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—Monstruo. —escuchó a su padre responder, agitado— ¿Todo bien, Sun?

—Eh… si papá. ¿Estás ocupado? 

Estaba rogándole a todos los santos existentes que no estuviera haciendo cosasdepadres con su papi, no quería quedar traumada en pleno inicio de su vida adulta.

—No, espera me siento. —respondió— Tu papi me está obligando a salir a trotar porque me está saliendo papada y dice que me puede dar un infarto por eso. —Suni no pudo evitar reír— Me asusté y hoy quise salir con perrito, pero me ha tenido persiguiéndolo por todo el parque.

—Que nombre más ridículo es perrito.

—Es original y Yoongi y Jungkook me ayudaron. —Suni puso los ojos en blanco— En fin, ¿necesitas algo? Tú no sueles llamar mucho, eres más de mensajes.

Bueno, ahora se estaba arrepintiendo de llamar a su papá para esto. ¿Cómo le decía de manera casual que quería pedirle a su alfa que la mordiera?

—No sé como decírtelo.

—¿Estás en embarazada?

—¡¿Qué?! —gritó— N-no, como se te ocurre. Por favor, no.

—Bueno, fue en lo único que pensé, perdón.

—Voy a decirte pero no quiero que lo hagas incómodo, papá.

Suspiró y sintió como sus manos temblaban y sudaban de solo pensar en mencionarle ser mordida por Felix, su alfa.

—Verás, eh… digamos que… Yo quiero, digo, mi beta interior, no… Yo… —suspiró de nuevo. Mierda, eso no podía ser tan difícil— ¿Cómo supiste que era momento para morder a papi?

Escuchó a Namjoon ahogarse al otro lado de la línea y empezar a toser.

—¿Estás bien?

—Si, monstruo. Me tomaste por sorpresa, es todo. —Namjoon se aclaró la garganta antes de volver a hablar— ¿Por qué preguntas? 

—Es que… Digamos que, puede que ahora quiera que Lix me marque, pero no sé como decirle, ni sé si su alfa está listo.

—Bien… Pero, ustedes ya lo han hablado, ¿no?

Obvio que lo habían hablado, en el pasado.

—Si, pero no recientemente. —la beta suspiró y cerró los ojos— Mira, papá, Lix me preguntó que opinaba de la marca hace meses y yo le dije que aún no me sentía lista para ese paso y más porque me aterra sentir ese dolor de los dientes traspasar mi piel. —Namjoon volvió a carraspear— Y él lo entendió y me dijo que todo lo haríamos cuando yo quisiera y me sintiera lista. Ahora me siento lista y quiero que me marque, solo que tengo miedo de que él haya cambiado de opinión y no quiera marcarme.

—Hey, Sun, respira. —supo que su padre estaba sonriendo— Solo tienes que decirle todo eso a él. Es tu alfa y estoy seguro de que te entenderá, ambos son adultos y son decisiones que deben tomar juntos como pareja. —empezó a sentirse más calmada. Namjoon siempre sabía que decir. —Y para responder tu pregunta, sobre cuando supe que quería marcar a tu papi; creo que siempre lo supe. Desde que lo conocí mi alfa quiso reclamarlo, así yo me negara, no había día en el que no pensara en marcarlo y mostrarle a todos que yo era su alfa, pero tuve que esperar y, así como Felix lo está haciendo contigo, yo le di espacio a tu papi para que él decidiera si quería ser marcado por mí o no.

—Y obviamente cuando te lo dijo, tú aceptaste y lo marcaste.

—Exactamente. —Suni sonrió— Por lo menos tomaste el ejemplo de nosotros y no te apareciste marcada luego de un celo, justo como Dakho hizo con Eunji. —ambos rieron— No te preocupes mucho por eso, amor. Todo estará bien. Felix es un buen alfa y estarán bien.

—Si… creo que tienes razón. —escuchó a Namjoon gritar el nombre de su mascota y rió—Te dejo para que cuides a perrito. Gracias papá, te amo.

—Yo también te amo, monstruo.

Suni terminó la llamada y se dispuso a llamar a Seokjin y luego a Eunyeong para que le dieran alguna receta fácil y poderla preparar.

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Suni estaba nerviosa. Demasiado nerviosa para su gusto.

Llevaba viviendo varios años con Felix, ambos habían compartido muchas cosas, eran casi como una pareja de casados, solo les faltaba el título y un anillo para serlo, pero aún así no podía evitar sentirse nerviosa en esos momentos mientras esperaba a su alfa, con una canasta llena de comida y dos bicicletas esperándolos en la parte de abajo del edificio.

Mientras esperaba, revisó su celular y sonrió al ver la foto de Amy que Hyori le había enviado. Nunca fue muy amante de los bebés, pero con su pequeña sobrina podía hacer una excepción. Era la bebé más tierna y menos ruidosa que había conocido en su vida. Estaba enamorada de ella y sus preciosos cachetes de bebé.

—Que bonito es llegar a casa y encontrarme con mi hermosa novia esperándome. —dijo Felix, haciéndola retirar su vista del celular— Hola, ¿cómo estuvo tu día? —se acercó para dejarle un corto beso.

—Bien, muy normal. —respondió nerviosa— ¿El tuyo?

—Meh, como un día de trabajo normal. —Suni le sonrió— ¿Qué tienes en esa canasta? 

—Es para nosotros. —el alfa la miró con el ceño fruncido, sin entender—Vamos a salir.

—¿Ahora? Ya casi anochece.

—Sí, ahora. Necesito hablar contigo de algo.

Felix no entendía nada.

—Bien… déjame saco el auto y…

—No, iremos en bicicletas. Como cuando salíamos antes.

—¿Me estás invitando a una cita, Kim Suni? —preguntó, subiendo y bajando sus cejas y acercándose para darle un beso.

—Ponte algo cómodo y vamos.

El alfa le dio un último beso, antes de irse a cambiar por ropa deportiva y bajar con su novia hacía donde estaban las bicicletas.

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—Llegamos. —dijo Suni, bajándose de su bicicleta.

—¿Segura que no me quieres asesinar para robar mi fortuna?

—Si, obvio. Y luego me escaparé con uno de mis amantes.

Ambos rieron y el alfa le ayudó a sacar todo de la canasta para poder sentarse.

Suni sirvió lo que había preparado, mientras le contaba a Felix como su madre y luego Eunyeong le había ayudado por videollamada, ya que a ella no se le daba muy bien la cocina.

—Hay una razón en específico, por la que preparé esto.

—Lo sabía. Haz estado nerviosa todo el tiempo. —dijo él, antes de darle un bocado a lo que estaba comiendo— ¿Pasó algo?

—No… es algo que quiero pedirte. —Felix asintió, dándole a entender que continuara hablando— Verás, hace un par de semanas, me he sentido… como que quiero, yo… mierda, siempre me pongo nerviosa. 

—Hey, está bien. —posó una de sus manos sobre la rodilla de la beta— Puedes decirme lo que sea.

Suni asintió y suspiró antes de volver a hablar.

—Últimamente he sentido, como… la necesidad de que me marques. —dijo susurrando— Es como que, ya no quiero esperar más y quiero que me marques.

—¿Escuché bien? ¿Es una broma o algo? Con eso no se juega, Sun.

—No, no estoy haciéndote una broma. —dijo un poco más nerviosa de lo que ya estaba— Yo… mira, entenderé si ya no quieres hacerlo y tu alfa no desea morderme, es solo que ahora me siento lista y quiero que lo hagas. Quiero que todos vean que me marcaste y que eres mi alfa y yo soy tu beta.

—Por Dios, Suni. —dijo el alfa antes de atraerla hacia él y abrazarla— Llevaba esperando meses a que estuvieras lista y perdón, pensé que en serio estabas bromeando, amor. —le dio un beso rápido— Claro que te marcaré, es lo que más deseo, siempre lo has sabido.

—Pensé que ya habías cambiado de opinión.

—Nunca cambiaré de opinión si se trata de ti.

Suni le sonrió y volvió a besarlo, esta vez más intenso y transmitiendo todo lo que sentía por el el alfa.

—Creo que debemos volver a casa. —dijo el alfa cuando se separaron. Ambos jadeantes.

—Sí, eso creo.

Felix se había convertido en su hogar, en su otra mitad, su alma gemela y no quería perderlo ni soltarlo nunca. Sabía que podía vivir sin Felix, sin embargo no quería hacerlo, ni tampoco quería pensar como sería perder a su alfa.

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Se despertó cuando sintió unos labios sobre su cuello.

Se removió un poco y sintió dolor. Definitivamente la marca en los betas si era tan dolorosa como la describían. Siempre pensó que exageraban, pero se dio cuenta que no cuando al llegar con su alfa al apartamento, desvestirse, acostarse y luego dejarse morder, nadie había estado exagerando. Por ser beta, su piel se supone que no está diseñada para ser mordida tan fácilmente como la de los omegas, por lo que si un beta desea ser marcado por un alfa, este debe enterrar sus dientes más profundo para que la marca pueda ser permanente.

—Buenos días, novia que ahora tiene mi marca. —dijo Felix, besando su mejilla— ¿Cómo estás? ¿Te duele mucho?

—Mm, lo normal. —respondió, aún somnolienta— Pero sigue haciendo lo que hacías antes de que despertara. Eso calma el dolor.

—Te estaba curando.

—Si, ya lo sé. Hazlo de nuevo, sé un buen alfa.

Felix rió antes de volver a bajar hacia su cuello y seguir curándola.

—Ahora que estás marcada podemos pasar a eso casarnos y tener cachorros. —habló contra la piel de su cuello.

—Si, bueno, ahora es más probable que antes pero vamos despacio.

—Si, si, no haré nada que tú no quieras o te sientas preparada. 

Suni cerró los ojos cuando lo sintió pasar la lengua por su marca.

—La marca me quedó muy linda, más linda que las marcas que hicieron tus hermanos. —la beta rió— Ahora tendrás algo para presumirles en las reuniones familiares.

—Es justo lo que pensaba hacer.

Felix salió de su cuello para darle un corto beso en los labios y volver a acomodarla en su pecho. Aún era muy temprano y su alfa no quería soltarla ahora que la había marcado. No quería dejarla ir nunca.

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