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Capítulo 13

Durante días estuvo saltando ante cada notificación que llegaba a su celular, esperaba que en cualquier momento llegara un mensaje de Yoongi informándole que su calor había pasado y que podrían tener su siguiente cita.

Solo que cinco días habían pasado desde que inició el celo del mayor y su auto-control estaba escapando poco a poco de su mente.

No importaba si estaba en el trabajo o en su casa, tenía el constante impulso de correr hacia donde se encontraba Yoongi y llenarse del aroma que seguramente era aún más intenso y atractivo por la condición que estaba atravesando. Taehyung había dormido los últimos tres días en la habitación de al lado como recordatorio de que no podía hacer nada tonto como ir y meterse en la cama del mayor a la fuerza.

— Kookie, ¿no piensas desayunar?

La voz baja de Taehyung llenó su silenciosa habitación, pero él aún no quería abrir sus ojos y comenzar un nuevo día en el que tendría que enfrentarse a la espera del mayor. En especial ese día donde no tendría que ir a trabajar y estaría repitiéndose constantemente el porqué era una mala idea escalar el árbol que quedaba cerca de la ventana de la habitación de Yoongi.

— Se que ya estas despierto, levántate. — Desvió con el antebrazo la almohada que su amigo le lanzó y con un suspiro de por medio abrió finalmente sus ojos. — Ahora que abriste los ojos vamos a preparar el desayuno.

— Quieres decir que yo preparare el desayuno mientras tu ves la nueva colección de ropa que salió. Si me despertaste fue porque no querías comer solo un cereal.

Una sonrisa geométrica se formó en el rostro del peliazul y en un instante él sonrió en automático, le gustaba ver las verdaderas sonrisas que últimamente estaban adornando la ya atractiva cara de su mejor amigo.

En más de una ocasión estuvo a punto de preguntarle si esa reciente felicidad se debía a alguien en especifico, pero conociendo el pasado del mayor tenía miedo de asustarlo cuando se diera cuenta de lo mucho que comenzaba a gustarle la misteriosa persona que aún era desconocida para él.

No tenía duda alguna de que el beta intentaría encerrarse en un caparazón en el momento que entendiera sus sentimientos, por ello debía de anticiparse y ser una firme pared cuando su amigo necesitara sostenerse.

— Esta bien, yo hago de desayunar — dijo finalmente después de un par de segundos.

— ¡Si!

Con un último grito infantil de victoria, su amigo se dirigió al piso de abajo y él lo siguió después de ponerse una de sus tantas playeras blancas y un pantalón de chándal.

Normalmente le gustaba preparar la comida para su enérgico amigo, pero los últimos días esa tarea la estaba haciendo en modo automático pues su mente no podía dejar de pensar en el lindo hyung con cabellos color menta.

Cuando se dio cuenta, ya se encontraba sentado frente a Taehyung en la pequeña mesa de dos sillas y la comida en su plato seguía intacta.

— Taetae, ¿crees que Yoongi-hyung me hable para una segunda cita?

Su amigo con infladas mejillas dejó su feroz ataque hacía el desayuno para prestarle su total atención.

Ya no estaba el divertido amigo que tenía una enorme sonrisa siempre y hablaba sin parar con tiernos gestos incluidos, sabía que esa conversación la tendría con el amigo que era dos años mayor que él y que siempre le diría sus verdaderas opiniones.

— Kookie, ya te diste cuenta de que la atracción es mutua y lo único que falta es hacer que Yoongi-hyung lo note también. No es broma cuando te digo que eres lo que muchos desearía en una pareja, no te sientas inseguro y solo presta atención a las reacciones que tiene hyung cuando está contigo, la gente normalmente es fácil de leer y a veces solo hace falta la persona correcta que entienda y tu eres quien puede descifrar a Yoongi-hyung.

La idea de conocer el significado detrás de cada uno de los gestos de Yoongi se convirtió en un nuevo objetivo para alcanzar mientras intentaba leer el mensaje que acababa de llegar a su celular con la enorme sonrisa que dividía su cara.

Tuvo que leerlo tres veces hasta que entendió que el nombre que veía en la pantalla no era producto de su imaginación.

Yoongi-hyung

Mi celo termino.

Quizás para alguien que lo viera desde afuera, ese mensaje era demasiado simple y no decía nada en realidad pero él sabía el verdadero significado y ese era que podía pedir una segunda cita al mayor. Entender a Yoongi se estaba volviendo más fácil para él conforme lo seguía conociendo y la idea lo entusiasmó tanto que no pudo molestarle menos las burlas de Taehyung por su cara totalmente enamorada mientras escribía una respuesta.

Yoongi-hyung

Hyung
¿Podemos tener nuestra
segunda cita hoy?

Creo que si.
No tengo nada mas
que hacer.

¡Genial!
¿A qué hora puedo
pasar por hyung?

No se.
Realmente no tengo
nada que hacer.

Entonces, lo veo en
una hora hyung.

Bien.

La sonrisa enorme que estaba cruzando su cara solo aumentó con cada respuesta y cuando se dio cuenta de lo bien que ya conocía las cortas frases que el pelimenta le escribía.

— ¿Qué es lo que dijo Yoongi-hyung?

— Que hoy tendremos nuestra segunda cita — respondió totalmente feliz mientras comenzaba a comer con entusiasmo.

— ¿Y qué harán esta vez?

Esa era una buena pregunta. La primera cita con el mayor la había planeado casi completamente, excepto por la agradable plática, pero esta vez la cita había sido totalmente imprevista.

— No se.

— Mmm.. qué tal ir a ver una película. La vez pasada pudieron hablar bastante, creo que es buena idea que ahora disfruten un poco más de solo estar al lado del otro.

Lo medito por unos momentos, aunque era agradable la idea de estar solo al lado de Yoongi, a él no le gustaba mucho la idea de estar en una sala cerrada donde los demás volteaban a verlo constantemente por su fuerte aroma. Probablemente si usaba neutralizador podría disfrutar de la función completa sin sentirse incómodo.

— Creo que eso estaría bien.

— Solo deja que Yoongi-hyung elija la película, quizás le parezcan infantiles tus elecciones. — Una sonora risa salió del beta sentado frente a él cuando el color rojo cubrió sus mejillas.

— Las películas de superhéroes no son infantiles, son películas de acción. — Se defendió, aunque mentalmente guardo el consejo del mayor.

— Si, si, como digas. Mejor me voy yendo al trabajo, así tu puedes prepararte para tu cita. — Taehyung se puso de pie y tomó su celular. — Por cierto no te vistas muy formal creo que es mejor que Yoongi-hyung y tu se sientan cómodos, solo la primera cita es para impresionar así que no trates de actuar como alguien mas, te puedo asegurar que a hyung le gustara mucho como eres en realidad.

Después de sacudir la mano en señal de despedida, el peliazul desapareció por la puerta principal y él corrió escaleras arriba para comenzar a prepararse.

Su lobo ya comenzaba a menear su cola felizmente ante la idea de volver a ver al pelimenta y sus labios cosquilleaban por otro beso de los labios rosas que poseía el mayor.

Esta vez no se detendría de robarle muchos rápidos besos y apreciar como el color rojo cubría las esponjosas mejillas. 

— 𝓐𝓵𝓯𝓪 —

Cuando la cabellera color pelimenta apareció detrás de la puerta de inmediato se acercó para saludar al mayor.

Solo que en menos de un segundo su lobo tomó el control cuando la fragancia de Yoongi acarició su nariz. Era obvio que el celo había pasado, de otra manera no solo lo estaria atrapando contra la puerta era probable que ya lo estuviera desnudando, solo basto que oliera los rastros del afrodisíaco olor a vainilla que se escondía entre los demás aromas para que su lobo se volviera un poco loco.

Su nariz fue directamente a la glándula de olor ubicada en el hueco del cuello y se permitió aspirar los últimos vestigios de lo que fue el celo del mayor, podría jurar que nunca había olfateado algo tan maravilloso.

Mio.

Márcalo.

Sus dedos se apretaron en la delgada cintura del mayor, necesitaba mucho de su autocontrol para no morder en ese mismo instante la blanca piel y crear un lazo que lo uniera a ese omega que cada vez se metía aún más debajo de su piel.

Fue aún más difícil cuando el débil gemido de Yoongi erizo su piel completamente.

Se separó lentamente hasta que su mirada se encontró con los gatunos pero sus manos solo rodearon el cuerpo más pequeño asegurándolo en su lugar, aún no se sentía preparado para tomar distancia.

— Lo siento Yoongi-hyung, pero aún puedo oler el rastro de tu ce-celo.

El regordete labio inferior quedó atrapado entre una hilera de blancos y pequeños dientes mientras los ojos rasgados lo miraban fijamente, pensando en sus siguientes palabras.

— Pero.. mi celo terminó ayer.

— Se que no termino hoy, si apenas estuvieras saliendo de tu celo creo q-que n-no me habría co-controlado — confesó con su respiración volviéndose cada vez mas pesada por el atractivo aroma que seguía desprendiendo el mayor y el sonrojo en las blancas mejillas.

— ¿Qué quieres decir?

— Hyung, si me hubieras mandado ese mensaje ayer en cuanto tu celo terminó... yo no me habría controlado en cuanto hubieras estado a mi alcance.

Otro gemido casi imperceptible escapó de la garganta contraria y ya no pudo esperar más para probar los labios entreabiertos frente a él.

Una de sus manos viajó hasta que pudo situarse y crear un agarre firme en la nuca del pelimenta, parecía que no podía tener suficiente del dulce sabor de los labios rosas y tampoco se sentía listo para alejarse del calor que desprendía la piel suave que estaba rozaba contra sus antebrazos.

Pero tendría que ceder porque lo único que estaba logrando con el paso de los segundos era que su lobo se asomara aún más hacia la superficie y estaba más que claro que lo que más deseaba era marcar al omega entre sus brazos.

Succiono por última vez el lleno labio inferior y descansó su frente contra la del mayor mientras la respiración de ambos se normalizaba un poco.

— ¿Nos vamos hyung?

— ¿A don..de?

La mirada perdida y el fuerte sonrojo hacían que Yoongi luciera tan lindo que tuvo que dejar otro rápido beso en el puchero que se estaba formando.

— A nuestra segunda cita hyung. — Un tímido y lento asentimiento fue toda su respuesta, pero era la única que necesitaba. — Estaba pensando en ir a ver una película, ¿te gustaría Yoongi-hyung?

— Me parece bien.

Entrelazo sus dedos con los más delgados y comenzó a dirigir el corto camino hacia su auto. Estuvieron en silencio mientras se acomodaron y durante el camino hacia el cine, pero la feliz sonrisa no desapareció de su rostro en ningún minuto.

Le gustaba simplemente estar al lado del mayor y ver las torpes y lindas acciones que hacia después del beso que tuvieron en la entrada de la casa del mayor. Las manos delgadas con largos dedos se siguieron moviendo nerviosamente y los ojos pequeños seguían desviando su mirada cada vez que él notaba que lo observaba.

— ¿Bajamos hyung?

Preguntó con una risita de por medio cuando el mayor se sobresaltó al ser nuevamente atrapado mientras miraba en su dirección.

— S-Si.

Rodeo el auto para abrir la puerta del copiloto y tomó nuevamente la mano contraria en cuanto tuvo oportunidad.

Caminaron lentamente por el estacionamiento mientras admiraban los carteles de las películas que se estrenaban o se iban a estrenar. Hubiera disfrutado del corto paseo si su mirada no hubiera captado como un alfa fruncía el ceño en su dirección.

— Lo siento hyung, espera un minuto tengo que regresar al auto por el neutralizador.

— ¿Por qué?

— Estaremos en un espacio cerrado y si hay otros alfas es muy probable que les moleste mi aroma. Pero debería de estar bien si uso neutralizador. — El agarre en sus dedos se intensificó, no le causaba daño pero era firme. — ¿Qué sucede hyung?

— Vámonos — fue su respuesta y finalizó con un enorme puchero y la vista hacia el suelo.

No entendía qué es lo que había causado el cambio de humor en Yoongi, pero su dulce aroma empezó a ser remplazado por un ácido olor a naranja indicando que estaba molesto.

— ¿Quieres que t-te lleve a-a casa? — El mayor no asintió pero tampoco estaba haciendo ningún movimiento, solo seguía con su mirada baja. — ¿Por qué estás molesto hyung?

Después de varios segundos el silencio siguió entre ellos y estaba empezando a pensar que no obtendría nuevamente una respuesta.

— No se porque tienes que usar neutralizador.., tu aroma huele bien.

Su corazón quería salir de su pecho con esa frase y la necesidad de envolver sus brazos alrededor del más bajo lo abrumó.

— Para betas y omegas no es molesto, pero para los alfas si lo es.

— Entonces vamos a otro lado.

— ¿Ya no quieres ver una película hyung?

— Si quiero.. pero... podríamos verla en.. en tu casa.

Cedió a su deseo y rodeó la delgada cintura para capturar nuevamente esos dulces labios en otro profundo beso. Esta vez se aseguró de que las papilas gustativas de su lengua saborearan directamente el interior de la cavidad bucal que le estaba robando el aliento.

Separarse parecía aún más difícil esta vez pero sus pulmones exigían aire y podía asegurar que los de Yoongi se encontraban en el mismo estado, solo que ambos pares de labios se rehusaban a separarse.

Acunó el rostro entre sus manos y dejó que su frente descansara en la contraria mientras su respiración volvía a la normalidad.

— Regresemos al auto hyung, así podremos comenzar nuestra segunda cita.

💜

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