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Así que, Namjoon se cansó de esperar a que Hyori decidiera llevar a la alfa que le gustaba por su cuenta, entonces, en la mañana cuando estaban desayunando, le dijo que ya tenía todo listo para que el viernes en la noche, ella fuera a cenar.

Hyori casi escupe el desayuno cuando su padre le dijo, tenía tantos nervios de que Eunyeong conociera a su familia y no sabía por qué.

Al final decidieron que podía invitar a Haneul, su mejor amiga, para que Eunyeong no se tomara la cena como si fuera algo formal, ya que, aún no sabía que tipo de relación era la que tenían.

Pero, Hyo no era la única a punto de desmayarse por los nervios.

Namjoon también quería conocer a la omega de su hijo menor. Según todo lo que le pequeño les había contado, indicaba que ambos eran destinados y el alfa mayor se moría de ganas por conocerla.

Como Seokjin ya conocía a las madres de Valerie, dijo que hablaría con ellas para que la dejaran asistir a la cena y que cuando esta terminara, él mismo la llevaría a casa.

A ambos hijos de la pareja, no les quedó más que aceptar.

Cuando llegaron al colegio, los tres se separaron y Suni se burló de ellos cuando los vio suspirar nerviosos.

—Suerte, hermanitos. —dijo riendo antes de caminar hacia sus amigos.

Hyori caminó por el pasillo, en busca de Haneul y para su suerte, su amiga alfa la estaba esperando al lado de su casillero.

—Parece que te vas a desmayar en cualquier momento. —dijo la alfa cuando estuvo frente a ella.

Haneul era una alfa muy hermosa, su cabello era rubio y un poco ondulado, y una sonrisa perfecta. Era hermosa y una de las alfas más amables que había podido conocer en su corta vida, aunque casi siempre tenía cara de querer matar a los demás, era un amor de persona.

—Papá quiere que Eunyeong vaya a cenar mañana. —dijo mientras guardaba cosas en su casillero.

—¿Es malo? —preguntó confusa— Deberías estar feliz porque tu papá quiere conocer a la alfa que te trae por las nubes. —bromeó.

Ambas sonrieron.

—No es malo, es solo que… me asusta que tal vez papá a llene de preguntas y la espante antes de que seamos algo, ¿sabes?

—Eso no pasará, tonta. —dijo restándole importancia— Tus padres son las personas más geniales que he conocido, seguro Eunyeong los adorará.

—Eso espero. —susurró mientras cerraba su casillero y empezaban a caminar— Tú también vendrás a la cena.

—¿Yo? ¿Por qué?

—Porque, ayudarás a que ella no piense que es algo formal. —explic — Además, necesito a mi mejor amiga conmigo.

—Allá estaré.

Ahora solo le faltaba decirle a Katie.

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Eun: Ahí te veo ☺

Hyori suspiró y empezó a caminar hacia el lugar donde le diría a Eunyeong sobre la cena.

Antes ir a la cafetería con sus demás amigas, se verían cerca del laboratorio de química para poder hablar sin que nadie las escuchara

Cuando cruzó el pasillo, pudo ver a la alfa de lejos.

Eunyeong era hermosa y cada día le gustaba más y no podía evitar que su corazón se acelerara al verla.

Ella tenía el cabello color cobrizo, muy largo y brillantes, sus ojos eran color miel, parecidos a los de Yoongi, su sonrisa era hermosa, labios muy finos y una nariz perfecta. Eunyeong amaba pintar y la música, con las personas que no conocía era muy callada y era tan buena escuchando a los demás.

Para Hyori, era perfecta.

Ese día, la alfa llevaba unos pantalones anchos con algunos rotos, una camiseta de una banda que Hyori conocía muy bien y tenía el cabello recogido en una coleta alta.

—Hola, Eunyeong. —saludó cuando estuvo a su lado.

—Hola, bonita. —sonrió ante el apodo y la alfa se acercó para darle un beso en la mejilla— No es que no quisiera verte, amo verte pero, ¿puedo saber qué era tan importante para vernos aquí? —Hyori suspiró y se limpió las manos sudorosas en los pantalones— ¿Estás bien?

—Sí, todo está bien. —respondió— Tengo que decirte algo. Mejor dicho, pedirte algo.

—Bien, dime, porque me estás pegando los nervios.

Hyori le sonrió, mostrando sus lindos hoyuelos, antes de hablar.

—Mis papás quieren que te invite a cena mañana en la noche. —dijo rápidamente— Es decir, a ti y a Han.

—Oh, creí que ibas a decirme que querías alejarte de mi o algo así. —dijo mirándola— Me encantaría ir a cenar con tus padres y Han, no tienes porque estar nerviosa.

—Bien, es solo que puede que mi papá te asuste un poco con preguntas o cosas así.

—No lo creo, Han y las demás siempre dicen que tu familia es genial, los amaré.

Hyori suspiró y le sonrió.

Menos mal aceptó ir, por un momento pensó que tal vez se asustaría por ir muy rápido y diría que no.

Aunque, si lo pensaba bien, no iban tan rápido. Ya llevaban un poco más de un mes dándose besos y pasando tiempo juntas pero todavía no eran novias. Ninguna de las dos se había atrevido a hacer la pregunta.

—Relájate, Hyo. —Eunyeong se acercó y le dio un corto beso en los labios— Ahora, vamos a comer algo, muero de hambre.

Ambas se tomaron las manos y se dirigieron a la cafetería, mientras hablaban de sus clases.

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—Monstruos. —dijo Namjoon mirando a sus dos hijos— Dejen de caminar por toda la sala, harán un hoyo.

Hyori y Dakho lo miraron con sus ceños fruncidos, mientras Suni y Haneul se reían de ellos.

—Prometo no ser un padre muy sobreprotector, pueden relajarse. —les dijo antes de salir de la sala.

Dakho subió a su habitación y Hyori se sentó junto a su hermana y amiga.

—¿Si me veo bien?

Ambas la miraron. Hyori llevaba unos jeans un poco apretados, con rotos en sus rodillas, una básica negra que mostraba un poco su obligo, con una camisa de cuadros encima y converse negros.

No solía maquillarse mucho, así que tenía algo muy natural, el cabello suelto, con rizos en el final, parecidos a los de su padre y justo esa tarde, había podido ponerse la argolla en su perforación de la nariz.

Sabía que se veía bien, pero los nervios parecían decirle lo contrario.

—Te ves hermosa, Hyo. —respondió Haneul. 

—Siempre estás hermosa, tonta. —aseguró Suni. 

—Siempre estás llena de nervios. Seguro sacaste eso de papi.

Iba a responder pero el timbre de la casa la interrumpió. Suspiró y se apresuró a abrir la puerta.

Al abrir, se encontró con dos mujeres. Una alfa y omega y otra niña omega. 

Eran Eunji y sus mamás. 

—Hola. —saludó. 

—Pasa, Dakho ya viene. ¿Quieren pasar?

—Oh, no linda. —respondió la omega.

—Aprovechamos que Valerie vendría y tenemos una reserva. 

—Dile a Seokjin que le mandamos saludos y que estaremos en casa esperando a nuestra hija, adiós. —dijo la alfa y sonrieron antes de irse.

Cuando iba a cerrar la puerta, vio a Eunyeong aparecer frente a ella y su corazón empezó a palpitar a gran velocidad. Parecía que quería salirse de su pecho. 

La alfa llevaba unos pantalones negros, un poco ajustados, un crop top con el logo de una banda que ambas escuchaban y una chaqueta de jean.

Estaba hermosa.

—Hey, llegaste. —dijo cuando estuvieron cerca.

—Llegué. —respondió sonriendo. 

—Me gusta como te ves.

—Gracias, tú estás muy linda. 

Eunyeong sonrió antes de acercarse y besarla en la boca.

Cuando se separaron suspiraron y se sonrieron y Hyori la invitó a pasar.

Todos estaban sentados en la sala cuando entraron.

—Hola, Eunyeong. —saludó Haneul y la mencionada le sonrió y alzó una mano a modo de saludo.

—Familia. —dijo Hyori— Ella es Eunyeong

—la alfa sonrió—Eunyeong ellos son mis padres  Namjoon y Seokjin. —los señaló y miró a Namjoon cuando lo vio con el ceño fruncido— Y ellos mis hermanos, Suni y Dakho.

—Un gusto, señores Kim. —dijo educadamente— A Dakho ya lo conocía y a Eunji también. —miró a Suni— Un gusto conocerte, Suni.

—Igual. —dijo la beta tratando de sonar indiferente.

—Siéntense. —habló Seokjin— Siéntete en tu casa, Eunyeong.

Ambas se sentaron y Namjoon no dejaba de mirarlas con el ceño fruncido. 

Seokjin de dio un suave golpe con el codo para que dejara de hacer eso y el alfa se aclaró la garganta.

—¿De dónde conoces a Dakie?

—Oh, él entró en el taller de pintura del colegio, junto con Eunji. Son muy buenos.

—¿Te gusta pintar? —preguntó el alfa, un poco menos tenso.

—Si, señor. —respondió sonriendo— He tomado varios cursos desde pequeña.

Namjoon y Seokjin le sonrieron y empezaron a hablar sobre eso mientras la cena estaba lista.

Al parecer, Eunyeong le había agradado a sus padres y en especial a Namjoon que de un momento a otro cambió su expresión y no paraba de hablar.

Cuando la cena estuvo lista, todos empezaron a comer y a hablar.

—Y, ¿cuántos años tienes,  Eunyeong? —preguntó Seokjin.

—Dieciséis. 

—Oh, bien, tienes la misma edad de Hyo. —dijo Namjoon.

—Papá. —Hyori lo miró para que no dijera nada más.

Siguieron hablando y todos amaban a Eunyeong. Ella les contó sobre sus padres, que sorpresivamente, Namjoon conocía de hace algunos años atrás. También les dijo que tocaba un poco de piano y Seokjin estuvo encantado hablando de algunas canciones con ella. Se ofreció a enseñarle a Dakho y Eunji algunas técnicas de pintura e hizo algunas bromas con Suni sobre sus hermanos y Haneul.

Todo había salido bien.

—Iremos a llevar a Eunji a casa. —dijo Seokjin— Sus padres ya están en casa esperándola.

Namjoon asintió, jugando con las llaves del auto.

—¿Quieres que te acerquemos, Eunyeong? —preguntó.

—Oh, papá había dicho que cuando terminara él podía venir por mi. —respondió— Pero si ustedes pueden llevarme, puedo decirle que no tiene que venir.

—Claro, ven con nosotros. —Namjoon le sonrió antes de ir por el auto. 

Eunyeong le envió un mensaje a su padre y se puso de pie para salir.

—Gracias por venir. —Hyori le dijo acercándose.

—Gracias por invitarme. —respondió—Amé a tu familia, son geniales.

—Me alegra escuchar eso. —dijo, antes de acercarse y juntar sus labios en un suave beso.

—Adiós, bonita Hyo. —sonrió— Adiós chicas.

—Adiós. —dijeron Suni y Haneul al unísono.

Cuando todos se fueron, Hyori se sentó junto a ambas, suspirando.

—Viste que todo salió bien. —dijo Han— Te estabas volviendo loca por nada.

—Típico de Hyo —añadió Suni, ganándose un golpe con un cojín. 

—No molesten, vamos a la cama.

Las tres se pusieron de pie y se dirigieron a las habitaciones. Haneul dormiría ahí, así que dormiría en la misma habitación con Hyori.

Ya estaban listas para dormir y estaban conversando en la cama, cuando a Hyori le llegó un mensaje. 

Nuevo mensaje de Eun.

Sonrió al ver la notificación y dejó de prestarle atención a lo que Haneul decía.

Eun: La pasé muy bien en tu casa y nuevamente, amé a tu familia. El lunes en el colegio necesito preguntarte algo, no es malo así que no te asustes. ¡Buenas noches!

Hyori suspiró y escribió un “buenas noches” antes de apagar el teléfono y seguir escuchando a su amiga.

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