueron el fin del control de su lobo y de él.

Con torpeza, por su repe tina urgencia, coloco la punta de su erección en aquel anillo de músculos que estaba dilatado y húmedo. Después de la conversación que había tenido con Yoongi, ahora sabía que no necesitaba colocarse un condón pues su omega había dejado de lado el tratamiento de anticonceptivos con el deseo de tener un cachorrito, deseo que él compartía.

Se empujó lentamente a través del camino aterciopelado y cálido sintiendo las contracciones del interior de su novio. Trato de esperar un poco para que el mayor se ajustará a la invasión pero los músculos a su alrededor parecían perfectamente amoldados a su tamaño y la necesidad de calmar el celo una vez más guió el movimiento torpe y desorganizado de las caderas unidas a su pelvis.

No tenia que esperar más para comenzar a moverse, el mensaje le quedó claro cuando su enfurruñado omega enredo las piernas alrededor de su cadera para intentar dirigir las embestidas. 

El primer golpeteo de su pelvis contra las regordetas mejillas de trasero de Yoongi, mando las cabezas de ambos hacia atrás. Un escalofrío recorrió por todo su cuerpo y pudo sentir el placer contrario por medio del lazo provocando que el suyo propio aumentara.

Las embestidas que le siguieron solo siguieron añadiendo esa sensación de satisfacción para ambos, su cadera continuo aumentando el ritmo y la dureza con la que se movía hacia el interior del omega. Sus dedos sujetaban con firmeza la pequeña cintura para sostener al mayor en el mismo lugar mientras el se movía y sus labios, lengua y dientes no dejaban de humedecer y marcar ligeramente la piel blanquecina del hombro derecho preparándolo para volver a reafirmar el vínculo que ya compartían. 

Cuando finalmente el cosquilleo en su abdomen bajo se volvió incesante, dio las últimas embestidas duras que ayudaron a que la protuberancia de su nudo entrará y dejó que sus colmillos bajaran para volver a sellar el pacto silencioso de su unión al mismo tiempo que su semen bañaba el interior de su Yoongi.

La sustancia cálida y pegajosa atrapada entre ambos le aseguró que no sólo él había obtenido placer. Con una enorme sonrisa en su rostro y después de escuchar un ligero ronquido de parte de su novio, los acomodo a ambos de lado, con cuidado de no lastimar al mayor por el nudo que seguía atrapado en el interior, y se dispuso a descansar el tiempo que su lindo omega tardará en tener una nueva ola de calor como las que seguiría teniendo durante los días siguientes. 

Él e aseguraría de ayudar a que su Yoongi quedara completamente satisfecho al mismo tiempo que le demostraba cuanto lo amaba.

Espero que estén pasando unas bonitas fiestas mis lindxs Makis. Les dejo muchos abrazos psicológicos y mis mejores deseos para todxs ustedes.
💜 I Purple You 💜

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