𝒑𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆
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I wanna love you, but something's pulling me away from you.
Jesus is my virtue
And Judas is the demon I cling to
I cling to
- Lady Gaga, Judas
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Omega Tau y Kappa Alpha, han sido las fraternidades más importantes de la Universidad por años, siendo siempre las más representativas en cada evento escolar y deportivo, lo que hacía que cada uno de los miembros perteneciente a ellas tuviera algunas preferencias sobre los demás estudiantes, lo cual no era muy justo, pero así era como funcionaba la Universidad y todos eran conscientes de eso. Por lo que los estudiantes estaban dispuestos hacer hasta lo imposible por pertenecer a ellas; y eso con el tiempo llevó a que la rivalidad entre ambas fraternidades se hiciera cada vez más grande, tratando de demostrar quien era mejor, como una clase de guerra de géneros que se estableció entre ambas fraternidades.
Lo que también llevó a que se estableciera una de las reglas de oro de ambas:
"Como líder de Kappa Alpha/Omega Tau me comprometo por el honor de mi fraternidad, ha no tener ningún relación romántica o sexual con el líder de la fraternidad rival"
Y aunque era una regla estúpida para algunos, nadie se había opuesto a ella oficialmente y mucho menos Jung Hoseok, quien tomó el puesto como líder de Omega Tau tras la graduación de su antigua líder.
Él estaba bien con ello, podía con el liderazgo de la casa y de sus reclutas, nunca le había tomado importancia a aquella regla innecesaria que estaba impuesta, no hasta que llegó Min Yoongi, el líder de la otra fraternidad.
Kappa Alpha solía ser una fraternidad algo ruda siempre, saliendo del molde de selección de líder; pues normalmente para que alguien nuevo tomará el puesto de líder de la casa era necesario esperar hasta que el líder actual se graduará para seleccionar a su sucesor. Sin embargo, en Kappa Alpha no era así.
Ellos solían descartar a sus líderes cuando quisieran, cambiándolos sin consideración cada vez que querían algo de diversión o si su líder actual no cumplía con sus expectativas para representar a los alfas de la fraternidad, lo que hacía que un líder en esa casa no durará mucho tiempo, pero Min Yoongi había logrado quedar en el puesto más de lo esperado, lo cual sorprendió a muchos, aunque no a Hoseok.
Yoongi era el tipo alfa que todo adolescente quería ser a esa edad, atractivo, atlético, talentoso, con influencia y poder, incluso sobre los de su propio género, todo en él gritaba alfa poderoso y Kappa Alpha no estaba dispuesto a perder esa imagen.
Por su contraparte Omega Tau no estaba muy lejano a ese pensamiento, pues Jung Hoseok era la representación de omega perfecto, con su rostro y cuerpo tan delicados y finos que parecía modelo, con curvas que cualquiera enviaba y deseaban alabar, además de ser extremadamente fuerte y valiente contra todo, su presencia intimidaba a los mismos alfas, no era alguien que se dejará doblegar por nada ni nadie; sin perder la elegancia y el porte, sin duda alguna era el omega a los que muchos y muchas aspiraban, lo cual hacía que fuera el líder perfecto para Omega Tau y que por nada se podía perder.
Y ambos estaban bien con ello, hacían lo mejor por mantener esa imagen y el orden en sus respectivas fraternidades.
Pero todo comenzó a venirse abajo cuando se conocieron oficialmente.
Hoseok recuerda el temblor en sus piernas y la sensación de calor en su piel cuando lo vio por primera vez, como si su omega estuviera reaccionando y sintiéndose vulnerable frente a un alfa por primera vez en su vida. Y al alfa le paso exactamente lo mismo, Yoongi aún puede sentir ese escalofrío recorrer su espina dorsal cada vez que ve al omega, junto con esa sensación de querer tocarlo y estar cerca de él todo el tiempo que le sea posible, pero no podía hacerlo, no como él quisiera por lo menos.
A pesar de esos sentimientos ellos no hicieron nada al respecto, no podían hacerlo aunque quisieran, lo primero para ambos era su puesto y era algo que no podían cambiar, y lo mejor que pudieron hacer fue evitarse a toda costa, como si eso fuera a calmar sus impulsos o deseos.
El evitarse había estado funcionado, por un par de semanas, pero como si el destino quisiera fastidiarlos, los miembros de ambas casas decidieron tener una "amistad", lo que en realidad no era más que una simple cortina de humo para ocultar su rivalidad interna frente al rector de la Universidad, y tanto Hoseok como Yoongi no pudieron evitarlo, lo que llevó a que ellos tuvieran que comenzar a coincidir en cada fiesta, en cada evento y casi en cada rincón de la Universidad como si uno estuviera siguiendo al otro, y con el tiempo Hoseok y Yoongi terminaron forzando una "amistad", que la verdad no era nada más que molestarse en entre ellos con comentarios sarcásticos e insultos al aire que ninguno se tomaba realmente en serio.
Aunque el omega no estaba seguro sobre en qué momento comenzó a sentir esa presión en el pecho y ese coraje recorrer sus venas, haciéndolo apretar los dientes y rodar los ojos con molestia cada vez que Yoongi coqueteaba con algún omega de su fraternidad o de cualquier otra, pero sabía que estaba mal y que debía parar antes de dejarse en evidencia frente a todos.
Como en ese momento en el que él está en medio de la sala de la casa de Kappa Alpha rodeado de un montón de personas ebrias, drogadas o incluso ambas, personas que ni siquiera conoce en gran parte; mientras que Judas de Lady Gaga comienza a sonar de fondo en la fiesta y sus ojos se encuentran con una imagen que hace que sienta un hueco en el estómago y quiera irse corriendo de ahí.
Era Yoongi basándose con una chica que es parte de sus reclutas nuevas para este semestre, cree recordar que su nombre es Madison o Alison, no esta seguro, tan solo quiere que ella quite su boca de los labios de Min, pero no puede hacer nada para pararlo y lo odia por algún motivo que no quiere explicarse a sí mismo, así que antes de hacer algo totalmente estúpido y patético decidí irse de ahí para dejar de mirar aquella escena y corre a esconderse a la cocina, donde hay más bebidas alcohólicas de lo que esta permitido por el rector, de eso esta seguro, pero no le interesa, solo toma un vaso y se sirve de lo primero que ve, sin importarle que es realmente, tan solo quiere relajarse de una maldita vez, quizás ebrio su cerebro lo deje en paz sobre sus sentimientos hacia Yoongi, que era justo lo que necesitaba.
Y el omega tan solo alcanza a darle un trago a su bebida antes de sentir un golpe en su trasero, que lo hace girarse indignado, listo para golpear a quien se que se había atrevido a tocarlo, pero se detiene al ver la estúpida, engreída y perfecta sonrisa de Min frente a él.
Claro, él había olvidado por un segundo que a Yoongi le encanta molestarlo tocando su trasero indebidamente cada vez que tenía la oportunidad, aunque siendo sinceros él nunca hizo nada para evitarlo o detenerlo ni tampoco le va dicho que se detuviera con eso.
- ¿Qué pasa, omega? - preguntó Yoongi sin borrar su perfecta sonrisa blanca, mirando de una manera entre retadora y coqueta al omega, que solo logra confundirlo más.
Hoseok solo lo fulmino con la mirada y bebió una vez más de su vaso, dando un paso lejos del alfa, tener tanta cercanía no era bueno para ninguno de los dos.
- ¿Estás celoso? - preguntó el alfa en tono de burla, aún sonriendo.
- Eres un idiota - gruñó el omega, negándose a entablar una conversación con el pelinegro en ese momento.
- Si te hace sentir mejor... - comenzó hablar el alfa, acercándose a él de nuevo, quedando lo suficientemente cerca como para que el omega pudiera sentir su aroma y su calor, junto con su mano apretando su trasero una vez más. - Tú tienes un mejor trasero - comentó guiñándole; Hoseok nunca había querido golpear y besar tanto a una persona como a Yoongi en ese momento. - No tienes porque estar celoso - agregó siguiendo con su tono burlón.
Hoseok no respondió nada y le dio un trago más a su bebida antes de brindarle una sonrisa fingida al alfa y acercarse aún más a él de ser posible.
- ¿Tú qué sabes de celos, Min? - murmuró peligrosamente cerca del cuello del contrario, él pudo jurar poder sentir el pecho del alfa vibrar ante eso, pero decidió ignorarlo.
- Lo veo en tus ojos - respondió Yoongi en el mismo tono bajo, con su voz sonando más ronca y profunda.
- Tú no sabes nada de celos - afirmó el omega, comenzando a sentir el hormigueo en su piel por querer ser tocado por el alfa.
- ¿No?, juraría que sí - dijo con simpleza el pelinegro sonriendo de lado.
- Pues te equivocas - negó el más bajo, comenzando a alejarse de él lentamente. - Yo voy a mostrarte lo que es sentir celos, cariño. - agregó antes de terminar con su bebida de golpe bajó la mirada atenta del alfa y salir de la cocina. Y como si de suerte se tratará, Hoseok se encontró con Ian, uno de los mejores amigos de Yoongi, casi su mano derecha diría él y no pudo evitar sentirse feliz por verlo.
- Hoseok - saludó el alfa con una sonrisa cordial y una pequeña reverencia con la cabeza.
- Hola, Ian - respondió el castaño, pestañeando coquetamente hacia él.
Ian era tan solo un poco más alto que el omega, cabello casi quebradizo de color oscuro y ojos azul claro, era fácilmente uno de los más atractivos de Kappa Alpha y Hoseok podía aprovecharse de eso.
- ¿Quieres bailar conmigo? - preguntó el omega, sonriéndole tiernamente.
- Si... claro. - respondió el chico algo nervioso, acercándose a él para colocar sus manos en su caderas.
Hoseok sonrió victorioso, enredando sus brazos en el cuello del alfa, no necesitando mirar hacia atrás para saber que Yoongi lo estaba mirando, él podía sentir la mirada del alfa quemando en su espalda y eso era justo lo que quería.
- Puedes tocar todo lo que quieras - le murmuró seductoramente en el oído al chico antes de atreverse a mover su labios hacia los labios contrarios y besarlo.
Yoongi miraba la escena con el ceño fruncido y su mandíbula tensa, maldiciendo en su interior al omega.
Y el besar a Ian no pareció ser suficiente para Hoseok, él necesitaba saber que a Min le estaba afectando, su ego necesitaba verlo por sí mismo, así que se giró, pegando su espalda al pecho del chico y comenzó a mover sus caderas al ritmo de la música, mientras las manos del alfa recorrían su cuerpo sin pena alguna y sus labios se pegaron en su cuello, comenzando a besarlo.
Tal como quería el omega, sus miradas se encontraron y pudo ver el enojo en los ojos del alfa, estaba feliz por eso, casi satisfecho y sintiéndose glorioso de saber que podía afectar a Yoongi de esa manera.
Mordió su labio inferior seductoramente sin romper su contacto visual con el pelinegro, sabiendo que en el fondo deseaba que fuera él la persona lo estuviera tocando y besando de esa manera y no Ian, pero debía resignarse con eso.
Hoseok cerró los ojos por unos segundos, cuando vio a Yoongi moverse entre la gente, pensado que quizás el alfa se había aburrido de verlo coquetear, pero se sintió realmente sorprendido cuando las manos y besos de Ian se habían ido de su cuerpo en cuestión de lo que se sintieron como segundos, obligándolo a abrir los ojos.
- Hola, hermano - habló Ian, aclarando su garganta en una señal de incomodidad y bochorno.
- Creí que tenías una pareja. - dijo Yoongi fríamente, sin ni siquiera mirar al omega.
- Oh, terminamos hace unos días. - negó el alfa avergonzado, Hoseok se sintió mal por meter al chico en esa situación.
Yoongi asintió con rigidez e hizo un leve movimiento con la cabeza, indicándole al chico que se fuera, lo cual el otro alfa hizo sin negarse.
- Puedes joderme todos los polvos que tú quieras, Min. Pero nunca estaría contigo - comentó el omega pelirrojo con su típico tono burlón y sarcástico, guiñando un ojo y lanzándole un beso al alfa, antes de darse la media vuelta y alejarse del pelinegro entre la multitud.
La verdad es que Hoseok no quería tener ningún polvo con nadie en esa fiesta, a menos que fuera Yoongi, pero el alfa no tenía porqué saberlo, por lo que el omega pasó gran parte de la fiesta sentado en las escaleras que daba a las habitaciones mientras fumaba uno de sus cigarrillos, mirando sin interés como algunos bailaban, bebían o se drogaban.
Él estaba apunto de irse cuando un alfa algo ebrio se puso en frente de él, recargándose del barandal de las escaleras para mantenerse de pie.
- ¿Sabes dónde está el baño? - preguntó el chico algo apenado y con dificultad.
Hoseok alzó una de sus cejas y sonrió un poco divertido por la forma en la que el alfa desconocido arrastraba las palabras.
- Claro - respondió el pelirrojo poniéndose de pie.
La sonrisa del omega se borró de su rostro por un momento cuando sus ojos se encontró con la mirada dura de Yoongi sobre él, y su sonrisa volvió aún más grande que antes, con una idea en su mente.
Hoseok se acercó coquetamente al alfa ebrio y le susurró la respuesta a su pregunta sin perder el contacto visual a la distancia con Min.
- Gracias - respondió el chico con una sonrisa, mirando con interés el cuerpo del omega antes de subir las escaleras.
El omega le dio una última calada a su cigarrillo, para después de tirarlo y apagarlo con la suela de su zapato, dándole una última mirada de autosuficiencia al pelinegro antes de subir las escaleras, fingiendo estar siguiendo al alfa con el que había hablado anteriormente.
Yoongi frunció el ceño, mirando al omega irse, sintiendo una sensación extraña en su pecho y los celos apoderándose de él, se dirigió rápidamente a las escaleras para seguir al chico, sin importarle si alguien lo notaba.
El pelinegro vio a Hoseok entrar a una de las habitaciones y se quedó ahí, en medio del pasillo, pensando que hacer, no queriendo parecer totalmente patético al irrumpir en la habitación, solo por sus celos irracionales.
Por otro lado, Hoseok entró en la habitación solo, asegurándose de que no hubiera nadie, sintiéndose aliviado de que estuviera vaciada; así que se sentó en la cama, sacando un cigarrillo de su paquete y encendiéndolo mirando fijamente a la puerta con una sonrisa, esperando a que Yoongi entrará, rogando no quedarse esperando sin que el alfa apareciera.
Pasaron unos largos de minutos para el pelirrojo, antes de que el alfa tomará el valor de entrar a la habitación, haciéndolo sonreír en grande con el cigarrillo en sus labios.
- ¿Dónde está? - cuestionó el alfa, estando furioso.
- ¿Quién? - preguntó Hoseok fingiendo inocencia, con un brillo especial en sus ojos y aún sonriendo.
- Tú sabes quien - respondió Yoongi irritado, cerrando la puerta detrás de él.
- No hay nadie aquí, hyung - respondió el omega riendo, terminando su cigarrillo.
El alfa gruñó, recargando su cabeza en la puerta con los ojos cerrados y soltando un pesado suspiró, ahora sí que se sentía patético, pero a la vez se sentía alivio del que omega estuviera solo.
- Estas jugando conmigo - murmuró el alfa molesto, después de unos segundos en silencio. - ¿Por qué te dejo hacerlo? - agregó abriendo los ojos y mirando al omega.
- No sé de qué me hablas - negó Hoseok sin borrar la sonrisa de su rostro, levantándose de la cama. - Eres bastante aburrido, Min - murmuró dirigiéndose a la puerta para irse de una vez, estar en una habitación solo con el alfa mayor no era una buena idea ni le hacía bien.
- Sabes exactamente de lo que habló. - dijo Yoongi, tomándolo del brazo; haciéndolo temblar ligeramente por el tono profundo de voz del alfa, pero sobre todo algo se removió en su interior cuando escuchó como el pelinegro colocaba el seguro de la puerta. - Por qué no dejas de fingir y admites lo que quieres, Jung. - murmuró jalando al omega para pegarlo a su cuerpo.
Hoseok mordió su labio inferior, tragándose el jadeo que había querido soltar por estar tan cerca del alfa.
Podía sentir el aroma varonil del mayor filtrarse en su sistema, junto con el calor de su cuerpo pegado al suyo; él tenía que huir de ahí antes de que su omega comenzará a reaccionar al toque del alfa.
- Yo no quiero nada de ti - mintió en un susurro el pelirrojo separándose del alfa.
Hoseok se sintió perdido por completo, cuando fue acorralado entre la puerta y el cuerpo del alfa, con su espalda pegada al pecho de Yoongi.
- Entonces, ¿Por qué tu cuerpo reacciona a mi? - cuestionó el alfa con su voz profunda en su oído, pasando sus manos por el cuerpo del omega y con su nariz viajando directamente a su cuello. - ¿Por qué estás temblando y caliente? - siguió hablando, tomando sus caderas, para pegarlo más él. - ¿Qué pasó omega?, ¿Te quedaste mudo? - preguntó comenzando a dejar besos a lo largo del cuello del pelirrojo.
El omega jadeo, colocando sus manos en la puerta para sostenerse, estaba comenzando a sentirse excitado y eso sería su perdición.
- Yoongi... - murmuró débil, sin saber que decir con la mente nublada por todas las sensaciones que estaba teniendo.
- Quieres esto tanto como yo. - susurró Yoongi, moviendo sus caderas contra el trasero el omega, presionando su notable erección.
Hoseok debía decir que no, detenerlo antes de que sea demasiado tarde, pero al parecer su cuerpo era independiente de su mente, porque movió su caderas hacia atrás en busca de más fricción, sintiendo como su cuerpo lo estaba traicionando al saber que estaba a punto de comenzar a soltar lubricante.
- Si quieres que me detenga, solo tienes que decirlo, Jung - dijo el alfa llevando una de sus manos a la bragueta del omega para abrirla.
- Yo... - gimió el omega pegando su frente en la puerta, no siendo capaz de negarse a la cercanía y toques del alfa.
- Claro que lo quieres. - afirmó Yoongi bajando la bragueta del omega y metiendo su mano.
- Si - accedió Hoseok sin poder negarse más a lo que su cuerpo le estaba pidiendo.
Yoongi gruñó, bajando un poco el pantalón del omega y comenzando a moverse contra el trasero del chico, creando una fricción entre ellos que los tenía jadeando a los dos.
Hoseok no podía creer lo bien que sentía aquella fricción, lo mucho que lo estaba amando, junto con los besos y mordidas leves del alfa en su cuello; estaba mal, estarían en graves problemas si alguien los descubriera, pero eso le importaba una mierda en esos momentos, por fin estaba teniendo un poco del contacto de Yoongi que siempre había estado anhelando y no quería perderlo.
- Hueles tan bien. - jadeó Yoongi contra su cuello, llevando una de sus manos al miembro del omega para comenzar a estimularlo, haciéndolo sollozar de placer.
- Oh, por... - gimió Hoseok sensible a todo lo que estaba pasando, deseando que el alfa se armará de valor y lo tomará en ese instante, que lo jodiera con todas sus fuerzas contra la puerta, pero parecía que las intenciones del alfa no eran más que hacerlos llegar a los dos con ese juego de fricción, besos y toques descuidados.
- Sé que quieres algo más. - habló el pelinegro como si pudiera leer su mente, lo que hizo al chico se sintiera aún más frágil y vulnerable. - Pero no podemos hacerlo - murmuró sin detener sus movimientos.
Hoseok tragó en seco al escuchar eso y tan solo asintió, teniendo que conformarse con lo que tenía, sin poder quejarse en absoluto, pues al final por más que lo deseará el alfa tenía razón.
- Yoon... - gimió el castaño sintiéndose en el borde, y se sentía avergonzado sin creer que estaba apunto de alcanzar su orgasmo con solo la fricción de sus cuerpos calurosos y con la mano del alfa masturbandolo, junto con sus besos en su cuello, que de seguro dejarían marcas, pero eso sería de algo de lo que se preocuparía mañana.
- Hazlo, omega. - dijo Yoongi conteniendo un gruñido en su garganta, acelerando ligeramente el movimiento de sus caderas, sintiéndose en el borde igual. - Sé un buen omega y córrete - agregó en un tono bajo antes de morder el lóbulo de su oreja.
Hoseok dejó de pensar y de contenerse en ese momento, como si su cuerpo y omega tan solo quisieran complacer al alfa, poniendo sus ojos blancos y tensándose cuando llegó al orgasmo manchando su ropa interior y la mano de Yoongi, y después de eso él solo es consciente de como las caderas del mayor se sacudieron un par de veces más contra su trasero antes de soltar un gruñido bajo y profundo llegando a su propio orgasmo, recargando su frente en su hombro y respirando agitadamente.
Y lamentablemente el calor que tanto había estado amando el omega, se perdió unos minutos después, cuando el alfa se sintió lo bastante recuperado como para alejarse de él.
Quizás el pelirrojo se hubiera burlado de ello, si tan solo eso no lo hubiera hecho sentirse algo decepcionado y débil; por lo que se obligó a recuperarse también, subiendo sus pantalones y girándose, para encontrarse con el alfa recostado en la cama, con la mirada perdida en el techo como si estuviera reflexionando sobre lo que acababan de hacer.
- ¿Te encuentras bien? - cuestionó el omega, con el entrecejo fruncido, sintiéndose algo ofendido de pensar de que Yoongi podría estar arrepintiéndose de lo que había sucedido.
- Si - se limitó a decir el alfa tragando en seco.
Hoseok suspiró y se acercó, acostándose en la cama de la misma manera que él alfa, sintiéndose casi necesitado de la cercanía del otro, dejando caer su mano cerca de la de Harry, con sus nudillos rozándose.
- Nadie puede saber esto, ni siquiera deberíamos estar en la misma habitación solos. - murmuró Yoongi después de unos minutos en un cómodo silencio, sin alejar su mano de la del omega.
- Lo sé - suspiró Hoseok con algo de nostalgia, sabiendo que estaba perdiéndose en su mente, pensando en que quizás podía hacer algo más con el alfa ahora que ambos estaban en una cama, pero reprimió aquel impulso casi de inmediato con algo de culpa.
Él estaba cayendo perdidamente por alguien que no le podía pertenecer, pero su cuerpo y su libido siempre iban a traicionarlos, cada vez que se encontraran cerca y eso era demasiado cruel para ambos.
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