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𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒔𝒆𝒗𝒆𝒏

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I get so high (oh)
Every time you're, every time you're loving me
You're loving me
Trip of my life (oh)
Every time you're, every time you're touching me
You're touching me
Every time you're, every time you're loving me

Oh, Lord, save me,
my drug is my baby
I'll be using for the rest of my life
(Using for the rest of my life, oh)

Don't blame me, love made me crazy
If it doesn't, you ain't doing it right (doing it right)
Lord, save me, my drug is my baby
I'll be using for the rest of my life (oh)

-Don't Blame Me, Taylor Swift

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Las semanas pasan realmente rápido cuando los estudios te consumen, pero sobre todo, el tiempo pasa casi sin notarlo cuando estás enamorado y eso es algo de lo que Hoseok no se ha dado cuenta o se niega a aceptar por miedo de ir demasiado rápido con sus sentimientos, así que simplemente decide convencerse de que solo está disfrutando del momento y de lo que puede tener del alfa al máximo.

Aunque ninguno lo diga formalmente, ambos se encuentran en una relación casi que formal.

Incluso se habían encontrado haciendo una rutina entre ellos de manera inconsciente.

Ambos se sabían el horario del otro, el edificio y su salón de clases, las horas de prácticas o de estudio.

Ellos se escribían cada mañana al despertar, para después encontrarse en cualquier lugar del campus que estuviera lo suficientemente solitario para besarse un rato antes de iniciar sus clases; y por las tardes, Hoseok le enviaba un mensaje sarcástico y a la vez cariñoso a Yoongi antes de su práctica con el equipo de fútbol y en la noche, mientras que el alfa era quien le escriba al omega preguntándole si ya había cenado y de que tanta tarea debía hacer, pero sobre todo para preguntarle cómo estuvo su día.

Y a veces los fines de semanas se escapaban sin que nadie lo notará mucho, algunas veces solo daban vueltas en el auto de Yoongi y otras se dejaban llevar por el momento, ya sea en el mismo auto o parando en algún Hotel.

Hoseok estaba demasiado metido en esa pequeña rutina que había construido con el alfa, que ni siquiera había recordado hacer las selecciones de novatos, por lo que ese año dejó a Omega Tau sin nuevos reclutas, pero está bien, parece que a nadie de su fraternidad le había dado importancia a eso, además de que por ahora él estaba bien con la cantidad de miembros en Omega Tau y para ser honesto, no sabía sí podría con más miembros en la fraternidad.

Y quizás, el olvidarse por completo de la selección de novatos no había sido suficiente para poner en evidencia que el estar con Yoongi lo hacía perder la cordura, ya que Hoseok igual había olvidado la semana de descanso antes del periodo final de semestre.

Era una semana en la que los estudiantes tenían el derecho de irse con sus familias a pasar el Día de acción de gracias o quedarse en el campus a estudiar para el último periodo.

Normalmente los líderes debían llevar una hoja a servicios escolares con los nombres de los miembros que se quedarían en la fraternidad esa semana y quienes no, para que así la Universidad tuviera un control sobre eso.

Pero Hoseok igual había olvidado eso.

Y realmente estaba jodido está vez, o mejor dicho, estaba casi jodido, ya que por fortuna su mejor amiga se lo había recordado en el último día que tenía para llevar la hoja.

- De acuerdo, ¿Quiénes se irán? - cuestionó Hoseok fingiendo que no notaba la mirada curiosa y analizadora de Taylor sobre él, como sí ella supiera o sospechara la verdadera razón por la que él había estado tan distraído últimamente.

- Me quedaré con Taissa - respondió Emma sin quitar la mirada de su celular.

- Yo igual me quedaré - dijo Jimin con una sonrisa amable.

- ¿Jin? - preguntó mirando al chico.

- Iré con mi familia - respondió el chico tranquilo.

- Me quedaré - habló Taylor antes de que el pelirrojo pudiera preguntar.

- Bien - suspiró Hoseok escribiendo lo más rápido posible, aún tenía algo de tiempo para entregar la hoja antes de que las oficinas cerraran, pero no quería arriesgarse. - ¿Jennie?, ¿Rosé? - preguntó mirando a las amigas.

- Nos iremos con nuestras familias - respondió Jennie abrazando a la menor por los hombros.

- ¿Se irá la bebé de la casa? - cuestionó Emma con algo de burla y algo más en su voz.

- Eso no te importa, Emma - bufó Hoseok rodando los ojos.

- ¿Y nuestro líder? - habló la omega sin bajar la guardia con su actitud llena de superioridad. - ¿Se quedará o se irá? - cuestionó con interés.

Hoseok tragó en seco, sin saber que responder, la verdad es que no lo sabía, desde que su madre se casó de nuevo, él no iba mucho a casa y menos desde que su hermana mayor se volvió madre, es como si él hubiera pasado a segundo plano en la familia y ahora no sabía sí era parte de la familia.

- Aún no lo sé. - confesó - Pero si me voy, Taylor quedará a cargo - aclaró seguro de su decisión.

- ¿Por qué ella? - preguntó Emma indignada poniéndose de pie. - Yo dije primero que me quedaría - agregó.

- Si, pero yo soy el líder y yo decido quien dejo en mi cargo - respondió Hoseok firmemente. - Si no te gusta, puedes ir con tu familia, pero debes decirmelo antes de entregar esto - agregó.

- Vaya, mierda - suspiró Emma con molestia antes de dirigirse a su habitación.

- No le gustó mucho la idea - comentó Taylor con una pequeña risa.

- A ella no le gusta nada de lo que digo o hago, se la pasa retándome, como si eso fuera hacer que le diera mi puesto. - bufó el pelirrojo restándole importancia al tema.

Hoseok no alcanzó a escuchar, bueno, en realidad no le puso atención a lo que dijo la rubia una vez que su teléfono sonó en sus jeans, indicándole que había recibido más de un mensaje.

- Debe ser Jiwoo, para decirme si iré a casa o no - se excusó antes de darse la vuelta y alejarse de ahí para poder ver de quien se trataba realmente.

Y no había mentido del todo, pues tenía mensaje de su hermana, pero también tenía de parte de Yoongi.

Jiwoo
Lo siento hermano, este año estaré en casa con mi esposo. Y mamá estará con nosotros, así que no estaremos en casa.

Hoseok soltó un profundo después de leer eso, tratando de fingir que no le dolió ni se sentía excluido, aunque en el fondo era una excusa que ya sé había esperado desde el momento en que preguntó, así que se limitó a responder con un simple y cortante "ok"; para después pasar mejor su atención al mensaje de Yoongi, rogando con algo de desespero que el alfa fuera a quedarse igual, para poder verlo aunque sea un rato en esa semana.

Mi hyung ♡
¿Irás a casa?

El omega reprimió una sonrisa obvia por la pregunta, antes de apresurarse a responder.

Hoseok
No :(
¿Y tú?

Mi hyung ♡
Si...

El pelirrojo sintió una presión en su pecho, sintiéndose mucho más decepcionado ahora que cuando su familia lo excluyo, pero sabía que Yoongi no tenía la culpa de eso, ni podía pedirle que se quedará con él.

Hoseok
Bien por ti!!
Divierte mucho, Yoongi

Por otro lado Yoongi se sintió algo mal por eso, deseando poder cambiar sus planes familiares para quedarse o estar con Hoseok toda esa semana; quizás ellos hubieran podido escaparse esos días para estar juntos, aunque ahora que lo piensa no cree que sea tan mala idea ni tan imposible de hacer, así que con una idea en mente decidió escribirle de nuevo al omega.

Yoongi
¿Ya entregaste la hoja a servicios?

Mi omega☀️
No, iré a entregarla ahora.

Yoongi
¿Podría verte antes de que lo hagas?
Y no pongas tu nombre, por favor
Tengo una idea <3

Mi omega☀️
¿Piensas raptarme?

Yoongi
Esa es una mejor idea, ahora que lo dices.

Mi omega☀️
Eres un idiota
¿Dónde te veo?

Yoongi
La zona de los biólogos está vacía hoy ;)

Mi omega☀️
Ahí te veo en 15 ;)

Y sin que ninguno de los dos lo supieran, ambos soltaron un suave suspiro de amor después de eso.

- ¿Qué pasó?, ¿Irás a casa? - cuestionó Taylor llegando detrás de él, tratando de ver la pantalla del celular, pero el pelirrojo se apresuró a bloquear su celular.

- Mhm... Aún no lo sé - dijo Hoseok con algo de torpeza. - Tengo que salir, al rato te digo si me quedaré o no - agregó rápidamente pasando de largo de su amiga.

La rubia suspiró pesadamente, con el presentimiento de que su amigo definitivamente le estaba ocultando algo y solo espera que no sea nada grave ni algo que lo meta en problemas.

Por su parte Hoseok espera verdaderamente que su amiga no haya notado sus nervios ni su mentira piadosa, porqué lo que menos le gusta de esta relación secreta, es no poder decírselo a su mejor amiga, aunque espera un día poder hacerlo.

Pero por ahora trata de no pensar en eso, mientras espera al alfa en el lugar indicado, encendiendo un cigarrillo para relajarse y también para que el humo del tabaco haga menos posible que sus aromas se combinen o se impregnen en su ropa en el caso de acercarse demasiado él uno al otro, lo cual era muy probable.

Cuando Hoseok vió al alfa acercarse a pasos lentos hacia él, le dió una calada a su cigarro para ocultar la floja sonrisa de enamorado que quiso formarse en sus labios de solo verlo.

En cambio el pelinegro no ocultó para nada su sonrisa, dejando a la vista del omega su perfecta y bella sonrisa blanca.

- ¿Para qué querías verme? - preguntó Hoseok en voz baja, mirando al más alto.

Yoongi tragó en seco dedicándose un momento para apreciar al pelirrojo, admirando como siempre lo hermoso y atractivo que era para él.

- Yo... tengo una idea - murmuró el pálido acercándose un poco más a él, al punto de que los nudillos de sus manos se estaban rozando discretamente entre sí.

- ¿Y qué idea es esa? - cuestionó el omega realmente integrado y emocionado a la vez.

- ¿Quisieras venir conmigo? - dijo el pelinegro con su mirada en el toque delicado y discreto de sus manos.

- ¿Qué? - respondió Hoseok sintiendo como sí su respiración se hubiera detenido por completo por un momento.

- Pensaba en que... si te gustaría venir conmigo esta semana. - habló el alfa notablemente nervioso.

- ¿Con tu familia? - preguntó el omega aún sin poder creerlo, con su corazón latiendole con fuerza en su pecho al pensar que Yoongi realmente le estaba pidiendo irse con él toda una semana.

Yoongi que asintió, tragando en seco y alzando su mirada para ver a los ojos al omega.

- ¿Y qué le dirás a tu familia?, ¿Cómo vas a presentarme con ellos? - cuestionó Hoseok con un millón de preguntas en su mente.

- Que eres mi... - habló el pálido dudando por un segundo, aún mirándolo a los ojos como sí buscará la respuesta correcta en su mirada. - Mi pareja - terminó de hablar con una sonrisa floja.

- Tu pareja - repitió el pelirrojo en un murmuro, deseando que su corazón no se sintiera tan emocionado por eso como lo hacía en esos momentos. - ¿No crees que es muy pronto para que me presentes a tus padres? - preguntó, dándole una calada más a su cigarro, esperando que eso fuera de ayuda para controlar la montaña rusa de emociones que estaba experimentado en ese instante.

- Hobi, llevamos haciendo esto por más de dos meses - respondió Yoongi tranquilo. - Además, no creo que mis padres tengan algún problema con que te lleve - agregó seguro.

- ¿Cómo lo sabes?, ¿Qué tal si no les agrado? - preguntó Hoseok estando inseguro de la idea, pero en el fondo deseando poder aceptar, porqué no podía negar que era tentadora la idea de pasar toda una semana con Yoongi, sin restricciones tontas. Además, de que la idea de conocer a la familia del alfa, también lo emocionaba de cierta manera.

- Vas a encantarles - prometió el pálido, estirando su brazo hacia la cintura del omega. - No más que a mi, claro. Pero estarás bien - agregó sonriendo aún más.

Hoseok no pudo ocultar ésta vez su sonrisa.

- Estás loco, Min - suspiró el pelirrojo perdiéndose por unos segundos en la mirada del más alto, como sí ahí estuviera la respuesta a la propuesta del chico.

- Piénsalo, podemos estar ahí juntos todo el tiempo, sin escondernos ni con el constante miedo de que alguien nos descubra. - insistió el pálido, buscando persuadir al omega, queriendo de verdad que aceptara.

Antes de que Hoseok pudiera responder algo, ambos escucharon los pasos de un grupo de chicos acercándose, por lo que entraron un poco en pánico y el omega se apresuró a apagar su cigarro y tomar de la mano al alfa para meterlos en el primer salón vacío que encontró.

- Habías dicho que esta zona estaba solitaria - murmuró Hoseok en forma de regaño, pero sin estar molesto realmente.

- Perdón - respondió Yoongi en voz baja igual, acorralando al omega contra la pared del salón. - Entonces... ¿Qué dices a mi propuesta? - preguntó con sus ojos fijos en los labios del más bajo.

Hoseok pasó saliva con dificultad, pudiendo jurar que su corazón latía mucho más rápido que antes solo por la pronta cercanía entre ellos.

El pensar que podía tener esa cercanía y mucho más, por una semana sin miedos y escondites clandestinos lo hizo ilusionarse por completo.

- Vamos, Hobi - suplicó el alfa al no recibir ninguna respuesta de su parte, escondiendo su rostro en la curva de su cuello. - Haré que te la pases muy bien, te lo prometo. Si alguien te hace algo, en ese instante nos largamos juntos a cualquier otro sitio. Solo quiero estar contigo - agregó comenzando a dejar flojos y suaves besos por la piel del omega.

El pelirrojo enredó sus brazos en el cuello del alfa, soltando un suspiró antes de responder, esperando realmente de no arrepentirse después de su decisión.

- Si, Yoongi - respondió finalmente, obligándose a morder su labio inferior, para ocultar un poco la sonrisa que se quería formar en sus labios.

- ¿Sí? - preguntó Yoongi para confirmar que había escuchado bien, sacando su rostro del cuello del omega para mirarlo a los ojos.

Y el ver el brillo en los ojos del alfa, fue suficiente para que Hoseok confirmara que había tomado la decisión correcta.

- Si. Si quiero ir contigo - reafirmó el pelirrojo. - Pero ni creas que...

Y antes de que pudiera terminar con su idea, los labios de Yoongi aplastaron los suyos, en su beso arrasador, que casi lo hizo sentir flotar por un segundo, siendo un beso desordenado y cargado de sentimientos.

- Te dije que no podías interrumpirme con besos - jadeo Hoseok al separarse por la falta de aire, teniendo las mejillas ligeramente sonrojadas y sin ocultar su sonrisa esta vez.

- Pues lo he hecho varias veces y funciona muy bien - murmuró Yoongi en su lugar, acercándose peligrosamente a los labios del omega de nuevo, admirando lo ligeramente hinchados, rojos y brillantes que habían quedado con su beso. - Y también te gusta, no mientas - sentenció antes de besarlo de nuevo, permitiéndose tomar al pelirrojo por las caderas para pegarlo más a su cuerpo.

- Más te vale que pueda caminar para cuando regresemos - murmuró Hoseok contra sus labios.

- No prometo nada, cariño. - respondió Yoongi con una tonta sonrisa arrogante en su rostro, antes de bajar una de sus manos al trasero del omega y darle un apretón. - Deberias ir con preparación. El camino en carretera es algo largo. - agregó guiñandole un ojo.

- Ni que tuvieras tanta suerte, como para dejarte follarme en la carretera. - respondió Hoseok con una pequeña sonrisa coqueta, bajando sus manos por el pecho del alfa, sintiendo el calor del otro como propio.

- Soy un chico con mucha suerte. Es por eso que el omega más hermoso del campus está conmigo - respondió con orgullo y algo de superioridad en su voz, aún teniendo su mano en el trasero del más bajo.

- Idiota - murmuró el pelirrojo con las mejillas aún más rojas que antes, jalando al alfa por la camiseta para unir sus labios en otro beso.

Ellos se perdieron un poco en sus labios, besándose, como si eso fuera lo único que necesitaban para poder seguir viviendo.

- Tengo que entregar la hoja a servicios. - dijo Hoseok con dificultad, cuando sus labios se separaron, sintiendo que el alfa comenzaba a dejar flojos besos, como de costumbre, por su rostro y mandíbula para bajar hasta su cuello, que evidentemente era su lugar favorito.

- Mhm, si - murmuró Yoongi sin poder dejar de besarlo. - También debes empacar - recordó dejando una pequeña mordida en la piel del chico antes de separarse, con su respiración algo agitada, al igual que el latido de su corazón.

- Si, tengo que empacar - confirmó Hoseok con una enorme sonrisa en su rostro. - ¿Cómo nos iremos? - preguntó curioso.

- Te digo por mensaje - prometió Yoongi. - Ahora, ve o no alcanzarás a entregar eso - agregó dándole un corto beso en la frente como despedida.

- Esperaré tu mensaje - murmuró el omega en respuesta, antes de levantarse un poco en sus puntas para darle un beso de picó en los labios al alfa antes de salir del salón.

Yoongi se quedó suspirando por eso y por el aroma del omega que se quedó en el ambiente, no pudiendo esperar para poder pasar todos esos días con el lindo omega.

El alfa esperó unos minutos para reponerse de su encuentro con Hoseok, antes de salir del salón e irse en la dirección contraria al omega.

- ¿Ese era Min Yoongi? - preguntó alguien a lo lejos, sacudiendo con algo de desespero el hombro de su amigo, quien se encontraba completamente acostado en el pasto.

- ¿Qué importa? - bufó Aaron despreocupado.

- Creo que salió del mismo salón que Jung Hoseok - murmuró el chico confundido y desorientado, comenzando a sentir como su cuerpo se adormece como efecto de la droga que había consumido.

- ¿Hoseok? - repitió Aaron sentándose de inmediato, tratando de mirar hacia donde estaba mirando su amigo. - Estás muy drogado, lo debes de haber imaginado, hermano - excusó de inmediato mirando como el chico comenzaba a sentirse mareado.

- Si, lo imagine - bufó el chico siendo muy fácil de convencer, antes de dejarse caer en el pasto, acostándose por completo.

Y por su parte, Aaron soltó una profunda respiración y negó con la cabeza antes de volver acostarse igual, esperando que su líder realmente comience a ser más discreto con eso o sí no alguien podría atraparlos muy pronto.

Para la mañana siguiente, Hoseok está un poco sorprendido de lo fácil que fue para él convencerse de que irse con Yoongi era una buena idea, y de tener el valor para esa misma mañana tomar la maleta que hizo e irse a primera hora con él.

A pesar de que nunca se imaginó encontrarse en esa situación, no se arrepiente en absoluto de su decisión una vez que ya iban en camino a la carretera, con el viento golpeando el rostro de ambos y el ligero aroma a tabaco por el cigarrillo del omega.

Hoseok amaba la imagen del pálido centrado en el camino, acariciándolo cada vez que tenía la oportunidad, pasando su mano por sus piernas y apretandolas discretamente un par de veces. Y quizás debería sentirse inseguro sobre eso, sobre el hecho de que iba a conocer a la familia de Yoongi, cuando ellos ni siquiera se habían puesto una etiqueta formal o nombre a lo que tienen, pero por alguna razón, no es así; incluso se siente un poco emocionado por ello.

- ¿Quién se ha quedado en tu fraternidad? - cuestionó Hoseok mirando el perfil bien definido del alfa, teniendo que contener el suspiro que quería soltar de solo verlo.

- Aaron, Jungkook, Ian y Namjoon. - respondió sin despegar su mirada del camino.

- ¿Y a quién has dejado como suplente?, ¿A Ian? - preguntó con curiosidad.

Yoongi negó con la cabeza.

- Yo... no he hablado mucho con él desde lo que pasó en la fiesta - dijo sincero. - Además, ya no confío tanto en él, ha tenido actitudes raras desde hace tiempo - confesó. - He dejado a Namjoon, creo es el más responsable de los que se han quedado. - aclaró.

- Si, yo también lo creo. - murmuró el pelirrojo estando de acuerdo con eso.

- ¿Qué hay de ti?, ¿Quienes se han quedado? - preguntó el pálido.

- Jimin, Emma, Taissa y Taylor. Sólo espero que no vuelvan loca a Tay - suspiró apagando el cigarro.

- Ella estará bien - respondió Yoongi con una pequeña risa.

Hoseok asintió, esperando que fuera así.

Después de varios minutos, que fueron a lo máximo dos horas, Yoongi por fin detuvo el auto.

- Ven - pidió el alfa, mirando al omega con una sonrisa en su rostro.

El omega dudo por un momento, admirando la sonrisa del alfa, antes de por fin acercarse, quedando sus rostros a centímetros de distancia.

- ¿Qué es...? - habló Hoseok, sin poder terminar su pregunta antes de que el pálido lo besara, enredando sus dedos en su cabello rojizo.

Una parte de Hoseok odiaba que Yoongi haga eso de interrumpirlo con besos o que simplemente lo bese cuando está desprevenido, pero otra parte de él también lo ama, así que no puede quejarse mucho por eso.

El omega registra lo que parece un gruñido de parte del alfa, mientras lo besa con más intensidad y profundidad, sabe que sí no lo detiene ahora, ellos muy probablemente terminarían haciéndolo ahí. Así que, reúne toda su fuerza de voluntad para colocar sus manos en el pecho del pálido y empujarlo ligeramente, para separar sus labios.

- Te dije que no te dejaría follarme en el auto - recordó con una sonrisa coqueta, sintiendo sus mejillas calientes.

- Dijiste que en la carretera. - aclaró Yoongi con una sonrisa, bajando sus brazos hacia la parte baja de la espalda del omega, para abrazarlo y atraerlo hacía él. - Además, técnicamente ya te he follado en el auto. Pero tienes razón, no te follare aquí. - murmuró moviendo sus ojos de los labios del pelirrojo a sus ojos. - Porqué pienso follarte contra el colchón de mi cama. - agregó, besándolo de nuevo sin dejar que el omega respondiera a eso.

- Idiota - gruñó Hoseok contra sus labios, sintiendo el rubor en sus mejillas a causa de lo que había dicho el otro.

- Hemos llegado, omega. Vamos. - habló Yoongi con una sonrisa, dándole un último beso corto al pelirrojo, antes de separarse y salir del auto.

Hoseok tomó una profunda respiración antes de salir igual del auto, siguiendo al alfa, sintiéndose un poco más seguro y valiente, cuando Yoongi tomó su mano, entrelazando sus dedos, para guiarlo a la puerta de su casa.

El corazón del omega comenzó a latír con fuerza en su pecho, una vez que el alfa tocó la puerta, siento como eternos los segundos que tardó la puerta en ser abierta por la madre del pálido.

- ¡Amor, llegaste! - exclamó la mujer emocionada, abrazando de inmediato a su hijo.

- Hola, mamá - respondió Yoongi sonriendo aún más, correspondiendo el abrazo de su madre con un solo brazo, sin querer soltar la mano del omega.

Los ojos de la mujer se dirigieron hacia el omega, una vez que se separó de su hijo, dándole una cálida sonrisa.

- Mamá, él es Hoseok - se apresuró a decir el alfa. - Mi pareja - agregó sin dudarlo, dándole un pequeño apretón de mano al omega.

- Un gusto, señora - murmuró Hoseok, inclinando su cabeza en forma de saludo hacia la mujer.

- Encantada de conocerte, cariño - respondió la mujer correspondiendo a su saludo, antes de darle un corto abrazo igual. - Pero no se queden ahí, entren chicos. - dijo alegremente, abriendo la puerta para dejar pasar a la pareja.

Una sonrisa floja se pintó en los labios del omega, no queriendo hacerse ilusiones aún, pero teniendo la sensación de que definitivamente no se iba arrepentir de acompañar a Yoongi.

La familia Min es muy agradable, es la conclusión a la que llega el omega, casi de inmediato.

Ambos padres lo trataron muy bien desde el primer momento, al igual que la hermana mayor, haciéndolo que se sintiera cómodo desde el inicio, aunque no iba a negar que había momentos o comentarios de parte de la familia que si lo hacían sentirse nervioso y hasta lograban sonrojarlo, pero no es algo de lo que se pueda quejar mucho en realidad.

- No sé cómo engañaste a este chico para que fuera tu novio, Yoongi. Pero cuídalo, es muy lindo - comentó su madre por la noche.

- Mamá - gruñó el pálido apenado por el comentario de su madre.

- ¿Qué?, es la verdad. No puedo creer que por fin nos presentarás un omega. Y que además, que fuera tan lindo - siguió hablando la mujer sin pena.

Yoongi soltó un suspiro, con un ligero color carmesí en sus mejillas, mientras que Hoseok trataba de contener la sonrisa que quería formarse en sus labios.

- Tu madre tiene razón - habló el padre sin dejar de comer. - Más te vale no meter la pata - advirtió mirando a su hijo. - Si mi hijo te rompe el corazón, puedes llamarme y yo mismo iré hasta la Universidad a darle su merecido. - agregó dirigiendo su mirada a Hoseok.

- Papá, deberías estar de mi lado - se defendió el pelinegro.

- ¿Por qué?, sé que eres igual de torpe que tu padre, es por eso que sé que puedes meter la pata y debo estar del lado de mi yerno - respondió el señor.

Hoseok se sonrojó aún más con eso, no entendiendo del todo el sentimiento que provocaba en él, que los padres del alfa se refieran a él como el novio de su hijo o como su yerno.

Era raro, pero en el fondo lo adoraba, aunque fuera algo que no iba a admitir en voz alta.

- Y como dice tu madre, Hoseok es muy atractivo, mis nietos serán muy hermosos si se parecen a él. Espero que me den muchos nietos, una vez que se casen - agregó el alfa mayor, sin pensarlo mucho.

- Dios - exhaló Yoongi más avergonzado, mirando con preocupación la reacción del omega, notando como este soltaba una risa nerviosa. - Podemos no hablar de eso - pidió el pálido, rogando que sus padres dejaran el tema por la paz y que sus comentarios no estuvieran asustando a su omega.

Y como si el omega pudiera leer su mente y sus inquietudes, Hoseok estiró su mano hacia una de las rodillas del alfa, dándole un apretón, murmurando un "Está bien".

- Estás advertido Yoongi - dijo por último el padre antes de cambiar el tema por fin.

Después de esa conversación, Yoongi se sentía algo apenado con el omega, sin saber que debería decir ahora.

- Así que... - habló Hoseok primero, rompiendo el silencio de la habitación, girándose en la cama para mirar a los ojos al alfa, enredando sus brazos en el cuerpo del otro. - Le daremos muchos nietos hermosos a tu padre - se burló el omega con algo de diversión en su voz, lo cual alivió al pálido.

- Mi padre no sabe lo que dice. Siempre ha querido nietos, pero si tú... no quieres, no tenemos que hacerlo. - aclaró el alfa.

Hoseok no pudo retener su sonrisa ante ese comentario.

- Estás asumiendo que estaremos juntos mucho tiempo, como para hablar sobre tener bebés, Min. - respondió el omega, tratando de no hacer tan obvia su emoción por la idea.

- Me gusta soñar con eso - susurró Yoongi, tomando de la cadera del chico para pegarlo por completo a su cuerpo y besarlo.

- Te estás volviendo loco, Yongi - dijo Hoseok en respuesta, correspondiendo al beso, jadeando en voz baja cuando el alfa mordió su labio inferior.

- Tú me estás volviendo loco - se defendió el pálido, continuando con el beso.

Y esa noche antes de dormir, el omega puede sentir el brazo de Yoongi rodear su cintura, manteniéndolo pegado a él, haciéndolo pensar que en realidad ambos son los que están locos y no solo el alfa.

Para el día siguiente, ellos pasan el tiempo con la familia, saliendo a comprar varias cosas para el día de acción de gracias e incluso la familia llevan al omega a lo que es el lugar más especial para ellos, el cual es un bello lago cerca de su hogar.

Hoseok no puede mentir sobre que se ha sentido como un miembro más de la familia de Yoongi, incluso más que en su propia familia; los cuales ni siquiera le han llamado o mensajeado para preguntarle sí se ha quedado en la Universidad sólo o algo por el estilo, pero para ser sincero con él mismo, es algo que no le sorprende sinceramente.

Mientras el omega estaba dando quizás lo que era el paso más importante en su relación con Yoongi, su amiga Taylor estaba estresa, pues no sabía nada de Emma y Taissa desde el día anterior y Jimin se había ido esa mañana a la fraternidad Kappa Alpha, sin importarle que ella le dijera que no era buena idea.

La omega está realmente odiando eso de estar a cargo y no poder tener ningún verdadero control sobre las chicas y Jimin, lo que la hace preguntarse cómo es que Hoseok puede lidiar con eso.

Ella deseaba mucho en esos momentos poder estar con su familia y no preocupándose por sus notas o por las chicas y Jimin.

Y para la tarde de ese día, simplemente no soporta el sentirse y estar sola, así que decide llamar a su amigo para saber como la está pasando él.

Taylor marcó el número de su amigo unas tres veces, sin tener éxito, así que su parte protectora y algo paranoica, decide llamar a Jiwoo, solo para asegurarse de que no haya pasado nada malo con el omega y fuera esa la razón por la que no tuviera ninguna respuesta de su parte.

Y para sorpresa y tranquilidad de Taylor en esos momentos, Jiwoo respondió casi al instante.

- Hola, Jiwoo. Soy Taylor - dijo la joven de inmediato. - Solo llamaba para saber como está Hoseok y si está por ahí para hablar con él, claro. - agregó con tranquilidad.

- ¿Hoseok? - respondió confundida la chica del otro lado de línea.

- ¿Si? - dijo Taylor dudosa por el tono de la hermana de su amigo.

- No estamos en casa de mis padres - dijo Jiwoo algo desorientada.

- ¿Hoseok no está con ustedes? - cuestionó la omega.

- No, tenía entendido que él iba a quedarse en la Universidad. ¿Él no está ahí? - preguntó la chica.

Taylor tragó en seco pensando por un segundo en lo que debía decir ahora, para no meter a su amigo en problemas con su familia.

- Oh, si - dijo la rubia riendo nerviosa. - Es que yo estoy en mi casa y no sabía sí Hoseok se había quedado en la Universidad. Así que, simplemente asumí que estaría con ustedes - mintió, tratando de arreglar lo que había hecho.

- De acuerdo - suspiró Jiwoo aliviada de escuchar esa excusa. - Me asuste por un momento - confesó con una risa nerviosa. - Bien, cuídate Taylor. Sí llama Hoseok, le diré que te llame - prometió antes de cortar la llamada.

Taylor suspiró profundamente, dejando a un lado su teléfono.

- Hoseok me mintió. - murmuró, torciendo los labios. "Si no está con su familia, ¿Con quién y a dónde se fue?", se cuestionó con un mal presentimiento en su pecho.

Su amigo le estaba escondiendo algo y está segura de que no es nada bueno, porqué de ser así, él ya se lo había dicho a ella.

Así que, quizás ella debería averiguarlo antes de que sea demasiado tarde para ayudarlo.

Aunque por ahora, su única preocupación era encontrar a las chicas y asegurarse de que estuvieran bien y no se metieran en problemas también.

Por su lado, Jimin siempre ha tenido esa necesidad de siempre regresar por más, incluso cuando no está seguro de fuer algo bueno para él o que fuera a tener futuro, pero es algo a lo que no le gusta darle muchas vueltas. Por el momento no está para que le rompan el corazón, simplemente quiere divertirse y pasarla bien. Así que, el ir a buscar a Jungkook a Kappa Alpha, a pesar de no haberse hablado en los últimos quince días no es para nada extraño para él.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó el rubio, cuando un chico le abrió la puerta de la fraternidad.

- Mhm... ¿Será porqué vivo aquí? - respondió el chico con un tono achispado, mirando con curiosidad al omega, reconociendolo de inmediato, sabiendo a quien estaba buscando.

El omega bufó y rodó los ojos con molestia.

- No está Jungkook - se apresuró a decir el alfa antes de que la chica tuviera la oportunidad de hablar o preguntar siquiera.

- No vengo por él - dijo Jimin molestó, sintiéndose mal de que el alfa no le hubiera avisado que se iría. Y cuando él está molesto no es mucho de pensar mucho antes de actuar, así que en un acto impulsivo entró a la fraternidad, sin esperar al que chico le dijera algo más.

- ¿No? - dijo el chico algo divertido por la actitud del omega. - Solo vienes aqui por él - comentó cerrando la puerta de nuevo.

- ¿Y tú cómo lo sabes?, ni siquiera te conozco ni sé tu nombre. - se defendió Jimin mintiendo, sintiéndose a la defensiva y humillado por haberse quedado en la Universidad en vano, cuando Jungkook no tuvo la decencia de avisarle que él no estaría ahí para él.

- Soy Namjoon, no me extraña que no me conozcas, cuando estás aquí te la pasas encerrado con él y yo me la paso en... otro lado. - aclaró.

- Bien - suspiró el omega. - ¿Qué estás haciendo? - preguntó, no queriendo regresar a su fraternidad, sabiendo que podía desquitar su frustración con el alfa inocente.

- Estaba revelando unas fotos. - respondió el chico.

- ¿Eres fotógrafo? - cuestionó el rubio con curiosidad.

- Es más un hobby, no soy un profesional - aclaró el alfa.

- ¿Puedo verlas? - pidió con una sonrisa.

Namjoon lo miró a los ojos por unos segundos, pensando que nunca nadie había entrado a su pequeño cuarto de revelado, ni siquiera Yoongi.

- Vamos, quiero ver tu trabajo - insistió Jimin sin dejar de sonreír y sin esperar a una respuesta negativa.

- Bien, pero no quiero escuchar nada al respecto. Sígueme. - dijo el alfa accediendo.

Jimin sonrió aún más mientras seguía al chico, sintiéndose emocionado por alguna razón, sin saber que ese solo sería el inició para algo nuevo en su vida.

Mientras tanto, para ser sincero Hoseok habia esparado que el alfa y él tuvieran sexo casi al momento de haber llegado o por lo menos la primera noche, pero no fue así.

Ellos se habían dormido abrazados la primera noche, sin necesidad de tener relaciones, con sus piernas enredadas, mientras que para la siguiente noche el omega había dormido la mayoría del tiempo encima del pálido, amando su cercanía.

Pero a pesar, de que de verdad había disfrutado esas noches durmiendo con el alfa sin la lujuria de por medio, el pelirrojo quería hacerlo.

Estaba más ansioso por tener aunque sea una pequeña oportunidad de estar a solas con Yoongi para hacerlo, su necesidad era tanta que casi podía sentirse como sí su celo estuviera cercano.

Para el cuarto día, esa oportunidad se le presentó casi en bandeja de plata.

La hermana mayor del alfa y sus padres iban a salir a comprar un vestido para el evento que tenían el próximo mes, además de un par de cosas que les hacían falta en la casa.

Y aunque insistieron en que Hoseok los acompañará, el omega se negó amablemente a cada uno de esos intentos.

En cuanto la familia se fue, Hoseok supo que era su momento de actuar.

Yoongi había estado en su habitación viendo algún programa que al omega no le interesa en absoluto, mientras él había estado con su familia. Así que, el alfa ni siquiera se había dado cuenta de que sus padres y hermana se habían ido, aunque tuvo la ligera sospecha, cuando Hoseok entró a su habitación, con una sonrisa coqueta en su rostro y se subió en su regazo, pagando el televisor antes.

- Hobi - jadeo el pálido sorprendido, colocando sus manos en la cintura del omega, sintiendo como el chico comenzaba a moverse en círculos encima de él. - No podemos - dijo con algo de dificultad, reprimiendo los gemidos en lo fondo de su garganta.

- Estamos solos - murmuró Hoseok llevando sus labios al cuello del alfa, comenzando a dejar cortos besos en la pálida piel, sin dejar de mover sus caderas, ganándose bajos jadeos de su parte.

- Dios, Hoseok - suspiró Yoongi echando la cabeza hacia atrás, disfrutando los movimientos del omega encima suyo.

- Recuerdo... - comenzó hablar el pelirrojo arrastrando sus labios del cuello a la mandíbula del chico. - Cuando dijiste que estabas enamorado de mí - dijo en voz baja, dejando cortos besos por el rostro del alfa hasta llegar a sus labios. - Dilo de nuevo - pidió.

Yoongi le dió una sonrisa floja, con el vago recuerdo de ese momento en su mente.

- Recuerdo que tú no me respondiste - dijo en su lugar el alfa, sin poder ocultar su sonrisa.

- Vamos, Yoongi - pidió el omega, alzando la mirada para ver a los ojos al alfa.

Las manos del pelinegro se movieron por los muslos del omega, apretando su piel, sintiendo como con cada movimiento del omega lograba excitarse aún más.

- No puedo negarte nada - murmuró Yoongi, con sus ojos fijos en los labios entreabiertos del omega debido a los dulces jadeos que salían de ellos a causa de sus movimientos sobre él. - Estoy enamorado de ti - dijo de nuevo con un suspiro.

Yoongi sintió un cálido sentimiento cubrir su pecho, al ver la sonrisa en los labios del omega.

- Si - suspiró Hoseok, como si estuviera aliviado de escuchar esto, enredando sus dedos en el cabello largo de su pareja, jalando ligeramente. - Estoy enamorado de ti - repitió como una propia confesión de amor, antes de unir sus labios en un beso apasionado.

Entre el beso, el alfa solo podía sentir como el omega comenzó a desabrochar su camiseta, sin detener sus labios, con sus respiraciones haciéndose cada vez más pesadas y el calor recorriendo el cuerpo de ambos.

- Ahora... - habló Hoseok de nuevo en un jadeo, rompiendo el beso de golpe, teniendo la mejillas rojas y labios brillantes e hinchados. - Me prometiste follarme contra tu colchón. Tienes que cumplirme - declaró antes de bajarse del regazo del alfa, moviéndose en la cama, para que su rostro quedara a la altura de la evidente erección del otro.

El alfa soltó un gruñido casi animal, cuando Hoseok desabrochó sus pantalones, solo para poder pasar su lengua por toda su longitud sobre la tela de los bóxers, antes de comenzar a besar la erección sobre la tela.

- Hoseok - gimió en advertencia, llevando su mano a la cabellera rojiza del omega. - No juegues conmigo - casi rogó, haciendo su mayor esfuerzo para no bajar su ropa interior él mismo y hacer que el pelirrojo lo tomará en su boca de una vez.

Por su parte, Hoseok soltó un pequeño jadeo sin detenerse, besando toda la longitud del alfa, amando estar jugando con su resistencia y de sentir su dureza contra sus labios, aún con los boxers puestos.

- Eres impaciente - murmuró el omega divertido con una sonrisa cargada de burla en sus labios, antes de bajar los boxers del alfa lo suficiente como para que su pene se liberará.

Antes de que Yoongi dijera algo en su defensa, el omega lo tomó en su boca dejándolo sin palabras, tomándolo casi por completo de golpe.

- Joder - jadeo el pálido arqueandose, llevando sus dos manos a la nuca del omega, solo para sostenerse, pero conforme los labios de Hoseok se movían a lo largo de su dura polla, sus caderas comenzaron a moverse a la par, comenzando a follar la boca del chico entre jadeos profundos y gemidos roncos.

Y decir que Hoseok no disfrutaba el ser usado de esa manera tan posesiva y llena de lujuria por parte del alfa, sería mentira. Él lo amaba y no podía ocultarlo, por qué ver el rostro lleno de satisfacción junto con los sonidos de placer que soltaba Yoongi, era más que suficiente para él, incluso podía jurar que él podría correrse con solo tener la polla del alfa llenando su boca de manera, sintiendo su pesadez en su garganta y su sabor salado en su lengua.

El solo recordar el sabor de semen y la sensación de su descargar en su garganta, hacía que se excitara más y comenzará a lubricar.

Yoongi puede sentirse casi cerca, sintiendo como su orgasmo comenzaba formarse en la parte baja del estómago con cada embestida que le daba a la boca del pelirrojo, sintiéndose casi al borde al ver como el omega estaba batallando para quitarse sus propios pantalones mientras seguía chupándosela.

Y no le sorprende que Hoseok decida parar de un momento a otro, liberando su erección de sus labios, cuando él estaba tan cerca, haciéndolo soltar un jadeo lleno de frustración, muriendo por correrse en su boca, aunque si el omega iba a dejarlo anudar en su interior, valía la pena su sufrimiento de ese instante.

Hoseok no podía mentir sobre lo mucho que lo emocionaba al ver el deseo que le tenía el alfa, rl ver sus pupilas dilatas, mirándolo fijamente, como si fuera lo único que quisiera ver el resto de su vida y muriendo por tomarlo.

- Quítate la camiseta - pidió el pelirrojo con la voz un poco ronca, por el trabajo oral que le había hecho.

El alfa tragó en seco, mirando como el omega le quitaba los pantalones y su ropa interior por completo, para después él sacarse su propia camiseta.

Yoongi en ese momento se pregunta, cómo fue que un omega tan hermoso está con él, sintiéndose muy afortunado.

Y la respiración del pálido se atora en su garganta, cuando Hoseok se acuesta a su lado y ve como lleva sus dedos hacia su entrada cubierta aún por su ropa interior, dándose cuenta ahí de que estaba usando encaje.

- Me prepare para ti, alfa - jadeo el pelirrojo casi de manera obscena, tomando una de las manos del alfa para llevarla hacia su entrada y pudiera sentir su lubricante sobre la tela húmeda.

Yoongi contiene un jadeo profundo que quiere salir de sus labios al sentirlo, sabiendo que podría llegar simplemente por sentir la humedad en la ropa del omega y su aroma llenando la habitación.

- Vas a volverme loco - murmuró en voz baja el alfa, enterrando su nariz en el cabello rojo del chico.

- Creí que ya estabas loco por mi - respondió el omega en un tono coqueto, moviendo sus caderas suavemente contra los dedos del alfa.

Con su mano libre, el alfa tomó su rostro, obligándolo a mirarlo a los ojos oscuros.

- Que no te quede duda de eso - sentenció Yoongi en un notó neutro.

- Entonces... demuéstramelo - respondió el omega, soltando un jadeo con toda la intención de enloquecer al pálido. - Follame - pidió mordiendo su labio inferior coquetamente.

- Claro que voy hacerlo - gruñó el alfa.

Después de eso, Hoseok no está seguro cómo es que Yoongi logró voltearlo en un solo movimiento rápido, que ni siquiera vio venir, teniendo ahora su rostro pegado a las sábanas y sus caderas alzadas a disposición del alfa.

- Algún día me dejaras hacértelo suave y lento - murmuró Yoongi, acariciando la tela de encaje de color negro que cubría el trasero del omega. - Pero hoy no será ese día - determinó, antes de hacer a un lado la prenda, para alinearse a la entrada del omega y entrar de golpe en él, notando como el chico lo tomaba sin problema por su lubricación natural y su preparación previa. - Tan bueno - gruñó el alfa, colocando sus manos en las caderas del pelirrojo antes de comenzar a moverse, sin permitirle que se acostumbrará del todo, forzandolo a tomar lo que él quisiera darle y de la manera que quisiera hacerlo.

Hoseok por su parte, tan solo pudo soltar un gemido alto, sin quejarse de la dureza del alfa de tratarlo, atinando solo a apretar las sábanas entre sus manos y tratar de callar sus jadeos necesitados contra las telas, tomando al alfa su interior, rogando que su cuerpo soportara todo el tiempo que el alfa quiera tomarlo de esa manera.

Porqué había algo entre ellos que no podía llamarse simplemente deseo sexual o instinto animal de aparearse; algo en la forma en que el estar juntos les daba más que satisfacción sexual.

Pero ninguno puede pensar con claridad en eso, no cuando lo están haciendo de esa manera tan desenfrenada.

Sobre todo ahora que Yoongi estaba completamente perdido en el movimiento fuerte y desordenado de sus caderas, que arremeten contra el delicado cuerpo del omega, con sus ojos oscuros perdidos en su suave piel morena que estaba cubierta con una fina capa de sudor y sus sollozos bajos que se reproducen como ecos en su mente sin parar, haciéndolo perder el control, deseando poder marcar al omega, hacerle saber al mundo que él era único que podía tenerlo así de destrozado y vulnerable con su polla enterrada hasta lo más profundo de su ser.

Es consciente de que quizás ese no sea al pensamiento más sano que puede tener, pero no puede evitarlo cuando tiene el omega de sus sueños está entre sus sábanas debajo suyo, moviendo sus caderas para encontrarse con sus embestidas, rogando por su nudo y sollozando su nombre, haciendo que en su mente cruce el pensamiento animal de que verdaderamente Hoseok había nacido para ser anudado solo por él.

- Si, si. Justo ahí. Oh, Yoon... - gimió Hoseok en alto, sintiendo sus piernas temblar cuando el alfa dió con su próstata.

- Te ves tan bonito - gimió Yoongi apretando con más fuerza sus caderas, sabiendo a la perfección que podría dejar marca de eso, pero sin importarle mucho realmente, en realidad era lo que quería, marcar el cuerpo del pelirrojo, para que pudiera recordar la forma en la que había sido follado. - Tan bueno y estrecho para tu hyung. Dejando que alfa te tome como quiera - siguió hablando, sin detener sus embestidas, amando la forma en la que se movía el cuerpo de Hoseok con cada golpe, siendo arrastrado en las sábanas.

- Estoy tan... por favor... - trató de hablar el omega pero no podía pensar con claridad, no cuando estaba recibiendo una embestida tras otra sin descanso, haciéndolo gemir. - Alfa - sollozó aferrándose a las sábanas con sus manos, aunque eso no estaba siendo suficiente para que su cuerpo no fuera arrastrado por los movimientos fuertes del alfa.

- Ya casi, omega. - gruñó Yoongi, subiendo una de sus manos a la parte baja de la espalda del omega, obligándolo arquearse y que así su trasero quedara más alzado, haciendo que su polla fuera más profundo en su interior, manteniendo su mano ahí para evitar que el chico se moviera.

- Yoon - soltó un gemido roto y más alto de ser posible, sintiéndose abrumado por la intensidad del momento y lo profundo que podía sentir al alfa en su interior con esa posición.

- ¿El omega destrozado quiere mi nudo? - preguntó el pálido, sin poder apartar su mirada del trasero vestido de lencería del chico, perdido en la forma en la que su polla desaparecía en su interior.

- Si, si. Dámelo, hyung - rogó Hoseok, sin dejar de sollozar con cada embestida.

Y después de eso, tan solo fueron necesarias un par de embestidas más, antes de que el alfa se dejara ir por completo en un gruñido ronco, mientras se vaciaba en el omega, con su nudo inflándose.

La hipersensibilidad de sentir como el alfa descargaba en él, fue suficiente para que Hoseok llegará también, manchando su ropa interior.

Yoongi se dejó caer sobre el omega, dejando flojos besos por la nuca del chico y pequeños chupetes en la parte de atrás de su cuello, mientras esperaba a que su nudo bajará.

- Deberías dejar de anudarme sin protección. - murmuró Hoseok después de unos minutos, sintiendo como el nudo comenzaba a bajar.

- Si, lo sé - entendió Yoongi sin dudar. - Lo siento - se disculpó finalmente.

- Está bien. Sal de mí. - dijo el omega con una sonrisa alegre.

El alfa sonrió contra el cabello del omega antes de salir cuidadosamente de él, apreciando por unos segundos como su semen salía de su agujero, manchando sus bragas, que de por sí ya estaban arruinadas por el exceso de lubricante del omega.

Hoseok sintió sus mejillas enrojecer un poco más, al sentir como Yoongi le quitaba las bragas, haciéndolo girar de inmediato.

- Esto será un gran material para mi siguiente celo - comentó el alfa con una sonrisa burlona en su rostro

- Asqueroso. Dame eso - gruñó Hoseok molesto, tratando de arrebatarle la prenda al alfa.

- No - negó el pelinegro sin dejar de sonreír, oliendo profundamente la tela en sus manos. - Ya te dije que es para mi celo - dijo de nuevo, dejando la prenda de su lado de la cama.

- Eres un idiota. - bufo el omega rindiéndose en su lucha para quitarle la prenda realmente.

- Lo sé - suspiró Yoongi acostándose a su lado, quedándose mirando al omega fijamente sin decir nada más, admirando lo sonrojado y destruido que lucia, mientras trataba de regular su respiración. - Es verdad lo que dicen... - murmuró en voz muy baja, como sí de verdad esperara que Hoseok no fuera a escucharlo.

- ¿Qué? - preguntó el pelirrojo con curiosidad, mirándolo con un brillo especial en sus ojos castaños.

- Una vez escuche que solo hay tres cosas que pueden hacer perder la razón a una persona... - comenzó hablar Yoongi, llevando sus dedos al cabello el omega, peinando su flequillo. - La religión, las drogas y el amor - aclaró sin dejar de mirarlo en ningún momento. - Y tú eres las tres para mi - agregó siendo totalmente sincero.

Hoseok sintió como su respiración se atoró en su pecho y como los latidos de su corazón se aceleraron por las palabras del alfa.

- Estoy perdiendo la razón por ti, Jung - dijo, con sus dedos enredándose en su nuca, acercando más su rostro al suyo. - Estoy seguro que haría cualquier cosa por ti, por tener más de ti, como una droga. Eres como mi elixir. Tan dulce y adictivo, que no podría vivir sin ti - confesó con el corazón latiendo con fuerza en su pecho.

- Basta. Estás exagerando, Min. - murmuró Hoseok abrumado, rogando internamente que no fuera así; que Yoongi no estuviera exagerando, porque él está seguro que ahora que ha probado lo que es estar con el alfa, no podría estar sin él tampoco.

- No, no lo estoy - aseguró Yoongi con una sonrisa floja en sus labios, estando seguro de sus palabras. - Tienes razón en decir que me estoy volviendo loco. Pierdo la razón del tiempo y de todo, cuando estoy contigo. Te rogaría de rodillas para que quedaras conmigo para siempre. - declaró, tragando en seco el nudo en su garganta.

Hoseok puede jurar que él también está enloqueciendo al pensar que eso es lo que más quiere en su vida, que Yoongi le pida quedarse con él para siempre, aunque no fuera de rodillas.

Yoongi desea que el omega diga algo a lo que acaba de confesarle, pero en vez de eso, Hoseok lo toma del rostro y lo besa profundamente, como si su vida dependiera de ello, deseando poder transmitir todo lo que piensa y siente por sus palabras con ese beso, dejándolos casi sin aire en el proceso.

- No puedo culparte, Yoongi - jadeo Hoseok contra sus labios, acariciando el rostro del alfa. - Yo también estoy enloqueciendo por ti, cariño - confesó finalmente antes de besarlo de nuevo.

Después de eso, Yoongi le devuelve el beso con la misma intensidad, moviéndose para quedar encima de él, cubriendo su cuerpo con el suyo.

Hoseok solo puede pensar que ahora sólo Dios podría salvarlo de esto, porqué Yoongi era su droga e iba usarla por el resto de su vida para sentirse vivo y amado, por qué es lo único que realmente desea y anhela ahora.

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