Actualización 3/3

— ¿Cómo te encuentras mi bonito?

La cálida mano que se movía de arriba hacia abajo en su espalda fue la que lo alertó de la presencia de su novio. Aunque escuchó la voz de su menor era difícil saber desde dónde provenía si tenías la cara metida en el retrete mientras te deshacías de las náuseas.

— No, Nam.. . vete... n-no veas.

Dio manotazos hacia atrás buscando el cuerpo de su beta para alejarlo, pero en su lugar un beso suave fue dejado en su nuca y los largos dedos acariciaron sus cabellos. Después de unos largos segundos finalmente pudo levantar la cabeza sin sentir los ácidos gástricos subiendo por su esófago.

Bajo la tapa del inodoro lo más rápido que pudo y jaló la cadena esperando que el desagradable olor no haya llegado a su castaño. Trató de avanzar hacia el lavamanos para poder cepillar sus dientes pero los brazos del más alto lo rodearon y lo jalaron hasta que su espalda estaba completamente recargada contra el torso contrario.

— Mi bonito, ¿me querías alejar porque pensaste que me daría asco?

— S-si.

Un beso cariñoso fue dejado en su cuello, justo por debajo del lóbulo de su oreja derecha y otros más le siguieron creando un camino hasta su nuca.

— Eres mi novio Hobi y he estado dieciocho años a tu lado, te he visto enfermo cientos de veces, porque me daría asco algo que es natural cuando estás llevando a nuestro cachorro dentro de ti. — Más besos cubrieron su nuca y el agarre a su alrededor se convirtió en varias caricias a su vientre bajo. — Gracias por cuidar de nuestro cachorro y por hacerme tan feliz.

El nudo en su garganta no dejo que respondiera y sin aviso unas cuantas lágrimas se escaparon las esquinas de sus ojos.

Los minutos que le siguieron, se dejó mimar por su novio, quien lo ayudó a cepillarse los dientes y cambiarse mientras dejaba varios besos fugaces y le regalaba varias de sus sonrisas de hoyuelos.

Le gustaría pasar toda su tarde de esa manera pero cuando el mensaje de Yoongi llegó al celular de Namjoon recordó que no podía ser así.

— Mi bonito, no hagas ese lindo puchero, tenemos que ir — dijo su menor con una sonrisa en el rostro.

— Pero prefiero quedarme toda la tarde aquí contigo.

— Recuerda que hoy tu y Jiminie inauguran su academia. Tienes que ir para que todos los posibles estudiantes queden impresionados con tu baile.

— Está bien, pero tengo que recibir muchos mimos cuando volvamos a casa.

— Trato hecho.

— 𝓐𝓵𝓯𝓪 —

El edificio que conformaba la nueva academia estaba justo al lado de un enorme parque, tanto él como Jimin habían acordado que toda la pared que daba hacia ese lado fuera de vidrio para que los estudiantes pudieran disfrutar de la vista de los árboles y ahora que las luces estaban encendidas desde adentro se daba cuenta de que también se veía increíble el interior. Las grandes letras que estaban encima de la puerta principal y rezaban las palabras "Just Dance" estaban iluminadas en ese momento y no podía estar más feliz de que todo había quedado incluso mejor de lo que siempre había soñado.

Cuando el auto se detuvo por completo su respiración y corazón ya estaban acelerados por la emoción que le provocó el ver tanta gente. Sus amigos en su antiguo trabajo y por supuesto todos sus alumnos, habían ayudado a promocionar la academia y por lo lleno que se mostraba el interior del edificio quedaba claro que muchos estaban interesados en trabajar con él y Jimin.

— Espero que después de las presentaciones, mañana tengamos muchos bailarines inscribiéndose en las clases, me encantaría comenzar la siguiente semana — dijo con una gran sonrisa y unos cuantos nervios cuando ya estaba a unos pasos de la puerta.

— Ni siquiera se porque lo dudas. — El calor de su novio se pegó a su espalda y las manos de largos dedos se entrelazaron por encima de su vientre. Amaba cuando su castaño lo abrazaba de esa manera. — Eres un bailarín estupendo, a varios les encantaría aprender todo el conocimiento que tengas para darles.

Varios besos cortos en la piel expuesta de su nuca causaron que cerrara los ojos y que se relajara considerablemente, en ese momento su cuerpo, su mente y su lobo se enfocaron en Namjoon. Estuvo a punto de suplicarle que volvieran a casa y que lo abrazara de la misma manera pero mientras estaban recostados en la cama, sin embargo ese pensamiento se esfumó cuando el ruido de la puerta abriéndose lo alertó, de mala gana abrió los ojos y se enderezó.

Su amigo de cabellos plateados lo miraba con un ligero ceño fruncido y un pronunciado puchero en los abultados labios.

— Yo estoy adentro moviéndome como un loco de un lado a otro para hablar con todos los que tienen dudas o felicitaciones que dar y tú te quedas aquí afuera disfrutando de la compañía de tu novio, eres un pésimo amigo y socio.

Sonriendo se alejó del abrazo de su beta y rodeó el cuerpo del más bajito, de inmediato el refrescante aroma a flores de su amigo llenó sus fosas nasales y calmó un poco más a su omega. Era muy cierto cuanto se llegaba a intensificar el olfato ahora que esperaba un bebe y también había descubierto lo mucho que le gustaban y relajaban los aromas de sus amigos.

Su familia.

— Lo siento Minie, pero estaba algo nervioso y Nam me estaba ayudando a relajarme, También lo siento por llegar tarde pero hoy ha sido un día con muchas náuseas.

— Bueno, si la razón incluye a mi hermoso sobrino o sobrina estas perdonado. Pero ahora si no te escaparás de ayudarme a hablar con la gente.

Con una sonrisa en el rostro dejó que su amigo lo guiará hacia el interior. Varios segundos después se giró para asegurarse que su novio lo seguía de cerca pero este estaba varios pasos más atrás conversando con Jin, cuando sus miradas se encontraron su beta señaló la dirección por la que empezaba a retirarse el alfa con el que estaba y él comprendió que ese era el momento en que se tenía que separar por un rato de su castaño.

Un suspiro de resignación escapó de entre sus labios, pero fue poco el tiempo que tuvo para lamentarse pues casi al instante varias personas se acercaron a hablar con él.

Creyó que Jimin había exagerado en cuanto a las personas con la que había conversado, pero realmente muchos bailarines interesados se acercaban solos o con sus familias para resolver cada una de sus dudas y otros tantos se acercaban a felicitarlo o desearle suerte con ese nuevo proyecto.

No era consciente de cuanto tiempo paso con él saludando a amigos y conociendo a bailarines que pensaban inscribirse, y aunque estaba contento de ver el interés que la gente mostraba en tomar sus clases, no podía detener a su mirada de buscar a su beta cada pocos minutos.

Las primeras veces su alto novio siempre lo estaba observando y le regalaba una enorme sonrisa cuando sus miradas chocaban, pero en las últimas tres ocasiones por más que se enfoco su mirada no pudo encontrarlo por ningún lado, trató de buscar a Jin, Yoongi, Jungkook o Tae, pero parecía que todos habían desaparecido.

— Hobi, te estaba haciendo señas pero no me prestas atención.

Giró para encontrarse de frente con un Jimin con ropas distintas. Su amigo ya estaba vestido para la presentación de baile contemporáneo que había preparado.

— Lo siento Minie, pero no encuentro a Nam, de hecho no veo a ninguno de los chicos, ¿tú sabes dónde están? — preguntó con sus ojos recorriendo el amplio lugar.

— Si, si. Están en el baño.

— ¿Los cuatro juntos? — Esa afirmación que hizo el menor hizo que finalmente detuviera su búsqueda para enfocarse en el omega frente a él. — ¿Por que están-

— Eso no importa ahorita Hobi, ya van a empezar a poner la música para que yo inicie, tienes que ir a cambiarte para tu presentación. Te encontrarás con Nam en cuanto terminemos.

Jimin empezó a empujarlo hacia donde su vestuario lo estaba esperando, sin darle oportunidad de replicar siquiera.

Cuando la puerta se cerró a su espalda soltó un largo suspiro y comenzó a cambiar las ropas formales que traía por la vestimenta holgada que ya estaba lista y que le permitiría moverse de manera más cómoda cuando empezara con el popping y el baile urbano.

Con las prendas ya en su lugar y controlando la urgencia de ir a ver a su novio para que su lobo finalmente se calmara, se miró en el espejo para acomodar un poco sus rojos cabellos. Su vista viajó por su reflejo hasta que paró en su vientre y acarició ese lugar con sus manos, trató de copiar el movimiento que hacía Namjoon y que lo relajaba tanto, pero un puchero se instaló en su cara cuando no surtió el mismo efecto.

— Cachorro, necesito que me apoyes durante el baile y no me provoques náuseas porque eso no sería bueno para atraer a nuevos estudiantes. Tendrás que soportar un poco los movimientos y si te portas bien le diré a tu papá Nam que te acaricie toda la noche, ¿de acuerdo?

Miro un poco más la zona donde su mano estaba colocada, sabiendo que por el momento su pequeño cachorro no podía oírlo, según la extensa explicación que le dio su novio después de pasar horas investigando, su bebe podría escuchar su voz a partir de la semana veinticuatro.

Sonrió ante el recuerdo de en muy emocionado Namjoon contándole todo lo que había investigado en una sola noche, su castaño solo durmió un par de horas pero durante toda la conversación que mantuvieron su beta no podía parecer más despierto y feliz. Ese acto había hecho que su corazón latiera de manera desenfrenada y varias lágrimas salieron de su parte mientras le repetía a su beta cuánto lo amaba.

Los golpes suaves en la puerta le hicieron saber que nuevamente se había perdido en pensamientos sobre su novio. Salió para encontrarse con un sonriente Taemin.

— Jimin me dijo que andabas en la luna, así que me encargo asegurarme de que te llevaría a tiempo para que presentaras tu baile y eso es en cinco minutos, así que será mejor que vengas conmigo de una vez.

— Lamento que hayas tenido que ser la niñera, Taemin-hyung. — Empezaron a caminar en el poco espacio que dejaba la gente que se había hecho hacia la orilla para poder apreciar el baile que Jimin estaba terminando en ese momento.

— No tengo ningún problema, pero me gustaría aún más cuando me pidas ser niñera del cachorro que tendrán tu y Nam. Ahora ve a dejar a todos impresionados como siempre.

Con una sonrisa en su rostro tomó posición en el centro del área que tenía para bailar, encontrándose en el camino con un cansado pero contento Jimin.

La música empezó y la iluminación cambió para complementar su acto, los pasos ensayados una y otra vez salieron de manera natural y sus músculos rápidamente se adaptaron a la exigencia que se les pedía.

Cuando finalmente los últimos segundos de la canción sonaron aguanto en la última pose antes de retirarse, pero las luces se apagaron en ese instante dejando todo el salón en absoluta oscuridad y a él paralizado.

Fueron al menos cinco segundos en los que se preguntaba qué es lo que sucedía y en lo que solo pudo pensar en Namjoon, quería que lo envolviera en sus brazos y necesitaba oler su suave aroma para calmarse y dejar de temblar de miedo.

Cuando las luces se encendieron y dieron directamente en sus ojos tuvo que cerrarlos un poco antes de aventurarse a buscar a su beta con su vista aun encandilada.

Pero cuando por fin su visión se adaptó y vio a todos sus amigos frente a él con sonrisas en sus rostros y a su novio en el centro del mensaje que formaban todos los pequeños carteles, su vista nuevamente se fue pero esta vez por las lágrimas que llenaban sus ojos.

Las cálidas manos de Namjoon tomaron su mano izquierda y la elevaron para dejar un tierno beso en sus nudillos.

— ¿Aceptas mi bonito?

La voz ligeramente rasposa de su beta llenó sus oídos y con su vista aun llena lágrimas asintió de manera rápida, tal vez se vio un poco desesperado pero no podía ocultar su emoción.

— Si, si, si. Claro que quiero casarme contigo Namie. Te amo, te amo, te amo.

Con un saltito rodeo el cuello del más alto y capturó los labios contrarios con los suyos para sellar su respuesta, apenas escuchando los aplausos que llenaron la sala.

Espero que les hayan gustado estos tres pequeños capítulos. Los quiero Makis, lindo fin de semana 💜