- Se presenta a su majestad, Marinette Dupain-cheng, princesa de Francia - grito uno de los trobadores mientras la princesa recién nacida reposaba en los brazos de su madre, quién se encontraba en uno de ellos balcones frente a todo el reino.

Ese día el pueblo estaba muy contento con el nacimiento de la futura hereda al trono francés; sus padres eran los más felices de todos, sabían que con esa pequeña de pelo y ojos azulados daba oportunidad a la preservación de su reinado sobre aquella noble tierra.
Esa pequeña niña crecía más y más, su linaje real la obligaba a ser madura, incluso lo era más de lo que esperaba; sus padres le dieron la mejor educación posible, estudio en las mejores escuelas pues estaban en contra de aislarla del mundo, sabía que así el pueblo la conocería y no tendría dudas en su madurez y capacidad de reinar ese país.

- Que alegría volver a vernos hija - recibió la reina a su hija, recién graduada de una de las universidades más prestigiosas del reino.
- Hola mamá - abrazándola fuertemente .
- Nos hiciste mucha falta... ¿Que tal la universidad? - se separó de su abrazo para mirar a los ojos a su hija.
- Excelente... Hubiera llegado durante el verano pero alguien no dejo que volviera - señalando con la mirada a su padre.
- Lo mejor era que estudiaras varias carreras - El rey se hizo presente junto a su esposa para recibir a su hija, pero su semblante seguía siendo el mismo - todo eso se necesita para...
- Para lograr gobernar, ya lo sé papá - interrumpiendo a su padre - Creó que después de estudiar lenguas extranjeras, comercio internacional, política exterior y otras carreras igual de aburridas, ya estoy más que lista para reinar
- Explícame está vestimenta - interrogando con el seño fruncido la blusa roja de escote y el pantalón ajustado negro que usaba su hija.
- Padre, es lo que todos los adolescentes de mi edad usan hoy en día, no vendré hasta aquí con el vestido real
- Pero tú no eres como los demas... Eres incluso más madura y llevas la sangre real en tus venas
- Ya lo se no me lo debes recordar cada minuto
- Hoy se hará un baile por tu regreso a París hija - menciono su madre para tratar de cambiar el tensó ambiente.
- Gracias mamá... Con permiso

La chica subió a su dormitorio y se recostó en su cama para poder hablar con una amiga, Alya Cessarie, ella formaba parte de una familia con una amistad con la de ella, sorprendentemente se conocieron en la universidad y se hicieron muy cercanas, ella también asistiría a la fiesta.
En la noche el salón del castillo se convirtió en el escenario de era elegante fiesta

- Anunciando a su alteza real, Marinette Dupain-cheng, princesa de Francia - todos miraron a la joven, quién lucía un espectacular vestido que era muy incómodo, pero ella lo hacía lucir como si fuera lo más cómodo del mundo.

Cuando ella bajo por las escaleras todos hicieron una reverencia, ella y su padre abrieron el baile, cuando finalmente su padre había dejado irse, fue a buscar a su mejor amiga.

- Así que estos son los galanes de París... Deja que desear
- Alya por favor, puedes dejar de pensar en los chicos por un momento
- Mira ese es un Lahiffe
- ¿La familia fueranea que es millonaria?

- Exacto... Disculpame alteza pero a este no lo dejo pasar
la chica se acercó coqueta y fingió tropezarse para caer en sus brazos, después fueron a la pista de baile.
Mari solo los miraba bailar, ella decidió ir a buscar un poco de vino, algo que sus padres ya permitían y además que a pesar de su edad ya lograba controlar los efectos del alcohol; mientras buscaba llegó a tropezarse con su vestido y antes de caer al suelo alguien logro atraparla

- Tenga más cuidado alteza
- Gracias amable joven...
En ese momento ambos alzaron la mirada para verse a los ojos, nadie pensaba que ese momento desataría un enorme efecto mariposa.

Volví y con una nueva historia

Les voy a hacer una confidencia
Esta es mi historia favorita que escribí y espero que alguien llegué a conectar con ella

Aquí les dejo una pregunta que me hicieron cuando una amiga leía la historia, recuerden la respuesta

¿La trama va a ser la de siempre, la princesa se casa y vive feliz?
Descúbrelo tu misma y no te confíes, está historia no es clasica.