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Seokjin estaba sentado en el regazo de Namjoon, quien se encontraba apoyado contra la cabecera de la cama. Ambos se besaban con deseo, mientras el omega se restregaba contra la erección del alfa que se encontraba dentro de sus pantalones.

Últimamente, no habían tenido mucho tiempo a solas, ya que cuando sus hijos no estaban estudiando, estaban corriendo de un lado al otro por la casa o metidos en su habitación y, además, casi siempre, mientras el alfa trabajaba,  Seokjin iba donde Taehyung y Jungkook para ayudarlos con su nuevo hijo.

Así que, ahora, estaban aprovechando que aún no había nadie en casa.

—Me encantas. —gruñó Namjoon, atrapando el labio inferior del omega con sus dientes, ganándose un gimoteo por parte de este.

Siguieron besándose y creando fricción entre ellos sobre la ropa. Toda la habitación era jadeos por parte de ambos y el olor a excitación estaba presente ahí dentro. 

Seokjin sabía que en cualquier momento empezaría a botar lubricante.

Namjoon abandonó los labios del omega, para dirigirse a su cuello y empezar a besarlo húmedamente ahí. Seokjin era un lío de jadeos y gemidos. Amaba estos momentos con su alfa. Cuando Namjoon metió las manos dentro de los pantalones deportivos de su omega, ya sabía que no se iban a quedar solo en besos y caricias.

Lastimosamente, se equivocaron, porque fueron interrumpidos por un grito en la parte de abajo de la casa.

—¡Papi! ¡Papi! —era Hyori.

Namjoon gruñó, tirando la cabeza hacia atrás.

—¿Por qué llegaron tan pronto? —preguntó frustrado.

—Iré al baño, tú trata de ocultar tu problema. —Seokjin rió y se bajo de su regazo.

Namjoon suspiró, abrió las ventanas de la habitación y luego se sentó mejor en la cama, colocándose un cojín sobre su entrepierna.

Ojalá alguien le hubiese dicho que tener hijos implicaba quedarse con una dolorosa erección cada que aparecían de la nada.

—¡Papi! —su hija alfa, entró gritando a la habitación— Oh, hola papá.

—Cachorra. —respondió fingiendo una sonrisa.

—¿Dónde está papi? 

—Creo que se está dando una ducha. —mintió— ¿Por qué?

—Necesito su ayuda, hoy tengo mi primera cita con Eunyeong siendo novias.

Oh, cierto que uno de sus pequeños monstruos ya tenía pareja. Habían pasado tres días desde que la alfa, Eunyeong, le había preguntado a Hyo sobre ser novias y le había regalado un bonito ramo de flores y desde ese día su hija no dejaba de sonreír ni de hablar de eso.

—Y yo no...

—¡Acá estoy! —interrumpió Seokjin, saliendo del baño— Así que tienes una cita.

—Sip.

—Hoy es jueves. —dijo Namjoon— Y mañana hay colegio.

—No será hasta tarde, pa' —aseguró la alfa— Sólo iremos a cine.

—Pero...

—¿Para qué quieres me ayuda, preciosa? —preguntó Seokjin, interrumpiendo nuevamente al alfa, quien frunció el ceño.

—¡No sé que ropa ponerme! —gritó— ¿Y si voy fea y se arrepiente de pedirme ser su novia?

—Primero, tú nunca te verías fea. —respondió Seokjin— Y segundo, deja de gritar, claro que te ayudaré.

—Me gustaría no ser interrumpido. —murmuró Namjoon— Ya veo que así tengas colegio mañana, irás a esa cita, así que no quiero que llegues después de las diez. —Hyori asintió sonriendo— Y, ¿dónde están tus hermanos?

—Oh, ellos fueron al jardín cuando llegamos.

Namjoon asintió antes de ponerse de pie e ir a ver sus demás hijos. Ya sabía que no haría nada con su omega.

—Vamos a tu habitación entonces. —dijo Seokjin y su hija salió adelante.

Justo cuando iba a salir sintió las manos de su alfa en la cintura.

—El fin de semana iremos a un lugar. —susurró en su oído— Necesitamos tiempo a solas. —mordió el lóbulo de su oreja, haciéndolo estremecer y ambos salieron de la habitación.

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—¿Seguro que Yoongi irá a verlos en la noche? —preguntó Seokjin una vez llegaron a la cabaña que tenían a las afueras de la ciudad.

—Sí, además Hana y Dong se quedarán en casa todo el fin de semana. —aseguró— No podía dejarlos solos, sabiendo que Hyo ahora tiene novia. —dijo frunciendo el ceño y dejando las maletas en el suelo— Esta semana le vi una pequeña marca cerca de la oreja, los adolescentes no controlan las hormonas.

Seokjin rió y se giró hacía su alfa.

—Bueno, tú no eres adolescente y tampoco controlas las tuyas.

El alfa también rió y se acercó para unir sus labios en un húmedo y posesivo beso.

Iba a ser un fin de semana interesante.

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Ya había anochecido y ambos estaban tumbados en la cama, completamente desnudos.

Seokjin se removió un poco, para salir de la cama y buscar algo de ropa para dormir. Ya había recibido dos veces el nudo de su alfa y no creía que pudiera soportar uno más.

—Mm, no. —gruñó el alfa— Quédate aquí.

—Me pondré ropa para dormir y volveré contigo, cariño. —respondió.

—¿Para qué quieres ropa si te la voy a quitar de nuevo? —dijo coqueto y sin darle tiempo lo tomó de la cintura para sentarlo encima tuyo.

—¿Aún quieres más, alfa? —preguntó en el mismo tono coqueto.

—Yo siempre quiero más de ti, omega. 

Ambos sonrieron antes de empezar a besarse descuidadamente.

El beso se tornó húmedo y lleno de deseo muy pronto y Seokjin empezó a mover sus caderas sobre la entrepierna del alfa haciéndolo gruñir y jadear en su boca.

El lubricante empezó a salir de su entrada, por tercera vez ese día, y los miembros de ambos estaban completamente erectos. Namjoon gruño y bajó una de sus manos para darle una fuerte nalgada la omega que lo hizo gemir contra su boca. El alfa tomó bruscamente el labio inferior del omega entre sus dientes y no lo soltó hasta que sintió el sabor a sangre en su boca.

Sin esperar más, llevó dos de sus dedos a la entrada ya lubricada del otro y gruñó aún más cuando sintió sus dedos ser tan bien recibidos en la entrada estrecha y caliente del omega.

Seokjin cada día lo volvía más loco, en todos los aspectos posibles. Lo amaba.

—A-alfa, vuelve a mover los dedos jus- ah —fue interrumpido cuando Namjoon dobló sus dedos nuevamente y dió con su próstata.

Vió como el pene del omega empezaba a botar líquido pre-seminal y sin querer perder más tiempo, sacó sus dedos de su entrada y lo levantó un poco por las caderas para que se sentara en su miembro carente de atención.

Ambos gimieron cuando estuvo dentro de él por completo.

—Mierda, siempre me recibes tan bien. —gruñó apretando el agarre en las caderas de su pareja.

Seokjin suspiró antes de empezar a moverse, de adelante hacía atrás y luego en círculos, hasta encontrar un buen ángulo. No tardó en empezar a dar pequeños brincos en el regazo del alfa, volviéndolos locos a ambos.

Namjoon lo tomó por la nuca para acercarlo y poder besarlo apasionadamente mientras el seguía moviéndose. Subió un poco sus caderas para encontrarse con los movimientos del omega y ambos suspiraron al sentir que Namjoon había dado con su punto.

—Oh, sigue a-ahí. —gimió el omega sobre sus labios.

Ambos continuaron moviéndose hasta que ya no pudieron más y el omega se vino sobre el abdomen del alfa y el nudo de este empezó a crecer en su interior. 

Justo cuando llegaron al orgasmo, Namjoon escondió su rostro en el cuello del omega y volvió a abrir su marca de unión.

Los dos cayeron en la cama, recuperando el aire y consiguiendo una posición cómoda mientras esperaban que bajara el nudo.

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Al día siguiente, ambos fueron a nadar en un lago que quedaba cerca y tuvieron sexo ahí, dentro del agua.

Todo el día lo pasaron besándose y teniendo mucho sexo en todos los lugares de la cabaña, recuperando el tiempo perdido. Sólo paraban para beber agua o comer un poco. Lo último que hicieron, antes de regresar, fue Namjoon comiéndose al omega y este retorciéndose sobre el sofá. 

Cuando llegaron a casa, ya había anochecido y se encontraron a sus tres hijos viendo una película con Hana, Dong, Jungkook y Yoongi. 

Todos habían tenido un buen fin de semana.

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