"Severus, a mi oficina. Ahora".

Severus casi se atragantó con el sorbo de café que acababa de tomar. No había visto ni oído la activación del floo y escuchar la voz enfurecida de la directora a través de su pequeña cocina no era precisamente lo que cualquiera quiere oír a primera hora de la mañana. Acababa de levantarse tras una corta noche. A pesar de haberse acostado más tarde de lo habitual, se despertó a las 6 en punto como de costumbre.

Preguntándose qué podría tener a su jefa tan enfadada, se levantó de su asiento, se puso su levita negra por encima de la camiseta y se calzó los zapatos de vestir antes de dirigirse al despacho de la directora a través de la floo.

"Ya has tardado bastante. Siéntate".

Severus supo inmediatamente que había algo muy malo y que tenía que ver con él. Decir que no sabía qué hacer con esto era un eufemismo, estaba totalmente confundido.

"¿Qué significa esto, Minerva?" preguntó Severus, cruzando los brazos sobre el pecho mientras arqueaba una ceja.

En lugar de contarle lo que la tenía tan alterada, se limitó a entregarle el último número del Diario del Profeta y a señalar su escritorio, que estaba repleto de cartas. 

"Estas empezaron a llegar apenas 5 minutos después de que el profeta llegara aquí. No me digas que no tienes ni idea de qué va todo esto". 

La mujer mayor lo miró por encima del borde de sus gafas desafiándolo a decir algo.

"Ya deberías saber que no he leído este periódico desde mi juventud. Todo lo que he visto imprimir desde que Skeeter empezó a escribir la mayoría de los artículos eran mentiras o versiones retorcidas de la verdad, en el mejor de los casos", respondió Snape, ahora realmente molesto por las payasadas de su jefa este domingo por la mañana. En lugar de discutir más, optó por leer lo que Rita Skeeter había publicado ahora. Echó un primer vistazo al periódico y supo al instante que aquello iba a ser interesante y definitivamente enfurecedor. La mitad de la portada estaba llena de una foto de Hogwarts justo debajo de un titular bastante llamativo que alarmaba al maestro de pociones.

"¿Qué ocurre tras las puertas cerradas de Hogwarts?

La celebración de Halloween de ayer en el castillo de Hogwarts dejó bastantes preguntas para que los asistentes reflexionen y algunas incluso pueden afectar a todo el colegio. ¿Qué hacen nuestros hijos cuando están en el colegio? ¿Están tan seguros como nos dicen? ¿Es seguro para nuestros hijos todo lo que ocurre en Hogwarts y es legal todo lo que ocurre en el castillo? Para obtener algunas respuestas, lee más en la página 3".

"¿Qué significa esto? ¿Ha estado Skeeter bebiendo demasiada agua de risa ayer?" 

Un confundido e intrigado Severus levantó la vista del papel que tenía en sus manos.

"Sigue leyendo", fue la escueta respuesta de la directora a esto. Al escuchar el tono realmente serio de McGonagall abrió el periódico por la página 3 y comenzó a leer el nuevo artículo de Rita Skeeter.

"El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería organizó un baile de celebración de Halloween para los empleados del ministerio, los alumnos y sus padres, que tuvieron bastantes preguntas al salir de la fiesta celebrada en el Gran Salón. La mayoría de las preguntas que se escucharon giraron en torno a cierto maestro de pociones de dicho colegio y al grupo de alumnos mayores en torno a Hermione Granger.

El maestro de Pociones Severus Snape (Orden de Merlín, primera clase) llegó tan puntual como siempre a las 8 en punto con nada menos que la heroína de la guerra Hermione Jean Granger (Orden de Merlín, primera clase) del brazo acompañada de dos niños pequeños que se aferraban emocionados a sus manos. La primera pregunta que muchos se hacían era por qué el maestro de pociones acudía a cualquier acto público con una de sus alumnas del brazo, mayor de edad o no. ¿Hay algo muy ilegal en las mazmorras de Hogwarts de lo que no sabemos nada? Y si es así, ¿están implicados otros profesores y alumnos? Además, ¿nos intriga saber quiénes eran los niños en cuestión que les acompañaban y de quiénes eran hijos?

Nuestra reportera, siempre investigadora, se dio cuenta de que Hermione Granger era la única que asistía al baile de su grupo de amigos, y se la vio huir bruscamente del salón en medio de un baile bastante cerrado con su profesor dejándolo solo en medio de la pista de baile antes de que él corriera tras ella. Lo que pasó entre los dos sigue siendo un secreto, ya que no se les volvió a ver esa noche. Lo único que sabemos es que parecían estar muy unidos y disfrutando de la compañía del otro hasta que tuvo lugar dicho incidente. Tanto Harry Potter como Ron Weasley no asistieron. Al investigar más a fondo, nos enteramos de que la señorita Granger y el señor Neville Longbottom fueron los únicos de los llamados "octavos años" que se vieron. Eso nos lleva a preguntarnos dónde estuvieron los demás alumnos anoche. ¿Se las arregló el Señor Potter para meterse él y sus amigos en problemas otra vez y se ganó la detención o la prohibición de asistir? Está por ver si nuestras preguntas tendrán respuesta o no.

Tu siempre investigadora reportera Rita Skeeter seguramente estará buscando más información importante sobre este evento bastante escandaloso."

"Minerva, ¿de qué se trata?" 

La directora se sentó en la silla de su despacho mirando al hombre sentado frente a ella con el periódico suelto en la mano izquierda.

"No lo sé. ¿Por qué no me dices qué está pasando?". Los ojos verdes de ella se clavaron en los negros de él y se clavaron en su alma.

"Sabes que asistimos juntos por tu insistencia. Sólo la invité a bailar conmigo porque tú me convenciste. Yo estaba bien sentado allí, y ella se divertía mucho hablando con algunas personas. Todo lo que pasó en la pista de baile fue que hablamos. Ella dijo algunas cosas que cree que no debería haber dicho, y se sintió avergonzada. Por eso se fue de la sala. Me preocupé por ella y corrí tras ella. No pasó nada, en realidad".

"Yo lo sé, pero los demás no. Debido a este bonito artículo, muchos padres están preocupados por el bienestar de sus hijos y algunos incluso quieren que sus hijos sean retirados de nuestra escuela. Sé que todo lo sucedido está dentro de los límites de la ley, y sabes que apruebo plenamente tu relación, que espero que sea pronto, con ella, ya que sé que es buena para ti, pero tengo que pedirte que te abstengas de todo durante las próximas semanas, ya que el ministerio ha iniciado algunas investigaciones. Hasta entonces, quemaré todo esto y haré algunos planes para deshacerme de estos escandalosos rumores que imprimió Skeeter".

Finalmente parecía haberse calmado un poco y ahora parecía más agotada que otra cosa.

"Yo me encargaré de esto. Créeme, no debes preocuparte por Hermione y por mí, además no creo que haya una relación que pareces esperar. Ella puede ser buena para mí, pero yo no soy bueno para ella y lo sé. Deja que haga una declaración al profeta sin la interferencia de Skeeter. Con eso, casi todos los problemas deberían estar resueltos. Si no es así, dimitiré inmediatamente de mi puesto, y puedes dárselo a Hermione. Ella está lista. No quiero que la reputación del colegio se resienta por mi culpa y por unas tontas acusaciones de esa mujer mentirosa que se hace llamar periodista."

No esperó respuesta, sino que se levantó y salió del despacho por la floo con el rostro que parecía de piedra de nuevo. La máscara de indiferencia ha hecho su regreso después de algunos meses y Minerva estaba segura de que no le gustaba este giro de los acontecimientos.