03: "Quédate".
🔥
De repente, apareció un ruso muy agitado de tanto correr, gritando—: ¡Espera, Celio!
Tanto el aludido como Frank se quedaron quietos al ver a Edgar salir del colegio con unos papeles en mano. El rubio apretó los puños. Realmente le fastidiaba que Edgar estuviera rondando al Duque, le era impensable. Quiso agarrarlo ahí mismo y darle un puñetazo, pero se contuvo por Celio. Sabía que al Duque le molestaría, aunque nunca lo demostrase.
Atrapado entre imbéciles. Sería un perfecto título para una novela acerca de mí y este par de inmaduros. Olvídalo, si quisiera una novela sobre mí, nunca los incluiría.
—¿Qué? —Fue lo único que salió de la boca de Celio. Edgar medio sonrió y le entregó los papeles, luego reparó en Frank, pues era como un enorme edificio que le cubría el sol.
—M-mira, todavía figuras como parte del Comité, así que no puedo dar tu puesto por el momento, a menos que... Bueno, vayamos a la sala y corrijamos esto-
Edgar se atragantó con sus propias palabras al sentir una presión enorme en su garganta. Al comienzo no supo qué era, pero luego reparó en la mano de Frank, la cual le apretaba el cuello. No podía saber qué había hecho mal, aunque era obvio que algo pasaba.
El ruso se percató del extraño comportamiento de Frank cuando estaba con Celio, era bastante obvio. Después de que lo atacara cuanto intentaba defender al Conde, todo había quedado claro. (Capítulo 50 NDSXXI). Así que, conociendo el temperamento colérico del rubio, optó por tratar al Duque de la forma más neutral que conocía, sin embargo, no estaba dando resultados.
—¿Y si empiezas por soltarlo? —La voz del Príncipe Imperial resonó detrás de aquella escena. Celio resopló y Edgar agradeció a todos los dioses por el milagro que se le estaba presentando.
Me arruinas la fiesta, Fox.
Pese a la orden de Benjamín, Frank no soltaba al ruso, al contrario, apretó más su agarre y Edgar dejó de respirar por un momento.
—Suéltalo, Frank —ordenó Celio, cruzándose de brazos. Casi inmediatamente, el rubio liberó al ruso y este empezó a toser exageradamente—. ¿En qué mierda piensas atacándolo así?
—Exacto, ¿qué te sucede, Frank? —renegó el castaño, acercándose a Edgar para asistirlo en lo que podía.
—Nos vamos —dictaminó el mencionado y tomó al Duque del brazo para sacarlo de ahí. Tanto Benjamín como Edgar se quedaron pasmados ante la situación, ni siquiera pudieron replicar. Celio no dijo nada y no lo haría hasta que fuera el momento correcto.
Frank lo arrastró hasta su departamento. Corrección, Celio se dejó arrastrar. Él lo pararía si fuese necesario, pero le intrigaba el actuar del Príncipe. Estaba molesto, eso era obvio, además de mostrarse desesperado e inquieto, y eso despertó el interés que, Celio, creyó haber perdido en Frank.
El Príncipe lo estampó contra la pared y colocó sus manos a cada lado del pequeño cuerpo. El Duque estaba quieto, expectante a los movimientos erráticos del chico que lo acorralaba, pues solo le producía curiosidad, pero no miedo.
—¿Qué harás? ¿Golpearme? —El pelinegro sabía que no lo haría, aunque, si no se estuviera divirtiendo tanto, no tentaría a su suerte. Frank era inestable y podría obligarlo a callar de un golpe. Celio pensó en la posibilidad y rio en silencio. Hazlo y te arranco las manos.
—¿Por qué siempre estás con ese imbécil? —inquirió Frank, pero no lo miraba, mantuvo su vista en el suelo.
—No tengo por qué darte ninguna explicación —respondió Celio, lo que provocó que Frank lo mirase con furia—. No me gusta repetir lo que digo, así que, lo diré por última vez: tú y yo no somos nada, con suerte, conocidos. Yo a ti no te importo y tú a mí menos. No porque me ayudaste una vez, significa que seremos amigos —pronunció Briand para luego agacharse y salir por debajo del brazo de Frank—. Y déjame advertirte solo una cosa: si vuelves a arrastrarme de esa forma, voy a matarte.
El rubio se enderezó, manteniendo su mirada en el Duque. No sabía muy bien qué era lo que le sucedía con el pelinegro, pero estaba seguro de que algo había despertado en él, y no tenía intenciones de alejarse.
—Toma —murmuró Frank y mostró una pequeña llave—. Es del departamento, puedes quedarte aquí ahora que comienza la universidad. Está mucho más cerca que tu casa, ¿no es así? —cuestionó y le entregó la llave.
¿Ahora propones que viva contigo? Debes estar jugando.
—Sí, es como dices. Realmente había optado por comprar un apartamento, pero, ya que me propones esto... —explicó Celio y guardó la llave en su mochila. Si esto es un maldito truco, haré que caigas en tu propio juego, Guess—. Como sea, saldré —habló y quiso marcharse, pero la mano de Frank bloqueó la puerta.
—Quédate —musitó.
—¿Para qué? —El corazón de Celio dio un vuelco ante el ruego de Frank y no entendía nada de lo que estaba pasando ni por qué, pero estaba feliz solo por eso. Desde hacía mucho que deseaba escuchar algo así por parte del rubio. Sin embargo, no daría el brazo a torcer. Si era algún truco de Frank, procuraría darse cuenta antes de caer.
—Simplemente, quiero que te quedes. Si tienes cosas que hacer, puedo acompañarte —respondió Guess, atrapando la curiosidad del pequeño pelinegro.
Celio sonrió para sus adentros y se acercó abruptamente a Frank. Lo agarró de la corbata azulada que cargaba con elegancia, y lo atrajo hacia él. El rubio estaba sorprendido, eso era obvio, pero se mantuvo estático al tener tan cerca al Duque. Celio se mantuvo mirándolo fijamente hasta que notó la inquietud en los orbes azulados, y entonces, sin que el otro pudiera esperárselo, le dio un suave beso en los labios. Fue uno corto, demasiado, pero cargado de emociones.
El Duque lo soltó y se dio media vuelta para salir de ahí, pero Frank lo detuvo nuevamente. Esta vez lo tomó del rostro y lo besó con desesperación. Apretó el delgado cuerpo y lo mantuvo fijo, para que no pudiese escapar. Aunque, pudo darse cuenta de que Celio no escaparía, pues rodeó su cuello con sus brazos y lo animó a seguir.
Frank se sintió abrumado por lo que estaba sucediendo, pero no iba a detenerse, no después de haber probado al Duque y sentir su sabor adictivo y embriagante. Sin embargo, Celio lo tomó del cabello y lo jaló hacia atrás, cortando la apasionada escena.
—Vamos, no creas que soy el sustituto de tus amiguitas —dijo el pelinegro y sonrió, dejando perplejo al rubio—. Si quieres a alguien que te baje la calentura, búscate a otro.
Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh xd. ¿Qué significa el 🔥? Pues, mientras más fueguitos haya, más subido de tono el cap. ¿Por qué así? Porque me da flojera poner la advertencia en cada parte, además, ya está catalogada como una historia +18 xd. En fin, ¿qué tal el cap.? ¿Qué piensan sobre Celio y Frank? ¿Y sobre su relación?
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