Capitulo 3
- Hija tenemos una noticia para ti
- ¿Qué sucede mamá? - la joven miraba interrogante a su madre
- Eso algo que debe decirte el consejo - intervino su padre.
Ambas chicas entraron a una sala donde estaban todos los parlamentarios que conformaban la corte real, todos veían a Mari algo dudosos y se formó un silencio hasta que su madre decidió hablar.
- Señores, por favor díganle a mi hija el porqué de esta reunión
- Está bien alteza... Princesa, los parlamentarios hemos llegado a un acuerdo; usted conoce las leyes y tradiciones de este reino y como bien lo sabe está a punto de cumplir 20 años, la edad necesaria para heredar la corona, pero hay un problema
- ¿Cuál es señor primer ministro?
- Vera según la ley de este país, para lograr heredar el trono debe... Debe estar casada
- ¿Perdón? - sorprendida
- Así es princesa, lo lamentamos pero eso es lo que dicta la ley
- Pero la ley se puede arreglar... Madre, vas a permitir está injusticia
- Así se ha hecho por más de dos siglos en este país Marinette, esa tradición debe prevalecer
- Pero tú no tuviste problemas padre... Porque un hombre no debe estar casado para subir al trono; he demostrado ser lo suficientemente independiente para lograr reinar sin tener un esposo
- Princesa, esto le dará más experiencia y evitará ataques extranjeros, a demás una alianza en matrimonio servirá para darle má seguridad al pueblo
- O sea que para ustedes soy una mercancía...
- Hija no..
- Déjalo madre, no es necesario... ¿Existe otra opción?
- Si quiere reinar, no la hay.... Existen dos candidatos disponibles
- Está bien... Con permiso
La chica salió furiosa de la habitación y fue directo a su habitación, de tras de ella salió su madre.
- Marinette Dupain-cheng detente ahí - al por su nombre completo, sabía que el tema era serio, bufo y se giro
- ¿Porque no me lo dijiste? Pude haber evitado cinco años de estudios asfixiantes
- Mira, tienes esas dos opciones, o te casas en un año o renuncias al trono; lo que elijas yo estare contigo
- ¿Cuando se suponen que llegarán?
- A uno ya lo conoces... Uno de tus prometidos es Carlos
- Espera... ¡¿Quieren que me case con Carlos?! El es como un hermano para mi, básicamente crecimos juntos y ahora quieren que me case con el
- Lo lamentamos pero es uno de los únicos disponibles
- ¿Quién diablos es el otro?
- Llegará mañana.
- Bien... Estaré lista para entonces
- Gracias por ser tan madura
- De nada... Pero lo hago por el amor que le tengo a esta tierra
- Puedes retirarte.
La chica se fue muy enojada a su habitación y lo primero que hizo fue golpear la pared lo más fuerte que pudo hasta comenzó a salir sangre de sus nudillos.
- Sabías que todos verán tus manos heridas en tu coronación
- Mi madre y el consejo quieren que me case para poder reinar
- Eso es totalmente injusto... Todo el reino sabe que eres la mejor reina que van a tener, casada o no
- Pero el consejo cree que se debe mantener la tradición y pues aún no soy nadie para cuestionar esa decisión... Incluso ya escogieron a dos candidatos por mi
- Bueno amiga, sean quienes sean tu puedes renunciar a la corona y asunto resuelto... ¿Quién seguía en la linea del trono?
- Es que no quiero seder el trono... Me he estado preparando durante siete años para ser reina y aunque eso implique casarme sin interés, lo aré porque más me importa el amor a mi tierra y no permitiré que este reino quedé en manos de los malditos Graham de Vanily
- Aún lo sigues maldiciendo... Ya pasó más de tres años
- Y aún pasen veinte años lo seguiré odiando... Si no hubiera sido por el yo no hubiera tenido que abandonar toda mi vida
- Deja de pensar en eso... Ahora cálmate y mañana los conocerás
- Aún que a uno no lo conozca se que solo lo haré para reinar y después de unos años me voy a divorciar... Nadie me volverá a hacer lo mismo
Al día siguiente ambas chicas junto con la reina Sabine esperaban en la recepción del castillo a los prometidos de Marinette
- Madre ¿Estás segura de este vestido? - desatando un poco los listones que la estaban asfixiando
- Debes dar una buena impresión - volviendo a atar el vestido.
- Mi reina, los invitados acaban de llegar
- Déjalos entrar
Las puertas de abrieron dejando entrar a Carlos y a su madre, ellos pertenecían a la realeza de Mónaco, ya se conocían desde niños por la cercanía de los reinos; se saludaron y fueron llevados a la sala, mientras sus padres hablaban llevaron a los jóvenes a una sala separada.
- Por tu cara creo que no estás contenta con la decisión del consejo
- Es algo obvio
- Te conozco desde niños y se que puedes reinar sin tener un hombre a tu lado, pero no está en mis manos, si no en las tuyas; si no quieres hacerlo renuncia
- No... Tu y Alya mejor que nadie saben que jamás volvería a confiar nada en esa familia
- No todos son como el
- Pero básicamente se lo estoy entregando en bandeja de plata
- Mari...
- Altezas - interrumpió una de las mucamas del castillo - sus padres acabaron de deliberar y me ordenaron escoltar al príncipe a su dormitorio
- Nos veremos después Mari
- Con su permiso princesa
Mari se quedó sola a caminar en círculos hablando sola de lo injusto que era casarse
- Marinette deja de hablar sola y baja, tu siguiente candidato está por llegar
- Porque lo dices como si fueran pares de zapatos, si uno no te gusta pasas al otro y si ese no te gusta pues no compras ninguno
- No seas infantil y sonríe
Al igual que con Carlos las puertas de abrieron de igual manera dejando entrar a una pareja y detrás de ellos el chico que menos esperaba ver Marinette.
- Alteza - dijo el chico haciendo una reverencia y tomando la mano de la chica.
- Es un placer - dijo mientras quitaba la mano
- Porque no pasamos a la sala, Elizabeth dirije a los jóvenes
- Princesa - mientras daba su hombro para que ella lo tomara.
- Gracias pero puedo sola.
Al dejar a los chicos solos en la casa alcanzaron a oír a su madre pedirles disculpas a sus padres.
- ¿No estás feliz de verme?
- Claro que no - evitando la mirada
- Contéstame honestamente - tomando el mentón de la chica
- Sueltame - apartándose.
- Oye, al menos podrías ser un poco más amable... Yo estoy aquí portádome como un caballero y tú tratándome así
- Así trato a las personas que coquetean conmigo y no me dicen que quieren venderme en matrimonio
- Para tu información princesa yo no quiero casarme pero el consejo inglés quiere hacer una alianza por la mala historia que tienen los reinos y está era su oportunidad
- Para todos somos una mercancía
- ¿Y qué querías que hiciera en tu baile?... Presentarme diciendo "Hola mi nombre es Adrien Agreste, soy heredero al trono inglés" y después contarte toda mi descendencia
- Pues al menos esperaba que me dijeras que eres un Agreste
- Lo lamento, pero me esperaba a una princesa más madura - dijo con voz sarcástica.
- Ja, aún así como dices, tu coqueteaste con esta chica inmadura y no creas que no note que me tomabas fuerte de la cintura
- Por favor no hace falta tirar a la abuela a las ortigas, lo hice por el baile
- Hasta para una excusa eres malo
- Tenemos suerte... Ojalá y escojas al príncipe de Mónaco; porque yo jamás te voy a soportar
- En eso concordamos
- Inmadura - contesto el otro dándole la espalda
- Tonto consentido que pasó sus días encerrado - refutó la azabache
- Niñita tonta - se giro indignado y se le paró enfrente, aprovechó los pocos centímetros que tenía de ventaja sobre la joven princesa
- Te odio
- Y yo a ti
- ¿Altezas? - dijo una de las mucamas
- ¡¿QUÉ QUIERES?! - gritaron al unísono
- Sus padres quieren verlos
- A delante... Los inútiles primero
- No insisto.. La princesa inmadura primero
- Acabemos con esto - saliendo de la habitación
- Las niñitas primero
Ambos se despidieron de los señores Agreste y al igual que los Gallardo se fueron, dejando a sus hijos en el Palacio.
Pero la reina estaba totalmente disgustada por el comportamiento de su hija.
Ladies and gentlemen, boys and girls y cualquier lector que pasó por aquí
Voy a hacer un gran esfuerzo por subir capitulos cada semana, ya saben la escuela, otros proyectos consumen tiempo, asi que estén atentos y los leo en los comentarios
Abbi cura di te e alla prossima volta
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