Jin levanta su brazo bien en alto — ¡Shu! ¡Shu! ¡Lárgate! — Grita para espantar a la paloma que lleva rato volando sobre él — ¡Oye, no dejaré que ensucies mi camisa, ve a buscar a alguien más! — Regaña. El animalito únicamente hace su sonido característico y continúa volando. Segundos después baja a la calle para caminar, es entonces cuando Jin corre hacia ella, espantandola — ¡JA! ¡¿Quién es el que huye ahora? ¿Eh?! — Habla divertido. La palomita continúa moviendo bien presurosa sus patitas como si huyera del monstruo más enorme que haya podido observar — Vuela, boba — el de ojos verdes se burla. Se inclina un poco, solo la mitad de su cuerpo y con su palma empuja en la colita del animal. Esta resonga molesta con su sonidito un tanto más grave — ¡Pues vuela! — Vuelve a decir. Cómo en automático el animalito extiende sus alas y comienza a volar , esta vez en dirección contraria a Jin, este sonríe y saca su celular para revisar la dirección. Levanta su vista para darse cuenta que ha llegado, ahora solo debe encontrar la casa .

Va caminando tan tranquilo, con sus manitas moviéndose a sus costados bien animadas, esta ocasión vistiendo una camisa de doble color, mangas largas negras y todo lo demás es rosado, con una hermosa alpaca blanca y de listón rojo, en el centro. Sus jeans ajustados negros y converse blancos, gorra rosada hacia atrás. Ha llegado al frente de la casa de Mew cuando de pronto escucha voces.

— Ya te dije que te largues , Bae Yong— Como en automático retrocede sus pasos hasta esconderse detrás de un enorme muro de hojas, bonito y en forma de una hoja grande.

— ¿Alcaide Bae? — Susurra para él. No está tan lejos de ellos, alcanza a escuchar perfectamente bien todo, se encuentra a apenas unos pasos, unos dos o tres metros de la espalda de Bae .

— Ya te dije que me dejes verlo — Bae va diciendo con la poca paciencia que le queda. Jin frunce su ceño.

¿Porqué el Alcaide Bae habrá ido a esa casa? A lo mejor y quiere ver a Mew. Asintió él solito ,respondiendo a sus pensamientos.

— Bae , entiende de una vez que no debes estar aquí , vete por favor — Jin frunce su ceño, el padre de Mew hablaba con tanta confianza hacia el alcaide. Sonríe ladino.

Si el Alcaide Bae quería ver a Mew... Él podría ayudarle.

— ¡Alcaide Bae Yong! — Habla saliendo de detrás del enorme muro de hojas, saluda tan animado que parecen gritos de un loco , sobresalta a ambos mayores. Chai viéndolo horrorizado, mientras que Bae lo observa sonriente.

—¡Oh, Jin! — Bae se ha girado para verlo , dedicándole una hermosa sonrisa. Ladina también,pues sabe que si Jin ha llegado, él ve a Mew sí o sí.

— Señor , que gusto verle — Jin dice al llegar hacia él, ambos hacen su saludo de chocar primero las palmas de las manos, luego dar un apretón de manos, por consiguiente chasquear los dedos y luego formar un puño con estos y chocarlos entre ambos, para terminar tomándose nuevamente de las manos y simular un medio abrazo en el cual ambos palmean sus espaldas. Ambos con sonrisas divinas.

Chai los observa asombrado, luchando en contra de la imágen paterna que acaba de llegarle de Bae, a lo mejor y sí hubiese podido ser un buen padre.

— ¿Estás aquí para ver a Mew? — Jin asiente.

— Sip, gracias por haberme enviado su dirección, de lo contrario hubiera divagado por todas partes sin saber en dónde rayos vive — Rasca su cabeza — para lo mucho que odio caminar — Se queja

— ¿Y tu bicicleta? — Jin sonríe inconsciente.

— Un idiota me la arruinó — Sonríe. Bae entrecierra sus ojitos y con una media sonrisa palmea el hombro de Jin. — Pues para ser tan idiota no parece que te desagrade — Ambos ríen y Jin se sonroja.

— Ejem — Chai Carraspea sacándolos a ambos de su plática.

— ¡Oh! ¡Señor Suppasit!, disculpe , es que no lo había visto — Se atreve a mentir tan descaradamente. Bae esboza una risita y Chai rueda los ojos. — ¿Mew se encuentra? Sí bueno, ¿A dónde más podría ir, cierto? Aunque bueno... — Jin cambia su semblante relajado a uno pensativo — Si yo fuera Mew, buscara salir de aquí , creo que preferiría estar en una alcantarilla , que en la misma casa que el idiota de mi hermano y el ciego de mi padre — Sonríe mostrando sus dientes, entrecerrando hasta sus ojitos, más fingida no puede ser esa sonrisa.

— Jin — El Alcaide regaña.

— Señor, ¿Y usted porque no ha pasado? —

— El señor Alcaide ya se va — Chai interviene. Jin sonríe, Bae mira mal al padre de sus hijos.

— ¿Ah sí? ¿De verdad? ¿Sin ver a Mew? — Finge estar sorprendído.

— Eh sí, es que él pasa ocupado — Chai vuelve a decir. Bae continúa de pie a unos pasos de él.

— Oh, que pena — Jin se acerca más a la puerta — ¡¡¡MEEEW!!! ¡¡HEEEY MEEW!! — Grita lo más fuerte que puede, incluso usando sus dos manos a ambos costados de su boca. A Bae casi se le salen los ojos y Chai casi se atraganta con su propia saliva.

— ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Cállate! — Chai regaña.

Mew levanta su cabeza de inmediato, parece una tierna suricata al hacerlo.
— ¿Jin? — Se cuestiona, los gritos continúan — ¡Sí, es Jin! — dice con una enorme sonrisa. Abre de inmediato la puerta y comienza a correr escaleras abajo.

San que se encontraba en la cocina, frunce su ceño, molesto por el ruido . — ¡¿Qué mierdas?! — Reniega molesto caminando hacia la puerta.

Pero en el momento en que va a abrir, Mew lo empuja con su cuerpo y es él quien tira de la puerta para abrirla , San se le queda viendo triste a su manzana que rueda por el suelo hasta acabar bajo el sofá, va a inclinarse para tomarla pero Mew deja ir la puerta con impulso y esta golpea con su trasero , haciéndolo trastabillar hacia adelante hasta caer de cara al suelo.

Mew ni por enterado de ello.

Bae incluso sacude el polvo imaginario de su abrigo, acomoda sus lentes negros y peina hacia atrás su cabello, aclara su garganta y reafirma su postura, pasando al frente la caja del regalo.

Había corrido y bajado con la emoción de ver a Jin, más sus ojos se abren grande al contemplar la figura del Alcaide frente a su casa. Su sonrisa se expande  y corre hacia el alcaide incluso pasando de largo a su padre y a Jin.

— ¡Alcaide Bae Yong, señor! — Chilla emocionado para luego abrazarlo y apretujarlo todo.

Jin sonríe victorioso y mira a Chai, este lo observa con fastidio para luego llevar su mirada hacia los dos frente a ellos, incluso sufre un tic nervioso en su ojo derecho, Mew está abrazando a Bae con tanto cariño que hasta le parece exagerado.

— H-Hola Mew — Dice tan suave pero sin soltar el abrazo.

— No sabe cuánto me alegra verlo, señor, es bueno ver por fin un rostro conocido — Jin y Mew ríen juntos, Chai lo mira molesto.

— ¿Y yo qué? ¿Soy una papa ahora? — Jin se queja haciendo reír tanto a padre e hijo.

— Jin, por supuesto me alegra verte — Mew camina hacia él , cruzando de inmediato su brazo por los hombros de Jin y revolviendo su cabello.

— ¿Qué carajos sucede? — San va saliendo , se detiene de pie al lado de su padre , hombro con hombro. Ambos observando la escena frente a ellos.

Mew , Bae y Jin, hablando como si ellos no existiesen ahí. Los tres incluso riendo por cualquier cosa dicha que les parezca graciosa, frunce su ceño al observar la amabilidad del Alcaide hacia Mew, la mirada que le dedica a su hermano no es la misma que le dedicó a él.

— ¿Qué lo trae por aquí, señor? — Mew pregunta.

— ¡Ah! ¡Sí! ¡Sí! Es que tu cumpleaños ya se acerca y quise venir a darte esto, un regalo por adelantado — Le extiende la caja negra. Esta vez es Jin quien rodea los hombros de Mew con su brazo y observa la caja.

— Tómalo galán, ¿Qué esperas? — Jin anima.

Mew lo toma con un sonrojo y una sonrisa , lo abre poco a poco y sus ojitos brillan al contemplar el celular último modelo — ¡Wow señor! Es fantástico — dice emocionado. — Muchas gracias — Vuelve a abrazarlo.

— ¡Que linda escena padre e hijo! — Jin se burla. Chai y San de inmediato levantan sus miradas y fruncen su ceño, San no entiende nada, más le molesta ver feliz a Mew. Por otro lado Chai está horrorizado de que Mew sepa toda la verdad a este punto. Bae le devuelve la mirada y aún manteniendo la sonrisa dirigida a Mew, vuelve su vista hacia su hijo, incluso es capaz de observar el odio y envidia en los ojos de San.

— Ha sido el mejor padre falso que he podido elegir en la vida — Mew celebra y Jin asiente en apoyo. Chai no puede con el coraje que esta situación le causa.

— Señor , Mew y yo iremos a la universidad , ¿Podría llevarnos? ¿Me acompañarás cierto? — Mew asiente.

Bae Yong iba a responder pero Chai se le adelanta — Creo que el Alcaide y yo tenemos algo de qué hablar — Los tres lo observan con desagrado, incluso la mirada de San se posa sobre él, el mayor quiere respuestas.

— Me temo que será en otra ocasión, debo irme y llevar a los chicos a la universidad, el trabajo es primero — Le guiña un ojo a Chai.

— ¿Nos vamos? — Mew pregunta.

San lo mira mal y luego a Chai. — ¡Padre! ¿Piensas dejarlo ir así por así?! — Chai suspira.

— Tú te fuiste ayer sin mi permiso y no dije nada — Chai responde con enojo y sin siquiera volverlo a ver. Los ojos de San se abren grande, aprieta sus puños y tensa su mandíbula, respirando tan fuerte que parece que su nariz va a desangrarse.

— ¡Pero si quiera dile algo! — Vuelve a decir.

— ¡Mew ¿No me dirás a dónde vas?! — Chai alza la voz.

— No veo la necesidad, ya escuchaste que voy a la universidad ¿No? Y además no he pedido tu permiso para salir, y descuida, yo no soy un niño por el cual debes estar esperando toda la noche — Jin le aplaude a la vez que ríe, Bae les abre la puerta de atrás y Jin es el primero en entrar seguido de Mew y por último Bae al frente.

Chai traga grueso , ahora con su cara de enojo que nadie se la quita. Seguramente ni el sol le calentaría en este momento.

— ¡Padre! —

— ¡Ya escuchaste, va a la universidad! ¡Déjalo en paz por una maldita vez! — Seguidamente jala la puerta y entra furioso a su casa , San se queda helado ahí mismo, simplemente observando como el auto del alcaide se pierde de su campo de visión.

Mientras que a él... La desesperación lo consume cada vez más.

Jimin se encuentra en la cancha de Basket , jugando junto a otro chico a ver quien logra encestar más veces. Levanta su corto brazo y apuntando mientras entrecierra sus ojitos , lanza el balón hacia arriba , este cae rebotando en el aro y manteniéndose inestable para luego de unos segundos caer y hacer positiva la canasta.

— ¡YEEESSS! — grita emocionado. — 10 a 0 — Se encoge de hombros.

— ¡Jum! ¿Fuiste jugador de la NBA o qué? — Molesta el otro.

— Michael Jordan y yo somos muy amigos — sonríe burlesco él — he ido a los cumpleaños de todos sus hijos — se jacta . El otro ríe en alto, por supuesto sin creerle ni una sola palabra. — Genial — Detiene sus pasos al observar a Zigor a lo lejos — El abogado del diablo viene hacia acá — el otro chico ríe.

— Park — llama el guardia.

— Ouh, lo sabía — Dice triste. — Ok Watt, nos vemos luego — ambos chocan puños , Wattana permanece ahí observando al pequeño rubio que le gusta desde hace días, pero al cual no se le acercó antes por miedo a que Mew lo dejara sin nariz y necesitando una buena operación. — Señor — Saluda el bajito.

— Enano , necesito tu ayuda — Jimin ríe.

— ¿Cuando no? — Se jacta. — ¿Para que soy bueno? Por supuesto aparte de alegrar sus tan grises días — Zigor ríe.

— Sí, lo que tú digas — Desde hace mucho decidió rendirse ante las bromas de los Pim Pum Pam , ningúno de los tres podía mantener quieta esa boca sin bromear. — Las mandarinas llegan hoy — Basta de esas palabras para que Jimin sepa lo que debe hacer. — Y esta vez nuestro mejor proveedor volvió después de dos años —

— Ni siquiera tengo idea de quién era,  hace apenas un año y medio que Jin , Mew y yo comenzamos a manejar el recibir las provisiones de mandarinas, señor. — Zigor asiente.

— Lo cual es mucho mejor, podrás conocerlo. No creo que sea el señor Min quien venga en persona, a lo mejor y haya enviado a su hijo . Pero recibe el pedido y has el inventario que siempre solían hacer con Mew, debo estar a cargo al menos hasta que el Alcaide vuelva — Jimin asiente.

— Ok, captado capitán — Zigor ríe. De verdad que extrañará mucho a este chico cuando se vaya, ya de por sí con tan solo un día extraña mucho a Mew y Jin.

— Bien, te envío a tres chicos más para que te ayuden ¿De acuerdo?. — Jimin asiente.

Sin necesidad de más palabras ambos toman cada uno su dirección. Zigor en busca de los tres chicos que ayudarán a Jimin, y este último en dirección a la entrada trasera del lugar. El mismo sitio en el cual recibían las entregas, tanto de comida, los nuevos uniformes y también las mandarinas que llegaban cada vez .

— ¡Hey! — Saludó a los dos guardias que cuidaban esa entrada.

— Park — Dicen ambos al mismo tiempo.

Este encuentra un balón ahí mismo y como un niño pequeño lo toma para empezar a rebotarlo contra el suelo. El lugar es un tanto pequeño, a lo mejor mide lo mismo que un garage , a los costados se encuentran gabinetes que llegan hacia lo alto, en el lado izquierdo los instrumentos de limpieza , mientras que en el derecho se encuentra una mesa rectangular, en esta misma se encuentra el aparato detector de metales y finalizando se encuentra la enorme canasta en la cual colocan las provisiones.

Unos pasos más al frente, está la puerta / portón , es negro por completo y corredizo . Es así para que al menos la parte trasera de los autos entre , para poder bajar con más facilidad la mercancía. El estacionamiento de los autobuses del instituto se encuentra al otro lado , sí, aledaño a la cancha y el patio de recreo.

Jimin vuelve a rebotar el balón contra el suelo , este golpea contra la pared desviándose hacia la parte superior de la máquina que detecta metales, rebotando luego en los estantes de la derecha para luego rebotar contra la carreta de dos rueditas en la cual piensa llevar las mandarinas, para por mala suerte, acabar golpeando al pobre desconocido que va entrando con la caja de mandarinas, tiene tanta mala suerte que la puerta apenas iba siendo abierta y el sujeto justo iba entrando un pie en el lugar.

— Oh Oh — Susurra.

El desconocido suelta la caja de madera que contiene las mandarinas, como reacción para sobar su cabeza. La caja de madera cae sobre el pie del guardia, haciéndolo gritar bien alto, dramático él, pero incluso a través del zapato ha logrado aplastar su meñique del pie. ¡Su meñique! Eso duele como el mismo infierno. Cómo final trágico las mandarinas caen una a una de la caja que se hizo pedazos y ruedan como si fueran pelotitas en el suelo. Jimin traga grueso.

— ¡¡PAAARK!! — Gritan ambos guardias. Jimin cubre sus oídos .

— ¿Perdón? — Ríe nervioso. El desconocido da un paso al frente , llevando una caja vacía como repuesto, la coloca en el suelo y comienza a recojer las mandarinas.

— Que estúpido — Bufa.

— ¡Oye! — Jimin se ofende — ¿Qué acaso ningúna vez en tu vida has cometido un error? — su rostro enojado da ternura.

Sí,mucha ternura.

Ambos poco a poco levantan sus rostros para encontrarse de frente , bien de cerca, con la persona frente a ellos. Jimin abre y cierra su boca en intervalos de tres milisegundos, el chico frente a él le parece muy bonito . Sus ojos gatunos y sus labios finos , su piel blanca que parece de la más fina y cuidada porcelana , su cabello callendo en hondas rizadas por su frente, tinturado de un color verde menta , su cuerpo delgado pero cuidado.

Parpadea sintiendo que ya lo observó demasiado, además que esa cara de amargado que se carga le hace creer que al pobre siempre le va como la mierda. Hace un puchero y gira su rostro hacia otro lado e intenta recoger otra mandarina.

— Sí me he equivocado — Habla después de un tiempo — pero seguramente no tanto como tú , niño —

— ¿Niño? ¡¿Niño?! ¿Sabes cuántos años tengo? Tengo 22 — Dice molesto.

El peliverde sonríe, ni idea tiene de porqué pero sonríe. — Ok niño de 22 , ¿Cómo te llamas? —

— ¡Ja! — ¿Qué te importa? Piensa — Gabriel — El contrario asiente con una bonita "O" de labios y continúa recogiendo mandarinas.

— Soy Min Yoongi — Se presenta, tan educado él.

“Para lo que me importa”. Piensa. Para Seguidamente sonreírle bien fingido y continuar con lo suyo.

— ¡Jimin ¿pero qué pasó aquí?! — El rubio levanta de inmediato su rostro observando a Zigor, el peliverde le mira con el ceño fruncido y chasqueando la lengua.

— Con que Gabriel ¿Eh? — el rubio traga grueso y sonríe levantando sus deditos en símbolo de amor y paz.

•

•

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Mew y Jin se encontraban en la oficina del Alcaide , ambos emocionados pues este día Jimin podría salir de ahí también. Dos semanas que se habían sentido extensas, habían acabado por fin, aunque en realidad el Alcaide había logrado que Jimin saliera de ese lugar dos días antes. Eran las tres de la tarde del sábado.

— ¿Sabe que estamos aquí? — Pregunta Mew. El alcaide niega.

— Ni siquiera sabe que sale hoy mismo — dice emocionado él.

Dos golpes leves se escuchan en la puerta , ambos tres se miran entre ellos y sonríen.

— Adelante — Bae dice. La puerta se abre mostrando a Jimin con su uniforme regular.

— ¡¿Chicos?! — Grita emocionado.

— ¿Listo para irnos, enano? — Pregunta Jin. Mew y Bae ríen juntos.

— Es que no lo puedo creer, aún faltan dos días — Continúa incrédulo

— Oh vamos, ¿Vas o te quedas? — Mew habla esta vez.

— ¡Por supuesto que voy! — Chilla emocionado — ¡Ni loco me quedo aquí! B-Bueno... Sin ofender señor — Bae asiente.

— Gracias señor , por todo — Mew agradece a Bae. Este asiente y luego de un apretón de manos , los tres chicos salen de su oficina.

Ahora... Bae ha quedado completamente solo en ese lugar.

•

— ¿Y entonces qué hiciste? — Mew da un bocado más de su helado de chocolate, casi casi dejando vacío el recipiente.

Ambos tres caminando cuesta abajo , con sus pasos en sincronía, cada uno con un helado entre sus manos, Jimin es el único en llevar una mochila en su espalda, conservando aún el uniforme pero llevando un suéter gris encima. Prefirió pasar a comprar un helado con los chicos, la ropa la compraría luego, todavía era fin de semana después de todo. Unas cuantas casas más, y llegaban a la suya.

— Pues presentarme como se debe, le dije que no me llamaba Gabriel, y terminé diciéndole mi nombre real — Se encoge de hombros. — Daba miedo en realidad. —

— ¡Vaya! Que peculiar forma para conocerse — Mew expresa. — Hubiera querido verlo para reírme. —

— No fué divertido, fué incómodo —

— Y ahora que lo pienso — Jin habla — Hace días yo también conocí a alguien , le estrellé la bicicleta encima — Jimin y Mew hacen un gesto de dolor — Pero... Él fué amable — Los otros dos lo miran sorprendído.

— ¿Amable? — Jimin ladea su cabeza para darse cuenta que han llegado a su casa, el jardín delantero de su casa está vacío, mientras que en el de su vecino se encuentran tres tipos — Llegamos — Dice alegre.

— ¡¡Jiminshie!! — Grita su madre quien va saliendo alegre de la casa de este. El grito de esta llama la atención de los vecinos.

Mew , Jin y Jimin abren grande sus ojitos al reconocer cada quien a los chicos.

— ¿Mew? — Gulf susurra extrañado de verlo ahí, literalmente casi en su casa , pero sobretodo acompañado de esos chicos que él nunca en su vida había visto. Mew traga grueso mientras que los nervios comienzan a aparecer en su cuerpo.

— ¡Hey, Idiota! — Jin esboza sorprendído — Eres tú — NamJoon lo mira confundido por el sobrenombre.

— El chico mandarina — Jimin susurra mientras que señala al peliverde con su dedo.

— ¡Vaya! El mundo en serio es un pañuelo — Dice Suga.

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NEEEEERRRRVIOOOSSSS
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH

Un cap nuevo, ¿Qué les pareció?
A mi ver estuvo muy divertido 😂
Pero amé todo.

¿Qué tal ustedes? ¿Les gustó?

Espero por sus comments y
nos leémos a la próxima.

Bye

Besitoss y mucho amor.

♡