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𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒓𝒆𝒆

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'Cause that's what young love is all about
So pull me closer and kiss me hard
I'm gonna pop your bubblegum heart
I'm Miss sugar pink, liquor,
liquor lips
Hit me with your sweet love
Steal me with a kiss
I'm Miss sugar pink, liquor,
liquor lips
I'm gonna be your bubblegum bitch...

- Mariana, Bubblegum bitch

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- Nos vamos chicas. Ahora. - habló Hoseok tomando del brazo delicadamente a Rosé, siendo seguido por Jennie. - ¿Dónde están las demás? - preguntó tratando de mantener la calma.

- Creo que ese es Jimin. - murmuró la omega menor insegura, señalando a un chico rubio que estaba encima de otra persona.

- Jimin, nos vamos. - habló el pelirrojo, soltando a la omega menor para levantar al omega del regazo de aquella persona que no conocía.

- ¡Hey, ¿Qué te pasa?! - cuestionó el rubio desconcertado.

- Ya lo dije. Nos vamos en este instante. ¿Has visto a Jin, Tay o Emma? - cuestionó, siguiendo su camino entre la multitud.

- Emma debe estar drogándose en el patio. - bufó Jimin, arreglando su cabello.

Hoseok rodó los ojos, sintiéndose aliviado cuando se encontró con Taylor en la puerta de fraternidad.

- Quédense con Taylor, iré por Emma. - ordenó, recibiendo un asentimiento de Taylor, encontrándose algo confundida igual que las demás.

Y justo como Jimin había dicho, Emma se encontraba en el patio con un cigarrillo de lo que parecía y olía como marihuana.

- Emma - suspiró, recibiendo una mirada poco amistosa de la omega. - Tenemos que irnos - dijo tomando la mano de la chica.

- ¿Por qué? - cuestionó la omega sin moverse de su lugar, retando con la mirada al chico.

- Porqué yo lo digo. - respondió con la voz firme. - En la casa se los explicaré - agregó no queriendo sonar tan agresivo.

- Como sea - bufó Emma apagando su cigarrillo en la pared antes de tirarlo, dejándose guiar por el pelirrojo.

Lo que menos quería Hoseok en esos momentos era encontrarse con Yoongi o con alguien que perteneciera a Kappa Alpha, porque podía ser que no controlará tanto sus sentimientos como pensaba y se soltará a llorar.

Y el pelirrojo sabe que la suerte y la vida no están de su lado cuando está apunto de llegar a la puerta, después que de alguna manera había logrado encontrar a Jin, que escucha la voz de Yoongi llamándolo.

- ¡Hoseok! - llamó el alfa, acercándose entre la gente, el omega quería esperarlo, teniendo la esperanza de que el alfa tuviera alguna explicación, pero sabe que discutir ahora con él teniendo a Emma a su lado no es de las mejores opciones, así que lo ignora por completo y sigue con su camino.

- Vamos - susurró antes de abrir la puerta para salir con todos de ahí.

- Hoseok, Hoseok... - siguió llamando Yoongi sin éxito alguno, sintiendo como su corazón se hundía cuando vio al omega salir.

El pelinegro buscó desesperado con la mirada alguna respuesta de lo que acababa de pasar, tratando de pensar lo más claro posible, cuando su mirada se encontró con el joven que había salido indignado de la habitación y con el que Hoseok se había besado.

- ¿Qué le dijiste? - cuestionó el pálido, tomando al chico del brazo para girarlo y mirarlo a los ojos.

- La verdad de esta fraternidad de mierda. - respondió Taehyung sin sentirse intimidado.

- ¿Por qué?, ¿Por qué hiciste eso?, yo iba a arreglarlo. - dijo Yoongi desesperado.

- Claro, de seguro tú no lo sabías. - bufó el joven castaño sin creerle ni poco, antes de soltarse de su agarre para irse de ahí igual.

Yoongi necesitaba arreglar eso de inmediato, el omega no podía pensar que él había estado de acuerdo con esa prueba, aunque eso era lo que parecía.

Así que, sin pensar mucho paro la fiesta corriendo a todos los presentes, tratando ignorar a su alfa que estaba rasgando en su pecho por ir con el omega de inmediato. Y mientras eso sucedía, Hoseok hacia su mayor esfuerzo por mantener en pie a Emma que estaba más drogada que nada, mientras recibía las miradas confundidas de sus demás miembros.

- Roseeé. - habló Emma arrastrando demasiado la última sílaba del nombre de la menor. - ¿Sabías que eras muy bonita? - dijo con una sonrisa floja.

La omega menor la miró sorprendida por eso, apretando el agarre de manos que tenía con su amiga Jennie.

- ¿Gracias? - respondió entre confundida e incómoda.

- Emma, cállate. - dijo Jennie mirándola igual con confusión.

- ¿Por qué? - preguntó la otra omega. - Es la más bonita de toda la casa. - confesó sin pensar.

- ¿Qué le dieron? - cuestionó Taylor algo confundida también.

- Creo que era marihuana. - respondió Hoseok arrugando su nariz.

- Pues que se la den más seguido, es un poco menos insoportable. - comentó Jimin riendo.

Hoseok sonrió ligeramente y siguieron con su camino, no tardando en llegar a la casa por fortuna, sintiéndose un poco más tranquilo con todos sus miembros en casa con él.

- Bien. Ya nos vas a decir, por qué nos sacaste de una de las mejores fiestas del año. - habló Jimin tirándose en el sillón de la sala que tenían.

- La última prueba para los novatos. - comenzó hablar Hoseok reuniendo todas las fuerzas posibles para decirlo sin llorar, queriendo manteniéndose fuerte por sus miembros.

Aunque a veces llorar también era de valientes, pensó en el fondo de su mente.

- ¿Qué tenemos que ver con eso? - cuestionó Jin, cruzándose de brazos.

- Nosotros éramos la última prueba. - dijo con la voz tambaleante.

- ¿Qué? - preguntó Taylor sintiendo la indignación subir a su cabeza.

- Iban a dar puntos por acostarse con nosotros. Un punto por Emma, Jimin y Jin, dos por Jennie y Taylor, tres por Rosé y cinco por mi. - explicó Louis sintiendo las lágrimas bajar por sus mejillas sin poder retenerlas más.

- ¡¿Un punto por mi?! - exclamó Jin indignado.

- ¡Eso no es lo importante, Jin! - gritó Taylor sintiéndose igual de molesta que el pelirrojo. - Nos usaron como un maldito trofeo. Desgraciados. - gruñó.

- No puedo creer que hayan hecho eso, teníamos una tregua con ellos. - dijo Jennie indignada con la situación.

- ¿Y todos lo sabían? - preguntó Rosé con un puchero en sus labios.

- De seguro. Es una fraternidad, las pruebas deben discutirse entre ellos. - respondió Hoseok sintiendo la presión en su pecho.

- Que mal. - suspiró Rosé sentándose desanimada en uno de los sillones. - Conocí a una chica de la fraternidad, fue muy amable conmigo, ¿Ella igual lo sabía? - cuestionó angustiada.

- Es lo más probable, pequeña. - suspiró Jennie, sintiéndose mal por ver triste a su amiga, acariciando su cabeza para tranquilizarla.

- Si, lo mejor será que nadie se acerque a nadie de esa fraternidad, ni novatos ni miembros. - dijo Hoseok limpiando las lágrimas de su rostro.

- Me dio su número. - murmuró Rosé sacando el papel de su bolsillo.

- Dame eso - habló el pelirrojo tomando el papel para leerlo: "Lisa: 55 5834...", para romperlo después - No vuelvas acércate a Lisa o cualquiera de ellos, pequeña. - agregó mirando a la menor con ternura.

Rosé asintió, haciendo una mueca con sus labios, sintiéndose tonta por creer que alguien estaba siendo amable con ella de corazón.

- Mejor hay que ir a dormir. - suspiró Hoseok, no queriendo seguir hablando del tema.

- Si, vamos a descansar. - asintió Taylor.

Antes de que los omegas se levantarán de su lugar, el timbre de la casa sonó un par de veces.

- ¿Quién será? - cuestionó Jennie asomándose por una de las ventanas, para ver quien estaba llamando a su puerta. - Es Min - dijo entre molesta y sorprendida.

- Yo quiero echarlo a patadas. - pidió Jin caminando a la puerta.

- Hey, tranquilos. - habló Hoseok deteniendo al rubio. - Yo... hablaré con él. - dijo inseguro, con su voz temblorosa.

- Sácalo a patadas de aquí por nosotros. - pidió Taylor antes de dirigirse a las escaleras para irse a su habitación.

Hoseok suspiró con su corazón martillando en su pecho, sintiendo como una montaña rusa de emociones en su cuerpo en el instante en que abrió la puerta.

- Hoseok, necesito hablar contigo, yo... - comenzó hablar el alfa desesperado.

- Vete, no quiero oír nada que venga de ti - interrumpió Hoseok saliendo de la casa y cerrando la puerta detrás de él, para que los demás no escucharan. - Todo me quedó claro hoy, espero que te den tus cinco puntos a ti también. - agregó con un tono amargo y dolido en su voz.

- No Hoseok, no es lo que piensas de verdad. Yo no tenía ni idea. - dijo sincero mirando a los ojos al más bajo. - Tienes que creerme. Ian se encargó de todo, ni siquiera tenía idea que esta noche tenia una fiesta. - explicó desesperado por que el omega creyera en él.

- ¿Tú realmente crees que voy a creer eso?, yo también soy un líder por si lo habías olvidado. - escupió Hoseok más molesto y dolido que antes.

- Te estoy diciendo la verdad. No tenía la mínima idea de que eso iba a pasar. ¿Realmente crees que yo voy a permitir que alguien te ponga la mano encima a ti?, ¿O piensas que veo a los omegas como objetos? - cuestionó, queriendo acercarse al pelirrojo.

- ¿Por qué debería creerte? - preguntó Hoseok reteniendo sus lágrimas.

- Por qué no he podido dejar de pensar en ti desde el día que te conocí - confesó en voz baja. - Después de lo que paso entre nosotros, todo lo que ha estado en mi cabeza eres tú, no pude pensar en nada. Si, firme las pruebas, pero no las leí, sé que fue estúpido, pero confíe en Ian, nunca pensé que él hará eso. - dijo sincero estando a punto de llorar por la desesperación.

- ¿Por qué no puedes dejar de pensar en mí? - preguntó el omega con la voz en un hilo.

- Estoy enamorado de ti. - confesó Yoongi con el corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Hoseok abrió los ojos sorprendido, sin saber que decir, sintiendo su corazón igual de acelerado con el aroma del alfa filtrándose en su sistema.

- Dios - suspiró Yoongi cubriendo su rostro con sus manos. - No puedo creer que lo dije en voz alta, no sé qué estaba pensando. - murmuró sintiéndose apenado al no recibir una respuesta del omega después de unos minutos en silencio que se sintieron eternos para él. - Solo quería que supieras que no lo sabía, de haberlo sabido no lo hubiera permitido. - agregó mirándolo a los ojos.

Hoseok quiso responder a la confesión pero no encontraba las palabras para hacerlo.

- Yoongi - habló cuando el alfa estaba por irse - No quiero que tú ni ninguno de tus miembros o novatos se acerquen a mis omegas. - dijo con la voz más firme que encontró, antes de entrar en la casa de nuevo, sintiendo las ganas de llorar aún más grandes en su cuerpo.

Yoongi estaba enamorado de él.

Y él no pudo responder a eso, a pesar de sentir lo mismo por el alfa.

Después de aquel incidente, nadie en Omega Tau habló más del tema, ni siquiera se habló de los comentarios de Emma drogada y tampoco se mencionó el nombre de nadie de Kappa Alpha, como si no existieran y Hoseok no sabía el porqué eso en lugar de causarle tranquilidad le hacía sentir inquietud, sobre todo porque en esos días no vio a Yoongi para nada.

Fue extraño, porque pasaron de encontrarse en cada rincón de la Universidad a no verse en absoluto, lo que lo tenía aún más inquieto, sobre todo después de la confesión del alfa a la que no pudo responder como hubiera querido.

Los días siguieron pasando al grado de casi cumplir dos semanas desde aquella fiesta y Hoseok no estaba del mejor humor para recibir sorpresas como la que recibió esa mañana, mientras todos se encontraban desayunando con normalidad en el comedor.

- Hola a todos, me extrañaron. - habló alguien entrando a la casa con una gran alegría.

- ¡Oh, por Dios! - exclamó Emma levantándose casi corriendo de su lugar para abrazar a la chica que había entrado en la casa. - ¡Es Taissa, chicas y chicos. ¡Ella regresó! - dijo emocionada.

- Es un alivio estar de regreso. - respondió la omega con una sonrisa. - ¿De qué me he perdido? - cuestionó.

- Hoseok es el nuevo líder. - informó Jennie no teniendo una buena sensación sobre Emma y la otra omega.

- ¿Hoseok? - dijo Taissa confundida.

- Si, soy yo - habló el pelirrojo, viendo como la chica lo seguía mirando con confusión.

Él había escuchado sobre Taissa antes de que fuera elegido como líder por su antecesora, pero nunca la había conocido realmente, tan solo la vio durante su primer año, nunca convivió mucho con ella para ser sincero, ya que la omega se había ido de intercambio a Francia casi de inmediato al ingresar a la fraternidad, ella prácticamente había pasado toda la Universidad de intercambio.

- Un gusto. - respondió la omega con una media sonrisa. - Creí que tú serías la elegida. - le murmuró en voz baja a Emma.

- Si, yo igual. - suspiró pesadamente Emma. - Pero así son las cosas. - agregó sin muchos ánimos de hablar del tema.

- Bien. Me alegra que estés aquí Taissa. - comentó Hoseok no muy sincero, alcanzando a escuchar lo que dijeron las chicas, pero no quería discutir ahora sobre cuánto se merece o no su puesto.

- Esto hay que festejarlo en grande. - habló Emma, mirando a los demás miembros.

- No. Nada de fiestas. - negó de inmediato el líder.

- Vamos, solo una pequeña fiesta. - insistió la omega, con una falsa sonrisa.

- Últimamente nos la hemos pasado en fiestas y la última que fuimos no fue la mejor de todas que digamos. - argumentó Hoseok, aún en su postura negativa.

- Esas fueran fiestas de alfas - bufó Emma restándole importancia al tema. - Esta será una fiesta de omegas, para omegas, ¿Qué tal?, ¿Qué opinan los demás? - preguntó.

- Tiene mucho que nosotros no hacemos una. - opinó Jimin estando de acuerdo.

- Vamos, líder. No todos los días regresa uno de nosotros de un intercambio. - insistió la omega, con una notoria amabilidad falsa, de la que el pelirrojo no quería averiguar sus verdaderas intenciones.

- De acuerdo, pero todas y todos van a ser cuidadosos y prudentes con la cantidad de alcohol que ingieren. - advirtió. - Y no quiero ni un solo alfa en esta fiesta. - agregó de inmediato.

- ¡Genial! - aplaudió Emma. - Yo organizare todo. No hay de que preocuparse, líder. - agregó sonriente tomando la mano de Taissa, antes de irse con ella a su habitación.

- Esas dos juntas no me dan confianza. - confesó Jennie, siguiendo con la mirada las omegas.

- Ni a mí - suspiró Hoseok sincero. - Pero es algo de lo que voy a preocuparme después. - agregó no queriendo pensar en eso ahora mismo.

- Tienes razón. Ahora mismo en lo único que debes pensar es en que debes ayudarme en algo. - habló Taylor con una sonrisa, tomando la mano del castaño para llevarlo con ella.

Hoseok conocía demasiado bien a la chica, como para saber que fuera lo que tuviera en mente no era nada bueno para él. Y no estaba tan equivocado sobre Taylor y sus ideas locas, pero nunca hubiera esperado encontrarse con su amiga pidiéndole probarse uniformes de porristas.

- Ni loco - negó de inmediato mirando la montaña uniformes que tenía la chica.

- Vamos, eres el que tiene las mejores piernas y cintura - rogó la omega.

- Tú tienes un cuerpo precioso, Tay.

- Lo sé, pero necesito ver como se ve en un cuerpo distinto.

- ¿Por qué yo?, ¿Qué hay de Jin o Jennie? - preguntó tratando de huir de la situación.

- Ellos igual tienen un cuerpo bonito, pero Jin tiene un cuerpo un poco más varonil y Jennie ya lo hizo ayer, así que te toca. - dijo sin cambiar de opinión.

- Probarme todos me llevará horas. ¿De dónde sacaste tantos diseños? - respondió el pelirrojo resignándose a la situación.

- No tienes una idea de las tiendas de uniformes que quieren que nuestros equipos deportivos y de porristas usen sus diseños. Yo solo me aproveche de eso. - explicó encogiéndose de hombros.

- Eres una chica muy lista. - rió Hoseok con algo de orgullo.

- Lo sé - respondió Taylor riendo igual.

- Esta bien, lo haré - suspiró el omega resignando al final.

Y cuando él dijo que le llevaría horas probarse todos esos uniformes, una parte de él hubiera rogado por haber estando exagerando, pero no fue para nada así, él ni siquiera se da cuenta de lo rápido que pasó el tiempo ni mucho menos se percata de la hora; solo se da cuenta que ya es demasiado tarde cuando el sonido fuerte de la música resuena en las paredes.

- ¿Emma ya comenzó la fiesta? - cuestionó Hoseok mirándose en el espejo lo que era uno de los últimos diseños.

Él no había admitir en su voz alta lo mucho que le gustaba la forma en la que la falda de color azul celeste se ajustaba a su cintura, ni lo cómoda que era ni mucho menos lo sexy que era verse vistiendo un top blanco que se pegaba a su torso a la perfección, agregando que le encantaba lo linda que era la cinta dorada que estaba amarrada en su cadera en forma de cinturón.

- Parece que sí. - asintió la rubia mirando con detenimiento el uniforme.

- Iré a ver qué están haciendo. - murmuró Hoseok ignorando por un segundo que quizás debía cambiarse antes de salir.

Aunque el usar una falda o un top no debería ser vergonzoso para nadie, pero Hoseok no estaba acostumbrado a vestirse así, por lo que quizás sería una sorpresa para todos, pero no es como si su vestimenta fuera algo para escandalizar a alguien.

- Mierda. - gruñó el chico viendo como la gran parte de la casa estaba llena de gente mientras se escuchaba a todo volumen Bubblegum Bitch; eso estaba mal, alguien debió avisarle que ya habían empezado la fiesta, sobre todo cuando había alfas y claramente había ordenado que nada de alfas en la casa.

- Hoseok - habló Rosé encontrándolo, una vez que bajó las escaleras. - ¡Vaya! - exclamó mirando su ropa. - Luces genial - comentó con sonrisa sincera.

- Oh - exclamó el pelirrojo con sus mejillas sonrojadas. - Si... gracias - respondió torpemente. - ¿Dónde está Emma? - preguntó.

- Creo que en la cocina. - respondió la menor, inclinando su cabeza en esa dirección.

Hoseok asintió, dedicándole una sonrisa antes de irse a buscar a la otra omega.

Y como si el omega no tuviera suficiente problemas con Emma ignorando sus órdenes, vió a los lejos como un Jimin ebrio dejaba entrar a la fiesta a todo el que quisiera.

- Creo que ustedes no pueden estar aquí. - murmuró el omega rubio confundido, con una sonrisa.

- Es una fiesta Jimin, nosotros podemos estar aquí. - bufó Ian entrando con los demás de su fraternidad.

Jimin solo asintió y se encogió de hombros no pensando mucho en las consecuencias.

- Jimin, ¿Sabes donde está Hoseok? - preguntó Harry algo apenado de haberse presentado, sabiendo que no era bienvenido en la casa.

- Ni idea - negó el rubio - Hola, Jungkook - dijo desviando su atención del pálido, para acercarse al alfa con una sonrisa.

Harry suspiró, resignado a tener que buscar él mismo al omega.

- ¡Emma! - alzó la voz Hoseok una vez que encontró a la omega en la cocina, justo como dijo la menor. - ¿Qué parte de nada de alfas no entendiste? - cuestionó claramente molesto.

- Al inicio pensé que te referías a Kappa Alpha en específico, aunque después sí pensé que era a alfas en general, pero ya era demasiado. - se excusó sin importarle mucho lo que el chico tenía por decirle.

- Eso no tiene sentido. - negó Hoseok más que molesto ahora.

- ¿Qué más da? - respondió Emma encogiéndose de hombros. - Tengo todo bajo control, yo si sé como cuidar de los Omega Tau y de la casa, no como tú. - escupió sin miedo.

- ¿Sabes, Emma? - comenzó hablar Hoseok, acercándose a ella. - No importa lo que digas, hagas o pienses. Yo soy el líder, no tú - dijo con un tono de superioridad en su voz. - Y no puedes cambiar eso - agregó con orgullo y una sonrisa, mirando como la chica era afectada por sus palabras.

- Ya veremos cuando te le dura eso, líder - respondió la chica con la voz dudosa, antes de pasar de largo del pelirrojo, dándole un pequeño empujón con su hombro como era su costumbre cuando discutía con alguien. - Hola, Yoongi. - alcanzó a escucharla decir antes de que se fuera de ahí.

Hoseok suspiró profundo, tensándose al escuchar al alfa acercarse a él.

- Hoseok - llamó el alfa sintiéndose nervioso.

- ¿Qué haces aquí, Yoongi? - preguntó el omega, girándose para enfrentar al alfa. - ¿No quedó claro que no te quería a ti ni a tus alfas cerca de mis omegas? - cuestionó mirándolo a los ojos.

- No puedo estar tranquilo pensando en que estás molesto conmigo. Sé que lo que pasó en parte fue mi culpa por confiar en Ian, pero de verdad necesito que me creas cuando te digo que yo no sabía nada de lo que él tenía planeado. - habló el alfa manteniendo su distancia con el omega.

- Deje de creer en la palabra de los alfas hace mucho, ¿Por qué debería creerte a ti? No te conozco en absoluto. - respondió Hoseok, tratando de no hacer evidente el nudo en su garganta.

- Si, tienes razón - asintió Yoongi - No me conoces, pero hoy vas a conocer una nueva parte de mi. - agregó.

- ¿Sí?, ¿Qué parte es esa? - cuestionó el omega.

- Lo impulsivo que puedo ser por ti. - respondió el pelinegro antes de darse la vuelta y salir de la cocina.

Hoseok frunció el ceño, rezando que nadie de ahí lo hubiera escuchado o prestado atención, siguiendo de inmediato al alfa, viendo como este le pedía el micrófono a la persona encargada del sonido para comenzar hablar.

- Hola a todos, soy Min Yoongi el líder de Kappa Alpha. - comenzó a hablar, obteniendo los gritos de emoción de algunos de los presentes. - Y quiero ofrecer una disculpa pública a todos los omegas de Omega Tau, por la manera en la que uno de mis miembros los trató en la última fiesta, es algo en lo que yo no estoy de acuerdo en absoluto. Así que, en nombre de Kappa Alpha le pido disculpas a todos los omegas presentes en especial a los de Omega Tau. - dijo mirando especialmente al omega pelirrojo.

"Se disculpó", "Vaya líder", "¿Qué clase de líder expone a su fraternidad?" se escuchaban los susurros de burla y asombro por lo que había hecho el alfa.

Mientras que Louis sentía su corazón latir con fuerza, sintiéndose extrañamente inquieto, sin poder creer lo había hecho Yoongi por él.

El que un alfa se disculpara, sobre todo siendo el líder de la fraternidad de alfas más prestigiosa no era muy bien visto por todos, por alguna razón que ningún omega pude entender realmente, como si el disculparse o aceptar sus errores los hiciera menos alfas o respetables.

- ¡¿Qué carajos fue eso, hermano?! - cuestionó Ian, enfrentando al pálido, completamente sorprendido e indignado por la disculpa del líder.

- Algo que tú debiste haber hecho. - gruñó Yoongi molesto.

- Acabas de exponer a nuestra fraternidad, ¿En qué rayos estabas pensando? - cuestionó el otro alfa.

- Debí exponerte a ti por lo que hiciste. Eso es agresión, agresión a la integridad de los omegas, además de sexista. Así que deberías educarte mejor en tu comportamiento con los omegas - explicó Yoongi. - Vuelve a hacer algo así y te expulsaré a la fraternidad. - advirtió alejándose de su amigo, alcanzó a ver como Hoseok se abría camino entre la multitud para subir las escaleras, y no dudo ni segundo en seguirlo.

Por otra parte la menor de la casa Omega Tau, también observó como su líder se apresuraba en alejarse de la multitud y tuvo la intención de seguirlo, pensando que lo que había pasado el alfa de la fraternidad rival lo había afectado, sin darse cuenta que en ese momento que Yoongi también lo estaba siguiendo.

Y cuando la chica estaba cerca de alcanzar al pelirrojo alguien la detuvo tocando su hombro, haciendo que se asustara.

- Oh perdón, no quería asustarte - habló la persona que no conocía, pero parecía amable. - Perdón si te incomode por tocar tu hombro. Nadie debería tocarte sin tu permiso, así sea solo tu hombro. - se disculpó de nuevo.

Rosé asintió sin saber que decir, sintiéndose nerviosa, socializar no era mucho lo suyo y piensa que mejor debió quedarse en su habitación encerrada viendo algún capítulo de su serie favorita o leyendo uno de los miles libros que tenía en su lista de espera.

- Soy Jisoo. ¿Y tú? - volvió a hablar la chica, sonriéndole.

- Rosé. - respondió con pena. - Lo siento, pero... no puedo hablar contigo. - comentó notando la pequeña insignia con el logo de Kappa Alpha en la chaqueta de la alfa.

- ¿Por qué? - preguntó la alfa confundida.

- Mi líder no está muy de acuerdo con que nosotros nos relacionemos con ustedes. - explicó lo mejor que pudo con sus mejillas sonrojadas.

- Oh, yo solo quería convivir un poco. Yo no soy muy fan de las fiestas, pero creí que hablar con alguien estaría bien y tú luces amable. Lo siento. - respondió Jisoo sintiéndose apenada.

La omega menor se sintió un poco culpable por eso.

- Espera - habló deteniendo de que la alfa la dejará sola. - No creo que convivir un poco sea tan malo. - murmuró con las mejillas rojas.

- Ni yo. Verás que mi compañía no es tan mala. - comentó la alfa con alegría.

Rosé se sintió segura con un alfa por primera vez, de una manera que no podía explicar.

Mientras tanto, Louis entró en la primera puerta que vio, sin importarle que fuera uno de los baños de la casa, no extrañándose para nada de que Yoongi entrará detrás de él con poco tiempo de diferencia.

Y quizás debería de preocuparse por lo poco obvio que eso podía ser, pero en realidad no tenía cabeza para pensar en eso, en su mente solo estaban las palabras del alfa sobre estar enamorado de él y lo que había hecho enfrente de toda la Universidad sin importarle lo que dirían de él.

Respiró profundamente, tratando de que sus piernas no temblaran cuando escuchó al alfa poner el seguro de la puerta.

Ese acto comenzaba a ser un hábito entre ellos y no está seguro de que tan bueno sea eso.

- Yoongi... - habló mirándolo a los ojos, sintiendo esa necesidad de abrazarlo o besarlo en ese instante con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. - No tenías que hacer eso. ¿Tienes una idea de los problemas en los que te vas a meter con los de tu fraternidad por esto? - preguntó en un tono suave.

- Era mi responsabilidad, Hoseok. Soy el líder, tuve que leer las pruebas antes de aprobarlas, no me hubiera perdonado nunca que alguien les pusiera la mano encima a ti o alguien de tu casa. - dijo sincero.

El omega sonrió ligeramente, acercándose al alfa.

- Te creo - dijo finalmente, sintiéndose mareado por el fuerte aroma del pelinegro, no pudiendo evitar sentir esa sensación que le quemaba la piel por ser tocado por el mayor.

Por un momento piensa que es el momento perfecto para decirle al alfa que él igual siente algo por él, que quizás también está un poco enamorado, pero no se cree capaz de decirlo, es como si las palabras se negaran a salir de su boca.

- Hoseok - el alfa soltó un jadeo bajo al sentir la mano del omega subir por su pierna, para llegar a su entrepierna.

- Alfa - jadeo el pelirrojo en respuesta, dejando cortos besos en el cuello del más alto, amando lo intenso que era el aroma del alfa.

- Omega... - trató el pálido de pensar con claridad.

- Quiero hacerlo - interrumpió el omega, moviendo sus manos al cinturón de cuero del más alto. - ¿Tú no quieres hacerlo? - preguntó con un lindo puchero en sus labios, rezando porque el alfa no fuera a rechazarlo.

Yoongi tragó seco, admirando lo bien que lucía el cuerpo del omega con aquel uniforme, junto con el aroma dulce de excitación del chico, era imposible negarle algo.

- Fuiste tan lindo y valiente dando esa disculpa ‐ sigo hablando, si esperar por una respuesta verbal de parte del chico - Que puedes hacer todo lo que quieras conmigo esta noche - murmuró Hoseok quitándole por completo el cinturón al alfa, recibiendo un gruñido bajo en respuesta, antes de que el alfa llevará sus manos a su cintura para quitarle el listón que él tenía en lugar de cinturón.

- Date la vuelta. - ordenó Yoongi con la voz ronca, rindiéndose finalmente a sus deseos.

Hoseok tragó en seco y asintió sin dudarlo, obedeciendo al alfa al instante.

- Dame tus manos - pidió el pálido, pegándose a su cuerpo, sintiendo como el omega temblaba de anticipación.

- ¿Qué vas hacer? - preguntó el pelirrojo, pasando sus manos por detrás de su espalda.

- Voy amarrarte - respondió el alfa atando las manos del omega con el listón dorado, tratando de no hacer demasiado apretado el nudo. - Tú mismo lo has dicho, puedo hacer lo que quieras contigo y lo quiero es tenerte sometido - dijo lentamente en el oído del chico apretando su cintura.

Y una vez que estuvo satisfecho de su trabajo, con sus manos en la cintura del omega lo giró de nuevo hacia él, no sin antes quitarle su cinturón de cuero de las manos.

- De rodillas, omega. - habló con su tono autoritario, que hizo que Hoseok se sintiera aliviado de caer de rodillas frente a él.

Hoseok siguió con la mirada las manos del alfa, viendo como este desabrochaba su pantalón y bajaba su bragueta antes de liberar su erección por la abertura de su bóxer, haciendo que el omega humedeciera sus labios con anticipación, sintiéndose ansioso; además de sentir como se mojaba su ropa interior con su lubricante natural por la excitación, pero eso no fue nada comparado con el deseo que sintió cuando el alfa pasó el cinturón por su cuello dando una sola vuelta, para jalar con un poco de fuerza hacia él, teniendo su erección a escasos centímetros de sus labios.

- Vamos, omega. Demuéstrame que tanto querías esto. - demandó el pelinegro totalmente excitado.

Hoseok se sintió más excitado de ser posible, no imaginó estar dominado de esta manera por alguien, pero sin duda le gustaba más de lo que podía admitir.

Sin poner resistencia abrió su boca y se acercó un poco más para tomar la cabeza del pene del alfa en sus labios, saboreando su sabor salado, chupando delicadamente, pasando su lengua por la ranura del glande tomándose su tiempo para jugar con la excitación del mayor, lo cual no sirvió mucho ya que el alfa apretó su agarre en el cinturón y lo jalo de nuevo a la par de que movía sus caderas embistiendo su boca, logrando que casi toda su erección entrará en su boca.

- Follare tu boca - habló con la voz ronca el pálido, antes de comenzar a mover sus caderas en un ritmo firme, consistente con la forma dominante en la que sostenía el agarre del cinturón.

Mientras que el omega lucha por hacer su mejor trabajo con su boca, podía sentir las lágrimas bajar por sus mejillas ahuecadas, pensando como el alfa podía hacer lo quisiera con él. Podría pasar toda la noche de rodillas con su boca siendo follada por el alfa sin que él pudiera negarse al tener sus manos amarradas manteniéndolo indefenso y vulnerable, al igual que el cinturón de cuero ahorcándolo ligeramente, asegurándose de que no dejara de chuparlo en ninguno instante, sumado con el peso y calor del pene del alfa que estaba hundido hasta su garganta.

- Voy a poner mi nudo en tu boca esta noche, omega - advirtió el pelinegro con jadeo y sin detener los movimientos de su cadera, recibiendo un sollozo de parte del omega. - Si, hyung llenará tu linda boca con su semen - siguió gimiendo y follando su boca.

Hoseok alzó su mirada, encontrándose con el rostro tensado del alfa, marcando perfectamente su mandíbula y con su cabeza hacia atrás, gimiendo roncamente.

El omega jadeo unos minutos después, cuando las caderas del alfa se resistieron y soltó un gruñido ronco junto con un golpe de calor y algo más bajando por su garganta, siendo evidente que el pálido se había corrido en su boca.

Yoongi comenzó a retirarse lentamente, dejando solo la punta de su pene en la boca del omega, sintiendo como su nudo comenzaba a formarse, ganándose un jadeo de parte del pelirrojo.

Hoseok nunca pensó que tener un nudo en su boca se sintiera así de bien, sintiendo como sus labios se extendía para adaptarse al tamaño del nudo, le gustaba sin duda y estaba sorprendido por el buen sabor que estaba en su lengua después de la corrida del alfa.

- Arriba, omega - habló el pálido una vez que su nudo bajó y retirándose de la boca del chico.

Se levantó como pudo, sintiéndose algo debilitado y vulnerable con sus manos atadas en su espalda.

- No puedo perderme la oportunidad de follarte con esta linda falda que llevas puesta - murmuró el alfa, girando su cuerpo para acorralado contra la puerta - ¿Quieres eso, omega? - preguntó apretando el trasero del pelirrojo a través de la prenda.

- Si, si quiero - asintió sin dudarlo, pegando su frente a la puerta, sintiendo que en cualquier instante su lubricante bajaría por sus piernas, debido a la excitación.

- ¿Si, qué? - habló con sus labios húmedos pegados en sus mejillas, dejando besos en su piel, pegándose más al omega, haciéndolo sentir como su pene comenzaba a ponerse duro de nuevo contra su trasero.

- Si, alfa - respondió el castaño en un jadeo bajo.

- Buen, chico. - dijo dándole un fuerte golpe en una de las mejillas de su trasero.

- ¿No vas a desatarme? - preguntó Hoseok con la voz hecha un lío.

- No, me gusta saber que estas indefenso - admitió el pálido. - Ahora hyung quiere probarte primero. - dijo antes de ponerse de rodillas detrás del omega y bajar la ropa interior del chico hasta la mitad de sus muslos.

- Oh, por... - gimió en alto el omega sin poder terminar su oración, una vez que sintió la boca del mayor en su entrada, chupando y bebiendo su lubricante. - Yoongi... - sollozó agudamente moviendo sus caderas hacia el rostro del alfa, amando la sensación de ser devorado de esa manera, con la lengua del pálido en su interior follándolo. Y a pesar de que eso sentía demasiado bien, él quería algo más, quería sentir de nuevo el nudo del alfa en su interior, había pasado tiempo desde que pasaron aquella noche en el hotel y añoraba ser follado y anudado por el alfa de nuevo - Quiero... quiero tu nudo. - rogó con la voz rota.

- Claro, que lo quieres. - respondió con burla el alfa, separándose de la entrada del chico, amando el sabor dulce en su boca, dándole un último golpe su trasero antes de ponerse de pie. - ¿Lo quieres, omega? - preguntó jugando con su polla en la entrada del pelirrojo.

- Si, alfa. Por favor - rogó en un sollozo.

Yoongi se alineó en la entrada del omega embistiéndolo con fuerza, sosteniéndolo de sus caderas.

- Joder - gimió el pelirrojo, amando como el alfa lo sostenía con fuerza y seguridad de sus caderas, mientras lo follaba, con el sonido de sus cuerpos encontrándose sonando fuertemente en el pequeño lugar, haciéndolo olvidar por completo que había una fiesta en la que estaba la gran mayoría de estudiantes de la Universidad a escasos metros de ellos.

- Te sientes realmente bien, omega. - jadeo roncamente en su oído, sin perder la fuerza y ritmo del movimiento de sus caderas, pasando una de sus manos por la espalda del chico, adorando la forma en que su piel parecía quemar bajo su tacto por el calor y deseo. - Tan apretado... tan estrecho para mí - gruñó aumentado la fuerza de sus embestidas al sentir como el omega se apretaba más a su alrededor, sabiendo que estaba cerca de su orgasmo.

Hoseok tan solo podía jadear y sollozar por la manera en la que estaba siendo embestido, sin poder sostenerse por sí mismo, dependiendo totalmente del alfa, con su orgasmo construyéndose en la parte baja de su estómago, alcanzando su cúspide cuando el alfa lo tomó con una fuerza medida del cuello jalando el cinturón, haciéndolo llegar con ese simple acto.

Y aún con los espasmos post orgasmos, el alfa se mantuvo follándolo por un par de minutos, usándolo para alcanzar su propio orgasmo, soltando un gruñido alto cuando por fin se corrió con fuerza y su nudo comenzó a expandirse en el interior omega.

Era la segunda vez que anudaba en el interior del menor y aunque era consciente del peligro de eso, no podía evitar que su alfa se sintiera loco y orgulloso de eso.

Y como si estar siendo anudado no fuera suficiente para que Hoseok se sintiera sensible, el alfa comenzó a repartir flojos y cálidos besos en sus clavículas, haciendo a un lado la tela del top para tener más acceso a su piel, sin soltarlo de su agarre firme contra su pecho con una mano en la parte baja de su vientre.

El pelirrojo soltó un bajo y débil sollozo cuando el pálido se dignó a desatar sus manos, haciendo que se pudiera sostener un poco mejor de la puerta y sintiéndose mejor una vez que el cinturón igual dejo libre su cuello, siendo reemplazo por los besos de Yoongi en el.

Era una posición algo incómoda para ser anudado si tenía que ser sincero, pero a él no le importaba en absoluto, se sentía demasiado bien ser sostenido por el alfa y mimado de alguna manera por los besos caricias de este. Pero como todo lo bueno en su vida, ese momento no podía durar tanto como él quisiera, sintiéndose vacío y frío cuando el nudo del alfa bajó por completo y este salió de su interior; para después ayudarlo, subiendo su ropa interior y acomodando su falda para que luciera presentable, antes de acomodarse así mismo y ponerse su cinturón.

- ¿Quieres salir primero? - habló el alfa, esperando alguna respuesta del menor.

- No - negó de inmediato. - Hazlo tú - respondió, queriendo controlar primero los latidos de su corazón y a su omega, antes de salir a fingir que nada había pasado.

Yoongi asintió, peinando su cabello y acomodando su ropa, para acercarse al omega y dejar un corto beso en frente antes de salir del baño.

Hoseok suspiró, sintiéndose débil de alguna manera, mientras miraba su reflejo en el espejo, dándose cuenta de lo sonrojado que estaba, de la marca ligera de había dejado el cinturón en su cuello y su pelo rojo alborotado, luciendo completamente destrozado.

Cualquiera que lo viera no dudaría en absoluto que había sido follado y el hecho de aún sentir el hormigueo y calor en su piel, en donde Yoongi lo había besado, junto el temblor de sus piernas y el semen del alfa manchando su ropa interior no lo estaba ayudando mucho.

Debía salir antes de que alguien entrará y lo viera; además de que debía cambiarse lo antes posible.

Hoseok trató de arreglar lo mejor posible su cabello con un poco de agua, al igual que bajar el calor de su rostro y acomodando el listón en su cintura, tratando de lucir lo menos jodido posible, mientras rogaba que el semen del alfa no comenzará a bajar por sus piernas antes de poder llegar a su habitación, estaba sorprendido de que como aún podía sentir el semen salir de su interior.

Estaba concentrado en eso cuando salió del baño y tardó un poco en notar de quien estaba afuera, con el rostro lleno de sorpresa y confusión, como si supiera lo que había pasado minutos atrás ahí adentro, haciéndolo sentir como su corazón se acelera por el pánico que estaba sintiendo al pensar que Rosé lo había descubierto a Yoongi y él.

De ser así, él tenía que dar muchas explicaciones sobre eso, con el riesgo de ser reportado por romper la regla principal de la fraternidad.

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