004- " Salsa"
Era el descanso de Jimin, y el decidió salir a caminar y buscar un buen lugar para comer algo dulce a lo que llegó a un local pequeño pero al ver que Jeongyeon trabajaba ahí decidió no entrar, en cambio una chica pelirroja se acercó a él y le pregunto si necesitaba algo, a lo que él solo negó y pregunto si la chica que estaba limpiando la estantería de pasteles era la alfa que el conocía, la peliroja dudosa asintió y pregunto si quería hablar con ella, él no dijo nada y solo dijo un simple gracias, a Nayeon le pareció extraño pero decidió callar.
Jimin sentia un apego hacia la alfa, no sabía ciertamente si le gustaba como persona solo por ser tan sincera y fuerte mentalmente, ya que el no podía serlo, tenía demasiados problemas en su interior como para poder hablar libremente sobre ello, el bullying que recibió al presentarse como Omega en la preparatoria lo había dejado marcado para siempre, aunque tuvo el apoyo de sus padres en todo momento y a su amigo que compartía la misma caraterisca que él.
Ambos habían vivido vidas realmente diferentes pero con algo en común.
Nayeon se había olvidado por completo de lo vivido hasta unos días después.
— ¡Si cierto!, ¡¡¡Estúpida!!!
— ¡Hola! No es necesario que grites si estoy a tu lado— se tapó el lado derecho de la oreja ya que Nayeon había gritado a su lado, quitándole por completo la concentración que tenía al leer el libro que acababa de encontrar —, ¿Que pasó?
—¿Sabes? Un chico preguntó por ti hace tres días— dijo la pelirroja poniendo su cabeza sobre el hombro de la rubia.
— ¿Y quién era?
—No lo sé, pero la verdad se me hizo curioso, cómo que siente que lo he visto antes— hizo un mohín con los labios—, no quiso entrar, pero se le notaba muy curioso.
Jeongyeon quedó paralizada, no podría ser aquella persona, ella no había dejado rastro de su presencia, aunque su corazón estaba latiendo como loco no mostró ningún interés, su pulso empezó a acelerarse, pero ya sabía cómo ocultarlo, la peli roja se encontraba ensimismada en su mundo sin darse cuenta.
—¡Auch!— la hoja del libro corto la punta de su dedo índice, rápidamente llevo su dedo a su boca.
—¿Que sucedió? ¿Te duele?—la alfa la miro con obviedad.
—Claro que no, me encanta ver mi sangre y lo hice aproposito —contesto burlona.
—¿En serio?— Nayeon solía ser un tanto lenta para entender el humor negro o sarcasmo, en pocas palabras era una persona muy inocente.
—¡Claro que no!— la cara de Nayeon cambio de una asustada a una enojada, rápidamente golpeó el hombro de su amiga y Jeongyeon sobó esa parte pero ambas empezaron a reírse, hasta que la Omega noto que había alguien en la entrada—, buenos días, que se le ofrece-bajo su mano y dirigió su vista hacia el cliente pelirroja dio una reverencia mientras limpiaba una lágrima de tanto reírse, la omega se puso de pie y se encamino hacia el recién llegado.
La pregunta seguía rondando por su cabeza, ¿quién será el sujeto que pregunto por ella?, bajo su vista y miro que sus manos temblaban así que las guardo en sus bolsillos, y dio una gran sonrisa a su amiga que volteó a mirarla.
«El no volverá»
Dijo para ella misma mientras trataba de respirar con normalidad.
..............
Jimin disfrutaba de su trabajo como contador, sabía que no era trabajo fácil pero para el si lo era, su mente se distraía en otras cosas y eso le permitía en no pensar cosas que le molestaban, desde su bachiller Siempre prefirió estar rodeado de libros o de problemas matemáticos y como la contabilidad era un negocio familiar, desde pequeño se familiarizó con él. En medio del trabajo conoció a un chico de una pequeña tienda local de instrumentos de música, que era el encargado de llevar las boletas asu trabajo, Jimin entablo rápidamente una amistad con él, y gracias a él supo desenvolver como un alfa, tanto que ni el mismo chico se había dado cuenta que lo imitaba en algunos aspectos, era eso o era sumamente distraído. Aquel chico se llamaba Min Yoongi.
Solo habían salido a jugar y a tomar en algunas ocasiones, el chico no era muy hablador pero Jimin sabía que tenía una hermana mayor, una amiga con la que siempre hablaba y una chica que no sabía si era su amiga o novio o alguien inombrable. Siempre decía que era alguien sin importancia pero al momento en que ella le escribía él contestaba al instante. Sin querer ser chismoso o entrometido decidió no preguntárselo. Ya que lo consideraba su segundo amigo, junto con su único y mejor amigo Taehyung.
Después de tomar una larga ducha busco entre sus cosas los supresores que debía ponerse antes de vestirse, por más que buscaba no los encontraba, y la esencia que el emanaba era demasiado fuerte, el dulzor llenaba por completo la habitación y Jimin solo podía oír en su mente las burlas de la gente hacia su persona, no quería volver a pasar por lo mismo, su corazón latía a mil por hora hasta que su pie tropezó una botellita de metal y lo hizo caer de espaldas.
Al darse cuenta que se había tropezado con uno de sus supresores, rodó los ojos, se había olvidado por completo que su amigo Taehyung había ido a su casa para usar algunos y sabía lo desordenado que era el Omega.
— Estúpido Taehyung...—bufó mientras frotaba su espalda por el dolor. Al levantarse del piso su celular empezó a sonar— Hola, y si, si quiero— dijo sonriente, era mejor que se visteria rápido.
...
— ¿De verdad quieres pasar la noche aquí?— la omega peliroja le había pedido hacer una pijamada en su casa, a lo que Jeongyeon se que quedó sorprendida.
— Estoy más que segura, además quiero estar con tus hermanas y a tu primo le caigo muy bien, ¡es más! Creo que me quiere más a mi que a tí.
— Ay si claro, eso solo te lo crees tú, pero ya sabes las costumbres de NamJoon...
— Claro que lo sé— continúo —, pero no me preocupa, él tiene a Jihyo y yo te tengo a ti—entrelazo sus brazos en el brazo derecho de la alfa—, además no puedo competir con ella, tiene mucha personalidad y a mi papá le dicen carpintero por tenerme a mi como hija— hizo un pequeño puchero. Jeongyeon iba a decir algo en su defensa pero unas personas llamaron su atención.
Ambas detuvieron sus pasos al ver dos jóvenes parados frente a la casa de la rubia, ¿quienes eran?— pensó—, podrían ser...
—¿Jimin y Yoongi? — Jimin levantó la mano en forma de saludo, Yoongi le había invitado a comer pero primero le dijo que pasarían a la casa de una amiga que vivía cercaz no se esperaba que fuera amigo de Jeongyeon, eso lo había hecho feliz pero su felicidad cambió repentinamente cuando vio aquella Omega peliroja tan apegada a ella, una pizca de enojo empezó a correr por sus instintos poniendo a su lobo en alerta —¡Yoongi, Jimin! — ambas corrieron junto a ellos—, no pensé tenerlos de visita, se siente como si hubieran pasada años— le dijo a Yoongi.
— ¿Se puede saber porque te reunes con Jeongyeon sin mi?—pronuncio Nayeon con voz chillona a lo que Yoongi tapó su oído con gesto de molestia.
— ¿Y tú eres?—Yoongi la miro con burla.
— El verdadero amor de Jeongyeonie.
Mientras sus amigos hablanan Jeongyeon miro a Jimin y al ver lo callado que estaba trato de entablar una conversación un tanto incómoda con él, sus amigos eran un tantito escandalosos y Jimin era alguien callado y sereno ante sus ojos.
— Y bueno que ¿hacen aquí?— salió de sus labios sin pensar a lo que Yoongi solo se enocgio de hombros.
— Pasé por Jimin para comer y pensé en visitarte.
— ¿Porque no pasan a comer con nosotras?— los ojos de Jeongyeon brillaban como los de un cachorrito cuando los invito tanto que no pudieron negarse.
Nayeon abrió la puerta a lo que vio Mina repasando el piso.
—¡Me lleva un demonio!— Mina a ver la cantidad de personas que iban a entrar tiró el pequeño trapo con el que estaba trapeando, tanto trabajo que le costó limpiar todo el piso.
Después de esperar a que el piso secará ingresaron con las verduras que Nayeon había comprado y fue directo a la cocina para preparar los platillos que tenía en mente, mientras Jeongyeon con ayuda de Yoongi empezaron a mover las cosas para que pudieran entrar en la sala y poder sentarse todos juntos. Jimin fue a ayudar a Nayeon, sorprendida por su ayuda pero gustosa en aceptarlo.
—¡Traeré a Momo de la escuela!— gritó Mina mientras se despedía de ellos.
...
Todos estaban sentados aleedld de la mesa, algunos contándose anécdotas vergonzosas pero graciosas, mientras que degustaban de la comida que hicieron Jimin y Nayeon, Mina a pesar de siempre poner mala cara y parecer siempre enojada estaba sonriendo con ellos, se sentía feliz viendo reír a su hermana mayor, había pasado tanto tiempo que se sentía como si hubieran pasado mil años. A pesar de que Jeongyeon siempre sonreía para ellos sabía que muchas veces fingía pero esta vez era verdadero, Momo se recostó sobre su hombro, ella también se encontraba feliz, Mina al verla tan somnolienta la puso en su regazo y recostó su barbilla sobre la cabeza de su hermanita.
— Creo que es hora de ser libres y que nos llegué la felicidad o ¿tú que crees que Momo?
— ¡Sii!, Ya nos toca— dijo antes de cerrar sus ojos a causa del sueño que tenía.
Mientras reían Jeongyeon vio que Jimin tenía un poco de salsa en la comisura de sus labios.
—Jimin...—la rubia se fue acercando al pelirosa y limpio el borde de sus labios con su pulgar—, tenías un poco de salsa—reacciono sin darse cuenta haciendo que Jimin se atragantara con la comida y sus mejillas tomen un color carmín intenso, tosiendo porque su saliba se atoro en su garganta.—, creo que comes un poquito mal, Jimin.
Todos la miraron sorprendidos.
—¡Tú también comes muy mal!- Yoongi cogió entre sus manos un servilleta y empezó a limpiar la sudadera que llevaba puesta la alfa—mira todo lo que cayó de tu boca.
La cena transcurrió de lo más normal sin darse cuenta que NamJoon aún no llegaba del trabajo.
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