Capítulo 38
Su día de descanso había pasado más rápido de lo que hubiera querido, su lindo Yoongi finalmente fue a trabajar después de que él prometió que verían unas películas a su regreso, aunque en realidad solo vieron una antes de que su omega cayera rendido por el largo y ajetreado día de trabajo.
Durante toda su noche y el inició de esa nueva mañana había utilizado cada oportunidad para decirle "te amo" al mayor, las mejillas un poco abultadas se tiñeron de un hermoso color rosa en cada ocasión y el más bajito terminaba volteando o escondiendo su carita para evitar que él lo notará, aunque eso en realidad no funcionara.
Sus amigos y superiores en el trabajo le había preguntado una y otra vez que es lo que mantenía esa enorme sonrisa en su rostro, cada vez había respondido lo mismo: "Amo a mi Gatito". Todos habían estado un poco confundidos con esa declaración, excepto el Sargento y su amigo Seokmin, quienes ya estaban enterados de su relación con Yoongi.
Cuando su hora de comida pasó, él ya estaba ansioso por volver al lado de su lindo hyung. También quería ver a Namjoon y a Jin, le gustaba estar en casa del beta y convivir con los amigos de Yoongi, era divertido estar con ellos y se sentía tan cómodo como cuando estaba con su mejor amigo. Era fácil convivir con ellos, el alfa rubio siempre lo divertía con algunos de sus chistes o molestando a cualquiera de la mesa, mientras que con el beta castaño podía mantener largas e interesantes conversaciones sobre cualquier tema, el mayor era muy inteligente y merecía la pena hablar con él.
También estaba más que feliz con la manera en que Taehyung y él habían sido recibidos en ese grupo de amigos que también incluía a Hoseok, Jimin y Minjae. Su amigo beta se veía tan feliz ahora y sin miedo de ser el mismo, había hecho más amigos reales y sus sonrisas ahora estaban llenas de un verdadero brillo de diversión y felicidad, ya no estaban teñidas con esa tristeza y con esa precaución de no dejarse ver por completo.
Minjae y Jimin siempre incluían a Taehyung en su círculo, los tres disfrutaban mucho de salidas al cine, al centro comercial o solamente a alguna caminata por un parque, le encantaba ver la alegría con la que su mejor amigo contaba cada detalle de su paseo y agradecía a la pareja por ello.
Los mensajes eran frecuentes entre él y el beta, eso también era un cambio. Antes Taehyung era lo suficientemente asustadizo como para estar pegado al teléfono con su madre en Busan o con él cada vez que tenía que caminar por alguna calle sola. No le molestaba eso en el pasado pero definitivamente era mejor que su amigo se sintiera más seguro, no quería volver a esos tiempos y por ello se alarmó cuando el identificador de llamadas de su celular se iluminó con el nombre de su mejor amigo.
Contestó rápido y con las alarmas encendidas en la parte posterior de su mente, porque los últimos meses el beta siempre le había mandado un mensaje para informarle que quería hablar con él.
— ¿Estas bien Taetae?
— Si, estoy bien, deja de estresarte Kookie, recuerda que ahora puedes alterar a Yoongi-hyung.
Estaba pasando saliva cuando esas palabras fueron dichas por su mejor amigo y casi se ahoga por ello, pensar el su lindo omega siempre lo hacía suspirar y sonrojarse de felicidad pero también hacia ruiditos ratos por ello y tubo que disculparse con el alfa que tenía su escritorio frente a él porque lo miraba extrañado por el repentino ruido.
La risa de su mejor amigo no se hizo esperar.
— ¿Marcaste para burlarte de mi?
— Claro que no fue solo para eso. También te marcó porque quiero hablar de algo contigo, así que esperaba que nos pudiéramos ver después de tu hora de salida.
A pesar del tono seguro con el que su amigo dijo esas palabras, lo conocía lo suficiente como para darse cuenta de que estaba tratando de enmascarar otro sentimiento, si estuviera más cerca del mayor podría decir exactamente cual pero como no podía ver su cara, solo podía adivinar
— Claro que si Tae. ¿Pero en serio no te pasa nada? Te escucha... no sé, con ¿miedo?
— Digamos que hoy escuché un nombre que me hizo recordar algunas cosas.
Esa declaración no le gustó nada. Sólo había una persona que realmente le causaba miedo a Taehyung, su ex-padrastro.
— Es él, cierto. ¿Lo viste? ¿se te acerco?¿te hizo algo?
— No te aseguro que no lo vi, solo escuche su nombre y digamos que... parece que tu también lo conoces.
— ¡¿Yo?! ¿Quién es? — Si realmente conocía el nombre del maldito que había abusado de Taehyung, no le importaría si lo reportaban en su trabajo, él se aseguraría de golpear a ese maldito hasta que se cansara.
— Te suena el nombre de Dong Sung-wook.
— Demonios.
Un escalofrío entero le recorrió su espina dorsal en cuanto asimilo que el alfa al que Minjae había ido a investigar a Daegu era el mismo que años atrás había dañado tan emocionalmente a su mejor amigo.
Su estómago quiso volverse en su contra cuando la denuncia de Jinwo llego a su mente. El joven beta y su madre habían tomado mucho valor para atreverse a denunciar a Sung-wook, después de la confección de ambos había quedado asqueado al escuchar lo que ese alfa era capaz de hacer y aunque en ese momento lo había afrontado como detective, el odio a ese sujeto sin rostro podría haberse visto como propio.
Ahora si lo era.
— ¿Cómo sabías que lo conozco Tae?
— ¿Podemos hablar cuando estés aquí?
Quizás eso era lo mejor, porque nuevamente estaba atrayendo las miradas de sus compañeros por su descontrolado aroma a enojo.
— Si, esta bien. Iré a tu departamento en cuanto salga. Y... perdón por haberte hablado con ese tono Tae.
— No te disculpes Kookie, una vez más me demostraste lo bien que me conoces, cuanto te importa lo que me sucede y lo buen amigo que eres, así que deja de decir tonterías y mejor trabaja, te estaré esperando amigo mío.
— Nos vemos Tae.
— Adiós Kookie.
El tono repetitivo del fin d esa llamada comenzó a sonar contra su oído. Un suspiro salió de entre sus labios. Estaba preocupado por Taehyung, lo vería en unas cuantas horas, pero odiaba la idea de que el beta estuviera solo todo ese tiempo con el rostro de ese alfa en su mente. En ese momento no podía salir para ir a verificar a su amigo pues sus permisos estaban agotados después de su repentina retirada para ir a buscar a Hoseok a su casa.
Podría marcarle a Jimin o a Hoseok para que le hicieran compañía, pero ambos estaban ocupados con los preparativos que conllevaba abrir una academia de baile propia, últimamente para que ellos salieran de allí debía de haber una razón muy importante y aunque ese era el caso con Taehyung, no podía revelar un secreto que no le pertenecía.
Minjae tampoco se encontraba. El alfa alegre era la mejor se las opciones si quería colocar una sonrisa en el rostro de su amigo, pero aún seguía en su operativo, el cual trataba de seguir a Sung-wook en su ciudad de residencia, Daegu, y tratar de encontrar algo que lo incriminara.
Yoongi.
Su lindo hyung nunca preguntaría el por qué si él le pedía que llamara a Taehyung para que fuera al restaurante y el beta no tenia porque enterarse ya que Yoongi era uno de sus jefes en el trabajo, además él era pésimo inventando excusas pero sabía que su omega pelimenta era muy inteligente y planearía algo en cuestión de segundos.
Se sentía pésimo por estar pensando dentro ello, pero realmente odiaba la idea de Taehyung solo en su departamento mientras su mente seguía recibiendo ese horrible pasado que sufrió. Estar con la compañía de Jin, Namjoon, Yoongi y el resto de sus compañeros del trabajo por al menos un par de horas, despejará la mente de su mejor amigo.
Tomo su celular y se dirigió hacia una de las áreas de descanso de su piso, quería hablarle libremente a su lindo novio sin tener que ser molestado por las miradas de los demás detectives. El nuevo omega recepcionista le dio un cortes saludo y una de sus contagiosas sonrisas que él contestó sin ningún esfuerzo.
Yunyon no había sido despedida ya que el intervino cuando el Sargento lo iba a hacer, dijo que no pondría una denuncia y que solo quería que fuera alejada de él. Si más adelante se arrepentiría de su decisión aún no tenía manera de decirlo, por el momento la beta había sido puesta en el edificio de enfrente que también pertenecía a la policía una advertencia estaba dada y la carta de despido solo esperaba otro error de parte de ella.
Él también cruzó unas palabras con la beta después del incidente, le dijo que le gustaba alguien mas, que ya tenía a alguien más y que si se volvía a acercar la denuncia pospuesta se reanudaría de su parte. Ya no había vuelto a saber de Yunyon h tampoco se la había topado por los corredores, así que quizás nunca tendría que arrepentirse de su decisión.
La habitación en la que entro estaba vacía afortunadamente, las camas individuales normalmente eran usadas por los del tercer turno o aquellos que necesitaban ponerse al día con el papeleo, los sofás pegados a una de las paredes eran utilizados para la misma función, era raro que alguien fuera ahí a tomar asiento un rato la mayoría de los alfas preferían salir y visitar alguna cafetería o restaurante.
Se dejó caer en el sillón negro de dos plazas que estaba más cerca de la puerta y desbloqueo la pantalla de su celular. La imagen de un dormido Yoongi lo lo distrajo algunos segundos y lo hizo sonreír ampliamente. La foto había sido tomada cuando el último celo de su novio terminó, su omega y él habían estado viendo una película acurrucados en el nido que el mayor había hecho cuando los pequeños ronquidos llegaron a sus oídos.
Una de las mejillas de su pelimenta estaba aplastada contra su torso desnudo, los cabellos revueltos en todas direcciones y el labio inferior sobresalía en un hermoso y tierno puchero. Tuvo que capturar esa imagen con la cámara de su celular y ponerla de fondo de pantalla para admirarla cada vez que lo encendía, el único inconveniente era que su atención quedaba totalmente atrapada, eso quedó demostrado una vez más cuando se sobresaltó con la llamada entrante.
"Gatito-hyung".
Contesto de inmediato y con una sonrisa aun más grande cuando el contacto apareció en la pantalla.
— Ho-Hola.
— Hola mi Gatito-hyung.
— N-No me digas a-así... — Alcanzo a escuchar la risa de Namjoon al fondo y después una puerta cerrándose fuertemente, quizás su Yoongi le había cerrado la puerta en la cara al beta por burlarse del sonrojo en su omega. — Te hablaba pa-para... emh... te mandare un m-mensaje mejor.
— Pero yo estaba por llamarte hyung, déjame escuchar tu voz.
— E-Esta bien.
En ese momento estaba muy seguro de que el grueso labio inferior del mayor estaba siendo apresado por una hilera de blancos y pequeños dientes, ese gesto lo hacía casi siempre y él nunca podía resistirse a intercambiar esa pequeña tortura con sus propios dientes y después con sus labios.
— ...¿Jungkook?
— Perdón hyung, estaba pensando en a-algo. ¿Qué decías?
— Mocoso pe-pervertido, pu-pude sentir tu excitación por medio d-del enlace, mejor colgaré.
— Espera Gatito-hyung, no me cuelgues. — Tuvo que bloquear un poco el lazo que compartían para evitar que su avergonzado omega colgará, eso era más eficiente que tratar de detener lo que sentía cuando las imágenes de los gestos de su lindo novio invadían su mente. — Quería pedirte un favor, ¿me ayudarías?
— Di-Dime.
Su corazón golpeteó velozmente en su pecho con la rápida aceptación que tuvo de parte de su omega, casi sale corriendo para ir hasta donde estaba su novio pelimenta para poder besarlo.
— Yo se que Taetae no trabaja hoy, pero quiero pedirte que lo llames para que vaya al restaurante y de ser posible me gustaría que pudiera estar ahí hasta que yo salga del trabajo.
— ¿Pasa algo?
— No quiero que este solo, esta en un mal momento y esta solo en si departamento. Me sentiría mejor si alguien esta con él y si está en un lugar rodeado de conocidos se que no le dará tiempo a su mente de ser pesimista.
— ¿Qué quieres que le diga para que venga?
— La verdad no lo sé. Por eso necesito tu ayuda Gatito-hyung.
— N-No me digas a-así... Y-Yo haré que venga Tae y lo-lo mantendré aquí.
— Te lo agradezco tanto mi lindo Gatito-hyung.
— ¡Jungkook!
— Lo siento hyung, pero me imagino como tus lindas mejillas se ponen todas rojitas y solo quiero que sigan así.
— Ju-Jungkook... cállate o te-te colgaré...
— Antes dime para que llamabas hyung.
— Para s-saber si iras por la noche a-a casa de Nam.
— Claro que si hyung, ¿o no quieres que vaya?
— ¡Si quiero! Pe-Pero... —La duda comenzó a llenar la voz de su omega. — Hobi ira hoy también...
— Sabes que nunca te presionarla para que contaras lo nuestro hyung, podemos no decirle nada a Hobi-hyung aún, pero déjame ir a verte. No quiero estar lejos de ti mientras tu hermano siga en la ciudad.
— Si quiero que vengas...
— Entonces te veré después de acompañar a Taetae a su departamento y platicar algo con él.
— Esta bien... Jungkook...
Se mantuvo en espera de las siguientes palabras del mayor durante varios segundos, pero ningún sonido llegaba después de que su nombre fue pronunciado y eso lo estaba poniendo un poco ansioso.
— Dime mi Gatito-hyung.
— N-No..., na-nada.
Otra sonrisa más estiró sus labios. Amaba conocer tanto a su Yoongi como para saber que el mayor se estaba esforzando por encontrar el momento para decirle esas dos palabras que él había pronunciado un par de noches atrás. No le molestaba en lo absoluto que aún no las dijera, había aprendido a amar a Yoongi sabiendo de antemano su timidez, en el camino que habían recorrido con su relación había conocido su pasado y sus miedos, así que podía esperar por esas palabras, de cualquier manera podía sentir por medio del lazo que estas a las sentía su lindo pelimenta en su corazón.
— Esta bien, te veré más tarde. Te amo Yoongi-hyung.
— A-A-Adiós.
Ya esperaba la repentina finalización de la llamada así que no se extraño cuando ese tono comenzó a sonar contra su oído. Finalmente guardo su celular y se dispuso a salir nuevamente hacia su escritorio y el papeleo que lo seguía esperando.
Ya solo tenia que esperar que el tiempo pasara para ir con su amigo y esperar que la plática que mantuvieran calmara a Taehyung, quizás también era necesario que él se tranquilizara lo suficiente como para no hacer ninguna tontería.
Sería difícil, pues antes su odio hacia el ex-padrastro del beta era dirigido hacia un sujeto sin rostro ni nombre, ahora no solo contaba con esos datos sino también con la ubicación de aquel que tanto daño le causó a la pequeña pero cálida familia de dos que formaban Taehyung y su madre.
El enojo estaba apoderándose de él y de su lobo, ambos solo querían ir a Daegu y terminar con aquel que le provocaba tal miedo a alguien tan bueno como lo era su amigo. Pensar en Yoongi era lo único que lo estaba manteniendo en Seúl, estaba seguro de que teniéndolo entre sus brazos sería la perfecta medicina para terminar de calmarse y comenzar a tomar decisiones serias y lógicas.
Lamentablemente para eso aun faltaban algunas horas que sabía que le parecerían eternas, el tiempo siempre corría más lento cuando no estaba sosteniendo a su lindo omega pelimenta.
— 𝓐𝓵𝓯𝓪 —
Gatito-hyung❤
Hyung, ya estoy llegando.
¿Está bien que entre?
¿Le contaremos a Hobi-hyung?
23:28
Envío el mensaje aprovechando la luz roja del semáforo. En unos minutos ya estaría llegando a la casa de Namjoon y necesitaba saber si Yoongi se sentirían cómodo contándole al omega pelirrojo sobre su relación. Realmente esperaba que si, porque la plática con Taehyung tenía sus nervios un poco alterados y odiaba la idea de dormir esa noche lejos de su lindo novio.
Gatito-hyung❤
Entra.
Vamos a decirle.
Estaremos en la cocina.
23:29
Esta bien, hyung.
Entonces, te veo enseguida.
Te amo.
23:29
Pudo sentir el nerviosismo que le causó ese mensaje al mayor, y su corazón se aceleró para acomodarse al mismo ritmo que el de su pareja. Por esas reacciones es que no podía dudar ni un segundo de los sentimientos de su lindo novio, por muchas barreras que pusiera frente a otros, su omega simplemente no podía ocultarle su sentir, aunque su omega quisiera engañarse no podía confundir las emociones que inundaban el enlace cuando estaban juntos.
Cuando la casa de dos pisos quedó frente a él y la presencia de Yoongi comenzó a ser percibida por el alfa en su interior, creció la urgencia de tomar el cuerpo mas pequeño entre sus brazos y enterrar la nariz en la curva del cuello, ese lugar donde se mezclaban sus aromas a la perfección.
Atravesó el umbral de la entrada y fue directamente hasta donde las voces y aromas de sus amigos se mezclaban. Sus ojos de inmediato buscaron la mirada gatuna que tanto le gustaba y su lobo se regocijo cuando la emoción de su omega inundó el enlace que compartían.
No pudo oler ese aroma esperado, el neutralizador que Yoongi utilizaba a diario evitaba que eso fuera posible, pero ver su carita pequeña y sentir sus emociones era suficiente para controlar sus pensamientos descontrolados.
— Hola hy-hyungs.
Se inclinó para saludar a los tres mayores que acompañaban a su pelimenta y no perdió un segundo más en tomar asiento a su lado. Le encantó la atención que recibió de él con cada paso que avanzaba y cada movimiento que hacía.
— Hobi... — La voz de Yoongi fue lo suficientemente alta para que todos en la mesa lo escucharan, sonó firme pero los nervios invadieron el enlace mostrándole lo que de verdad pasaban en la mente del mayor.
— Yoongi-hyung, haces bonita pareja con Kookie.
Hoseok sonrió mientras Yoongi buscaba a quien había revelado eso al omega pelirrojo. El primer sospechoso fue Namjoon al parecer, porque su lindo hyung lo miró con el ceño fruncido provocando que el alto beta alzará sus manos tratando de reafirmar su inocencia.
Él fue el segundo sospechoso pues la mirada gatuna de su pelimenta se encontró con la suya.
— Te juro que no le dije nada, hyung.
— Nadie me dijo nada Yoongi-hyung, yo lo note el día que vine aquí para hablar con Nam, la vez que te pusiste muy rojo por lo que dijo Jin-hyung y Kookie trato de agarrarte la mano. — El color rojo nuevamente teñía las mejillas de piel blanca. — En serio hacen bonita pareja.
— Gracias — fue lo único que susurró su Yoongi en respuesta.
La plática volvió a reanudarse en la mesa. Ni su omega ni él aportaron en ella, él estaba más concentrado en tomar la mano de largos y hermosos dedos largos y delgados mientras que veía como la carita pequeña de su omega seguía con el sonrojo que lo hacía lucir tan lindo y el cual duró aún cuando se encontraban solos en el dormitorio del mayor.
Ambos se encontraban ya listos para ir a la cama, pero su Yoongi seguía mirando hacia la nada. Rodeo la delgada cintura y pego su pecho contra la espalda contraria, podía escuchar los acelerados latidos y sentir los pulmones trabajando en respiraciones más rápidas.
— Hyung, estas pensando demasiado. ¿Por qué estás nervioso desde la cena? — Trató de encontrar el aroma del mayor atraves del molesto neutralizador pero solo podía percibir su propio aroma en la piel suave del cuello. — Dime qué pasa, hyung.
— Es t-t-tu cul-pa.
— ¿Estás nervioso por mi culpa?
— S-Sí.
— Lo siento, hyung, no era mi intención. — Aunque le encantaba ver las mejillas sonrojadas, realmente no lo provocaba con intención. — ¿Me dejas acicalarte?
Le encantaba acicalar a Yoongi. Escuchar los pequeños gemiditos y ruiditos pero al mismo tiempo le encantaba la confianza con la que mostraba su cuello y la calma que lo invadía y finalmente lo arrullaba hasta que quedaba dormido entre sus brazos.
— Descansa, Yoongi-hyung. Te amo — fue lo último que le dijo al lindo omega que ya tenía sus pequeños ojos cerrados.
Acomodo a ambos en el centro de la cama, pero él no siguió a su pelimenta al mundo de los sueños, se quedó algunos.
— 𝓐𝓵𝓯𝓪 —
Amaba despertar y que la imagen de Yoongi dormido fuera lo primero que sus ojos captaran.
Pero ese parecía no ser un día de esos, porque cuando un ruido en el pasillo lo despertó, lo primero que notó fue que el espacio a su lado estaba vacío.
Tallando uno de sus ojos se levantó con pasos lentos en busca de su omega y por supuesto de su beso matutino. Solo avanzo unos cuantos pasos cuando la puerta de la habitación se abrió y el mayor entro completamente vestido para salir, con el cabello húmedo y con una toalla en su mano.
— Venía a despertarte, todos quieren salir a desayunar fuera, así que tenemos que irnos ahora para que Hobi llegue a tiempo a su trabajo.
— Está bien. Me cambiaré enseguida.
Se dirigió a la maleta deportiva que la noche anterior dejó en una esquina y sacó la ropa que tenía lista para ese día. Lo más tardado fue intentar que su desordenado cabello se viera un poco más presentable, tal vez ya había llegado la hora de cortarlo.
Sin mucho cambio en sus rebeldes mechones salió para encontrarse con la tierna imagen de su hyung haciendo un puchero mientras se peinaba.
¡Es tan tierno!
Dejó un beso en esa esponjada mejilla que lo llamaba y que rápidamente pasó de un perfecto planco a un suave rosa con su acción.
— No te di un beso de buenos días, hyung.
— Es porque ni siquiera sentiste cuando me levanté.
— Lo siento, es solo que anoche me quedé despierto hasta tarde pensando en lo que hable con Taetae.
— ¿Pasó algo grave?
— Es solo que Tae tiene un asunto pendiente que resolver, pero.. para él es difícil de enfrentar.
Bajo la vista un poco recordando la conversación que tuvo la noche anterior con su hyung. Definitivamente sería algo complicado de encarar, pero su amigo era fuerte y estaba seguro de que superaría algo así.
Los delgados brazos rodearon su torso y esos cabellos picaron en su nariz cuando el cuerpo delgado del mayor se pegó al suyo. — Todo saldrá bien. No te preocupes.
Envolvió sus brazos alrededor y pronto estaba con su nariz enterrada en el cuello de su omega justo encima de la marca, llenándose de sus aromas combinados. Era un poco extraña la mezcla de los olores de agua salada y orquídeas con un sutil extracto de menta y naranja, pero le encantaba.
— Vamos a bajar, de seguro ya están todos abajo.
Con su lobo resistiéndose en su interior dejó ir ese agradable calor de entre sus brazos.
Inhalo una vez más para llenarse de ese olor antes de detener el camino del mayor.
— Hyung, olvidaste poner tu neutralizador y ahora no tienes una camisa de cuello alto, así que deberías de poner una bufanda.
Pensó en ir a buscar la prenda al pequeño armario que había en la habitación, pero ni siquiera pudo moverse porque estaba siendo detenido de su muñeca por el más bajito.
— Y-ya no quiero usar neutralizador. Tal vez, debí de habértelo dicho antes.. pe-perdón por haberme tardado tanto, pero estoy seguro d-de que ya no quiero ocultarlo, si te parece bi-ien.
Se vería muy mal que en ese momento se pusiera a brincar de felicidad, quizás acompañados de unos cuantos gritos de niña enamorada.
Si, sí se vería muy mal, así que resistió de hacer eso y se conformó con abrazar fuertemente a su omega y dejarle un casto beso en esos delgados labios y en esas mejillas para finalizar dejando sus frentes juntas.
— Te amo, hyung. No me importaba el tiempo que haya pasado, no me importaba esperar. Te amo.
— Y-yo..
— Shhh. Está bien. También puedo esperar a que esas palabras salgan de tu boca. Ahora vamos, los demás hyungs ya están abajo, puedo escucharlos.
Con un último beso tomó fuertemente la mano contraria para entrelazar sus dedos y comenzar a bajar.
Estaba muy enamorado de su omega.
— 👤 —
— Buenos días, me informaron que usted necesitaba hablar urgentemente conmigo. ¿En qué puedo ayudarlo, señor..?
— Min Geumjae. En realidad busco que nos ayudemos mutuamente. Tengo entendido que usted busca a su hermano menor y yo quiero que mi hermano rompa su enlace, así que le puedo decir dónde está su hermano si usted me promete que se lo llevara de regreso a Busan o por lo menos que evitará que se interponga cuando me lleve a al mío de regreso a nuestra casa.
— Pues si lo que me dice es cierto, señor Min, yo estaría más que dispuesto a ayudarlo a romper ese enlace que no tiene su consentimiento, mi Hermano es un irresponsable y mal educado, pero créame que la familia Jeon no tolerará un comportamiento así. Seria tan amable de informarme sobre la ubicación
— Es en Seúl, pero antes de decirle exactamente donde, me gustaría tener una reunión, tiene mi nombre y mi numero, cuando esté aquí llámeme y yo puedo llevarlo hasta donde está su hermano.
— Muy bien, mañana mismo salgo para allá. Nos vemos señor Min.
— Nos vemos señor Jeon.
La llamada finalizó y él ya estaba marcando a sus padres para avisarles sobre las nuevas noticias de Jungkook. Ese niño regresaría con él a Busan a enfrentar a sus padres.
Espero que el capítulo les gustara mucho. Tengan una linda semanita mis Makis.
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