—¿Por qué te molestas tanto? —preguntó NamJoon.

—Sí, me pregunto lo mismo. ¿Conoces a esos gemelos? —preguntó Yoongi.

Gulf los observó a ambos luego de estar completamente seguro que Mew había salido de la universidad.

—Los conocí hoy —respondió, mientras acomodaba su chaqueta.

Yoongi rió bajo —Lo cuál vuelve aún más extraño el por qué de tu actuar, Gulf. No es tu problema, ¿por qué te importa tanto? —cuestionó, el pelinaranja.

—Hmn, estoy de acuerdo —Apoyó NamJoon.

—¿Acaso no escucharon todo lo que le dijo? ¡Lo humilló como si fuese la peor basura de este mundo! Como si fuese un objeto, el más devaluado.

—Lo escuchamos, Kanawut, y sentimos mucha pena por ese pobre chico pero, aún así, ¿qué te importa eso a tí? —continuó Nam —¿Qué tiene que ver contigo? —Gulf Suspiró.

—Yo lo traje a la universidad esta mañana, su hermano y el novio de este fueron a mi casa por la hierba que conseguimos el otro día, San me pidió coquetear con su hermano Mew, o sea el de las gafas, para que ellos pudiesen fumar a gusto.

—Dime que no aceptaste. —Bufó Yoongi, NamJoon suspiró con frustración.

—Sí lo hizo, ve su cara.

—Acepté, pero no por querer dañar al chico. Acepté porque ya no soportaba estar tan cerca de San, su comportamiento fué repudiable para mí, todo lo contrario a Mew. — Gulf sonrió sin darse cuenta, Yoongi y Nam se miraron mutuamente, ambos parpadeando llenos de asombro. —Él es lindo, es bastante natural y puro. Te agrada desde el primer instante, no fué necesario que él me dijera algo acerca del maltrato que San le hace, pues yo fuí testigo de como se refiere a su hermano... lo llama fracasado.

—Bien, tengo la conciencia tranquila, siempre he pensado que soy una porquería por ser la clase de persona que soy, pero sí, ya veo que las hay peores. —comentó NamJoon, Yoongi rió asintiendo, Gulf fué el único que permaneció serio.

—Basta, Kanawut. Conociste al chico y te agradó, está bien, pero esto no es asunto tuyo, no es tu lucha, déjalo así. — Yoongi rodeó los hombros de Gulf, con uno de sus brazos.

—Sabes que no voy a obedecerte, ¿cierto?

—Sip —respondió Yoongi —mejor larguémonos de aquí, la universidad me hace mal. — NamJoon y Gulf rieron por aquello, pero apoyaron a su amigo y sin esperar más tiempo emprendieron camino.

•

Mew salió de la universidad y de inmediato divisó el auto de su padre, en el cual por supuesto ya se encontraba San. Suspiró antes de dar los siguientes pasos, teniendo una idea aproximada de lo que le esperaba. Abrió la puerta trasera del auto y San le sonrió.

—Hola padre, y-yo...--

—Ahora no, Mew, —interrumpió el mayor —por favor dame siquiera unos minutos de paz. ¿Puedes? — Mew sintió su corazón oprimirse, pero asintió, entró al auto y tomó asiento junto a San.

Se colocó sus audífonos, dió play a uno de sus audiolibros y cerró sus ojos, por supuesto que ni siquiera estaba prestando atención alguna al audiolibro, pues su mente se encontraba ocupada con la situación que acaba de vivir.

El camino a casa lo hicieron en un completo silencio, bastante incómodo al menos para Mew y Chai, pues San no paraba de mensajearse con su novio, contando y burlándose de la reacción de Mew. Chai estacionó el auto frente a la casa y suspiró dejándose caer sobre el respaldar del asiento.

—¿Estás bien, padre? —preguntó San. Mew se retiró los audífonos y prestó atención, preocupado de que su padre pudiese estar sufriendo de algún dolor ahora mismo.

—San, adelante y entra a la casa, por favor. Necesito hablar con tu hermano. — San miró a Mew y le sonrió.

—Claro, lo que tú digas, padre. Pero por favor hazlo con calma. — Chai asintió. —Te veo adentro querido hermanito, siento tanto pesar que no hayas querido aceptar a mis amigos como los tuyos. —Mew giró su vista hacia la ventana intentando ignorar las palabras de San.

El gemelo mayor salió del auto y Mew regresó su vista hacia su padre, Chai se dió cuenta de como los nudillos de Mew palidecian debido a la presión que ejercía contra uno de sus libros.

—Mew.

—¿Es en serio que no te das cuenta de lo falso que es? ¡Es un mentiroso manipulador! Lo único que él busca es humillarme, ¿y sabes qué? Lo logra a diario.

—¡Mew! ¡No tienes ningún derecho de hablarme así! ¡Soy tu padre! —regañó Chai. Mew guardó silencio de inmediato. —Mew, los tuve a ambos cuando apenas era un chico adolescente que no sabía lo que hacía, tenía veinte años cuando supe que estaban dentro de mí, ni siquiera sabía que tenía el privilegio de dar vida, ¿sabes? —Sonrió melancólico. —Nunca pensé ser un padre adolescente de gemelos, ¡y sobre todo tener que hacerlo todo yo solo! —Mew acomodó sus gafas.

—...—

—Mis padres me desecharon tachandome de monstruo, eran religiosos a morir y prefirieron guardar las apariencias que apoyar a su propio hijo, pero aún así, yo luché por ustedes... criarlos fué bastante difícil. — Mew lo observó atentamente, sus lágrimas caían bajo sus gafas, estrellándose contra el libro entre sus manos. —Pero aún así, Mew... yo no me arrepiento y jamás lo haré, porque los amo a ambos, sé que cometí errores y los sigo cometiendo, pero cada día continúo haciendo lo que puedo para mejorarlos.

—Yo lo sé, padre, y lo has hecho maravillosamente bien —comentó Mew, con una triste sonrisa.

—Te equivocas, con ver tu comportamiento me doy cuenta que no. —Mew lo observó asombrado —No permitiré que cometas los mismos errores que yo, o incluso peores, Mew. ¿Escaparte de la universidad? ¿Fumar? — El gemelo suspiró frustrado y cansado de todo eso. —Piensa... ¿qué será la próxima vez? ¿Salir con sorpresa como yo?

—¡¿Qué?! Pero, padre, ni siquiera sabemos quién de los dos puede haber obtenido tu condición.

—Eso no importa, ¿qué tal si ese eres tú? Lo que importa es que, ¡nunca te he visto tan irresponsable, Mew!

—¡Precisamente por eso, nunca me has visto, entonces, ¿cómo puedes creerte todo lo que San te dice si tú mejor que nadie sabes que yo vivo solamente para mis libros y mis estudios? Justamente porque nunca me has visto hacer algo como eso, deberías siquiera darme el beneficio de la duda! — Chai guardó silencio un momento debido al asombro que le provocó el que Mew le gritase.

—¿No te basta con mentirme intentando negarlo todo? Y todavía intentaste convencer a tu hermano de que te acompañara, ¿qué te pasa Mew?

—¡NO! ¡¡¿QUÉ TE PASA A TÍ?!! ¡¡ESTOY HARTO DE ESTO!!

—¿Qué dijiste?

—¡Lo que escuchaste! — El pecho de Mew subía y bajaba debido a su enojo —Con todo el respeto del mundo, padre, te amo, pero vuelvo a repetir lo que tú mismo dijiste: nunca me has visto ser de esa forma, entonces ¡¿por qué solo basta que San diga una palabra y tú corres a creerle todo?! Él siempre está creando problemas, siempre es severo conmigo incluso frente a tí y nunca eres tan severo con él como lo eres conmigo! ¡Basta solamente con que él se porte respetuoso contigo, te llame padre y ya, todo en orden sin ningún problema!

—¡¡MEW!! ¡TEN MUCHO CUIDADO CON CÓMO ME HABLAS! ¡¡SOY TU PADRE!!

—¡¡SÍ!! ¡Y YO SOY TU MALDITO HIJO TAMBIÉN!! NO SOLO SAN... m-más parece que solo tuvieras uno.

—¡BASTA! Tu teatro no te salvará de nada, realmente que tienes una cara que cubre y casi hace imposible de creer todo lo que haces. ¿Escaparte de la universidad? ¿Fumar? ¡Por Dios! — Mew apretó sus puños sintiendo la impotencia que lo consumía poco a poco. —¿Escaparte con el líder de una banda motociclista?

—¿Líder de una banda motociclista? —Bufó —¡¡¿PERO QUÉ CARAJOS TE DIJO SAN?!! —Mew volvió a suspirar intentando relajarse. —¡Te prometo que ni siquiera entré a esa casa, padre! ¡Fué San quien lo hizo! ¡TODO FUÉ SU IDEA DESDE UN PRINCIPIO!

—¡YA BASTA! ¡NO LE ECHES LA CULPA A TU HERMANO! ¡Se responsable y acepta tus errores!

—¡Lo haría si los cometiera! ¡Porque puedo ser tu hijo y hermano de San, pero a diferencia de ustedes yo sí sé aceptar cuando estoy equivocado!

—¿Cómo puedes decir algo así? San hizo su mayor esfuerzo para que pudieras sentirte aceptado aunque sea por primera vez en tu vida, Mew. Y tampoco puedo dejar pasar por alto que fué él quien me dijo la verdad, él fué honesto y tú no.

—¿P-Pero qué?... padre. ¡Detente a pensar siquiera dos segundos, esto no tiene sentido alguno! ¡No tengo amigos, mis estudios son lo más importante para mí! ¡Nunca en mi vida me he escapado de la universidad!

—Exactamente y por eso es que me preocupa aún más. — Mew llevó su mano a su frente y apretó sus labios en una línea recta. —Mew... Este comportamiento no es digno de tí... y ahora es aún peor porque te niegas a aceptar la culpa de tus decisiones y errores.

—Pero, padre, eso no es--

—¡Dime!, ¿acaso no viajaste en una motocicleta hoy? —Enarcó una ceja, el de gafas suspiró profundamente.

—S-Sí, p-pero... n-no es como t-tú--
Mew golpeó el tacón de su zapato contra el suelo del auto una y otra vez, al ser interrumpido por su padre... nuevamente.

—¿Cómo pude ser tan distraído y no darme cuenta de que estabas mal? De no captar estas señales de tu enorme cambio. Mew... ¿lo haces para querer llamar la atención? —Mew lo miró sorprendido y furioso a la vez.

—¿Por qué haría algo tan horrible como eso solamente para llamar una atención que nunca han querido darme? Una atención que siempre ha tenido San y nunca yo, es ridículo. ¿A quién crees que debo, el amar los libros y preferir la soledad?

—Por favor, Mew, no empieces con eso.

—Tú nunca estarás de mi lado, ¿verdad? — Mew asintió con tristeza. —Ahora veo que San si tenía mucha razón en sus palabras, tú lo quieres más a él que a mí. —Comenzó a llorar y se retiró sus gafas para poder limpiar sus lágrimas. Chai golpeó el volante del auto.

—Ya deja el drama, Mew, eres un hombre. ¡Ya sabes que los quiero y amo a ambos! —Regañó. —Pero... me has decepcionado demasiado, yo cometí el error de creer que podía confiar en tí... y ahora veo que no es así.

—¡N-No!, no, no. Puedes hacerlo, padre, pero solo debes escucharme, por favor. —Pidió desesperado.

—Sal del coche, Mew.

—¿Q-Qué? —Frunció el ceño.

—Que salgas del auto, debo devolverlo cuánto antes, sabes que es de la empresa. Ahora vete, debo volver al trabajo y tú deberías pensar muy pero muy seriamente en lo que has hecho, hablaremos en la noche sobre tu castigo.

Mew no respondió absolutamente nada, tomó la mochila con los libros y salió del auto, ni siquiera azotó la puerta del auto o hizo algo como signo de rebeldía. Chai lo observó hasta que hubiese entrado a la casa y suspiró dejándose caer sobre el asiento. Comenzó a llorar sin control, permaneció así durante unos minutos, él realmente creía que Mew había hecho todo aquello que San le dijo.

Observó la hora en su reloj y limpiando sus lágrimas acomodó su saco y encendió el auto nuevamente, debía volver al trabajo. Dando un último vistazo a su casa arrancó el auto y se retiró del lugar.

Mew entró a la casa y al primero que encontró fué a San, este comía una manzana mientras esperaba sentado en el sofá blanco de la sala, al verlo entrar le sonrió con maldad y de inmediato se puso de pie y caminó hasta ponerse frente a él.

—Aw, —Hizo un puchero —¿pero qué te sucedió, querido hermanito? — Le limpió una lágrima.

—Déjame en paz —Le dijo Mew. Intentó caminar hacia su habitación pero San se lo impidió.

—¿Sabes que esto te sucede porque eres demasiado estúpido? Típico de un fracasado pero... siempre he tenido la duda: ¿nunca has pensado en avivar siquiera un poco? Creo que te vendría bien.

—No quiero ser como tú, eres un monstruo San, un monstruo disfrazado de ser humano.

—¡Sorpresa!, este es el verdadero ser de una persona, Mew, todos los humanos podemos llegar a ser así. —Mew negó.

—Soy un humano y yo no soy como tú, ni lo seré.

—Que mal, pues déjame decirte que, hasta el más bueno puede volverse malo cuando las injusticias ya no se detienen. —Besó la mejilla de Mew. —Aunque, bueno... creo que será en otra vida en la que pueda ver que siquiera te defiendas un poco. — Mew lo miró furioso. —Debo irme, no olvides hacer todo lo de la casa, sino nuestro padre se molestará. Bye, querido hermano. —Salió de la casa dando un portazo.

Mew se dejó caer al suelo y comenzó a llorar, ya no encontraba que más hacer, ya no soportaba esto, quería huir, sí, él deseaba irse lejos, muy lejos, amaba a su padre pero claro estaba que él jamás iba a creer en su palabra, siempre y cuando estuviera la de San para contradecir la suya.

Se recostó sobre el sofá y llevó sus rodillas a su pecho, dejó las gafas a un costado suyo en el suelo y se dió el tiempo de llorar, al menos ahora no se encontraba nadie, podía por lo menos aunque sea por una sola vez, llorar en paz.

______________________________________

Aquí el siguiente capítulo 🥺 espero no hayan llorado mucho, cada vez San es más insoportable.

Espero sus comentarios con respecto al cap, déjenme saber de qué manera disfrutarían haciendo pagar a San, jsjsj. Los estaré leyendo.

Sin más que decir, nos
leémos a la próxima.

Bye.

Besitoss.

♡•Jeff Suppasit•♡