Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31

Volvió a subir a la cama para recostarse entre los brazos de su pelinegro. Aun dormido, este lo atrajo contras su pecho y olfateo donde anoche había reforzado su vínculo.

Él también olfateó el cuello del menor, pero solo porque le gustaba mucho el aroma a playa que ahora inundaba la habitación mezclado con su propio aroma y el aroma de lo que hicieron la noche anterior.

Sus mejillas se calentaron cuando las imágenes se cruzaron por su mente, y un gemido pequeño escapó cuando su intimidad sensible fue presionada por el muslo de Jungkook que se había hecho espacio entre sus piernas.

— Yoongi-hyung.

El aliento chocando contra su marca lo hizo estremecerse y el rastro de humedad que la lengua ajena dejó a lo largo de su hombro hizo que su cuerpo reaccionara de inmediato. Su piel se sintió más caliente, su entrada se contrajo, una erección se formó en su entrepierna. Su celo estaba a nada de apoderarse del control, pero ahora eso no le preocupaba, Jungkook estaba con él.

— Hueles tan bien Yoongi-hyung.

Los brazos del menor se enroscaron aún más a su alrededor, pegando ambas pieles desnudas por completo. Besos iniciaron desde el lóbulo de su oreja hasta cubrir la piel de su cuello y hombro, el aroma a playa volvía a estar cargado de feromonas que pretendía alejar a otros alfas pero que para él solo eran como un llamado para que llenara sus pulmones de esa esencia.

Sus dedos apretaron la piel de la espalda en un intento de acercarse más, aunque eso fuera imposible, sus caderas ya estaban comenzando a moverse para crear fricción en su erección atrapada contra el muslo grueso y firme de Jungkook.

— Gatito-hyung, ¿recuerdas lo que me pe-pediste? — preguntó el menor en su oído.

Hizo un esfuerzo grande para salir de la niebla que comenzaba a nublar su mente, pero si no lo hacía, su alfa pelinegro cumpliría con su palabra y le daría los supresores.

— Me acuerdo, pero ya no los tomaré. — Una de las manos ajenas lo separó un poco de aquel agarre que mantenían y, aunque quiso protestar, pronto se quedó perdido en los ojos que lo miraban fijamente, brillando como si fuera lo más importante del mundo. — No quiero to-tomarlos... Los escondí.

Los latidos de su corazón estaban aumentando, ansiosos por como Jungkook seguía observándolo sin decirle si estaba de acuerdo o no.

Con los segundos pasando, su nerviosismo empezaba a crecer y con ello la inseguridad. Era tonto, el menor le habia aclarado que queria compartir su celo, pero el silencio solo le dio tiempo a su mente para que creara sus propias ideas.

Hasta que una sonrisa se extendió en el rostro de Jungkook.

— Entonces vamos a comer algo y a lavar nuestros dientes antes de que no permita que salgas de esta cama.

Su sonrojo debía de estar cubriendo toda su cara y cuello en ese momento. Su alfa pelinegro solo sonrió y se levantó de la cama para volver a los pocos segundos con un pantalón de chándal y una playera holgada cubriéndolo, también llevaba en la mano una sudadera que le colocó encima y que lo cubrió hasta la mitad de sus muslos.

Con su nariz disfrutando del aroma que la tela desprendía, ni siquiera protestó cuando lo levanto de la cama y salió de la habitación cargándolo a él como si se tratase de un koala.

Sintió el movimiento del caminar de Jungkook, el momento en que atravesaron los escalones y finalmente como llegaban a la planta baja, pero él mantuvo su cara escondida en la única prenda que vestía, asegurándose de mantener sus manos alrededor del cuello del pelinegro. La verdad es que no quería ir a la cocina y no quería comer, solo quería que regresaran a la cama y que el menor volviera a abrazarlo, pero sabía que no harían eso aunque insistiera.

El celo de los omegas eran más largos que los de los alfas y también eran diferentes en la manera en que las oleadas de calor emergían, pero sí compartían una característica. En esos días a los alfas y a los omegas solo les interesaba una cosa y la comida e hidratación eran dejadas de lado. Jungkook se aseguraría de que tuvieran suficiente comida para alimentarlo aunque fuera en cantidades pequeñas entre cada oleada.

Le gustaba la idea de poder comer algo mientras el calor se alejaba un poco de su cuerpo, pero no le gusto cuando Jungkook trató de dejarlo sentado en una de las sillas. Se aferró como una serpiente mientras escuchaba la risa del menor retumbar contra su oído. Él no le encontró la gracia.

— Hyung, tienes que soltarte, solo será un momento para-

— No.

Escucho como nuevamente el pelinegro reía.

— Sería peligroso si hago la comida de esta manera hyung, ademas, cuanto mas tardemos aqui en la cocina mas tiempo tardaremos en subir y acostarnos en nuestra cama.

Aun así no quería separarse del calor y del aroma del más alto.

— No.

— ¿Puedo saber por qué no?

— No.

No quería alejarse de ese aroma, en ese momento no había nada mejor que el aroma de Jungkook y no pensaba alejarse de él, solo quería estar envuelto en esa esencia tan calmante.

— ¿Gatito-hyung?

— Mmmh.

— ¿Te puedo pedir algo?

¿Pedirle algo?

Aún con lo reacio que estaba de enfrentar a esos ojos que podían convencerlo, su curiosidad ganó, pues Jungkook nunca le pedía nada.

— S-Si.

— ¿Puedes hacer otro de tus lindos nidos?

¿Un nido? ¿Lleno del aroma de Jungkook?

Ni siquiera tuvo que pensarlo por más de dos segundos. Estaba feliz de que a su alfa le gustara su nido anterior, su lobo meneaba la cola felizmente y arañaba en su interior pidiendo estar a cargo en la superficie. Pero ahora no necesitaba instinto, tenía que hacer un nido mucho mejor que el último.

Colocó almohadas y cobijas alrededor de la cama y después las cubrió con toda la ropa que había conseguido del pequeño armario. También agregó todas las prendas que tenía en la improvisada maleta que había hecho para pasar el fin de semana en casa del menor.

Por varios minutos estuvo acomodando y acomodando una y otra vez, asegurándose de que las prendas no fueran a caer tan fácilmente, que hubiera suficiente espacio en el centro para que el más alto se acomodara sin problemas y también utilizando su olfato para asegurarse de colocar las prendas con más aroma a playa cerca de la cabecera.

Ya solo faltaba cubrir la almohada que él utilizaba y ya sabia donde estaba la playera con la que lo haría.

Bajo totalmente feliz y dispuesto a quitarle la prenda de algodón a Jungkook. Pero su plan se desvió en cuanto la presencia del más alto, el aroma y la cercanía de su alfa, erizaron los poros de su piel.

Un gemido escapó de su garganta y llamó la completa atención de quien se encontraba apilando unos recipientes. Era la voz omega que nunca antes había utilizado y que creía inexistente en su persona.

Su alto pelinegro se acercó enseguida y lo rodeó en un abrazo apretado para calmar un poco la necesidad que comenzaba a llenarlo y le exigía estar entre los brazos de su alfa. No quería a que nadie se le acercara, solo quería a su pareja, esa con la que compartía un lazo y lo hacía sentir tan completo.

— Ya mi lindo hyung, ya te tengo.

Dejó que el más alto lo guiara hacia una de las sillas y lo sentara en su regazo. Consumió los bocados de comida que ponía frente a sus labios y los tragó a pesar de que su cuerpo no pedía comida. Se lavó los dientes con movimientos automáticos que eran guiados por los susurros de Jungkook en su oido, pero realmente no estaba totalmente atento al momento.

Esos segundos o minutos, pasaron como una mancha difusa frente a sus ojos. Él estaba bien, solo necesitaba que su alfa estuviera cerca.

Su lobo nuevamente pidió el control y esta vez se lo cedería, no tenía que tener miedo por lo que podía decir o hacer en esos momentos.

Estaba a salvo con Jungkook.

— 𝓐𝓵𝓯𝓪 —

Seguía sin creer que cinco días habían pasado.

¡Mi celo duro cinco días!

Menos mal que Jin le había dicho que se tomara una semana, porque veía imposible levantarse de esa cama en el próximo par de días. Todos sus músculos se estaban quejando fuertemente por la actividad a la que no estaban acostumbrados, en especial los músculos de cierta zona que estaban más que adoloridos por estar envueltos alrededor de varios nudos por tanto tiempo, aunque no se podía quejar por lo placentero que fue en el momento.

Suspiro fuertemente y con el aburrimiento mostrándose en todo su esplendor, su vista aun se mantenía fija en el techo mientras esperaba que Jungkook volviera de la cocina. Había tratado de sentarse en una posición cómoda, pero no solo sus caderas protestaron por el movimiento, sino también su espalda baja y los brazos que trató de utilizar, pero se dio cuenta de que estaban tan adoloridos y cansados como el resto de los músculos de su cuerpo.

Llevaba varios minutos de aburrimiento en los que no podía volver a dormir porque su estómago gruñendo no se lo permitía. De hecho ese sonido había sido la causa de que su pelinegro saliera apresurado de la habitación en busca de comida y también había sido el indicio de que su celo finalmente había acabado.

El celo más placentero que había experimentado.

No solamente a un nivel físico, aunque sin duda no se podía quejar de ello. El sentimiento se extendió hasta que envolvió completamente su alma y al omega viviendo en su interior.

Se había sentido el ser mas importante del mundo cuando los resplandecientes orbes del menor se posaban en él, se había sentido querido con cada beso que toco sus labios y su piel, tambien se habia sentido mimado con cada caricia y susurro que le fue dirigido.

Simplemente era imposible poner con palabras como se había sentido completo, protegido y querido entre los brazos de Jungkook.

— No te duermas hyung, aun tienes que comer algo.

Abrió los ojos que se cerraron ante el recuerdo y fijó su vista en el sonriente pelinegro que estaba entrando por la puerta del dormitorio con una bandeja entre sus manos.

— No d-dormía.

— Gatito-hyung mentiroso.

La bella sonrisa se extendió aún más en el rostro del menor mientras se acercaba a la cama y dejaba la comida en la mesita de noche. La mirada fija en su persona no se había movido ni un segundo.

Las manos cálidas de su Jungkook reacomodaron su cuerpo con total delicadeza y lo dejaron el la posición en la que no podía acomodarse por sí solo. Sinceramente ni siquiera había sentido sus musculos adoloridos, su vista se había enfocado y perdido en los ojos de su pelinegro, dejando todo lo demás de lado.

Las olas de calor habían terminado, y las feromonas en su cuerpo estaban cediendo, pero aún no se iban por completo. Aunque agarrar los palillos para comer no era un gran reto, dejó que Jungkook lo volviera a alimentar como si se tratase de un cachorro, y con su cuerpo necesitado de la atención y los mimos de su pareja, el no objeto en ningún momento. Su enfoque únicamente se encontraba en masticar correctamente y poner atención a lo que su alfa decía, lo último era un total reto si consideraban que no dejaba de perderse en el hipnótico movimiento de labios esperando que lo volviera a besar.

— ¿Hyung le avisaste a Namjoon-hyung o a Jin-hyung sobre tu celo?

— Jin ya estaba al tanto, supongo que él le dijo a Nam. ¿Y-Y tu? ¿Sa-Saben en tu trabajo por qué estás faltando?

— Solo mi Sargento lo sabe, tuve que decirle sobre la marca mi Gatio-hyung, pero le aclaré que no lo puede mencionar, no te preocupes.

Pues si estaba un poco preocupado, pero por cuanto más soportaría su alfa pelinegro aceptando esa situación de secreto. Estaba bien para él que sus amigos lo supieran, pero para formalizar su relación con Jungkook alguien más tenía que enterarse.

Su hermano mayor.

Ya sabía de antemano que su hyung menospreciaría la marca que compartía con el menor, por la manera en que había sido realizada. Y quizás podía mentir y contarle una historia distinta, pero para eso tendría que decirle a su pareja que tenían que mentir y el por qué, lo último es lo que no quería.

Contarle su pasado al pelinegro era algo para lo que no se sentía preparado aun. Tampoco explicarle sobre la actual condición de su madre.

Su personalidad e inseguridades eran exasperantes para sí mismo, sobre todo porque nunca podía ser lo suficientemente valiente para enfrentar ninguna de las dos.

Hasta ahora, Jungkook le había mostrado una paciencia infinita, pero no tenía ni idea de cuanto duraría eso.

Pero necesitaba que alguien le respondiera cómo enfrentarse a sí mismo y los sentimientos que formaban su actual "yo".

¿Qué se necesitaba para hacer que tomara valor suficiente para quebrantar la imagen y pensamientos que tenía de sí mismo?

Tan solo tenía un mes y una semana desde que había llegado a Daegu y ya era la quinta vez que visitaba la casa de sus padres. No sabia como hacerle entender a su obstinado papá que no se encontraba ahí de visita si no por trabajo. Y su padre no era de mucha ayuda, él se rendía fácilmente ante los deseos de su omega e incluso había ayudado para convencerlo de ir una vez más.

Algunos de su equipo habían tenido el placer, la desgracia, de conocer a su papá y ahora estaban bajo su encanto, por lo que no protestaban por las ausencias que había tenido una vez a la semana desde que habían llegado a la ciudad donde vivió hasta hace algunos años.

— No te olvides de decirle a Jinie que venga pronto porque lo extrañamos mucho.

Su bajito papá estaba presionando firmemente las palmas de sus manos delicadas en sus mejillas, soltando su tranquilizador y familiar aroma de omega y mirándolo con tanto amor como siempre.

— Si papá, no lo olvidare, te lo prometo, pero enserio tengo que irme.

— Bien, bien. Vete mi cachorro.

Le dejo un último beso en su frente y volvió a la casa, más específicamente a la cocina, la habitación más amada su papá y en la cual su hermano mayor había aprendido a cocinar tan deliciosamente.

— ¿Alguna vez dejará de decirme cachorro? — le pregunto a su padre que se había mantenido a un par de pasos de distancia, el alfa llevaba años enlazado con su esposo y era lo suficientemente inteligente para no intervenir cuando su papá se estaba despidiendo de alguno de sus "cachorros", es decir, de Jin y de él.

— Cuando le den un nieto al cual llamar de esa manera.

Sonrío y dejó que el alfa, alto como su hermano mayor, lo envolviera en un abrazo.

— Nos vemos padre.

— A como van las cosas, entonces nos vemos la siguiente semana — menciono con diversión el mayor antes de darle un último gesto con la mano y entrar en el interior de la casa.

Él comenzó a dirigirse al auto que había rentado para poder moverse en la ciudad, aprovechando ese tiempo para mandar un mensaje a Jin con las palabras dichas por su papá, no quería olvidarlo después. No es que le tuviera miedo a su bajito papá omega, solo quería cumplir con lo que había prometido.

— ¿Minjae-ssi?

Alzó su vista hacia quien lo había llamado. A pesar de los años sin verse, y de las pocas veces que en realidad se había visto cuando él vivía con sus padres, no le fue difícil reconocer al hermano mayor de Yoongi.

— Geumjae-hyung, hola.

Una sonrisa amable se extendió en el rostro del alfa vestido con un impecable traje. Su hermano Jin rara vez usaba uno de esos, era fiel a que la ropa debía de ser cómoda y esa era una de las muchas diferencias que su hermano parecía tener con el hermano mayor de Yoongi.

Recuerda muy bien la mala cara que su hyung ponía cada vez que se encontraba con el hijo mayor de la familia Min, aunque él nunca entendió ese sentimiento negativo de parte de Jin y del propio Yoongi. Geumjae siempre había tenido una sonrisa amable para dirigirle.

— Unos pocos años de no verte y te ves mejor que nunca.

— Puedo decir lo mismo de usted hyung.

Y lo decía en serio. Ese alfa era dos años mayor que Jin, pero al igual que Yoongi, parecía que solo acababan de entrar a los veintes.

— Por lo que me comentó tu papá, te está yendo muy bien en tu trabajo. Felicidades.

— Siento que tengo que disculparme por lo que sea que te dijera mi papá, aun sin que hyung me lo diga, se que exagero las cosas para hacerme parecer algún tipo de héroe.

La risa de voz profunda no se hizo esperar.

— Para nada, por lo que yo sé, solo dijo la verdad.

A eso se refería. Geumjae siempre lo había tratado bien.

En serio que no entendía la rivalidad que Jin tenía con el alfa pelinegro frente a él. Incluso su lobo se relajaba con la presencia del mayor.

Pero quizás era por eso que su Yoongi aún no decía nada de la marca que él había visto en su cuello dos días antes de tener que viajar hacia esa ciudad. El omega había estado acalorado por estar frente al fuego y había jalado un poco el cuello de su impecable blanco uniforme de chef dejando expuesta la perfecta marca de unión que había en la curva de su cuello.

Aunque trato de olfatear, no pudo captar ni la esencia del alfa que la había hecho, ni del aroma de Yoongi, así que conjeturo que el mayor tenía neutralizador encima y si ese era el caso, la única razón para esconderlo y ocultar la marca era porque aún no formalizaba la relación con quien se había enlazado.

El primer alfa que llegó a su cabeza fue Jin y la razón de su hermano mayor para ocultarlo era precisamente la rivalidad absurda que tenían con Geumjae. Quizás él pudiera darle un empujón a su hermano y a su pareja para que no tuvieran que esconderse como un par de adolescentes.

— Se lo agradezco hyung. Y por cierto, no tuve oportunidad de felicitarlo por el reciente enlace de Yoongi-hyung.

— ¿Enlace?

— Si, vi la marca en su cuello hace poco más de un mes. Supongo que hyung está feliz por su hermano.

Un ceño fruncido se había instalado en los ojos felinos del mayor y no podía culparlo si era dejado de lado de esa manera por su hermano menor al que tanto cuidaba.

— Pues la verdad es que no tenía ni idea. Dime, ¿tu sabes quien es el alfa con el que se enlazo?

— Pues no tuve tiempo de preguntarle porque fui mandado aquí.

— Entonces supongo que tendré que ir a averiguarlo. Porque si espero a que Gigi venga a decírmelo, puedo morir de vejez.

De nuevo volvía a tener una voz animada y risueña, cuando se despidió de él.

Esperaba que su hermano no lo matara, pero realmente quería que no se ocultara por una tontería como lo era el odio que le tenía al hermano mayor de su pareja.

Aquí la autora publicando de madrugada, solo porque tiene tiempo libre en su trabajo 😅. Linda semanita Makis 🤗💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro