Capítulo 29
Estaba a punto de encerrar a Yoongi entre sus brazos y llevarlo a la ducha para quitar el neutralizador de encima.
Toda la tarde había pasado su día libre esperando a que el mayor regresara de su trabajo para poder sostenerlo entre sus brazos. Pero en cuanto el mayor cruzó la puerta principal, supo que definitivamente debía hablar con él en ese momento.
Una semana atrás, durante la fiesta de cumpleaños de Jimin, estuvo más que tentado a agarrar a su omega pelimenta y bañarlo completamente de su aroma, en realidad más que una tentación lo sintió como una necesidad que lo impulsaba a hacer precisamente eso. Su lobo necesitaba saber que su pareja llevaba su aroma por una sola razón, podía oler como las feromonas hacían una lenta aparición en el sistema del mayor.
Aun con el neutralizador encima, fue capaz de detectar el delicioso e inconfundible aroma de las feromonas de su Yoongi. Su celo estaba cerca.
Solo que no había esperado que estuviera tan cerca. Por lo general olía las feromonas del celo de los omegas y alfas poco más de diez días antes de que estas terminaran el trabajo y se apoderaran del cuerpo completo. Pero a pesar del neutralizador que su pelimenta portaba en ese instante, él era capaz de oler que no tenía unos días más para intentar hablar con calma con su lindo omega, en su lugar tenía probablemente horas para que Yoongi decidiera si usaría o no los supresores de celo.
Su aroma a vainilla, que por lo general era opacado por sus aromas más fuertes, estaba haciendo que salivara. Sabía que si tomaban su habitual ducha juntos comenzaría a explorar el cuerpo de Yoongi como si su vida dependiera de ello, aunque el neutralizador no le podía ocultar el aroma, si lo opacaba un poco y los últimos días fue dificil tratar de mantener sus erecciones controladas cuando el aroma real del mayor quedaba libre.
- ¿Q-Qué sucede?... ¿Jungkook?
Tenía que controlarse, realmente tenía que dejar de mirar al mayor como si fuera el más delicioso dulce del mundo, pero incluso había perdido el habla cuando los recuerdos de su primera vez juntos lo abrumaron. Lo único que quería era quitar el neutralizador de encima y después extenderlo en su cama para poder lamer cada centímetro de piel.
No. Basta de pensar en ello. Es su decisión, no tuya.
Respiro profundamente, intentando concentrarse en su propio aroma fuerte y después se acercó lentamente a su pelimenta, quien aun estaba contra la puerta de entrada sin atreverse a ir un paso más adelante.
¿Comó iba a avanzar si tenía a alguien mirándolo como un depredador?
Quitó con cuidado la chaqueta ligera que el mayor tenía puesta y la dejó en el mueble cercano antes de tomar el cuerpo del más bajito entre sus brazos y dirigirlos a ambos hacia la sala. Se sentó con cuidado en el sofá, asegurándose de que su lindo pelimenta quedara sentado en su regazo con las piernas a cada lado de su cadera, de esa manera podía ver los bonitos ojos gatunos.
- Yoongi-hyung, tenemos que hablar de tu celo. - Vio como las pálidas mejillas coloreadas de un suave rosa pasaron a un fuerte tono rojo. - Puedo oler que está cerca, muy cerca.
- Pero.. me puse neutralizador...
- Si, pero el neutralizador no puede esconder las feromonas del celo, incluso tú fuiste capaz de olerlas durante mi celo. La diferencia es que yo puedo olerlas todo el tiempo, no solo cuando el celo ya está presente, desde que comienzan a actuar en tu cuerpo, con o sin neutralizador.
- Desde.. ¿Desde cuando sabes?
- Desde la fiesta de Jimin.
La mirada de su pelimenta se posó en todos lados menos en él, lo estaba evitando porque estaba avergonzado, pero ante sus ojos solo lucía realmente tierno.
- Yo iba a decirte.. preguntarte...
Las palabras se perdieron en la mente del mayor, afortunadamente él tenía acceso a esos pensamientos que en ese instante parecían tan nerviosos como el dueño.
- Me encantaría pasar tu celo contigo, Yoongi-hyung.
Dejó un beso en el grueso labio inferior antes de besar las dos mejillas sonrojadas y la punta de la naricita de botón.
- Gatito-hyung, solo quiero que estés seguro de algo. Yo me quedaré contigo en tu celo, pero tu decides si quieres tomarte los supresores o no, para mi esta bien lo que elijas, yo solo quiero estar contigo.
- ¿En serio no t-te molestaras si me tomo los su-supresores?
Su omega pelimenta se escondió en la curva de su cuello, dando pequeñas caricias con la naricita pequeña. El sonrojo ahora cubría su cuello y sus orejas mientras el lazo que compartían se llenaba de inseguridad y nerviosismo.
- ¿Por qué me molestaría si voy a poder estar con mi Gatito-hyung, dándole todos los mimos que me pida?
Una risita pequeña y amortiguada se escuchó desde donde su pelimenta se mantenía escondido justo antes de que sintiera el par de labios dejando un beso en el hueso de su mandíbula y otro más detrás de su oreja, enviando un escalofrío que se apoderó de cada poro en su piel.
Si Yoongi dejara de luchar contra el omega que vivía en su interior, podía sentir cada una de las reacciones que dominaban su cuerpo y su alma cuando él lo tocaba o lo besaba y ya no le quedaría ninguna duda de lo mucho que era afectado por su cercanía y aroma.
Pero hasta que eso pasara, él podía demostrarle con hechos cuánto lo quería y cuánto quería que su relación funcionara.
Acuno la mejilla que tenía a la vista y guió la cara hasta que nuevamente tuvo a su alcance los bonitos labios. El beso que compartieron fue tan lento y suave como sus ansias del otro se los permitieron.
Sus manos se adentraron debajo de la playera que cubría el delgado cuerpo, no era un acto lleno de lujuria, simplemente quería sentir el calor que desprendía la piel suave y blanca, necesitaba que las huellas invisibles de sus caricias quedaran marcadas y grabadas por siempre en la dermis blanca como la nieve, quería que el mayor nunca pudiera olvidar como su cuerpo era acariciado por sus manos.
Pero sus lobos querían mas que caricias. Cuando su pelimenta comenzó a mecer ligeramente sus caderas y a despertar su entrepierna, sus dedos dejaron de acariciar para aferrarse a la piel y atraer mas cerca el cuerpo contrario. Si no se detenía en ese momento ya no dejaría a su lindo omega la opción de elegir.
- Hyung.. creo que será mejor.. que tomes el supresor ahora... Ta-Tardará en hacer efecto y no quiero que pase nada que no quieras.
- Mmhmm..
Sonrió mientras trataba de alejarse del mayor, quien seguía tirando de su cuello para continuar con el beso. Necesitaba llamar su atención y no había mejor manera que lamer la cicatrices que su mordida habia dejado en la glándula de aroma, bueno tal vez podia ser mas firme al tratar de alejarlo pero de esa manera no podría ver como los gatunos ojos se volvían vidriosos por el escalofrío que recorría su alma.
Después de que su lengua recorriera esa piel irregular, Yoongi lucía un poco desorientado y muy lindo con sus labios formando un tierno puchero.
- Tienes que tomar los supresores ahora, mi lindo Gatito-hyung.
- Están... en casa de Nam.
- No, yo tengo unos para ti en la cocina - dijo sonriendo y frotando la punta de su nariz con la contraria.
- Ti-Tienes...
- Quería que tu decidieras si estabas listo o no hyung, la última vez.., nuestra primera vez yo no deje que tu-
- Si me diste opciones, me pediste que me fuera.. y n-no lo hice.
- Aunque lo hubieras hecho, te habría seguido hyung. Tu aroma era lo único que quería en ese momento, aunque hubieras tomado otra decisión yo hubiera corrido detrás de ti. - Puede que su Yoongi no lo quisiera creer, pero en ese momento su mente solo podía pensar en perseguir al mayor y entrar por la fuerza a la casa si tenía que hacerlo.
- No es verdad.
- Hyung-
- Tu no me obligaste Jungkook y no lo hubieras hecho.
Esa declaración de su lindo pelimenta, se instaló en su pecho como un burbujeo que lo hizo sentir como si su cuerpo pudiera elevarse.
- ¿Confías en mi hyung?
- Si.
Su omega comenzó a frotar la pequeña nariz contra la curva de su cuello, nuevamente dudaba que ese gesto fuera totalmente consciente pero no importaba, tenía el mismo efecto tranquilizante en su corazón y en su lobo.
- Entonces ve a tomarte los supresores hyung, porque en unas horas tu ce-celo llegará y confía cuando te digo que no me podré de-detener si tu aroma se mezcla con tus feromonas totalmente. Justo ahora no quiero mas q-que lamerte completamente hyung.
Escuchó perfectamente como la respiración del mayor se entrecortó y pudo sentir los dedos largos y delgados cerrándose con fuerza en su playera apretando la tela ligera entre sus puños. Los ojos pequeños aún estaban brillosos y totalmente enfocados en los suyos con varias emociones nadando en ellos.
Deseo, anhelo, confusión y un poco de miedo.
Lo conocía lo suficiente para saber que era miedo de decir lo que deseaba, para él estaban las buenas decisiones y lo que él quería hacer, tenía que cambiar eso.
- Mi lindo hyung, cualquiera que sea tu decisión estará bien. Estará bien porque será lo que tu realmente deseas y porque yo también lo quiero. Lo que yo quiero es estar a tu lado, te lo seguiré repitiendo hasta que me creas.
Quitó los cabellos color menta que cubrían la frente, los acarició hacia atrás, una y otra vez, observando como Yoongi se movía con el toque y relajaba sus músculos. No sabia cuanto tiempo pasó haciendo ese movimiento pero tampoco le importaba, disfrutaba de cada segundo que podía observar a su omega.
- ¿Podemos.. i-ir a du-ducharnos? - preguntó el mayor cuando los pequeños ojos volvieron a abrirse para encontrarse con su mirada.
- No tienes ni que preguntar hyung.
Se levanto con el cuerpo más pequeño aferrado a él y se encaminó hasta donde iniciaban las los escalones para ir al segundo piso antes de que Yoongi comenzara a moverse.
- Ire p-por los supresores.
- Te acompaño mi lindo hyung.
- No, yo iré rápido. T-Tu lleva nuestras cosas al baño.
- Bien. Los supresores están en el último cajón, te espero arriba mi lindo Gatito-hyung.
Beso rápidamente los labios color rosa pálido y llegó a su habitación para reunir con calma sus cambios de ropa y las toallas en las que se envolverían cuando salieran, quería que el mayor tuviera tiempo suficiente para tomar el medicamento. Acomodo todo en un lugar donde estuvieran lejos de la humedad, dejo todo en orden justo en el momento en el que escuchó la respiración y los movimientos ligeros de su lindo pelimenta.
Giro rápidamente para abrazar al más bajito, pero sus acciones, y también su cerebro, se detuvieron en cuanto lo vieron.
Yoongi se estaba deshaciendo del boxer negro que era la unica prenda en su cuerpo. Tenía sus mejillas y cuello de una fuerte tonalidad roja, pero sus manos se movían seguras.
Siempre se había encargado él de desnudar lentamente el cuerpo delgado mientras repartía besos tranquilizadores en la piel suave de los hombros, intentando que el mayor se sintiera cómodo. Pero ver como él mismo se deshacía de las prendas y le mostraba la suave piel sonrojada, definitivamente lo estaba excitando más.
- Hyung.. - se interrumpió cuando su voz salió tan baja y ronca que no la reconoció -, te ves hermoso.
Realmente hermoso. El cuerpo delgado se exhibía frente a él sin ningún obstáculo de por medio, los cabellos color menta lucían un poco desordenados y aunque mutuamente habían visto sus cuerpos desnudos en más de una ocasión, las mejillas esponjosas delataban su pena con un rubor rojo. Nunca se cansaría de ver la timidez de su lindo omega.
El más bajito se acercó con pasos lentos, se pegó a su pecho manteniendo los brazos delgados alrededor de su cintura y besó su mandíbula con labios temblorosos antes de bajar por la piel de su cuello. No tenía ni idea de que estaba pasando, pero sus manos ya estaban acariciando la piel desnuda de las caderas estrechas y su intimidad definitivamente estaba creciendo.
Sintió las yemas de los largos dedos debajo de su playera unos segundos antes de que esta subiera por acción de los mismos. Levantó los brazos y ayudó a retirar la tela lejos de su cuerpo sin siquiera darse cuenta de ello, su concentración estaba en los ojos gatunos que lo observaban.
Su respiración era irregular, igual a sus latidos y totalmente sincronizada con la que escapaba de los labios entreabiertos de su lindo Yoongi. Sus párpados se cerraron cuando los cálidos labios volvieron a besar tímidamente a lo largo de su cuello dejando un rastro húmedo de saliva y sus dedos se enterraron un poco más en la piel de las caderas intentando acercar ambas pelvis.
El roce que ese choque provocó le dejó claro dos cosas, él ya estaba comenzando a ser dominado por su deseo y Yoongi no se encontraba en mejores condiciones. Tuvo una prueba no necesaria cuando los dedos del mayor jalaron un poco hacia abajo el elástico de su pantalón de chándal.
En contra de su voluntad, y del lobo que protestó con gruñidos en su interior, detuvo las delgadas muñecas entre sus manos y se alejó unos pocos centímetros.
- Yoongi-hyung, ¿to-tomaste lo-los supresores?
- No.
- Hyung-
- Aun no estoy e-en celo.., se que puedes o-olerlo.
- Si..
- Me dijiste.. q-que estarías bien con la decisión que to-tomara, ¿cierto?
- Si.
- Subí los supresores a la habitación... Quiero que.. estemos juntos antes de que mi celo llegue totalmente... y quiero tomar los supresores d-después de eso.
- N-No entiendo.
Vio como el pecho del mayor subía y bajaba, tomando una respiración profunda y ordenando sus pensamientos antes de continuar.
- Quiero saber que se si-siente estar contigo.., estar realmente contigo sin mi lobo tomando el control... Y quiero que el resto de los días.., simplemente quiero estar contigo, ha-hablando, viendo peliculas o solo du-durmiendo.
- Gatito-hyung.. cuando tu celo llegue, no querrás tomar los supresores.
- Por eso estarás tú, para darmelos.
Dudaba demasiado que eso pasara, el aroma de su lindo omega lo volvería loco.
- Yo..hyung, y-yo..
- Tu me recordarás la decisión que estoy tomando ahora mismo, confío en ti.
- No lo hagas hyung. No estoy seguro-
- Si confio en ti... Y si no puedes co-controlarlo.., entonces también estará bien. Si eres tú, entonces estará bien.
Estaba usando casi las mismas palabras que él había dicho unos minutos atrás, pero fueron dichas con la misma sinceridad con la que él las expresó. Su alma se sintió tan bien cuando los sentimientos de su omega llenaron el lazo que compartían, su lobo se estremeció y su piel se erizo.
Beso tiernamente el par de labios y estrecho el cuerpo delgado tanto como pudo sin lastimarlo.
La necesidad de llenar su olfato con la dulce fragancia avainillada le recordo que tenia que deshacerse de la sustancia que opacaba el aroma del mayor, pero su deseo se encontraba perfectamente dividido en dos en ese momento. Tanto como quería eliminar el neutralizador de la suave piel, también quería llevar cuanto antes a su omega a la habitación para poder hacerle el amor a su cuerpo tal y como le había pedido.
La decisión fue tomada por el más bajito cuando se separó lentamente para dirigirse a la ducha y acomodar el agua a la temperatura ideal.
Bien, primero una ducha, muy rápida de preferencia, y después explorar el cuerpo de Yoongi como si fuera la primera vez.
¡Makis!
Les dejo actualización de capítulo y sé que ustedes ya saben de lo que tratará el siguiente😏. Escribir para ustedes fue lo mejor de mi día, como siempre me ayudó mucho estar sola con mi computadora y mi imaginación, siempre serán mi mejor compañía. Espero que les haya gustado el capítulo de hoy y aprovecho para darles las gracias a lxs lindxs Makis que me ayudaron a elegir la siguiente historia, aunque hay un empate jejeje, supongo que si no hay más votos le pediré a mi gato que elija una de las dos 😸.
Les sigo deseando una linda semanita,
I PURPLE YOU 💜
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