TEN.
★. sentimientos ⭑ ⋆

Era sábado por la tarde, Lydia se encontraba junto a su hermano, ambos dirigiéndose a la casa de los Baker. Al entrar saludaron al equipo de futbol americano que se encontraba en la sala, junto a Tom.

—Hola chicos, ¿y los niños?

—Antes de irnos los dejamos haciendo la tarea. Así que, han de estar arriba, haciéndola.

—Iremos a ver cómo van —le dijo Marcos, Tom asintió y articuló un "gracias" con los labios.

Ambos hermanos subieron al segundo piso, mientras Marcos iba a la habitación de los gemelos, Lydia iba a la habitación de Sarah, pero ninguno de los niños estaba.

Ambos se miraron con preocupación.

—La fiesta de Dylan —murmuraron al unísono, antes de correr hacia las escaleras.

Bajaron las escaleras corriendo y al pasar junto a la sala, caminaron con tranquilidad, para luego dirigirse hacia la puerta y salir corriendo de la casa, hacia la de los vecinos de enfrente.

Al llegar al jardín de la entrada, vieron a las personas correr hacia sus carros, mientras gritaban.

—¡Una serpiente! —grito un hombre pasando enfrente de los hermanos Gamboa.

Estos corrieron hacia la casa hasta llegar al patio trasero buscando a los niños. Vieron a los niños en diferentes partes. Lydia y Marcos iban a ir por Nigel y Kyle, pero vieron a Tom junto a su equipo de futbol yendo hacia los niños.

Lydia miró en dirección a Cameron y este al verla le guiñó el ojo con una sonrisa divertida.

Los hermanos Gamboa fueron por los gemelos y al tenerlos en brazos, se dieron cuenta que los jugadores tenían en sus brazos a los demás niños.

Ambos vieron como Tom entró a un inflable para sacar a Sarah, pero de pronto el inflable empezó a inflarse de más, hasta que explotó y todos los que estaban adentro salieron volando. Lydia vio que Tom caería sobre Dylan.

Puso los ojos como platos. —¡Cuidado, el niño!

Ambos hermanos junto a Cameron corrieron hacia ellos, ayudándolos. Después dos ambulancias llegaron. Pues el pequeño Dylan junto a un jugador de futbol resultaron heridos.

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Eran las tres de la mañana, Lydia se encontraba en la habitación de Lorraine, acostada en la cama de esta, sin poder dormir.

Días habían pasado desde la conversación que la castaña tuvo con Charlie. Y si le preguntaran a Lydia que pasó después, ella simplemente diría que nada.

Exactamente después de prometerle a Cameron que dejaría que Charlie le explicara las cosas, el pelinegro no se había acercado a ella.

Se levantó de la cama, poniéndose sus pantuflas, para luego caminar hacia la puerta de la habitación, abriéndola y cerrándola pero con cuidado de no despertar a su amiga.

Una vez afuera de la habitación, se encaminó hacia las escaleras que se dirigían a la cocina para tomar un vaso de agua.

Mientras bebía el agua escuchó unos pasos en las escaleras de la cocina, así que dirigió su mirada a esa dirección, viendo al dueño de sus pensamientos.

—Lydia —pronunció su nombre en un tomo bajo cuando la miró.

—Hola, Charlie —Lydia le dio una pequeña sonrisa para luego seguir tomando de su agua en silencio.

Charlie caminó para servirse un vaso con agua y se recargó en la encimera de la cocina. Ambos se sumergieron en un silencio un poco incómodo, mientras se daban algunas miradas fugaces.

Lydia tardo unos segundos para voltearlo a ver, al verlo solo sentía como su corazón empezaba a palpitar rápidamente. Ella estaba esperando a que dijera algo, pero él sólo estaba callado.

—¿Podemos hablar? —le preguntó el pelinegro después de unos segundos.

Lydia solo asintió. —Claro.

—Quiero hablar sobre lo del otro día.

—Charlie... —antes de que Lydia pudiera decir otra cosa, Charlie la interrumpió.

—Solo escúchame, por favor —Lydia soltó un suspiro.

—Está bien.

Charlie soltó un suspiro antes de acercarse un poco a donde se encontraba Lydia. Viéndola, suspiro lentamente por lo que iba a decir.

—Me gustas muchísimo —lo dijo, al fin lo dijo —desde el primer momento que te vi, desde que tus tíos nos presentaron esa vez en tu casa y al verte con esa timidez, desde que me sonreíste por primera vez y escuché tu risa, la primera vez que hablaste español —sonrió —desde que me dijiste por primera vez Ojitos lindos en español, la primera vez de te vi en vestido, y la primera vez que nos besamos —dio un suspiro —me has gustado desde la primera vez que te vi, siempre has sido tú.

Lydia solo se quedó callada, volteo a mirar al suelo, empezando a sentir nervios, pero vio como Charlie tomó sus manos, acariciándole.

—¿Qué hay de Beth? —preguntó ella en un susurro.

—Beth y yo terminamos —en cuanto Charlie dijo eso, Lydia lo miró.

Lydia no sabía que decir después de eso. La castaña dio unos cuantos pasos para acercarse a Charlie, pero antes de que él pudiera decir algo, la castaña tomó su rostro y junto sus labios con los suyos.

Charlie tomó la cintura de Lydia para acercarla más a su cuerpo, ahora estaba tan seguro de que no la iba a soltar nunca. Los dos se separaron al sentir la necesidad de oxígeno, Charlie no la soltó, Lydia solo lo miro a los ojos.

—¿Eso significa que me darás una oportunidad? —preguntó Charlie con una sonrisa.

—Claro que sí —dijo Lydia con una sonrisa.

El pelinegro solo sonrió, para después volver a juntar sus labios y perderse en un beso lento.

¡Últimos Capítulos!

Ya se que estuve desaparecida algunas semanas, les debo una disculpa:(
Sinceramente me dio un bloqueo escritor y súmenle mis problemas personales.

Pero aquí les dejo este capítulo. Feliz navidad y año nuevo!!!

AAAAAHHH!! Me encantó este capítulo. Por fin Charlie terminó con Beth y le dijo a Lydia lo que sentía por ella. Voy a llorar!!

Como son los últimos capítulos quisiera llegar a una meta de votos en estos capítulos.

70 votos para actualización.

No olviden de la meta de votos y comentar <3

Los quiero estrellitas ☆