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Capítulo 27

No debería de estar de mal humor cuando aún ni siquiera comenzaba a trabajar, pero la plática que mantuvo con Namjoon unas horas atrás seguía dando vueltas en su cabeza, recordándole algo que había tratado de mantener en el fondo de su mente.

No había recibido ni una llamada y tampoco un mensaje de Jungkook en tres días y cuando regresara a su casa esa noche serían cuatro días completos en los que no sabía nada de menor.

Bueno, sabía que estaba bien, lo podía sentir por el lazo que compartían, solo que este se sentía diferente al mismo tiempo. Podía sentir algunas emociones en breves momentos repentinos pero solo duraban unos segundos antes de que su unión quedará nuevamente en calma, nada más podía sentir la presencia de su lobo, como si del otro lado estuvieran bloquendolo.

— Wow, creo que tenia semanas desde que vi ese ceño fruncido en tu cara, alguien debe de estar muy molesto por no haber visto a tu novio en días.

La voz burlona de Jin lo tentó a rodear la mesa de acero inoxidable que tenían en el centro de la cocina para llegar hasta donde estaban los cuchillos recién afilados, pero tenía algo importante que preguntarle antes de asesinarlo.

— Vamos con Nam a su oficina.

Avanzó el corto camino hasta la puerta que dividía la pequeña oficina privada de Namjoon sabiendo que el rubio lo seguía de cerca. Ni siquiera se molestó en tocar la puerta, mientras no estuviera Hoseok cerca no corría peligro de que su trabajador amigo estuviera ocupado con algo que él no debería de haber presenciado.

El beta ocupaba su lugar habitual detrás del escritorio de madera y solo levanto la vista un poco para reconocer que ellos ahora estaban en el mismo espacio pero siguió en lo suyo mientras Jin y él tomaban asiento.

— Ya se que me trajeron aquí para interrogarme y para asegurarse de que me encontrara bien, pero de una vez les digo que no le dije nada a Minjae.

Trató de analizar el tono de la declaración del alfa, pero siempre había sido pésimo en eso de leer a las personas, no tenía ni siquiera una pista de lo que pasaba en la rubia cabeza del mayor de los tres.

— Entiendo hyung, no pudiste. Pero ten en cuenta de que estás dejando que el tiempo siga corriendo.

— Lo se Namie, pero no era el momento indicado. Hoy mandaran a Minjae a Daegu, no puede decirme exactamente a qué, pero sé que lo mandaron porque es algo peligroso y él es uno de los mejores detectives. Simplemente no quería que él fuera hasta allá después de recibir una noticia como la que le iba a dar. Pero estoy totalmente dispuesto a dar la cara por mis errores, ya no quiero ocultarle más cosas, él tiene derecho a saberlo.

¿A Daegu?

¿También estaría Jungkook acompañando a Minjae?

¿O ya se había ido y por eso no había hablado con él?

Las preguntas llenaron su mente en un segundo, mareandolo un poco y causando que su corazón se apretara en su pecho por las respuestas que él mismo estaba creando.

Tenía que hacer algo que lo distrajera de su lobo aullando en su interior por la ausencia de su alfa, algo que no requiriera pensar mucho y que fuera fácil. Cómo molestar a Jin.

— Vaya, por un momento creí que estaba hablando un adulto, bien hecho Jin. — Dejó que una sonrisa burlona acompañara sus palabras buscando comenzar una pelea que concentrara su mente en algo que no sea su alfa pelinegro.

— Ja ja, que gracioso amaneciste Yoongi, pero ya que no podemos hablar más acerca de mi problema hablemos de otra cosa, ¿sabes si Jungkook también será enviado a otra parte, Yoongi-ah?

No, no lo sé.

Bajo su mirada hacia su regazo, donde sus delgados dedos se retorcían entre ellos. La tristeza del omega en su interior invadió su pecho de un segundo a otro

— No me ha dicho nada. — Trato de sonar indiferente, pero su voz ahogada y las lágrimas picando en sus ojos no lo dejaron. — Y no tiene porque decirme de todas maneras, no es como que me importa donde esté ese mocoso.

No tiene porque importarme.. pero realmente había esperado con ansias el día siguiente, cuando finalmente iba a poder dormir en la cama de Jungkook después de días.

Pasó saliva para que el nudo en su garganta retrocediera, pero estaba siendo difícil, si no dejaba de pensar en Jungkook, comenzaría a derramar las lágrimas que querían apoderarse de sus ojos.

— Si~, claro~. Es muy obvio que no te importa hyung.

Tenía que conseguir otros amigos. Unos que no lo conocieran de preferencia.

— Son insoportables, mejor me iré a la cocina para empezar a prepararme.

La puerta se cerró con fuerza cuando ya estaba fuera de la habitación rectangular que repentinamente se volvió algo sofocante, o quizás era solo su respiración anormal por tratar de mantener retenida la tristeza de su lobo.

Durante su corto caminar parpadeo varias veces haciendo que la humedad en sus ojos se disipara y tomó su puesto en la cocina ordenándole a su mente que se concentrará en su trabajo.

Solo que esto fue imposible cuando su celular señaló una notificación, más específicamente un mensaje, con Jungkook como el remitente.

¿Me dirá que ya se va?

La pantalla del celular volvió a apagarse antes de que alguno de sus dedos se moviera para deslizar la notificación y averiguar el contenido de dicho mensaje. No podía decidir qué hacer, no quería leer el mensaje solo para saber que el menor se estaba yendo. Su pulgar seguía suspendido a unos cuantos milímetros de la pantalla sin llegar a tocarla cuando otra notificación de mensaje se mostró.

Esta vez si decidió que hacer, ignorar que dos mensajes estaban esperando para ser vistos.

¿Era infantil?

Por supuesto que sí, pero no quería saber si el menor se iba a ir.

No quería que Jungkook se fuera.

— ¿Por qué miras tu celular como si quisieras hacerlo explotar?

Su rubio amigo lo miraba con una sonrisa de lado y él solo hizo lo mismo que con los mensajes de Jungkook. Se dio media vuelta dejando a Jin sin una respuesta. Lamentablemente su amigo era bueno insistiendo.

— Yoongi~, amigo mio. ¿Sabes que Minjae y su equipo se irán en cuatro horas?

— ¿Y a mi que me importa?

Se giró hacia otro lado, pues si seguía viendo la mueca burlona en rostro del alfa, terminaría con un cadáver entre sus manos.

— Tienes razón, de todas maneras yo pude decirle adiós a mi hermano, sería malo si no me hubiera despedido ya que estaremos aquí trabajando toda la tarde sin poder salir.

Apretó los dientes y cerró sus dedos en dos puños apretados. No le respondería y tampoco saldría del trabajo para poder ir a despedirse de su alfa pelinegro.

— Ahh~ tendré el departamento para mi solo mínimo un mes.

¿Un mes?

Apenas y puede mantener a su omega tranquilo cuando están separados solo cinco días, un mes sería difícil.

Pero aun así no pensaba darle gusto a Jin, no dejaría que se burle de él.

Aunque no podía prometer que al final de su turno no estaría limpiando sangre de alfa rubio de su cuchillo favorito.

— 𝓐𝓵𝓯𝓪 —

— Yoongi-hyung, Joohyun-noona me pidió que les entregara la lista de reservaciones para mañana.

— Gracias Tae.

El beta peliazul le regaló una de esas sonrisas rectangulares que siempre mantenía en su rostro. Le agradaba, era fácil hablar con él sobre cualquier cosa, el trabajo, el clima... o Jungkook.

— Tae... ¿hoy también pedirás un.. servicio de autos?

— Hoy no hyung. Kookie pasará por mi.

Comenzó a quitar su uniforme lentamente mientras pensaba en sus siguientes palabras para que su interés no se mostrará, aunque era difícil cuando tenía toda la tarde escuchando los comentarios de su molesto amigo.

— Jin me dijo que Minjae y su equipo se iban hoy a Daegu.. Creí que Jungkook también iría.

— No creo, Kookie me hubiera avisado. Pero le marcare ahora para asegurarme, gracias por decirme Yoongi-hyung.

El beta se alejó unos pasos después de dejarle una más de sus grandes sonrisas. Y él espero mordiendo su labio inferior, no escuchaba la conversación que el peliazul mantenía por su teléfono pero le preguntaría cuando terminara.

O también puedo revisar los mensajes que me mandó.

Su celular estuvo vibrando varias veces durante todo su turno de trabajo, le llegaron tanto mensajes como llamadas, pero ambos los ignoró.

— Wow, ahora te vas a ofrecer a llevar a Taetae. Eres un jefe muy considerado.

Ese día había empezado a odiar ese aroma a cedro y albahaca, si seguía en un lugar cerca de Jin lo golpearon hasta cansarse.

— Siempre soy considerado, como ahora que dejare que tu lo lleves en mi lugar porque yo ya me voy.

Comenzó a aventar su uniforme hacia la repisa que le correspondía, pero no se molestó en doblarlo cuidadosamente como siempre lo hacía.

— No te vayas Yoongi-ah, Taetae ya terminó su llamada, se que quieres preguntarle por cierto alfa con músculos por todas partes.

— Eres un idiota.

La molesta risa del mayor resonó en la cocina llamando la atención de los que se encontraban ahí terminando con la limpieza. Sus mejillas quemaban cuando tomó su celular y salió dando grandes zancadas para alejarse lo antes posible de su molesto amigo.

— Namjoon espero que estés listo porque si no te dejaré aquí.

Prácticamente había ladrado con enojo esas palabras al beta que esperaba por él, pero esa emoción paso se evaporó de su sistema cuando su mirada se encontró con los grandes ojos de Jungkook.

Su respiración se detuvo unos segundos mientras su cerebro asimilaba que su alfa pelinegro estaba frente a él, por lo visto su mente se estaba tardando en comparación a su omega que aullaba felizmente en su interior.

— Ho-hola Jungkook.

— Ho-la Yoongi-hyung.

El sonido de la voz del menor casi logró que sus piernas cedieran, avanzó un solo paso en su dirección completamente hipnotizado con el aroma a playa, antes de que la voz de Jin lo hiciera sobresaltarse.

— ¡Jungkookie! Que bueno verte por aquí, veo que no te fuiste con mi hermanito.

— No podría, solo tengo ci-cinco meses trabajando en el departamento, aun sigo a-aprendiendo Jin-hyung.

— Cierto, lo olvido, es que luces tan profesional que no pareces novato.

Jin elogiando a alguien que no fuera él mismo, era prácticamente imposible de ver, a menos que el mayor estuviera tramando algo. Sus ojos se entrecerraron para que el mayor advirtiera lo molesto que comenzaba a ponerse, pero el rubio hizo caso omiso.

— Ah, gra-gracias hyung.

— No agradezcas Kook, solo digo lo que veo. Probablemente cuando sales muchas y muchos omegas lindos se pegan a ti buscando una oportunidad, me vendría bien salir a tomar un poco contigo, estaremos rodeados de muchos bonitos omegas, ¿qué dices?

— Y-yo, n-no soy de sa-lir hyung, no creo...

— Vamos no me digas que no, estos dos son unos amargados a los que no les gusta salir, además si vamos tu y yo será una noche de solteros donde podremos hacer lo que queramos.

¡¿Por qué Jungkook no se negaba de inmediato y ya?!

— Deberían ir, así tal vez un omega cansado de alfas cretinos los lleve a un callejón y los apuñale. ¡Namjoon ya vámonos!

Salió hecho una furia, aún más cuando comprendió lo que acababa de pasar.

Estaba tan apenado por haber gritado de esa manera y palabras que ya no tenían sentido ahora que las analizaba.

Tan pronto como la puerta de su auto se cerró, él ya quería salir corriendo de vuelta y enterrar su nariz en la curva del cuello de su alfa pelinegro, pero Namjoon se subió unos segundos después haciéndolo volver a la realidad.

El silencio dentro del pequeño vehículo se vio interrumpido con una carcajada del beta a su lado, haciendo que el pensamiento de conseguir nuevos amigos volviera a invadirlo.

— ¡Cállate Namjoon!

Encendió el auto y comenzó el camino a casa con sus mejillas quemando por el sonrojo.

— Lo siento hyung es solo que no puedo creer cómo caíste en la provocación de Jin-hyung.

— No le digas hyung, no se lo merece, es como un niño.

Dejó que un bufido mostrará su molestia hacia el alfa rubio que lo había molestado toda la tarde.

— Hyung, no te enojes con Jungkook por culpa de Jin-hyung, me dijo que en toda la tarde no contestaste ninguno de sus mensajes.

— Pensé que los mensajes eran para decirme que él también se iría fuera de Seúl, por eso no quería leerlos... Agh.. constantemente le digo a Jin que es infantil y yo hice lo mismo, ¿cierto?

— Pero tú solo lo eres cuando se trata de Jungkook, Jin-hyung lo hace desde que despierta hasta que se va a dormir y delante de todo el mundo.

Definitivamente esa era una acertada descripción de la actitud diaria de su amigo.

— Hyung desde que empezaron a darse una oportunidad no te he preguntado cómo va tu relación con Jungkook.

— Pues la verdad ese mocoso realmente se esfuerza en que las cosas funcionen, hay días en los que me llama de repente y me dice que tendremos una cita, a veces salimos y otras solo nos quedamos en su casa y él me cocina, que por cierto lo hace muy bien, es fácil hablar con él, es muy cariñoso y siempre me toma de la mano o me da besos en la mejilla, sabe cantar, bailar, también se que es bueno en los deportes, tiene muchas medallas en su casa y dice que son solo una pequeña parte que se trajo a Seúl.

— Pero aún tienes miedo ¿cierto?

Namjoon había resultado muy bueno en leer sus emociones últimamente.

— Si la verdad si. No se si todo esto lo hace por compromiso o porque realmente quiere y planea tener una relación formal conmigo, solo puedo asegurar que me tiene totalmente atrapado. Si llegamos a romper la marca.. es seguro que sufriré mucho.

— No pienses en ello hyung. Las cosas van bien entre ustedes, puedo ver cuanto le preocupas a Kook, no puedo saber lo que hay en su corazón pero si veo sus acciones y se que le importas.

No respondió. Las palabras de su amigo le recordaron lo mucho que las atenciones de Jungkook calmaban o aceleraban su corazón y a cambio él había ignorado al menor cuando trató de comunicarse con él.

Tenía que ir a disculparse.

Y quizás también podría conseguir que los largos brazos de su alfa pelinegro lo envolvieran.

Detuvo el automóvil en su lugar habitual y espero a que el alto beta bajara.

— ¿No bajarás hyung?

— N-no, creo que tengo que ir a disculparme con Jungkook por los mensajes. Lle-llegaré más tarde.

En realidad esperaba que su alfa pelinegro le pidiera quedarse a pasar la noche, pero eso no lo iba a decir en voz alta.

Encendió nuevamente el carro y comenzó a alejarse de su amigo viendo como este agitaba la mano para decirle adiós pero no le pudo ordenar a su mano que respondiera la despedida, toda su concentración estaba en manejar correctamente aun cuando su lobo se agitaba emocionado en su interior y su corazón latía fuertemente con cada segundo que estaba más cerca del menor.

Cuando quedó a la vista su casa en la esquina casi deja su automóvil a mitad de la calle para poder correr y abrazar al lindo pelimenta que estaba descansando su peso contra su auto.

Se estaciono tan rápido como pudo sin causar un choque y bajo casi tropezando, el único pensamiento que tenía ahora era estrechar el cuerpo delgado de su lindo omega, llenarse de su aroma y escuchar la voz baja que tanto había extrañado esos días.

— E-Estabas dejando a Taehyung.

No era una pregunta, pero de todas maneras asintió cuando estaba a solo unos centímetros de distancia. Las yemas de sus dedos cosquilleaban por tocar la blanca piel que se asomaba por encima del cuello alto de la playera que el mayor tenía puesta, también tuvo que concentrar su mirada en los bonitos ojos gatunos y no en cómo se movían los labios de suave tono rosa.

— Yo... l-lo-lo si-siento.. Creí..

"Creí que los mensajes eran para decirme que te ibas con Minjae"

Una sonrisa se plasmó en su cara cuando esas palabras llegaron a sus oídos como suaves susurros. Ahora sabía que su lindo hyung no estaba enojado con él, solo se trató de un malentendido del omega que se encontraba a un paso de distancia mordiendo el grueso labio inferior.

Finalmente cerró la corta distancia. Con un brazo rodeó la cintura delgada del cuerpo más bajito y utilizó los dedos de la otra para poder acomodar la carita pequeña en el ángulo perfecto para poder besar los labios dulces.

— Mmgh~

Las reacciones de Yoongi siempre mandaban una descarga eléctrica por su espina dorsal, le encantaba la manera en que se entregaba a sus besos y caricias, le cedía el control pero también lo tomaba, suspiraba de satisfacción y se aferraba a él como si alguno de los dos se fuera a desmoronar en cuanto se soltaran.

Apretó su agarre en las hebras suaves de cabello color menta para sostenerlo un poco más firmemente mientras su lengua exploraba y probaba cada rincón de la cavidad bucal contraria. Sus cuerpos no dejaban ni un solo espacio entre ellos, ambos empujaban hacia enfrente buscando el calor del otro.

Fue capaz de alejarse unos pocos centímetros para que ambos pudieran llevar aire suficiente a sus pulmones y aprovechó la oportunidad para apreciar como los labios de su lindo hyung se habían oscurecido a un tono rojizo que combinaba a la perfección con las mejillas sonrojadas.

Por instinto, enterró su nariz en donde sabía que estaban las dos marcas de media luna que su mordida había dejado atrás pero el neutralizador en el cuerpo del mayor le impidió captar cualquier aroma.

Con su lobo aullando molestamente en su interior, tomó las piernas delgadas entre sus manos y las colocó a la altura de su cintura. Yoongi las enredó automáticamente y afianzó su agarre alrededor de su cuello cuando él dio el primer paso hacia la puerta de entrada.

— Vamos a tomar un baño hyung, quiero oler tu aroma.

— L-Le di-dije a Namjoon que vo-volvería...

— ¿Y quieres volver?

La naricita de botón comenzó a acariciar la curva de su cuello, estaba retrasando unos segundos más su respuesta pero no podía quejarse de la manera en que lo estaba haciendo.

— N-No...

Esa fue la única palabra que necesito antes de comenzar a caminar al interior de su casa con su lindo omega entre sus brazos, escuchando la tranquila respiración que llenaba cada poro de su piel con un sentimiento de calidez y sintiendo las emociones felices mezclandose en su enlace.

El cansancio de los últimos días no se podía ir tan rápidamente, pero definitivamente se sentía mucho mejor ahora que sostenía a Yoongi cerca de su corazón.

💜

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