✩ 𝐌𝐢𝐧𝐢 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐞 / 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 ✩
☾︎ 𝑪𝒐𝒍𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒄𝒐𝒏 SakuraTakajachi4 ☽︎

Caminabas por el pasillo que guiaba a tu hogar agotada, sin duda estabas pasando semanas llenas de experiencias.

Unos mensajes recibiste, captando tu atención, los chicos más particulares con los que habías estado en los últimos días estaban ansiosos de verte otra vez.

Tan distraída en tu celular estabas, que no percibiste al chico que caminaba en tu dirección igualmente distraído en su celular, por ello, terminaron chocando, cayendo junto a los celulares al suelo.

Ay...~ —Te quejaste ante el golpe, te giraste a mirar a la persona con quien habías chocado.— ¡Dios mio!, ¡Discúlpame, de verdad! —Un joven de cabellos verdes y rostro sonrojado te ayudaba a levantarte avergonzado.— ¿Estás bien? —Viste como levantaba los celulares y te daba el tuyo.— ¡No te preocupes! Iba distraida. —Respondiste amablemente guardando el celular en tu bolsa.— ¿Eres nuevo aquí, cierto? —Preguntaste.— Si, acabo de mudarme al departamento 209. —Respondió tiernamente.— ¡Vaya! Somos vecinos entonces, yo soy del 210. —Reíste.— Pues espero que podamos conocernos más, eres hermosa. —Elogió para despedirse, al parecer iba de salida.

Entraste a tu departamento, tirando su bolsa a un lado para darte un baño, comer algo y descansar viendo televisión.

Buscaste tu bolsa nuevamente para sacar tu celular, al encontrarlo, te percataste de que no era el tuyo, un fondo de un famoso llamado All Might adornaba la pantalla de bloqueo.

Mierda, seguramente nos confundimos y tomé el equivocado. —Tomaste tu bata de dormir y saliste del departamento en busca de tu nuevo vecino.

Al tocar la puerta, no recibiste respuesta.

Carajo... En serio necesito el celular, Kiri va a matarme si no le contesto... —Algo apenada, volviste a tocar con más fuerza.

Esperaste un par de segundos, convencida de que seguramente no estaba, decidiste regresar a tu departamento, sin embargo, la puerta se abrió.

El chico estaba con una toalla envuelta en su cadera y totalmente mojado.

Oh... perdona, yo... —Tartamudeaste nerviosa.— ¡Lo siento! Estaba bañándome cuando oí la puerta. —No podías evitar mirar al chico, un torso marcado y brazos fuertes le adornaban, era un cuerpo de aquello que te gustaban.— No, te preocupes... Es sólo que tienes mi celular. —Explicaste avergonzada.— Oh, ¿De verdad? —Entró rápidamente a su departamento para tomar el celular.— ¡En serio, discúlpame! Que tonto soy... —Intercambiaron los aparatos.— No pasa nada, es sólo que seguramente tengo mensajes de mi trabajo que debo atender. —Seguías sin poder evitar mirar aquel cuerpo y cara, era un combo perfecto.— Ehm... —Tartamudeó al notar tus miradas, rápidamente te disculpaste avergonzada.— ¿Así que soy capaz de gustarte, no? ____. —Le miraste sorprendida, no recordabas haberle dicho tu nombre.— ¿Cómo..? —Quisiste preguntar siendo interrumpida por los labios del peliverde.

Su lengua juguetaba la tuya, una de sus manos en tu cuello y la otra en tu cadera te presionaron contra él, humedeciendo la bata que te cubría.

No te opusiste, estaban sedienta de ese hombre que lucía tan magnífico.

Adentrándose a su departamento, viajaron por los pasillos hasta llegar al baño, una tina con el agua caliente les esperaba.

Sé perfectamente quien eres~ —Suspiró volviendo a besarte.— Lo que te gusta, tus horarios, todo.~ —Dijo tomándote en brazos para ingresar a la bañera, una vez allí, siguieron besándote.

La pijama de satín se comenzaba a pegar a tu cuerpo, definiendo aquella silueta de locura.

Como por ejemplo, lo mucho que te gusta hacerlo en el baño. —Susurró a tu oído.— ¿Y también sabes que me gusta cuando son más inocentes?, ¿Por eso no me tocas? —Respondiste de regreso causando un escalofrío en el chico.— Decidí no hacerlo con nadie que no fueras tú.

Respondió mirándote sonrojado, esa inocencia que pretendía ocultar bajo su aspecto maduro no podía engañarte.

Muy bien, entonces prepárate para tener la mejor follada de tu vida.~ —Soltaste un pequeño gemido en su oído para provocarle mientras quitabas tu mojada ropa mostrándole aquel cuerpo que antes una pantalla era su única separación.

Viajaste sus manos por tu cuello, pecho, cintura, abdomen, vientre hasta dejar una en tu cuello y la otra guiando sus dedos que rozaban tu intimidad.

Movías tu cadera para ayudar a la mano del peliverde, frotándose también contra su miembro descubierto.

Jadeos levemente agudos salían de ambos conforme sus intimidades sentían la estimulación, sus labios se entrelazaban entre gemidos, tus manos acariciaban aquel pectoral.

Eh trabajo mucho en mi pectoral, sé que es tus cualidades favoritas. —Explicó dándote una razón más para lamer sus pezones y aquel firme músculo.

El peliverde acariciaba sutilmente tu espalda conforme sus besos se extendían por su cuello y clavícula, estabas fascinada con su piel.

Dios~ —Jadeaste sintiendo tus líquidos empezar a invadirte.— Necesito que me cojas, ya.

Tomando su miembro en tu mano, fuiste introduciéndolo en tu interior, sintiendo aquella gruesa piel llenando tu interior, arqueaste levemente tu espalda conforme los gemidos brotaban.

Tus caderas junto al sonido del agua chocando sus cuerpos eran increíbles, podías escuchar el agua desbordarse, tus movimientos eran rápidos y profundos.

Mierda~... —Gemiste al sentir su cadera unirse a tu vaivén.— Izuku~, soy Izuku. —Nombró abrazándote mientras se movía.— Izuku~

Gemías a su oído mientras tu interior se contraía, estabas en el máximo apogeo.

Recostándote sobre Midoriya, dando la espalda y recargándote sobre sus piernas, ejercerciste presión en tus muslos, pediste al chico que sostuviera tus caderas para que te penetrara y marcara los tiempos.

Podías sentir su pene chocar contra aquel punto escondido a la par de su pelvis contra tu clítoris, además, le regalabas una vista de tu trasero maravillosa, podía ver el tambaleo de tus nalgas causa del movimiento.

Pronto llegaron a su querido orgasmo, llenando el agua de fluidos totalmente satisfechos del acto.

Se besaron de nueva cuenta para bañarse.

Al terminar la ducha, el chico explicó su fascinación por ti mientras compartían la cena, al parecer, estaba realmente obsesionado contigo.

Con la intención de mantenerte a salvo, acordaste visitarle de vez en cuando, a fin de cuentas era un gran amante.

Te despediste y fuiste a descansar.

A la mañana siguiente, decidiste salir a desayunar pasándote por tu cafeteria favorita, las razones eran dos, sus deliciosos cafés y su empleado de cada mes, un rubio de semblante molesto pero amable.

Llevabas un tiempo llendo desde que el chico había empezado a trabajar, siendo sinceras, era bastante mal humorado para dedicarse al servicio al cliente, sin embargo, al ser bastante cercana al dueño del establecimiento habías comentado que fuera nombrado empleado del mes continuamente.

Ese día, como de costumbre pediste tu café favorito acompañado de un baggel, el chico tomó tu orden y extendió el ticket.

Antes de poder tomarlo, tomó con cierta fuerza tu mano.

¿Por qué carajos estás pagando para que me nombren empleado del mes? —Te sorprendió la pregunta, se suponía que todo fuera anónimo.— ¿Pretendes hacerme un actor pornos como tú?

Eso te sorprendió aún más.

Al parecer no sólo te conocía por tu constante asistencia, lo cual hasta cierto punto te agradaba, estabas más cerca de la gran follada que esperabas de él.

Guiñándole el ojo, extendiste una tarjeta con tu dirección.

Si quieres hablar, te veo allí por la noche. —Tomaste tu desayuno y saliste a una mesa de la parte de fuera a desayunar.

✩ 𝐌𝐢𝐧𝐢 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐞 / 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 ✩
☾︎ 𝑪𝒐𝒍𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒄𝒐𝒏 SakuraTakajachi4 ☽︎