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«can I go where you go? Can we always be this close forever and ever?»

—No has hablado con ella, Hyo. No sabes si piensa eso. —dijo Haneul, su amiga, mientras caminaban. 

Hyori suspiró.

—No he hablado con ella pero estoy casi segura que piensa algo así. —respondió— Mira, hace dos días, papá le preguntó sobre a que universidad planeaba ir o que haría luego de la graduación. Ya sabes que faltan dos meses y algunos días para eso. —la alfa asintió— Y ella le respondió nombres de varias universidades, le dijo lo que quería estudiar, que sus padres estaban de acuerdo y todas esas cosas, pero nunca me mencionó a mi en sus planes y no lo sé… Tal vez para ella es solo un amor de secundaria. Ni siquiera hay manera de saber si somos destinadas o no porque somos dos alfas.

—Bueno, tal vez no te mencionó en sus planes por miedo a tu padre, ya sabes que él a veces da miedo cuando hace esa mirada. —explicó— Pero eso no quiere decir que no piense en ti, no puedes ir asegurando cosas sin hablar con ella primero, Hyo. —Hyori hizo un pequeño puchero— Tal vez deberías intentar hablar con ella, decirle que opina sobre que las dos vayan a la misma universidad, obviamente sin vivir juntas porque es muy pronto y tú vas a vivir conmigo. —ambas rieron— Pero habla con ella y así dejas de estar pensando en eso y, a la mierda los destinados, eso no es algo relevante frente al amor que ustedes se tienen.

Hyori negó con la cabeza y rió.

—Ni siquiera nos hemos dicho te amo. —dijo un poco más bajo— La semana pasada fue su cumpleaños y quería decírselo pero me dio miedo y en unos días cumplimos siete meses de noviazgos y seguro tampoco seré capaz de decirlo y, tal vez en un mes que sea mi cumpleaños y ella me dé algún regalo, tampoco seré capaz, ugh.

—Basta, Hyori. —Haneul se paró frente a ella y la tomó por lo hombros— Le dirás te amo cuando te sientas lista y no la vas a asustar porque ella también te ama, se le nota. Ya deja de adelantarte y matarte la cabeza con cosas que no han pasado, todo estará bien.

—Lo siento…

—No sientas nada, soy tu amiga y puedes hablar conmigo de lo que quieras pero no me gusta verte así. Torturándote con cosas que no son verdad o no han pasado, por favor para. —Hyori asintió murmurando un suave “ok”— Ahora, vamos a esa heladería nueva, muero de hambre.

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Al día siguiente, luego del colegio, Hyori invitó a Eunyeong a ver una película en su casa. 

Ambas estaban acostadas en la cama de la alfa Hyori. Hyori recostada en la baranda y Eunyeong acostada en su pecho mientras la primera le acariciaba su cabello cobrizo y veían una de las películas de Thor.

—Hyo. —llamó su novia cuando empezaron a salir los créditos.

—Dime.

—¿Estás bien? —preguntó, acomodándose de manera que pudiera ver a la otra— Bueno, mejor dicho, ¿estamos bien? 

Hyori frunció el ceño.

—Si… si estamos bien. —respondió un poco confundida y asustada, ¿acaso quería terminarle?— ¿Por qué lo dices?

—Es que… últimamente, en estos últimos días, has estado muy distante, pensativa y no sé… —bajó la mirada y empezó a jugar con el collar que llevaba Hyori— tal vez hice algo y por eso estás así.

—Oh, no… No hiciste nada, amor. —dijo rápidamente— Es solo que… o sea, si he estado pensando en algo últimamente pero no es importante. Perdón por hacerte sentir como que hiciste algo para enojarme o así.

—Bien… y me dirás en qué estás pensando tanto? —la alfa negó— Dime. —se acercó y le dio un corto beso— Dime, Hyo.

—Eh… bien. —suspiró— ¿Qué piensas sobre ir a la misma universidad? 

—¿Tú y yo? —la otra sintió— ¿Quieres que vayamos juntas?

—Pues… es que, cuando le mencionaste tus opciones a papá, nombraste la que queda a dos horas de aquí y yo también me presenté a esa y yo… yo quiero saber si te gustaría ir allí conmigo, si eres admitida. —explicó—Obviamente no viviríamos juntas porque somos muy jóvenes y tenemos que ver si lo nuestro sigue funcionando pero… pero yo no quiero tener que alejarme de ti o algo así.

—¿Era eso? —preguntó conteniendo una sonrisa.

—Sí…

—Pues déjame decirte que te estabas matando la cabeza por nada porque yo estaría encantada de ir contigo a donde sea, juntas.

Hyori sonrió y la acercó para dale un beso. Un beso lento, suave y lleno de amor, aún tenía miedo de decir esas dos palabras pero sabía que con acciones podía transmitirle a Eunyeong cuán enamorada estaba.

Eunyeong subió una de sus manos al cuello de la otra, para acariciarla y hacer un poco de presión en su fuente de aroma, haciéndola estremecer y sonreír un poco entre el beso. Bajó la mano hasta su cintura para así poder meterla entre la blusa que llevaba Hyo, cuando la piel caliente de la alfa hizo contacto con la mano fría de la otra, ambas soltaron pequeños gruñidos sin separarse del beso. Eunyeong empezó a subir un poco su mano y justo cuando tocó una parte del sujetador de su novia, su celular vibró, interrumpiéndolas.

—Oh mierda. —dijo mirando la pantalla— Lo había olvidado… Hyo, debo irme.

—¿Qué? ¿Ahora? —dijo un poco frustrada.

—Si, perdóname. —se levantó de la cama y se acercó de nuevo a ella para darle otro beso— Te veo mañana, bonita. Te quiero.

—Yo también te quiero. —respondió y cuando la alfa salió de la habitación se tumbó en el cama un poco enojada, frustrada, ¿excitada? No sabía bien como estaba pero cerró los ojos y suspiró.

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El día en el que cumplían siete meses de noviazgo, llegó rápido. 

Era un viernes y Eunyeong había estado muy rara ese día en el colegio. En las clases que compartían casi no prestó atención y en la cafetería se la pasó revisando el celular con insistencia. 

Hyori quería saber que le pasaba.

Cuando el día terminó, Eunyeong le dijo que la esperaba a las siete de la noche en su casa y se despidió rápidamente sin darle tiempo de preguntarle que estaba tramando.

Suni y Seokjin ayudaron a Hyori a arreglarse esa noche. Se puso un vestido Vinotinto que le quedaba un poco más arriba de las rodillas, unos converse negros, chaqueta negra y se dejó el cabello suelto, resaltando sus bonitos rizos heredados de su padre. No se maquilló mucho, solo un poco de sombra no muy llamativa, el delineado que amaba hacerse, pestañina y no podía faltar su arito en la nariz.

—Vas preciosa. —dijo Seokjin. 

—Gracias, papi —sonrió— Me voy o se hará tarde.

El omega le sonrió y le dio varios besos en la mejilla antes de irse. Se despidió de Suni y le dejó un beso a su padre y hermano que se encontraban comprando algo para la omega de Dakho. Si, había vuelto a ser novios.

Dong la llevó hasta la casa de su alfa y cuando se bajó del carro sus nervios aumentaron.

Eunyeong la esperaba afuera de su casa y se veía hermosa, como siempre. Llevaba su cabello recogido en una moña alta, tenía unos jeans anchos, un crop top color morado y unas vans, tenía varios collares, los cuales casi siempre llevaba puestos, no tenía mucho maquillaje.

—Hola, Hyo. —saludó cuando se acercó— Estás… hermosa.

—Tú igual. —respondió un poco sonrojada.

—Bueno, necesito que te pongas esto en los ojos y te dejes guiar por mi. —explicó— ¿Confías en mi?

—Obvio que confío en ti pero… ¿para qué?

—Ya verás, solo colócate esto.

Hyori asintió y se puso lo que su alfa le pasó para ponerse en los ojos. Caminaron dentro de la casa, con Eunyeong guiándola, sus manos en la cintura para asegurarse que no se cayera o algo así.

Cuando llegaron al patio, Eunyeong le quitó la venda de los ojos y la dejó ver el pequeño kiosco que allí había, decorado con luces navideñas, comida en una canasta, una guitarra y cojines en el piso para que se sentaran.

—¿Te gusta? 

—Esto es… es precioso, amor. —se giró para mirarla— Me encanta. —se acercó y le dio un corto beso.

—Me encanta que te encante. —dijo sonriendo— Espero que también te encante lo que hay en la canasta porque casi me muero haciendo todo eso y tuve que recurrir a la ayuda de mamá.

—Estoy segura de que también me encantará.

—Bien, ahora, vamos y nos sentamos para poder darte una parte de la sorpresa.

Ambas caminaron y entrar en el kiosco para sentarse en los cojines. Eunyeong cogió la guitarra y se la puso en sus piernas.

—Hace unos días, cuando salí de tu casa muy apurada. —empezó a hablar— Fue porque Yoongi y Jungkook me estaban esperando para ayudarme con algo. —Hyori frunció el ceño— Jungkook me ayudó a hacerte un dibujo, que se supone que somos nosotras dos —señalo un pequeño lienzo, que no había visto hasta hora. Hyori tenía ganas de llorar— Y Yoongi me ayudó con las notas de la canción que te voy a cantar.

—Todo es tan hermoso y… No te merezco, Eun. —dijo con los ojos a punto de botar lágrimas.

—No llores, bonita. —dijo— Ahora, voy a cantar y no sé si va a salir bien o mal, tú solo disfruta.

Hyori asintió sonriendo.

Eunyeong acomodó bien la guitarra y empezó a tocar. Era Lover de Taylor Swift, ambas amaban a dicha cantante y esa era una de las canciones favoritas de Hyori. Nunca creyó que su alfa, su novia, su otra mitad, le cantara algo tan precioso. La voz de Eunyeong era hermosa y la forma en que tocaba cada nota tenía encantada a la otra.

Cuando la canción terminó, Hyori estaba llorando mientras sonreía, no le importaba si su perfecto delineado se dañaba, esto era algo hermoso.

Se paró de su cojín y se tiró a los brazos de Eunyeong.

—Eres la mejor, gracias. —dijo sonriendo— Yo… te amo, Eun. Te amo tanto.

Ambas se miraron y Hyori sintió su corazón latir con intensidad cuando se dio cuenta de las palabras que habían salido de su boca.

—No tienes que…

—Yo también te amo, Hyo. —la interrumpió y puso una de sus manos en la mejilla de su novia— Te amo mucho y como dice la canción, quiero ir a dónde tu vayas, quiero estar cerca a ti por siempre, eres mi amor y no quiero que eso cambie en mucho tiempo. Eres mi alfa.

Hyori sonrió, con nuevas lágrimas bajando por sus mejillas y sin la necesidad de decir nada más, besó a su novia. No necesitaba nada más en ese momento, se sentía en paz, en calma. Se sentía en casa.

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