Capítulo 41
Actualización 2/2
Si este es el primero que les aparece, regresen al capítulo 40🙃
Se desorientó un poco cuando cruzó su puerta de entrada y se encontró cara a cara con su hermano después de seis años, sobre todo cuando pensó que jamás lo volvería a ver frente a él.
Los rasgos seguían siendo exactamente los mismos y aún conservaba la altura que él nunca logró alcanzar, pero el aire que lo rodeaba era diferente en algo aunque no lo conocía lo suficiente para decir que era.
— Necesitamos hablar, Jungkook.
Asintió y se dio media vuelta para dirigir el camino hacia el interior de su casa y les indico donde se encontraba la sala con un movimiento de su mano pero el siguió caminado hasta que estuvo frente a su lindo omega quien estaba frente a los escalones con un leve temblor en el cuerpo.
— Hyung te dije que subieras. — Lo tomó por los estrechos hombros y lo comenzó guiar hacia atrás. — Por favor no te preocupes por nada, en seguida iré contigo.
— N-no... quiero... Jungkook este es un problema que me incluye, tengo que estar aquí.
Tomo la mano del mayor y entrelazo sus dedos con los contrarios para comenzar a guiarlos hacia la pequeña sala donde los dos mayores ya se encontraban de pie y mirando a su alrededor.
— Así que esto es lo que usas como casa.
Mentalmente sonrió, pues aunque no lo sabía ya esperaba esas palabras de su hermano.
— Hyung, creo que están aquí para tratar el asunto de mi enlace con Yoongi-hyung, no creo que viajarás desde Busan solo para criticar mi forma de vivir.
— Tienes razón, vine aquí porque Min Geumjae-ssi fue lo suficientemente amable de hablarme para informarme de tu comportamiento tan grosero. No puedo permitir que un alfa de la familia Jeon marque a un omega sin haber hablado antes con la familia para llegar a un acuerdo, esta mas que claro que la familia Min no acepta esta unión así que tienes que deshacerla justo ahora para que se puedan llevar a Min Yoongi de vuelta a su propia casa.
El nerviosismo y el miedo invadieron el lazo que compartía con su Yoongi y sus dedos fueron tomados con más fuerza. Odiaba la manera en la que estaban haciendo sentir a su lindo y tierno omega.
— Por que necesito permiso de alguien que no sea Yoongi-hyung. Ya no vivimos con las mismas leyes de antes, los omegas pueden decidir por sí mismos, no necesitan que alguien les esté diciendo que es lo que tienen que hacer y Yoongi-hyung es lo suficientemente inteligente para saber qué es lo que quiere.
— Tal vez te parezca de esa forma niño, pero te lo dije la vez anterior, Yoongi no es inteligente, es igual que nuestra madre, solo quiere un alfa para que lo proteja en realidad no le importa que seas tu o que sea otro. Deshazte de él ahora antes de que seduzca a otro alfa y te haga ver la realidad de su supuesta relación. Eres joven consigue a alguien que esté a tu nivel, o mejor aún, ve con tu omega destinado.
— ¿Como...? — Si el hermano de Yoongi pudo encontrar a su hermano, no le podía sorprender que también supiera lo de Hoseok, se ahorraría las preguntas innecesarias y mejor se concentraría en sacar a esos dos alfas que causaban sentimientos negativos en su novio. — No se donde estuvo averiguando y como es que dio con mi hyung, pero les puedo decir que no importa el que los dos estén aquí, no cambiaremos de opinión, el asunto de la marca solo nos pertenece a Yoongi-hyung y a mi. Y para aclarar esto de una vez, aunque sigo usando el mismo apellido, creí que había dejado lo suficientemente claro que yo ya no quiero pertenecer a esa familia cuando subí al tren que me alejo de sus estúpidas reglas.
— Pues quizás tú piensas eso, pero para nuestros padres fue una vergüenza tener que inventar una historia cuando te fuiste sin decir nada. Ellos ya saben que estás aquí y nuestro padre exigió que te llevará de regreso, dijo que necesita re-educarte. Así que realmente no venimos a negociar solo venimos a llevarlos a sus respectivas casas.
— Pues si eso es todo lo que tienen que decir, creo que ya se pueden retirar, si ustedes no vienen a tratar de llegar a un acuerdo nosotros tampoco lo haremos.
Ya estaba comenzando a molestarse por la necedad de esos dos, el solo quería abrazar el cuerpo delgado y más pequeño de su Yoongi y darle muchos mimos hasta que los sentimientos negativos desaparecieran.
— No me iré de aquí sin mi hermano. No se que es lo que hizo para dejarte tan encantado, pero te aseguro que son puras mentiras. ¿Te ha dicho que nuestra madre se terminó de volver loca y es totalmente dependiente después de cinco marcas rotas? Eso es lo que hacía, seducía a alfas en celo para asegurar protección y economía.
》 Ahora se que eres un alfa puro así que eso le asegura protección. Tu familia es rica y tu ganas bien en tu trabajo como detective, eso le asegura la economía, no lo ves. Ve con tu hermano y evita un problema mayor, será lo me-
— ¡Ya basta! — Un muy molesto grito resonó en la habitación, Yoongi tenía las mejillas de un rojo intenso y la mueca de enojo que mostraba nunca la había visto antes en su omega. — ¡Ya callate hyung! Ni siquiera me conoces, nunca lo has hecho y nunca te interesó intentar conocerme siquiera. No fuiste el único que sufrió al tener que ver como nuestra madre perdía poco a poco la cordura, no eres el único que estuvo ahí cuando llegaba un nuevo alfa al que nos obligaban a llamar padre y te puedo asegurar que no eres el único que tuvo que soportar los maltratos de esos malditos.
》 Cada una de las palabras despectivas que me dedicaste durante todos estos años me siguen doliendo porque tú las asumiste solo porque yo soy un omega. Yo no tengo la culpa de haber nacido así, que te quede claro eso, pero de todos modos no tiene nada de malo. Y en cuanto a lo que dijo el hermano de Jungkook le puedo asegurar que el dinero de los Jeon está a salvo, Jungkook dijo que él ya no pertenece a esa familia, así que no volverá y no necesita nada de ustedes, él ahora me tiene a mi y a todos nuestros amigos. Será mejor que se vayan, amo a Jungkook y no volveré a permitir que alguien se entrometa en nuestra relación.
Una sonrisa boba se extendió en su rostro cuando esa palabra salio con tanta naturalidad de los bonitos labios rosas. Jaló el cuerpo más pequeño y envolvió sus brazos alrededor de Yoongi dejando en el camino un beso en la esponjosa mejilla.
— Es la primera vez que dices que me amas — le susurró al mayor, aunque sabía muy bien que su hyung estaba escuchando claramente.
— Claro que te amo. Te amo mucho.
Sostuvo fácilmente el cuerpo del mayor en sus antebrazos tomando por sorpresa a su Yoongi que solo pudo sostenerse rodeando su cuello con una mueca de sorpresa e interrogación.
— Bueno, creo que las cosas ya quedaron más que claras de nuestra parte. Yo tampoco permitiré que nadie más se entrometa y la siguiente vez no pienso esperar a solucionarlo con palabras. Ahora con permiso, iré a hacerle el amor a mi omega.
Subió los escalones hacia el segundo piso sin molestarse en volver la mirada hacia los dos alfas que se quedaron en su sala de estar, él estaba más ocupado observando de manera divertida las mejillas rojas y los ojos gatunos muy abiertos que le devolvían la mirada.
Cuando su habitación los estaba rodeando, de inmediato sus fosas nasales se expandieron para recoger el aroma que llenaba el aire, sus esencias mezcladas, igual al aroma que adoptó su Yoongi cuando se enlazaron.
— Hyung, ya no pienses en nada. — Los ojos desenfocadas se centraron nuevamente en los suyos. — Ahora solo somos tu y yo, olvídate de todo lo demás.
Se froto contra la curva del cuello de su mayor en lo que se podía considerar un gesto infantil por llamar la atención de su novio, pero se alegro de haberlo hecho cuando una bonita sonrisa curvo ese par de labios hermosos.
— Estaba pensando en ti. — Dejo que el mayor se sostuviera sobre sus dos piernas cuando comenzó a removerá entre sus brazos, y después lo siguió sin dudarlo ni un segundo cuando su lindo omega tomó sus manos y comenzó a dar pequeños pasos hacia atrás, hasta que la cama le impidió seguir retrocediendo. — Estaba pensando en todo lo que me has enseñado y lo mucho que cambiaste mi vida con tu llegada.
— ¿Eso es bueno? — preguntó sin poder apartar la mirada de esa bella sonrisa.
— Mucho. Me alegra tanto que hayas cambiado mi opinión personal sobre lo que significa una pareja y una familia.
Y él se alegraba tanto de haber logrado conocer a ese precioso ser.
Juntó sus labios contra los de su pelinegro omega en un beso profundo. Sus lenguas danzaba, las manos buscaban la manera de aferrarse y acariciar al mismo tiempo, sus cuerpos se pegaban tanto como les era posible y sus corazones golpeteaban en el mismo ritmo acelerado.
Se dedicaría a demostrarle su amor de manera física a su lindo omega.
Con un paso de las piernas largas de su pelinegro pronto se encontraba con su espalda tocando la superficie blanda del colchón y con el cuerpo firme y más grande presionándolo levemente. Los besos bajaron a su cuello mientras las manos de su alfa trataban de abrir el cierre de su chaqueta. Con sus propias manos desesperadas por recorrer la piel de su novio empezó a jalar el borde de la delgada camisa que portaba y la subió hasta que quedó fuera de su camino para poder admirar los músculos que se marcaban perfectamente en todo el torso y los brazos.
Su corazón palpitó más rápidamente y la boca de su estómago dio un vuelco, siempre se sentía como si fuera la primera vez que se miraban, como si fuera la primera vez que sus cuerpos se convertirían en uno. Los sentimientos que en ese momento estaban compartiendo a través de su enlace le hacían saber cuánto era el amor que sentían cuando estaban con su pareja.
Con delicadeza y cuidado cada una de las prendas que cubrían su cuerpo fueron retiradas y aventadas a algún lado de la habitación junto a las ropas de su pelinegro. Por fin sus cuerpos totalmente desnudos se tocaban y su delgada complexión era ligeramente aplastada por el peso del contrario.
Sus dedos se aferraron a la espalda ancha cuando su erección empezó a ser frotada por el pene duro del menor, su entrada cada vez se encontraba más húmeda por su lubricante respondiendo al aroma a playa que le encantaba y las caricias que recorrían su piel.
Su lobo se sentía cada vez más mimado con cada segundo que tenía la atención completa de su alfa. Atrapó una vez más el grueso labio inferior de su Jungkook antes de que este se alejara bajando por su cuello hasta llegar a la cicatriz de esa marca que compartían y la cual lo hizo temblar en cuanto el primer beso fue dejado encima.
Los besos siguieron bajando por su pecho y abdomen hasta la cabeza de su miembro. Una lamida en su glande y unos largos dedos acariciando el exterior de su mojada entrada lo hicieron arquear su espalda baja y empujaron un poco más la desesperación que sentía por hacerse uno con su novio.
No pasaron muchos segundos antes de que toda la extensión de su erección fue apresada entre el calor de la boca del menor y un dedo se adentrará entre sus paredes.
— Mggh... Jungkook~
Su pelinegro succionaba con necesidad sobre su glande y ahora dos dedos exploraban su interior abriéndolo y acariciando inmediatamente su próstata, la cual se hinchaba cada vez más con cada roce.
— Espe-Espera... me ven-ah~
Su intento de advertencia no sirvió de mucho pues en cuanto la primera palabra salió de sus labios, su pene fue apresado más fuertemente y su orgasmo salió en forma de semen disparando directamente contra la garganta del menor.
Cada tramo de piel de su miembro fue lamido y limpiado hasta que el último rastro de su corrida desapareció y esa lengua caliente siguió su camino mas abajo, pasando por sus testículos para encontrarse con los dos dedos que lo penetraban.
— No... te necesito ya... por favor.
— Yo también te necesito ya, mi Gatito-hyung.
Los dedos abandonaron lentamente su interior y besos subieron por su abdomen haciendo que su cuerpo entero temblara de anticipación. Pero poco a poco el peso de su menor se alejó y él abrió los ojos al tiempo que se aferraba con fuerza rodeándolo con brazos y piernas.
— Tranquilo Gatito-hyung, tengo que ir por un condón.
— No, no te alejes... yo... yo estoy tomando pastillas, por favor solo entra.
— Hyung, sabes que no siempre funcionan con un alfa pur-
— Lo-Lo se, y-yo... — No pudo seguir sosteniendo la mirada curiosa que le daba su pelinegro, así que antes de continuar se escondió en el cuello del contrario, ese lugar donde podía inhalar el fuerte aroma que lo tranquilizaba. — Te quiero sentir por completo, no importa que pase.
Podía escuchar los latidos acelerados de su propio corazón. Jamás creyó que le estaría pidiendo formar una familia a un alfa que conoció seis meses atrás y con el que lleva compartiendo un lazo la mitad de ese tiempo. Para el resto podría parecer que las cosas están avanzando demasiado rápido, pero nadie podía sentir las miles de emociones que atravesaron a su cuerpo, a su lobo y a su alma cada vez que miraba esos centelleantes y expresivos ojos. Después de enfrentar a su hermano ya no quería ocultar jamás lo que realmente quería.
Nunca más.
— Yoongi-hyung, déjame ver tu cara. — Poco a poco se alejó de su lugar seguro para poder ver directamente a su pelinegro. — ¿Quieres un cachorro?
— ¿Tú no? — Mordió un poco su labio mientras esperaba por la respuesta de su novio.
— Hyung, yo siempre querré formar una familia contigo, pero quiero que cuando tu lo decidas sea porque en verdad lo quieres y no por absolutamente ninguna otra razón.
— Estoy seguro de que quiero una familia contigo.
Un beso fugaz fue dejado en sus labios y una sonrisa se extendió en el contrario haciendo que también él mostrara la suya.
— Entonces hagamos a nuestro cachorro.
El comentario de su pelinegro fue acompañado de una lamida en su mejilla y un movimiento de cadera que lo hizo jadear un poco cuando sintió la dureza que se frotaba contra el interior de una de sus piernas.
— Ton-Tonto — fue lo único que pudo decir antes de que los fuertes brazos tomaran su cuerpo y los acomodaran de tal manera que él quedaba a horcajadas sobre su alfa, el cual estaba sentado y con su espalda recargada contra la cabecera de la cama.
Vio como una de las manos bajaba para sostener la base de la gruesa erección que estaba debajo de él y aun con el color carmesí cubriéndolo por completo levantó su peso para situar su entrada justo encima del hinchado y goteante glande de su novio.
Centímetro a centímetro fue llenado por el miembro duro y caliente que forzaba a sus paredes internas a abrirse y acomodarlo. El ligero ardor ya conocido se extendió por los músculos que se amoldaban a la longitud que parecía tocar todos los lugares correctos dentro de él.
Amaba lo paciente que era su menor cuando esperaba a que se acostumbrara mientras se dedicaba a repartir besos a lo largo de su hombro derecho justo encima de su marca, pero justo ahora lo que necesitaba era sentir como entraba y salia, ver las muecas de placer que cubrían sus facciones cuando lo penetraba, por ello sin esperar ni un segundo más se elevó con ayuda de sus piernas hasta que solo la cabeza del pene estaba dentro y bajo de golpe amando la sensación de su su punto dulce siendo rozado.
— Hy-Hyung, espe-ra — dijo su menor con voz entrecortada.
— N-no. Te necesito ya.
Con esas últimas palabras empezó a saltar con sus rodillas firmemente apoyadas a los costados de las caderas contrarias. El placer físico y el placer que recorría por medio de su lazo lo tenían al borde de su orgasmo otra vez.
Mantuvo el ritmo tanto como pudo, alternando con giros de cadera que hacían gruñir a su alfa y que causaban que el pene dentro de él se moliera con insistencia contra su hinchada próstata. Pero su condición no era ni de cerca la mitad que la de su mocoso, por ello rápidamente sus muslos empezaron a arder en protesta por el esfuerzo físico al que estaban siendo sometidos y su aceleración empezó a disminuir.
— Jung...kook... ya no-mgh... ya no puedo... más rápido... por favor~
Lágrimas de desesperación empezaron a cruzar por sus mejillas. Necesitaba de las fuertes embestidas que lo hacían dejar de respirar y que causaban que su cuerpo se retorciera de placer.
— Shh tranquilo mi Gatito-hyung. — Su cuerpo se elevó y nuevamente se encontraba siendo recostado sobre su espalda, con el marcado cuerpo del menor aún unido al suyo. — No llores, lo haré más rápido, mi lindo hyung.
Sus piernas fueron abiertas y puestas en los anchos hombros de su alfa mientras su cuerpo era inclinado cuando los gruesos muslos se situaron bajo su cadera. La penetraciones rápidas y precisas lo hicieron mandar su cabeza hacia atrás e inclinada ligeramente para que su marca quedará totalmente expuesta. Sus uñas se enterraron en la piel de la espalda que se movía al mismo ritmo con el que su cuerpo estaba siendo arremetido.
No necesito de ninguna otra caricia antes de que su segundo orgasmo lo golpeara de manera intensa, su semen se expulsó con fuerza quedando atrapado entre ambos cuerpos y su entrada seguía siendo invadida a un ritmo enloquecedor que alargó varios segundos ese sentimiento de satisfacción que sentía luego de su liberación.
— Mnghh... ¡Jung... kook!
— Yoongi-hyung~
Con una última embestida su alfa se enterró profundamente en él dejando que su nudo los mantuviera unidos al tiempo que encajaba sus colmillos en la cicatriz de su marca y expulsaba el espeso y caliente semen en su interior.
Nuevamente su mente se llenaba de imágenes y sentimientos que no le pertenecían y que al mismo tiempo sentía como propios, pequeños fragmentos de la historia que desconocía pero que a la vez parecía que la había vivido. Y por primera vez se veía a sí mismo con cabello color menta y sonriendo felizmente aquel día hace seis meses que quedó a solas con su pelinegro. Los sentimientos que su menor sintió al verlo sonreír llenaron su pecho, lágrimas de felicidad brotaron de sus ojos.
— ¿Hyung? ¿Te lastime?
Como pudo negó frenéticamente con su cabeza a su preocupado novio. — Te amo mucho Jungkook.
— Yo también te amo mucho mi lindo hyung.
Cortos besos fueron dejados en sus mejillas, nariz, frente y labios mientras las manos de su menor los acomodaban a ambos en una posición cómoda que le permitía al más alto acariciar la piel desnuda de su cadera esos minutos que estarían unidos por el nudo.
No supo en qué momento se quedó dormido, solo recordaba a su mocoso acicalándolo, diciéndole que lo amaba y abrigándolo con su calor y su aroma.
— 👤 —
— Será mejor que nos vayamos, ellos están haciendo exactamente lo que dijeron que harían.
Su oído era bueno, demasiado bueno, y podía escuchar perfectamente lo que estaba sucediendo en el piso de arriba aún cuando él y Geumjae ya estaban cerca de sus respectivos autos estacionados frente a la casa.
— Junghyun-ssi, perdón por lo que voy a decir, pero me parece que después de que vieras a tu hermano cambiaste de parecer acerca de llevarlo de vuelta... ¿Me equivoco?
— No te equivocas. La manera en que Jungkook me habló, la manera en que defendió a su pareja y la manera en que me miraba ya no es la de antes… Él cambió… O quizás siempre fue así y nunca me di la oportunidad de saberlo porque solamente me lo observe a la distancia.
Jungkook tenía un carácter fuerte que lo ayudaría a lograr lo que quisiera, tuvo que haberlo adivinado desde el día en que sus padres le dijeron que había huido de Busan junto a su amigo siendo solo un joven de dieciocho que acababa de graduarse. En cambio él solo terminó creyendo las palabras de sus padres, tenía que haber sabido que mentían.
Se había equivocado tanto al dudar de su hermano. Jungkook había llegado hasta esa enorme ciudad, se había hecho de una casa propia y se había logrado graduar y trabajar en algo que le siempre había querido, esto último lo había escuchado de su hermano algunos años atrás.
— Geumjae-ssi, nunca me atrevería a faltar a mi palabra, pero ambos acordamos que romperíamos esta relación que no hacía felices a nuestros hermanos menores ni a nuestras familias y lo que vía hace unos minutos no me pareció ser algo pasajero. En cuanto a mi familia yo les diré que no logre encontrar a Jungkook, yo no quiero que ellos vuelvan a formar parte de la vida de él y ellos ya me tienen a mi, eso tiene que ser suficiente para ellos.
— Pero...
Había indecisión en los ojos pequeños del mayor.
— En cuanto a la familia Min, supongo que el único impedimento serias tú y puedo notar cuanto quieres y te importa tu hermano menor. Sé que tú también pudiste ver cuanto es que se aman. Confío en que dejaras de escuchar tu lado sobreprotector y comenzarás a escuchar a lo que tus ojos vieron esta noche.
La piel blanca de las mejillas contrarias comenzó a tomar un muy leve rubor, como si hubiera descubierto un gran secreto.
— ¿Cómo lo adivinaste?
— No lo adivine, lo sé. Yo también hice cosas y actúe indiferente creyendo que de esa manera lo protegía, pero al parecer lo único que conseguimos con eso fue alejarlos. — El sonido de una risa amarga salió de entre sus labios. — Me alegro de que Jungkook y Yoongi se hayan encontrado.
Abrió la puerta de su automóvil y se giró para despedirse de ese alfa que seguía mirando hacia la casa frente a ellos.
— Ellos estarán bien, ahora se tienen uno al otro y comenzarán una nueva vida. Pero si quieres formar parte de ella creo que tendrás que dejar de guardarte todo y confesarle el por qué de tu comportamiento a tu hermano menor.
— ¿Tú le confesaras el por qué a Jungkook?
— Digamos que una parte. La otra probablemente lo haga dar media vuelta y alejarse nuevamente.
— No puede ser tan... grave.
Volvió a reír, pues era mejor ver de manera divertida lo que ocultaba de los demás que lamentarse por ello.
— Pues más bien creo que es algo que no se ve tan a menudo y por eso es rechazado — terminó diciendo.
— Creo que sería un tonto si vuelve a alejarse, eres un buen hermano, al menos tienes las cosas mucho más claras que yo.
Un sonrojó leve volvió a teñir ambas mejillas pálidas.
— Deja de ser lindo, mi secreto tiene que ver precisamente con alfas que actúan tan lindo como tú, hyung.
Terminó de subir a su coche y lo encendió dejando detrás a Min Geumjae. Quizás era la última vez que lo vería o quizás volvería a toparse con él, pero tendría que ser más cuidadoso con ese deseo que podía sentir debajo de su piel.
Espero que les hayan gustado estos dos capítulos. Tengan una muy bonita semana mis Makis lindos.
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