El lugar era inmenso, Jeongyeon miraba por todos lados habían personas riendo y charlando, era realmente algo muy acogedor, al caminar no miraba o prestaba atención a su camino solo recorría por curiosidad, el salón estaba tan lleno de personas que los olores se entremezclaban haciéndole picar la nariz. Decidida a no distraerse un segundo más ingresó en la entrada del vestidor de los omegas en espera de su hermana y amiga.

— ¡Huelen demasiado! Dios, esto no debería ser saludable para una persona—sin darse cuenta había chocado con alguien haciéndola retorceder.

—Disculpeme señorita.

— No al contrario, discúlpeme a mí...—hizo una pequeña reverencia y luego levanto la mirada encontrándose con su amigo—Jimin— rápidamente cambio su postura y ubicó su toalla con más seguridad por si se caía—, ¿que haces aquí? está es la sección de los Omega.

Jimin se quedó pasmado ante la mirada de la peli rubia, sentía que las piernas le fallaban y estaban por hacerlo caer.

—¿Vas a entrar a los baños termales? Estoy segura que te equivovaste en el camino— Gracias a Dios Jeongyeon se había creado una idea ella misma, Jimin respiro hondo y preparo la mejor sonrisa calmada que jamás había echo en toda su vida.

— Vine con un amigo, lo estoy esperando— pronunció con aparente calma.

— Pero que pensará de tí si te ve en la entrada de los vestuarios de las omegas, creerá que eres un pervertido. Ven conmigo, te acompañare en los vestidores de los alfas.— Jeongyeon lo tomo de la manga de su abrigo y lo llevo con ella.

¡Maldición! Tenía razón, y todo era culpa de su amigo Taehyung por convencerlo de ir al nuevo lugar, cómo odiaba su maldita costumbre de llegar siempre tarde. Por lo menos había tomado un supresor antes de salir, su aroma era casi imperceptible.

—¡Aquí es!—anuncia la alfa—, entre que yo lo espero aquí afuera—le dio una sonrisa deslumbrante al omega, cosa que él no pudo evitar devolver, la alfa era demasiado considerada con su persona.

— Jeongyeon— una voz áspera se oyó cerca de ellos— no molestes al niño, creerá que eres una pervertida.

— Dios, no, no, no, es lo que menos quiero que pienses de mí.

— Por supuesto que no, nunca pensaría nada malo de ti, eres una persona maravillosa— Jeongyeon sintió su corazón latir ante lo recién dicho de su amigo, era tan tierno no podía evitarlo mirarlo com ojos de cachorro.

—Bueno, creo que es suficiente deberíamos irnos— el pelinegro carraspeó incómodo —, este lugar ya se puso extraño...—los miró con la ceja derecha enarcada.

—Sí, solo espera a que se cambie y se ponga la toalla— la alfa se acercó al peli rosado, agarrando el borde de la polera que traía puesta—, Jimin, levanta los brazos y te ayudare a ser más rápido.

—Yo puedo solo...— dijo soprendido, un leve rubor se había colado en sus mejillas, haciendo que una vez más Jeongyeon se derritiera por su ternura.

Luego de un rato lleno de inconvenientes por fin pudieron entrar en las aguas termales, pero había un pequeño problema.

—Por favor, Jeongyeon— suspiró cansado y apreto el puente de su nariz—, él puede lavarse solo, no es un infante, no tiene dos años.

—Es que no ves— la rubia agarro las manos del peli rosado—, solo mira estas cositas, acaso no ves que se puede dañar estas preciosuras—Jeongyeon pensaba seriamente si esas manitas no había matado a alguien de ternura, ni las manos de Momo eran tan suaves y apretujables al tacto.

— Es mejor que salga— anuncio el alfa de tés blanca al levantarse, su piel ya se estaba haciendo arrugadito por estar tanto tiempo en el agua—, si sigo un poco más aquí, me volveré un anciano— luego de decir todo su espalda dió un crujido y sobó esa parte con su mano derecha—, auch.

—¿Más de lo que ya estás?—pregunto gracioso Jimin.

Yoongi río secamente, y lo miro incrédulo.

—Lástima que seas alfa, serían el uno para el otro— los señalo a ambos.que reían sin vergüenza.

...

Nayeon empezaba a ver borroso y apenas prestaba atención a Mina, desde temprano se había empezado a sentir mal, antes de decidir entrar a las aguas, creía que el malestar pasaría pero fue lo contrario.

—Creo que ya es hora de irnos—Mina comento a Nayeon pero está apenas la escuchó—, ¿crees que Jeongyeon unnie ya salio?

— No tengo idea— apretó su frente—, es mejor esperarla, ¿no crees?—Mina asintió y la miro confundidas, el aroma de Nayeon se había disparado cómo loco—, iré al baño por un momento, ¿Me pasas mi bolso? Gracias— sus manos sudaban frío y Mina quiso acompañarla al baño pero ella negó con que solo era algo pasajero, tomaría un supresor y restaría bien nuevamente.

— Está bien Nayeon unnie, pero si necesitas algo o si quieres algo, estaré aquí—la peli roja nego con la cabeza y sonrió mostrando sus dientes de conejo, para poder tranquilizarla.

Con mucha prisa empezó a caminar en dirección al baño más cercano, su vientre le apretaba cómo nunca antes lo había hecho, sin medir la velocidad de sus pasos chocó con alguien y su bolso cayó al piso, el sujeto la ayudó con él.

— Gracias y disculpé — la mano del sujeto que la ayudó la detuvo del antebrazo, quiso soltarse lo más rápido posible pero si fuerza era casi nula, estaba tan debil que no siquiera se había dado cuenta con quién tropezó.

— Nayeon, ¿Estás bien?— la peliroja solo escucho un eco profundo dentro de su cabeza, pero aún así pudo diferenciar esa voz dentro suyo junto al embriagante aroma que soltaba su cuerpo, por un momento sus piernas le temblaron y haciéndola casi caer.

— ¿Eres tú?— Yoongi la sostuvo de la cintura y la apego a su cuerpo—, no sé qué me pasa— soltó un quejido
—Nayeon, ¿estas en celo?, tu aroma está más fuerte de lo normal- Yoongi sentía su nariz picar, el aroma de Nayeon lo estaba abrumando.

— Es imposible, soy muy regular, y aún me faltan dos meses—hablo lentamente, tratando de recordar la fecha exacta de su celo.

— ¿Estuviste en contacto con algún alfa? Es posible que se te haya adelantado —Yoongi bufo, sin saber exactamente qué hacer, el olor a frutas silvestres y vainilla, ya le estaba afectando. "Nunca es bueno cuando un omega esta en celo y no está marcado"-pensó-, aún sigues viviendo con tus padres, ¿verdad?

— Ya no —respondió—, me acabó de mudar a unas cuadras antes de la casa de Jeongyeon. Yoongi trato de aguantar la respiración.

Yoongi no dudo más y cargo en su espalda a Nayeon, quien se dejó guiar sin fuerza alguna, "será mejor comprar unos supresores de camino antes que sea demasiado tarde..."

— Yoongi...

— ¿Que sucede?

— Tu aroma es muy acogedor...—la nariz de Nayeon empezó a recorrer su nuca hasta llegar a su cabello. La piel del alfa se erizó.

— Es mejor que vayamos corriendo o esto se saldrá de control.

...

Luego de que Yoongi había decido irse no supieron más de él, a la salida vieron a Mina sentada en unas de las banquetas del supermercado, asegurando que estaba esperando a Nayeon y que está se había ido al baño pero aún no había regresado. Preocupados fueron en su búsqueda en el baño pero no la encontraban en ningún sitio, Jeongyeon decidida busco su teléfono para llamarla.

—¿Contesta?—pregunto preocupada Mina.
— Aún no responde—luego de varios pitidos por fin el celular había Sido atendido.— ¿En dónde estás? Nos tenías preocupados desde hace buen rato, ¿Que te sucedió?

—Hola... Soy Yoongi.

—¿Yoongi, que haces con Nayeon?- Jimin y Mina se miraron sorprendidos—, ¿cómo está Nayeon?¿ Que le sucedió?—varios segundos de silencio se prolongaron, hasta que se oyó un carraspeo.

— No sucedió nada grave,  solo Nayeon no se sentía muy bien y la acompañe a su casa.

—¿De verdad?— ni ella misma podía creerlo.

— Si, no se preocupen y tranquilos, cualquier cosa les estaré avisando.— cortó la llamada y Jeongyeon miro extrañada a sus amigos.

— Supongo que estarán bien...— observó confundida la pantalla de su móvil.

Mina recibió un mensaje de texto y soltó una maldición, a lo que Jeongyeon la reprendió, ella estaba acostumbrada a su actitud pero no Jimin.

— Unnie, creo que debo dejarlos, Shushua me acaba de decir que debemos terminar un escrito para mañana— sin tardar más se despidió de ambos y empezó a correr— ¡Adiós!

— ¡Nos vemos más tarde, no tardes mucho y trata de ayudar a tu amiga!—se despidió de su hermana, mientras observaban a Mina alejarse, un silencio incómodo se instaló— y sin imaginarlo, todos nos abandonaron en un abrir y cerrar de ojos.

—Creo que sí, parece que todo el mundo nos abandona hoy.

—Jimin.

—¿Si?

—¿Crees que es posible que un alfa se vuelva delta?