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—Cariño, ¿sigues despierto? —preguntó Seokjin moviéndose en la cama.

—Estoy asegurándome que todo esté listo. —respondió— No quiero tener que estar viajando cada rato solo porque se me olvidó algo.

—Bien, pero duerme, tienes que descansar para conducir mañana. —Namjoon asintió antes de que si omega volviera a cerrar los ojos.

Habían pasado dos meses y unas semanas desde que la pequeña Amy había llegado a vivir con Hyori y Eunyeong; Namjoon y Seokjin aún no conocía personalmente a la pequeña ya que el alfa había tomado la decisión de vivir en la misma ciudad que ellas para poder estar cerca de su nieta y antes de mudarse debía dejar en orden muchas cosas en la empresa y en su casa.

Habían conseguido una casa, no muy grande ya que solo serían ellos dos y no necesitaban algo muy gigante, eso sí, Namjoon se aseguró de que el lugar contara con un espacio para que Seokjin tuviera allí un jardín.

No podía dormir, en unas horas estaría conociendo a Amy, vería sus bonitos ojos grisáceos de cerca, podría cargarla y llenarla de mimos. Estaba muy ilusionado con la idea y la emoción no lo dejaba conciliar el sueño.

Además de toda la ilusión que le hacía estar cerca de la bebé, también estaba feliz porque no estaría tan lejos de Dakho y tal vez podría verlo más seguido y ambas gemelas vivían la misma ciudad, así que era como si toda la familia estuviera junta de nuevo y eso lo hacía muy feliz.

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—Espero que Hana cuide mucho el jardín. —dijo  Seokjin mientras iban por la carretera.

—Lo hará, amor. Además la casa sigue siendo nuestra, podemos ir y ver el jardín cuando queramos. —Namjoon puso una de sus manos sobre el muslo del omega para darle un apretón— Sé que Dong y Hana cuidarán muy bien de nuestra caja de recuerdos.

—Me gusta cuando le dices así a la casa, es tierno.

El alfa le sonrió mostrando uno de sus hoyuelos y continuó conduciendo.

Una hora más tarde, ambos estaban fuera de su nueva casa. Casi todo ya estaba organizado ya que Namjoon había contratado a alguien para que todo estuviera listo una vez ellos llegaran.

Después de tomar un baño y de sacar los regalos que traían para la bebé, ambos se dirigieron al lugar donde vivía Hyori. Al llegar, fueron anunciados por el portero y este los dirigió al ascensor que llevaba hasta el piso de las alfas.

Cuando ambos sintieron el olor Hyori llenarles las fosas nasales, sonrieron y sintieron sus corazones latir rápido ante la sensación de ver a una de sus hijas.

—¡Hola! —saludó Eunyeong cuando abrió la puerta— Llegaron más temprano.

—Alguien estaba un poco ansioso. —dijo Seokjin refiriéndose a su alfa y abrazando a la del cabello cobrizo.

Ambos entraron y Namjoon fue el primero en sentir el olor de bebé que inundaba el lugar. No pudo evitar recordar cuando sus tres hijos eran unos cachorros.

—¡Llegaron! —dijo Hyo entusiasmada, dirigiéndose a ellos con la hermosa bebé entre brazos.

Eunyeong se la quitó de los brazos para que ella pudiera abrazar a sus papás.

—Los extrañé tanto. —dijo contra el pecho de Namjoon— Verlos en una videollamada no es igual.

—Nosotros también te extrañamos, preciosa. —Namjoon besó su coronilla y la marcó un poco con su olor. Su alfa amaba marcar a Seokjin y sus hijos con su olor y él no era nadie para negarse.

—Bueno, ¿podemos ver a nuestra nieta? 

Namjoon y Hyori se separaron para que la alfa tomara a la bebé entre brazos y se la mostrara.

El omega de Seokjin se removió feliz ante la idea de tener un bebé entre sus brazos después de tanto tiempo. Namjoon, por su lado, sintió sus ojos aguarse al ver la bonita bebé, con sus ojos muy abiertos, observando a Seokjin.

Era una bebé preciosa, con piel lechosa, ojos grises, manos pequeñas, cachetes redondos y una nariz diminuta. Namjoon quería guardarla en una cajita.

—Es hermosa. —susurró Namjoon, tocando una mejilla de Amy.

Tomaron asiento en los sofás, con Seokjin aún teniéndola entre sus brazos y Namjoon sentándose a su lado.

—Ya quería que la conocieran. —dijo Hyori sonriendo.

—Y yo ya quería conocerla. —dijo Namjoon—Bueno, ambos, pero yo más.

Seokjin no hablaba, solo se encargaba de hacerle mimos a la bebé, haciéndola hacer ruiditos que todos tomaban como risas por parte de ella.

Estuvieron casi toda la tarde así, hablando de varias cosas mientras entre Namjoon y Seokjin se turnaban para cargarla. Ambos se sentían muy felices.

—¿Se quedan a cenar con nosotras? —preguntó Eunyeong— Voy a preparar pasta.

—Nunca puedo negarme a algo que tú cocines, Eunyeong. —respondió Namjoon.

Seokjin y Eunyeong se fueron a la cocina para preparar las cosas, dejando a Namjoon con su hija y nieta antes de que Suni y Felix llegaran.

—¡Llegó la tía Suni! —gritó la beta luego de abrir la puerta.

Namjoon sonrió al sentir el aroma y la voz de su otra hija.

—Hola monstruo. —saludó sonriendo.

—Oh, no sabía que ya habían llegado. —dijo sorprendida mientras se acercaba a abrazar a su papá— Voy a saludar a papi.

—Señor Kim. —saludó Felix. 

—¡Felix! —asustó un poco a Amy cuando alzó la voz— Mi yerno favorito. 

—No es algo nuevo. —dijo Hyori poniendo los ojos en blanco.

Por más que pasara el tiempo, Felix seguía siendo el favorito de Namjoon.

Felix se puso de pie, para dejarlos a los dos conversando, con Amy en brazos del alfa rizado. Se dirigió a la cocina para ver que hacían las demás. Le encantaba ver su casa llena de las personas que más amaba, se sentía en su lugar seguro y no podía pedir nada más.

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Tres semanas habían pasado desde que Seokjin y Namjoon se mudaron. 

Casi todos los días, Namjoon pasaba por el hogar de Hyo para dejarle algún juguete a Amy y con la excusa de pasar un poco de tiempo con su nieta.

Yoongi y Jungkook ya habían ido a conocer su nueva casa y a conocer a la pequeña, Namjoon estuvo un poco celoso y sobreprotector cuando ellos la cargaban y ella se reía. Justo como cuando sus tres hijos eran bebés.

—¡Pa’! —gritó Hyori, interrumpiendo a Namjoon en su habitación.

—Hey, ¿qué haces aquí? —desvió su mirada a el  cargador que traía su hija y sonrió— Oh, ¿quién podría estar metida aquí? 

—¡Ah! —gritó la pequeña cuando Namjoon descubrió su cara, estaba sonriendo mostrando los pocos dientes que empezaban a crecer.

Namjoon no tardó en tomarla entre sus brazos.

—Eunyeong aún no sale del trabajo y salí a darle un paseo a Amy y quise pasar a verlos —explicó, sentándose al lado de su papá— papi está en el jardín y no quise interrumpir.

—Hiciste bien en venir conmigo, yo soy su abuelo preferido. —alzó un poco los brazos, elevando a la bebé y haciendo que soltara pequeños gritos— ¿Cierto que soy tú abuelo favorito, cachorrita? 

—Ssss —hizo un sonidito sonriendo que hizo derretir el corazón de Namjoon.

—Tomaré eso como un sí.

—Hey Pa’, ¿qué crees que sea? —Namjoon la miró confundido— Me refiero a si crees que sea alfa, beta u omega.

—Mm, su olor es dulce, creo que es omega. —a Hyori le brillaron los ojos— Una linda omega para la familia.

—Entonces mi instinto no estaba fallando. —susurró.

—¡No! No, cachorra, sin jalarme el cabello. —pidió Namjoon cuando Amy cogió un gran mechón de su cabello para jugar con él mientras reía.

—Vamos bebé, suelta a tu abuelo. —pidió la alfa conteniendo la risa. 

—Si no me sueltas no tendrás juguetes. —dijo Namjoon con una mueca de dolor y con eso consiguió que jalara su cabello aún más duro—¡Basta, deja mi cabello! —el alfa la separó y subió sus brazos para elevarla haciéndola reír más fuerte— Cachorra mala.

Le dio un suave besito en la nariz cuando volvió a bajarla.

—Creo que tendré que cortarlo si no quiero que Amy lo convierta en uno de sus juguetes.

—A mi me gusta tu cabello largo, Pa’.

—A mi igual pero creo que un cambio no vendría mal y una señorita revoltosa ya no estará lastimándome.  —dijo y le hizo un poco de cosquillas.

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Hyori: Papá cortó su cabello ☹

Suni: Ya era hora. Me gusta su nuevo look <3

Dakho: Justo cuando yo estaba dejando crecer el mío.

Yoongi: Se ve mejor sin esos rizos locos.

Jungkook: Que insensibles. Nadie amaba su cabello largo más que yo así que dejen de recordármelo.

Suni: Dramático.

Hoseok: Namjoon se ve bien con todo.

—Voy a salirme de ese grupo.

—¿Por qué? 

—No dejan de hablar de mi cabello. —dijo frunciendo el ceño— ¿Acaso me veo mal ahora?

—Nunca te verías mal, alfa. —dijo Seokjin acariciando su mejilla— Amaba tu cabello largo pero así también te ves bien.

—Deberías decirle eso a ellos para que dejen de molestarme.

Seokjin rió y se inclinó para darle un corto beso a su esposo, antes de ir a abrir la puerta.

—Hola, preciosa. —saludó cuando vió a su hija. 

—Hola, papi —sonrió— Mira, en la maleta está la ropa de Amy, su biberón y cosas que necesita. También una prenda mía y otra de Eunyeong por si nos extraña para que las huela y se tranquilice. Sabes que puedes llamarme si…

—Hey, sé como cuidarla, no te preocupes. —la interrumpió— Estará bien.

—Si, bien, tienes razón. Eh… el celo de Eunyeong termina mañana en la tarde así que pasaremos por ella a eso de las cinco o seis.

—Está bien, amor. No te preocupes.

—Bien, adiós papi. —le dio un beso en la frente a  Seokjin antes de empezar a andar hacia su auto— ¡Dile a papá que extraño su cabello!

Seokjin rió antes de cerrar la puerta y entrar con la pequeña en brazos que se encargaba de tocar sus mejillas con sus pequeños dedos.

—Hola, pequeña. —le dio un besito en uno de sus dedos. 

—Ya-ya-ya-ya-ya —repetía lo mismo mientras seguía hundiendo sus dedos en las mejillas del omega. 

Seokjin le sonrió y subió para dejar las cosas de la bebé en la habitación y volver a bajar con ella. Al llegar abajo, Namjoon salió del jardín y los vió a ambos y una sonrisa se dibujó en su rostro. Dejó un suave beso en los labios de Seokjin y tomar a la bebé en sus brazos para que el omega fuera a hacerle su biberón.

Amy no tardó en llevar sus manitas al cabello del alfa pero frunció el ceño cuando no encontró los rizos para enredar sus dedos en ellos y jalarlos.

—Lo siento, cachorrita. —dijo sonriendo— Ya no tienes nada con que distraerte ahí arriba.

—Ma…ma. —balbuceó haciendo un puchero.

—No bebé, tus mamás no están, pero yo te voy a cuidar. No hagas pucheros, por favor.

La bebé abrió sus ojos y se quedó mirando el hoyuelo de Namjoon antes de hundir uno de sus deditos ahí y rió antes de seguir haciéndolo.

—Bien, ahora encontraste un reemplazo para mi cabello.

Amy volvió a reír y Namjoon la dejó jugar con su hoyuelo mientras Seokjin traía el biberón. 

Estaba tan feliz desde que se había mudado y podía estar cerca de sus hijos, su nieta y compartir todo eso con su omega era la mejor parte. Nunca se cansaría de agradecer por su familia y toda la felicidad que le regalaban todos los días.

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