
•|ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 5|•
Narra Adrien
Estos años han sido lindos junto a mi mejor amiga, ¡porque si! Ella había estado para mí desde siempre, me irritaba un poco el hecho de ser despistado y que a cada minuto perdía la razón sobre quién era ella pero siempre me demostraba cariño y afecto cuando sucedía.
Con el tiempo, nos hicimos aún más amigos, podría decirse como hermanos, realmente me cuidaba demasiado e incluso siempre aguantaba mi carácter, mis humores sobre todo, me demostraba que los verdaderos amigos si existían.
—¡Hola!, te traje una cadena, mamá y yo viajamos este fin de semana a la playa del Carmen y al ver este supe que era para ti, gatito — dijo sentándose junto a mi en aquel pupitre.
—Gracias por pensar en mi, lamento no poder darte la misma atención, realmente se me olvida muchas cosas en si y...— me interrumpió.
—No te preocupes, se que no es tu intención, eres diferente a los demás y eso es lo que me gusta de ti... nunca podría imaginarme una vida en dónde no estés tu, Adrien — dijo sincera.
Yo solo sonreí.
—Aparte, te compre otra pulsera — sonrió sacándola de su mochila.
—Es muy linda, te prometo jamás quitarmela, por algo somos...— me interrumpió de nuevo.
—...Mejores amigos — termino la frase asintiendo con ternura.
Yo solo la observé, realmente me quería y se notaba. Me daba tanta pena el hecho de que... de que yo no la merecía, no cuando ella podía tener miles de amigos y ser más popular que esto.
—También hizo unos para nosotros, nuestros brazaletes de la amistad — saco de su estuchera unas hermosas pulseras.
—Intentaré conseguir más, está pulsera jamás debes quitartelo, prestarlo ni mucho menos regalarlo. Es solo nuestro, es como una representación de que nunca vamos a separarnos, siempre vamos a ser amigos — dijo y yo asentí de inmediato — repitelo, no quitarmelo...— empezó.
—No quitarmelo — le seguí.
—No prestarlo...
—No prestarlo...— reí. Esto era nuestro día a día.
—Ni mucho menos regalarlo — terminó.
—Ni mucho menos... regarlarlo — solté y ella sonrió.
—¡Buenos días clase! Acomódense en sus lugares — se escuchó la voz de la profesora.
Ambos nos reincorporamos, ella adelante mío y yo tras ella.
—No quitarmelo, no prestarlo y mucho menos...— pronto esa información se borró y yo hice una mueca.
¿De qué hablaba? Oh sí, la clase empezó, es mejor poner atención.
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Los amuletos de la suerte 🥺
¿Que pasará con ellos?
Espero les haya gustado, si es así denle estrella y síganme si no lo han hechoღ
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