The Baker Family
ONE.
★. la familia baker ⭑ ⋆
—Llegamos.
Lydia se quitó el cinturón una vez que su tío estaciono el auto y se bajo de la camioneta. Sus ojos recorrieron la casa blanca, todo seguía igual, o eso recordaba ella.
Su tía se puso a un lado de ella abrazándola por los hombros después de darle una sonrisa y se encaminaron hacia la puerta de la gran casa. Mientras su tío y hermano bajaban las maletas.
—Bienvenida a tu casa, cariño —le dijo su tía una vez que entraron a la casa.
Lydia camino por la sala, todo parecía igual a como recordaba, aquella casa era de sus abuelos —una de muchas—. Pero esta casa se la dejaron a su tío, mientras a su padre le dejaron la de España.
Tanto sus padres como sus tíos y toda su familia son de Madrid, España. Pero sus tíos al casarse decidieron irse a vivir a Estados Unidos y dedicarse a las empresas familiares qué hay en el país —y en otros países—.
Eso amaba de sus tíos y padres, sus historias, unas que te hacían creer que aun existen aquellas parejas perfectas. Pero para Lydia ya no era así, no desde la separación de sus padres, no desde las muertes de su hermana y madre.
—¿Lyds?
Se giro viendo a su hermano, este dejo las maletas en el suelo y camino a ella tomando su rostro, ella frunció el ceño confundida cuando le limpio algo que caía por su mejilla y suspiro secando las lagrimas que habían caído sin que se diera cuenta.
—Estoy bien Marcos, estoy bien tranquilo.
Solo que... —mordió su labio y se encogió de hombros.
—Lo se, solecito.
La abrazo sabiendo la razón por la que había llorado. Sus tíos los miraron en silenció hasta que creyeron adecuado interrumpir el momento.
—Les mostraremos sus cuartos chicos.
Los hermanos se giraron y asintieron. El castaño volvió a tomar las maletas.
Siguieron a sus tíos escaleras arriba a la segunda planta, Lydia admirando todas las fotos que habían colgados en la pared, de su familia. Siguiendo a su hermano y tíos, se detuvieron cuando su tío lo hizo abriendo una puerta.
—Está es la tuya Marcos. —Apunto y este asintió dejando la maleta dentro. —Y Lydia, la tuya es esta.
Dio unos pasos más al lado de la puerta del cuarto de su hermano abriendo la puerta blanca.
—Los dejaremos que se acomoden mejor.
—asintió con una sonrisa hacías sus tíos.
Ella tomó su maleta caminando dentro mirando todo el lugar, era su cuarto de cuando era pequeña, cuando iban a visitarlos, tenía una enorme ventana que tenía un balcón que daba al hermoso patio. Se giro cuando escucho unos suaves golpecitos, su hermano estaba en la puerta viéndole, se volvió a girar a la ventana.
—La última vez que venimos fue cuando Andrea tenía cinco años, nos encantaba jugar en el patio a las atrapadas y la dejábamos ganar siempre.
Lydia soltó una pequeña risa.
—Teníamos que dejarla ganar si no hacia su berrinche.
El soltó una carcajada y le rodeo por los hombros. Lydia dejo su cabeza apoyada en su pecho suspirando.
—Las extraño.
El suspiro abrazandola más.
—Yo también solecito. Yo también.
Dante y Laura los observaron en silencio, su hermano, es decir, el padre de ambos, les había advertido antes de que llegaran que ambos pasaron por mucho dolor reprimido y estuvieron meses sin hablarle a alguien solo ellos dos encerrados en la habitación que antes era de su hermanita. Claro, ahora estaban bien, pero no de todo... y a que costo.
Ninguno de los dos se podían imaginar cuanto dolor debieron haber guardado en sus corazones, sus sobrinos perdieron a su mamá y hermana, perdieron a dos de las personas más importantes.
Se apartaron de la puerta y caminaron por el pasillo escaleras abajo hacia la sala.
━━ ♡ ♡ ♡ ━━
Cuando ambos acomodaron sus cosas en sus nuevas habitaciones bajaron hacia la cocina donde sus tíos estaban preparando la cena, pero ambos se vieron confundidos al ver comida de mas, cuando solo son cuatro personas.
—¿Qué pasa? —preguntó Lydia confundida.
—Preparó la cena —le respondió su tía lo obvio, viéndola con una sonrisa divertida.
—Ya vimos pero, ¿porqué hay comida de mas? —preguntó confundido Marcos —ya sabemos que Lydia come mucho pero no tanto.
Su hermana al escucharlo le pellizco el brazo, haciendo que suelte un quejido de dolor.
—Hace unos días llegaron vecinos nuevos a la casa de a lado, así que como bienvenida los invitamos a cenar.
—Así que, vayan a alistarse que en unas horas llegan —les aviso su tia.
Ambos hermanos se fueron a sus cuartos a alistarse para recibir a las visitas.
━━ ♡ ♡ ♡ ━━
—Entonces, ¿te meterás al equipo de futbol? —le preguntó Lydia a su hermano.
Ambos estaban en la habitación del mayor, platicando de cosas sin importancia.
—No lo sé —dijo con duda el mayor.
—A ti te gusta el fútbol, no lo dejes —dijo Lydia viéndolo —además así podré ir a tus juegos.
Marcos soltó una risa. —Lo pensaré.
Lydia le dio una sonrisa.
—¿Y tu? —Lydia lo vio confundida al no saber a qué se refería. —Me refiero a que si tú vas a entrar a clase de arte y música.
Lydia abría y cerraba la boca como pez al no saber qué decir. Al final solo levanto los hombros en señal de que no sabía.
—Oh vamos, tengo muchas ganas de ir a un recital tuyo y a tus exposiciones de arte —le dijo Marcos con una sonrisa.
—Lo pensaré.
Siguieron hablando cuando escucharon voces abajo. Ambos se miraron sabiendo de quienes eran esas voces: De los nuevos vecinos.
Ambos sin ganas se levantaron de la cama y caminaron hacia el primer piso donde los demás estaban. Caminaron hacia la sala donde se escuchaban las voces, al entrar se encontraron con una familia de más de doce personas.
Todos enfocaron sus ojos en ellos cuando los escucharon llegar. Mientras sus tíos fueron hacia ellos con unas sonrisas.
—Ellos son nuestros sobrinos, acaban de llegar hoy —se dirigió a la pareja Baker, para después voltear a ver a sus sobrinos
—chicos, ellos son la familia Baker.
Tom y Kate Baker se acercaron a los dos hermanos con unas sonrisas amigables.
—Mucho gusto, yo soy Tom y ella es mi esposa Kate. Y ellos son nuestros hijos; Charlie —señaló a un pelinegro de ojos azules —Lorraine, Henry, Sarah, Jake, Mark, las gemelas Jessica y Kim, Mike, y los gemelos Kyle y Nigel.
Lydia miró uno por uno mientras el mayor los señalaba para terminar en el hijo mayor, Charlie. Ambos se vieron a los ojos por unos segundos, antes de que ella apartara la mirada.
—¿Once hijos? —preguntó sorprendido Marcos.
—En realidad son doce, pero la más grande ya no vive con nosotros —les comentó Kate.
—¿Doce hijos? Joder, vosotros no perdieron tiempo —dijo Marcos burlón pero un poco sorprendido.
Lydia abrió los ojos con lo que dijo su hermano para luego golpearlo en la cabeza y pellizcarlo.
—Cállate idiota —le mando mirándolo mal.
Todos a excepción de los tíos de ambos los vieron confundidos, pues ninguno sabía el idioma que ambos hermanos estaban hablando.
—Mucho gusto —Lydia se dirigió a los mayores, para después voltear a ver a los demás —el es mi hermano Marcos y yo soy Lydia.
—¿Porque hablaban raro? —preguntó uno de los gemelos, Nigel.
—Sí, parecía como los alienígenas —dijo esta vez el otro gemelo, Kyle.
Lydia soltó una risa, que llamó la atención de un pelinegro de ojos azules, quien a sus oídos parecía una melodía suave.
—Estábamos hablando en español —le contestó Lydia viéndolos con una dulce sonrisa.
—¿De donde vienen? —les preguntó Tom curioso.
—Somos de Madrid, España. —respondió Marcos.
—Debe ser hermoso España —comentó Kate con una sonrisa —uno de mis sueños es conocer algunas partes del mundo y España es uno de ellos.
—Pues cuando viaje a España sólo díganos y pueden quedarse en nuestra casa y podemos hacerles un tour por todo Madrid.
Lydia les dio una sonrisa sincera.
—Muchas gracias querida —Kate se acercó a Lydia a abrazarla.
Lydia solo le dio una sonrisa tímida y le correspondió el abrazo.
—Marcos, Lydia, ¿pueden llevar a los chicos al cuarto de juegos? Por favor.
—Claro —respondieron al unísono.
Les dieron una señal a los Baker para que los siguieran. Caminaron en un pasillo y al final de este se encontraba una puerta donde al entrar se encontraba una habitación de juegos.
Los niños Baker al entrar quedaron asombrados, miraron todo con los ojos grandes y la boca abierta.
Los hermanos Gamboa soltaron unas risas al ver sus caras.
—Bueno —Marcos carraspeó para le hicieran caso —pueden hacer lo que quieran, si no saben algo o cualquier duda pueden decirnos.
—Y... —Lydia caminó a un área donde había una barra y unos estantes abriendo estos mastranto golosinas —pueden tomar lo que quieran.
Los niños Baker les dieron unas grandes sonrisas para luego cada uno ir a una parte diferente de la habitación. Quedándose así los mas grandes juntos.
—Me encanta tu falda —Lydia le dijo a Loraine, que se encontraba a un lado de ella y mirando su falda.
—Gracias —agradeció Lorraine con una sonrisa —a mi me encanta tu vestido y tus zapatos.
—Gracias —Lydia le dio una sonrisa.
—¿Te gusta la moda? —le preguntó Lorraine.
—Me encanta.
Ambas se fueron a un sillón que había en la habitación a hablar sobre moda y otras cosas más. Así dejando a sus hermanos mayores solos.
—¿Juegas billar? —le preguntó Marcos a Charlie mientras apuntaba la mesa de billar.
—Claro.
Ambos se fueron a jugar mientras platicaban de cosas sin sentido.
━━ ♡ ♡ ♡ ━━
Pasando una hora, los mayores les hablaron para que fueran a cenar. Así que ahora todos se encontraban cenando, la cena se acompañó de pláticas y risas por parte de todos.
—Entonces, ¿cuánto tiempo se quedarán aquí? —preguntó Kate a los hermanos.
—No lo sabemos todavía —le contestó Lydia después de compartir una mirada con su hermano.
—¿Y sus papas? —preguntó uno de los niños Baker, Mark.
Tanto Lydia como Marcos se quedaron callados con su vista fija en sus platos.
—Bien hecho fedex, te pudiste haber quedado callado —le dijo Sarah a Mark molesta y haciendo que esté se pusiera triste, cosa que noto Lydia.
—Oh, no te preocupes Mark, no nos molesto tú pregunta —le aseguro Lydia con una sonrisa.
—Es verdad —la secundo su hermano
—nuestro papá se quedó en Madrid y bueno... nuestra mamá murió hace un mes.
—Lo siento —les susurró a los hermanos Gamboa con la mirada gacha, pues se sentía culpable.
—No tienes nada de que disculparte —le dijo Lydia con una sonrisa tierna —no sabias, así que no lo hiciste con mala intención.
—Solo tuviste curiosidad, créeme no eres el primero ni serás el último en preguntarnos eso.
Marcos le guiñó el ojo, haciendo que Mark le diera una sonrisa.
—¿Tienen más hermanos? —preguntó Tom curioso.
Esa pregunta provocó un sentimiento amargo en ambos jóvenes, que de igual manera ambos hermanos agacharan la cabeza.
—Ay no, lo sentimos tanto —dijo Kate arrepentida —deben pensar que somos unos chismosos.
—No, claro que no, para nada —dijo rápidamente Lydia.
—Nuestra hermanita murió hace un año, meses después mi mamá se suicido por la depresión en la que entró por la muerte de su hija.
Contestó Marcos después de que se quedaran callados. Lydia llevó su mano a su mejilla para quitarse la lágrima que se le había escapado, siendo observada por Charlie.
—Lo sentimos tanto —dijo Tom viéndolos con tristeza.
Marcos y Lydia les dieron unas pequeñas sonrisas.
Después de ese momento platicaron de otras cosas, olvidándose del triste momento.
Una hora después la familia Gamboa estaba despidiendo a la familia Baker, pues ya era tarde y al día siguiente los niños tenían escuela.
—Fue un gusto conocerlos —les dijo Kate a Marcos y Lydia —son bienvenidos a nuestra casa cuando gusten.
—¡Si! —dijeron Kyle y Nigel al unísono.
—Sí vengan, nos cayeron muy bien —dijo Jake y todos sus hermanos asintieron con la cabeza estando de acuerdo.
Marcos y Lydia soltaron unas risas.
—Para nosotros también fue un gusto conocerlos —dijo Lydia viéndolos.
—Y gracias, ustedes también son bienvenidos a nuestra casa —Marcos les dio una sonrisa a todos.
Se despidieron por última vez antes de irse a su casa, Lydia conectó sus ojos con los de Charlie unos segundos y ambos se dieron una pequeña sonrisa antes de que este último se dirigiera a su casa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro