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Habían pasado dos meses desde que el alfa, Felix, invitó a Suni a salir después de su curso pero no había pasado nada amoroso entre ellos.
Y, también habían pasado dos meses desde que Dakho le pidió a su omega, Eunji, que fuera su novia y le proponía que más adelante le gustaría cortejarla. Para su suerte, había aceptado.
Hyori y Eunyeong, hace un par de semanas, había cumplido tres meses de novias. Tres meses desde que Katie se lo pidió a la alfa.
Todo iba muy bien para los, no tan pequeños, hijos de la pareja Kim, bueno, aunque para Suni no tanto.
La beta cada día se sentía más atraída por el alfa y tanta cercanía a este no le estaba ayudando para nada. Con cada día que pasaba, más se unían y descubrían tener más cosas en común; aunque eran más las cosas en las que no estaban de acuerdo, también tenían las que sí. Pero, si Suni debía ser sincera, le atraía más cada vez que descubría que tenían una opinión diferente sobre algo y discutían sobre eso.
¿Acaso así de estúpido era el amor?
Había intentado besarse con algunos alfas y omegas, como hacía las otras veces en las que su gemela la había descubierto y habían terminado discutiendo. Lo diferente de esas veces que lo intentó es que, siempre que sentía el contacto de los otros labios, pensaba en el tonto y estúpidamente apuesto alfa que le gustaba. Odiaba tener esa sensación.
Lo que más le enojaba y fastidiaba de toda esa situación con el señorito Felix el perfecto y tonto alfa, era que él nunca daba señales de que se sintiera igual con ella, ¿entienden? Podían estar muy cerca, casi para besarse o tocarse pero él siempre cambiaba el tema o le recordaba a Suni lo genial que lo pasaba en sus encuentros de amigos.
Sí, amigos. Maldita palabra del mal, nunca había odiado tanto una palabra como a esa.
Sus dos y únicos amigos, le dijeron que estaba en la friendzone y eso la enojó más.
¿Por qué no podían pasar a besarse y así descubrir que era lo que sentían?
Obvio ella podría lanzarse y besarlo primero, pero no sabía por qué no se atrevía y siempre que lo intentaba tenía ese estúpido dolor de estómago y su corazón empezaba a latir como si estuviese en una carrera de caballos.
Ahora también odiaba los caballos.
Otra cosa que le enojaba era sentir celos. Sí, sentía celos siempre que veía a otra omega o beta encima del alfa. Felix era un alfa extremadamente guapo, tanto que dolía y sabía que ella no era lo única que lo veía así, muchas más personas podían notarlo pero ella no quería que él notara a esas demás personas, quería que todos lo notaran a él pero que él sólo la notara a ella, ¿tan difícil era eso?
Si su tío Yoongi supiera todo eso seguro le daría una de esas charlas dónde asegura que estar sin pareja es mejor. Debía hablar con él para que le sacara esas ideas de su cabeza.
Sip, después del colegio buscaría a su tío y le diría que necesitaba una charla de por qué tener pareja y el amor eran cosas sobrevaloradas y…
—Hola, tonta Sun. —la voz de Filix la sacó de sus pensamientos.
Hasta cuando le decía tonta la hacía suspirar, estaba perdida.
—Hey, tonto. —respondió sonriendo.
—Oye, ¿harás algo luego del colegio? —preguntó— Es que iré a comprar unos libros y recordé que tú querías comprar otros, entonces, pensé que si no los has comprado aún, podríamos ir juntos.
Pasar más tiempo juntos sin besarse o algo parecido, genial.
—Eh… me parece una gran idea, Lix. —respondió, tratando de sonar emocionada.
—Bien, nos vemos a la salida entonces. —le sonrió y Suni sintió que se iba a desmayar en cualquier momento— Adiós, tonta.
—Sí, adiós. —susurró y suspiró cuando el alfa se había ido.
Que feo y complicado era el amor.
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Dakho estaba sentado en una de las mesas de la cafetería, viendo como Eunji, su novia y su omega, le explicaba algo a dos feos alfas en la entrada.
Sentía a su lobo gruñir cada vez que alguno de los alfas le sacaba una sonrisa o los veía mirarla de más. ¿Es que no sabían que ya tenía destinado?
No sabe cuánto tiempo pasó hasta que vió como su novia se despedía de ambos con una sonrisa y como uno de esos inútiles le tocaba el hombro a esta.
Su lobo volvió a gruñir.
—Hola —saludó cuando llegó y le dio un beso en la mejilla. — Perdona la tardanza, necesitaban que les explicara algo.
—Aja.
Eunji frunció el ceño y se estremeció un poco al sentir el olor a celos que expulsaba el alfa.
—¿No me saludas? —preguntó.
—Te saludé en la mañana. —se encogió de hombros.
Mierda, su lobo lo estaba dominando por completo.
—Ok, ¿qué te sucede?
—Nada.
La omega suspiró y se sentó en una silla al otro lado de la mesa, donde menos podía sentir el olor del alfa.
Dakho frunció el ceño cuando la vió alejarse.
—¿Por qué te alejas?
—Apestas a celos, Dakho.
Oh, mierda, le dijo Dakho y no Dak. Las cosas estaban mal.
—Dime que te pasa. —pidió la omega, una vez más.
—No me gusta que otros alfas estén tan cerca de ti.
—Así que estás celoso. —susurró más para sí misma que para él— Oye, yo no puedo pedirle a los alfas que no se me acerquen. Sólo les estaba haciendo un favor.
—Te miraban de más.
—Oh, por todos los dioses que existen en el mundo. —suspiró— Es estúpido lo que dices.
—No, no lo es. Ellos te estaban mirando de más, lo sé. —gruño un poco— Además, son un año mayor que nosotros, seguro ya tienen a sus lobos y hormonas más alborotadas que cualquiera.
Eunji quería reír con eso último, pero se resistió.
—Bueno, lo siento Dakho. —dijo— Si me piden ayuda en algo, no puedo decir que no porque mi novio se pone celoso.
—Bien, vete con todos ellos entonces.
¿Por qué dijo eso? No habían pasado ni dos segundo cuando se arrepintió.
—Eun, yo… — se apresuró a decir cuando la vió levantarse de la mesa.
—Me voy. —anunció— Búscame cuando no estés de celoso y diciendo cosas que me hacen sentir mal.
—Pero, no dije nada que te hiciera sentir mal.
—¿Tú crees? —preguntó un poco dolida— Con todo eso que dices insinúas que, si algún alfa se me acerca, dejaré que me digan o hagan quien sabe que cosas. No confías en mi.
—No es eso, Eun, déjame…
—Hablamos luego, Dakho. —lo interrumpió y se fue antes de que pudiera hablar de nuevo.
Malditos celos.
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Habían días en los que Hyori se sentía muy insegura de pensar en que, en algún futuro Eunyeong podría encontrar a su destinado.
Lo “normal” era que el destinado de un alfa eran un omega, no otro alfa y a veces eso la atormentaba un poco y la hacía sentir insegura.
En especial, en los días en que algunas omegas, en especial la pesada de Yeji se le acercaba mucho a su novia y ambas se reían. Eran celos, mezclados con inseguridad.
¿Y si Yeji era su destinada?
Esperaba que no.
—Adiós, chicas. —se despidió Yeji de ambas, y Hyori fingió una sonrisa.
Cuando la omega dio la espalda, puso los ojos en blanco.
—Estas celosa. —dijo Eunyeong, asegurando como se sentía la alfa.
—No. —mintió.
—Sí, lo estás.
Suspiró.
—Bien, tú ganas. Si estoy celosa.
—No veo por qué razón. —Eunyeong se encogió de hombros y se acercó a ella— Me gustan los alfas, no los omegas y… —le pasó un brazo por la cintura— Ya hay una alfa que me gusta, muy cariñosa y pegajosa, por cierto.
—Lo siento. —dijo finalmente con una media sonrisa— Es sólo que no confío en esas omegas que se te acercan y menos en ella.
—No significan nada para mi, lo juro.
Ambas sonrieron y se acercaron para darse un corto beso.
—¿Quieres hacer algo esta tarde? —sintió como Eunyeong se tensaba un poco y hacía una mueca— ¿Qué pasa?
—No puedo, Hyo. —susurró.
—Oh, ¿qué harás?
—Eh… voy a… voy a ayudarle a Yeji con unas cosas en la guitarra.
—Ah, muy bien. —respondió y se alejó.
—No te enojes, Hyo.
—No estoy enojada. —mintió de nuevo— Dong debe estar esperándome, nos vemos luego.
Empezó a caminar hacía el estacionamiento, enojada.
—Hey, no. —Eunyeong la alcanzó— No te vayas así conmigo, podemos hacer algo el fin de semana.
—Es miércoles, ¿qué harás mañana y el viernes? —vió como Eunyeong hacía otra mueca— Vas a estar con Yeji, ¿no?
—Hyo…
—Déjalo, no digas nada más. —interrumpió— Que se diviertan.
Siguió caminando y esta vez la alfa no la alcanzó y lo agradecía porque no quería hablar con ella, no en ese momento.
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Namjoon estaba completa y absolutamente solo en casa, muy relajado mientras veía su serie favorita.
Seokjin había ido a la casa de Taehyung y Jungkook para ayudarlos con unas cosas del nuevo bebé, obviamente se negó a ir porque no tenía ganas de ir a escuchar un bebé llorando y a Jungkook quejándose o riendo nervioso.
Hana salió por algunas cosas para la cena y el jardín que Seokjin le había pedido y Dong se había ido a recoger a sus cachorros.
Cuando terminó de hacer unos documentos para su trabajo, decidió ir a la sala y ver su serie favorita. Estaba tan relajado y todo estaba en silencio, amaba a su familia pero desearía tener más momentos de absoluta paz y…
El timbré sonó y bufó antes de ir a abrir.
Al abrir la puerta, Yoongi apareció con cara de haber visto un fantasma y rápidamente entró en la casa.
—Tengo un problema. —dijo caminando hacía la sala— Traje comida para que nosotros mientras te cuento.
—Hola para ti también. —lo siguió a la sala— ¿Por qué llegas así sin avisar y todo pálido?
Yoongi se sentó en un sillón, dejando toda la comida que había traído sobre la mesa y empezó a mover sus piernas, nervioso.
—Estoy sintiendo algo que nunca había sentido. —dijo finalmente— Todo esto va en contra de mis pensamientos.
—No entiendo nada. —Namjoon lo miraba con el ceño fruncido.
Yoongi volvió a suspirar.
—Creo que encontré a mi pareja destinada.
—¿Qué?
Namjoon estaba sorprendido. Si era sincero, ya se había hecho a la idea de que su mejor amigo estaría solo por siempre.
—Mira, la cosa es así. —empezó a hablar de nuevo— Hace unas semanas, estaba en un bar muy casual y conocí a un lindo omega, muy lindo y su olor en ese momento me atrajo mucho pero yo creí que era el alcohol. —se llevó una fritura a la boca antes de continuar— Esa noche tuvimos sexo, varias veces y todo eso, no daré detalles pero la cosa es que, no se quedó todo en esa noche. Desde ese día nos hemos estado viendo… varias veces y siempre es para tener sexo pero, ahora no dejamos de hablar por mensaje, todo el tiempo y cuando nos encontramos yo solo quiero marcarlo con mi olor o con mi mordida y quiero hundirme en su fuente de olor por horas. —suspiró— Nunca me había pasado esto.
—¿Estás asustado?
—No… bueno, no sé. —balbuceó un poco— Quiero decir, todo esto es nuevo para mi, se supone que no creo en estas cosas y ahora creo que tengo destinado y pienso en marcarlo y tener hijos.
Namjoon rió, negando con la cabeza.
—No tiene nada de malo sentirse así, Yoongi. —le dijo— Deberías seguir viéndolo y si las cosas llegan a algo serio, felicidades, no vas a morir solo.
—Se supone que soy el amigo anti-romance. —susurró.
—Bueno, la gente cambia querido amigo.
El alfa moreno suspiró y se tiró de lleno en el sofá.
—Deberías dejar tu empresa y dedicarte a ayudar a alfas en crisis.
Namjoon rió y cuando estaba a punto de hablar la puerta se abrió. Dakho había llegado, sin sus hermanas.
—Malditos alfas que…. Y siempre con su… —el alfa decía cosas que no lograban entender muy bien— Y mi tonto lobo que es un… y yo no… —Namjoon carraspeó cuando pasó por el frente de la sala, sin notarlos— Ah, hola papá y tío.
—¿Qué te sucede? —preguntó Namjoon mientras Yoongi se reía.
—Nada. —respondió— Estaré en el jardín.
Siguió caminando y Namjoon suspiró.
—Debería ir a hablar con él. —Yoongi asintió.
El alfa oji-miel caminó hacia el jardín pero al llegar vio como su hijo había cerrado con seguro desde afuera y se había llevado las llaves con él.
Suspiró y regresó a la sala.
—Se encerró.
Yoongi soltó una carcajada y Namjoon sentó de nuevo.
Ambos amigos empezaron a ver la serie que el morocho estaba viendo antes y no duraron mucho, porque unos minutos después, sus dos hijas llegaron.
—Todas las omegas son tan tontas. —dijo Suni cuando entró.
—Ni me lo digas. —respondió Hyori.
—Hola niñas. —saludó Namjoon y Yoongi les sonrió.
Ambas los miraron, serias.
—Nadie me moleste, estoy en mi habitación. —dijo Hyori y subió allí.
Suni iba a hablar pero su teléfono vibró y bufó antes de meterlo en su mochila de nuevo.
—Ustedes los alfas son tan tontos.
Namjoon y Yoongi la miraron asombrados y no dijeron nada, solo vieron a la beta subir las escaleras y escucharon la puerta cerrarse de un portazo.
—Siempre que Seokjin se va, ellos se descontrolan. —suspiró Namjoon dándole un sorbo a su cerveza, haciendo reír a su amigo.
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