
𝕿𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔
Por la mañana Minho se había despertado temprano para organizar unas cosas mientras Jisung
dormía, por si despertaba le había dejado una nota y salió de prisa.
Jisung después de un rato se despertó buscando a Lee pero se percató de aquella nota ❝Regreso en un momento para desayunar, espérame -Te amo❞ Jisung sonrió, tendió la cama y se dio una ducha.
Mientras secaba y peinaba su cabello se dio cuenta de algo.
― Otra vez... ―susurro con seriedad viendo la cantidad de cabello que había en su peiné.
― ¡Sunggie! ―escuchó a Minho entrar a la habitación.
―¡Enseguida salgo! ―Jisung junto los cabellos y los envolvió en papel para después tirarlo y salir a donde Minho.
― Buenos días solecito. ―beso la frente de Jisung.
― Buenos días. ―respondió con una sonrisa.
― ¿Dormiste bien?
―Sí. ―asintió abrazando a Minho― ¿A dónde fuiste?
―Fui a buscar un lugar, iremos allí terminando de desayunar ¿te parece?
―Seguro.
―Vayamos entonces.
―Claro, espera. ―corrió a buscar una gorra para ponérsela― Vamos. ―tomo la mano de Minho.
―Vamos. ―ambos salieron de la habitación con una sonrisa.
Fueron a desayunar solo ellos dos, pues el resto tenia sus propios planes, el día de hoy solo serían Minho y Jisung; ya se tenia todo preparado. Terminando el desayuno salieron del hotel y subieron al auto.
―¿A dónde vamos hoy? ―pregunto sonriendo.
―Lo sabrás al llegar. ―Minho manejo hasta una tienda de música y e estaciono su auto.
―¿Qué hacemos aquí? Creí que había una tienda así en el hotel.
―Pero no tienen lo que estaba buscando.
―¿Y qué estas buscando? ―cuestiono Jisung con mucho interés.
―Bajemos. ―salió del auto seguido de Han.
Al entrar, se percataron de lo grande que era, tenía varios vinilos en las paredes y estantes, bocinas, instrumentos, etc. Jisung siguió a Minho hasta donde estaban los instrumentos.
―Bueno, me dijiste que tocabas la guitarra.
―Eso fue hace años ―sonrió―. Ahora no recuerdo mucho.
―Lo que bien se aprende nunca se olvida. ―sonrió.
―¿Qué quieres decir?
―Elije una. ―señalo las guitarras acústicas.
―No... ―sacudió sus manos― No Minho, no podría.
―¿Por qué?
―¿Te has fijado en el precio?
―¿Y? La comprare yo, no tú.
―Ese es el problema, siempre estas comprando cosas e invitándome a salir. Esto es mucho. ―negó.
―Por favor, solo elige una.
―No.
―Sunggie ―suplico.
―No lo haré.
―Sunggie~... ―lo miro con ojos tristes― Por favor.
―No me mires así ―frunció el ceño.
―Te lo pido ¿o quieres qué me arrodille?
―¡No! ―respondió exaltado.
―Entonces por favor, solo elige la que más te guste.
―¿Por qué insistes tanto?
―Quisiera escucharte tocar algo.
―Minho... ―lo miro. Minho le seguía mirando con suplica, entonces Jisung no resistió mas― Esta bien. ―suspiro.
―¡Genial! ―sonrió― Escoge una, la que más te guste.
―De acuerdo... ―miro cada una de aquellas guitarras.
Visualizo una que posiblemente estaba a su medida, pidió que se la mostraran y se fueron a un cuarto de sonido para probarla. Jisung tenia años de no tocar o hacer cualquier cosa que tuviese que ver con la música, pero eso estaba cambiando, Minho estaba ahora con él y sabía que sería todo diferente.
Después de comprarla con todo y estuche, más unas cuerdas extra, se dirigieron al hotel nuevamente.
―¿Quieres salir hoy? ―preguntó Minho.
―No, me siento algo cansado.
―¿Sientes algún malestar o algo?
―Nop. ―negó con la cabeza― Ya salimos mucho ayer, así que hoy quisiera estar en el cuarto, tal vez recorrer el hotel un rato.
―Entonces vayamos a recorrer el hotel. ―le sonrió.
―Esta bien. ―sonrió.
―Creo que tiene una pequeña biblioteca, pero no estoy muy seguro. Venden libros y demás.
―¿En serió? ―Minho asintió― Suena bien.
―Vayamos ahí primero. ¿Te gustaría?
―Mucho. ―dijo Jisung con alegría.
Iban caminando juntos de la mano, las miradas con expresiones de desaprobación no se hicieron esperar, pero les importaba muy poco. AL llegar a la librería y Jisung se sintió en el mismísimo paraíso al estar rodeado de tantos libros; Jisung iba abriendo y cerrando libros, mirando las portadas y seleccionando algunos para leer, Minho tomo uno y al abrirlo vio algo que le llamo la atención así que decidió comprarlo como un regalo para Jisung.
Se fueron a sentar a unos sillones que había allí y Jisung comenzó a leer.
―Si quieres puedes irte a divertir con Channie. ― dijo Jisung a Minho con una sonrisa sin despegar su mirada del libro.
―No, no quiero. ―se recostó en el hombro de Jisung.
―Si estas aburrido no tengo problema con ir a otro lado.
―No. ―tomo la mano de Jisung.
―Pero no quiero que te aburras por mi culpa. ―rió.
―¿Quien dice que estoy aburrido? Estar contigo es divertido, incluso el no hacer nada es entretenido mientras estés tú.
Jisung se relajo y miro el libro que tenia Minho en sus manos.― ¿Qué es lo que lees?
―Es de medicina. ―suspiro.
―Cierto... ¿Qué paso con tu trabajo?
―Pedí unos días, no te preocupes.
―¿Lo extrañas? El trabajo.
―No ―rió Minho―, en realidad no mucho, de un tiempo en adelante me di cuenta que solo trabajaba con el propósito de una cosa.
―¿Qué cosa?
―Tú. ―respondió con una sonrisa.
―¿Yo?
―Sí, tú. ―asintió Minho.
―¿Por qué?
―Me gustas hace bastante tiempo, el verte seguido ya era motivo para ir al consultorio.
―Ya veo ―sonrió―, pero tienes que volver algún día, hay gente que te necesita.
―Tal vez, pero estoy contigo ahora así que disfrútalo.
―Esta bien. ―rió para luego depositar un corto beso en los labios de Minho.
―Eres tan hermoso. ―susurro con los ojos cerrados.
―Tu también. ―Jisung sonrió.
Siguieron un rato allí hasta la tarde que se dirigieron a comer, Jisung comenzaba a sentirse mareado, volvió a tomarse sus pastillas pero algo sucedía, pues comenzaba a tener calor. Se dirigió al baño dejando a un Minho confundido; al entrar remojo su rostro dejando salir suspiros como si hubiese corrido kilómetros, tomo una servilleta y limpio su cara húmeda, respiro lentamente por unos momentos y volvió a tocar su frente y mejillas para comprobar si tenia temperatura pero no fue así.
―¿Todo bien, Jisung? ―Félix
―Oh, sí. ―sonrió.
―¿De verdad? ―le miro preocupado.
―Sí, no te preocupes solo me duele un poco la cabeza. Recién tomo mis pastillas.
―Entiendo... No sé como funcione pero intenta tomarlas a tiempo, no queremos que algo malo suceda.
―Lo sé, gracias
―No es nada.
―¿Binnie esta contigo?
― Sí. Vinimos a comer algo y justo vimos a Minho en una mesa.
―Bueno ―sonrió―, tengo que irme.
―Claro, cuidate. ―dijo aun preocupado.
―Gracias. ―salio del baño con una sonrisa que se desvaneció luego de un repentino mareo que ocasiono que se tambaleara y se sostuviera en la pared.
―Sunggie. ―Minho se acerco preocupado.
―Estoy bien ―suspiro―. Estoy bien ―sonrió.
―Vayamos a la habitación, descansa un rato. ―lo sostuvo por los hombros.
―Estoy bien, en serio.
―Jisung... ―dijo con insistencia y preocupación― Te he dicho que me tienes que decir cuando te sientas mal, si no vengo a verte posiblemente te hubiese encontrado en el suelo y no puedo permitírmelo.
―Perdón.
―No te preocupes ―suspiro―, vamos rápido.
Minho sostuvo a Jisung como pudo mientras este se apoyaba en el otro. Al llegar, Minho lo recostó en la cama quitando los zapatos, rápidamente busco toallas y en un bote pequeño lleno de agua las remojo, exprimió y luego las puso en la frente de Jisung.
―No tengo temperatura. ―habló Jisung con voz cansada.
―Por supuesto que tienes, ¿desde hace cuánto te sientes así?
―No lo sé...
―¿Qué mas a pasado? ¿Te has sentido más cansado o vomitado?
―No.
―Bien, entonces deben ser los efectos secundarios de las pastillas, las llevas tomando ya un tiempo entonces lo mejor seria cambiarlas.
―Esta bien. ―susurro.
―Te quitare la gorra. ―llevo su mano a la cabeza de Jisung pero este lo detuvo.
―Yo lo haré, pero antes ¿podrías traerme un vaso de agua, por favor?
―Seguro, espérame un momento. ―Minho se levanto.
―Gracias. ―sonrió, cuando Minho se retiro, miro el interior de su gorra. Tenia rastro notorio de caída de su cabello así que con rapidez los quito.
―Aquí tienes. ―le entrego el vaso.
―Gracias ―se incorporo en la cama y se levanto―. Iré al baño.
―Te ayudo. ―lo tomo del brazo y lo encamino a la entrada del baño.
Jisung envolvió en papel su cabello y se miró al espejo, paso sus dedos entre su cabello y noto que se había traído entre ellos, un poco más que antes.
"Es solo cabello..." pensó restandole importancia.
Se miro en el espejo otra vez y sonrió un poco, "Estaré bien" se dijo así mismo para después salir del baño.
―Pedí servicio al cuarto, comeremos aquí.
Jisung asintió.― Esta bien... Lamento haberlo arruinado. ―se acostó a un lado de Minho.
―No lamentes nada, no es algo de lo que tengas control... ¿Pero estas seguro de qué todo esta bien?
―Sí, no es nada. ―respondió abrazando a Minho.
―¿Cómo puedes decir qué no es nada? ―se acomodo para abrazarlo de vuelta― Sabes que de todas formas me es inevitable preocuparme por ti.
―Estaré bien ―miro a Minho a los ojos―. Tu estás conmigo.
Minho sonrió.― Siempre. ―beso los labios de Jisung lentamente, luego se separaron con un suspiro.
―¿Podemos ir a la playa en la noche?
―Te gusta estar allí ¿no es así? ―soltó una pequeña risa.
―Mucho, es relajante.
―Por mi esta bien pero dependerá de como te sientas.
―Bueno. ―sonrió.
Al llegar la hora de la cena, Jisung se sentía un poco mejor, hablaba mucho con Minho, disfrutaba de su compañía. Jisung sentado en el suelo con su nueva guitarra, sonriendo al tocar las cuerdas nuevamente mientras Minho leía en la cama bocabajo frente a Jisung.
―¿Aun recuerdas qué tocar?
―No pero ya se me ocurrirá algo.
―¿Y cómo qué te gustaría escribir primero? Mas bien... ¿Te gustaría escribir alguna canción?
―Me gustaría, no tengo muchas ideas ahora. Practicare un poco mas y vere que sucede.
―Es buena idea y creo... ―se levanto― Que para anotar todas tus ideas necesitas... ―busco en el interior de su abrigo― ¡Esto! ―saco una pequeña libreta negra con una pluma fina.
―¿Cuándo la compraste?
―Antes de ir por la guitarra pasé a buscar en tiendas de música así que pensé que lo necesitarías.
―Gracias. ―riendo tomo la libreta y pluma entre sus manos― Aunque podría ocupar una libreta cualquiera.
―No mereces cualquier cosa. ―con una sonrisa tomo asiento frente a Jisung― Tu mereces lo mejor.
―Tu eres lo mejor que me ha pasado hasta ahora.
―Me asegurare que no te arrepientas de esa idea.
―Lo dudo. ―volvió a su guitarra tocando lentamente unas notas suaves.
―Pienso cuidarte hasta el fin de mis días. ―acaricio la mejilla de Jisung.
―Yo pienso amarte hasta el final de mi vida ―sonrió― ¡Oh! Se me ocurrió algo. ―anoto unas palabras en su libreta.
―Nop ―rió―. No lo veras hasta que este completo.
―¿Pero cuánto tardaras? Mucho, déjame ver un poco.
―No ―negó anotando más cosas― hasta que este terminado.
―De acuerdo ―hizo un corto berrinche―, ¿Aun quieres ir a la playa?
―Sí. ―asintió de inmediato.
―Te acompañare solo si me dejas ver que escribiste.
―No, entonces iré solo, gracias.
Minho suspiro.― Esta bien, no veré nada ―sonrió―, vamos ponte un suéter porque hace frío.
―¡Voy! ―emocionado hizo caso y luego salio de la habitación sujetando la mano de Minho.
―Oh, me dijo Lia que quería pasar tiempo contigo mañana.
―¿De verdad?
Minho asintió.― No podremos estar mucho tiempo juntos.
―Puedes venir. ―sonrió abrazando el brazo de Minho.
―No. ―rió y Minho hizo un mohín― Tienes mucho que hablar con ella. Además menciono algo sobre ir de compras porque te lo había prometido.
―Sí ―asintió―, me lo debía así que posiblemente estemos pasando de tienda en tienda.
―Ten cuidado, no quiero que te canses mucho.
―Estaré bien, le preguntare si puedo invitar a Félix y los demás, para que no te aburras.
―No importa ―sonrió―, me gusta estar contigo y consentirte pero también verte de lejos o cerca, mientras seas tu. ―lo abrazo por detrás.
―¡Mira! ―señalo el mar― Se ve tranquilo ¿no es así? ―sonrió― Vamos ―lo jalo de la mano hasta llegar a la orilla.
―Hay que quitarnos los zapatos.
―¿Seguro? ¿Podemos? ―pregunto con entusiasmo.
―Sí, solo sera un rato ¿de acuerdo? ―sonrió― Date prisa. ―empezó a retirar su calzado al igual que Jisung.
―¿Listo? ―pregunto con mas emoción y dando pequeños saltos mientras sostenía la mano de Minho.
―Siempre. ―dio un ligero apretón en la mano de Jisung.
Dieron unos pasos mas y el agua que chocaba con la orilla toco sus pies, haciendo que una onda de escalofríos invadiera sus cuerpos. Ambos se sonrieron y caminaron toda la orilla tomados de la mano, riendo y a veces cantando, para Minho escuchar cantar a Jisung era lo mejor, pensaba que no había mejor melodía que su voz y lo satisfacía mucho.
Mientras ambos iban caminando en silencio Jisung pregunto a Minho:
―¿Tus padres saben que estás conmigo?
―Bueno, mi madre lo sabe. ―sonrió.
―¿Y tu padre?
―Igual pero... No lo tomo bien.
―¿Por qué?
―Él dijo que no quería un hijo marica. ―rio.
―Lo siento. ―detuvo su caminar mirando la arena y jugando con ella entre los dedos de sus pies.
―No es culpa tuya, no me importa lo que diga, te tengo a ti.
―Pero tu padre-
―Oye ―lo tomo del rostro―, te amo y no me arrepentiré de hacerlo.
―Siento que por eso es que tu estas mal con tu padre...
―Claro que no ―frunció el ceño―, no pienses en esas cosas, además, mi madre al principio se sorprendió pero después lo tomo bien y está ansiosa de conocerte. ―sonrió.
―¿En serio?
―Sí. No pienses en ese viejo, es mi vida y creo que lo he hecho bien hasta ahora.
―Pero Min- ―Minho le cayo con un beso en sus labios.
―Te dije que lo olvides ―sonrió―, creo que si te conociera pensaría distinto.
―¿Lo crees?
―Claro que lo creo, dice mamá que tengo que darle tiempo así que eso haré, no me preocupa.
―Entiendo...
―No te dejaría por nada ―volvió a tomar la mano de Jisung y siguieron caminando―. ¿Y tu familia?
―Bien... Ellos posiblemente estarían felices de saber que estoy iniciando de nuevo con alguien que me hace sentir bien. ―dijo sonriendo.
―¿No se los has dicho?
Jisung negó― No, no he tenido tiempo de visitarlos.
―¿Intentaste llamarles?
―Es que ellos ―Jisung pensó por un momento―, ellos ya no están... En esta vida. ―apretó sus labios con una corta sonrisa.
―Lo siento, ―se sorprendió― no lo sabía. ―dijo arrepentido.
―Esta bien ―rio―, no hablo mucho de ellos. Fallecieron cuando yo estaba e el bachillerato, tuvieron un accidente.
Minho asintió.― Aun así lo siento.
―Gracias. Ellos sabían desde un principio que ya no me interesaba en las mujeres, conocieron a Hyunjin pero no les agrado del todo, mamá una vez me dijo "Si te hace feliz, adelante" y ambos no se opusieron, lo toleraban ―rio―. Hyunjin puede ser difícil de soportar a veces.
―Suena a que eran buenos padres. ―sonrió Minho.
―Lo eran, me deprimí mucho al perderlos.
―¿Y con quien te quedaste?
―Con Lía y su abuela durante un tiempo, después me casé con Hyunjin y mi perdición comenzó desde ahí.
―Ya veo ―riendo―, ellos estarían orgullosos de la persona que te has convertido.
―Tal vez. ―se encogió de hombros.
―Gracias por contarme.
―Lo tenias que saber algún día.
―Eres muy importante en mi vida. ―dijo deteniéndose.
―Y tú en la mía. ―rodeo el cuello de Minho con sus brazos.
―Quiero hacerte muy feliz.
―Ya lo haces.
―Te has vuelto mi luz. ―con una de sus manos tomo el rostro de Jisung.
―Y tu... Mi salvación. ―susurro cerca de los labios de Minho.
Sonrieron y volvieron a juntar sus labios en un cálido beso. Las olas del mar inundaron el silencio y tocaban los pies de ambos, su beso era dulce y apasionado a la vez, había mucho amor en el, cualquiera que los viera pensaría "Esos dos sí que se aman", pues era notable que sus almas, mentes, corazón y cuerpo se amaban.
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Adelante, matenme xq soy capaz de aparecerme hasta después. No les mentire, tuve bloqueo de escritor y los tiempos tampoco ayudaban pero anyways, aquí les dejo un capitulo de esta historia con pronta actualización... Esperemos 🧍🏽♀️.
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