Alev ingresó a los aposentos de la valide y se reverenció, pudo distinguir a dos mujeres más con vestidos extravagantes y joyas lujosas, supuso que aquellas eran las favoritas de Murad.

—Ella es Alev, es la madre del príncipe Mehmet, el hijo mayor de Murad, aunque ustedes son sultana y ella una Kadin, deben de respetarla por dar a luz al mayor.

—¿Y en donde estaba? -la rubia pareció querer arrancarle la cabeza, Alev sonrió, aquella era Safiye, la pesadilla de Nurbanu y su piedra en el zapato.

—Safiye - Nurbanu tomó aire —Alev estuvo enferma y la dejamos para que se recuperará, ahora retirense, debo hablar con ella - ambas jóvenes se reverenciaron y salieron, Alev se acercó.

—Dígame madre.

—Esta noche es tu oportunidad, iras con Murad -su criada le acercó una bandeja —Toma eso todo, no dejes nada.

—¿Qué es?  -dudosa lo tomó, era amargo y feo.

—Te hará más fértil, ya tienes a Mehmet ten otro para más poder.

—Bien madre, me iré a preparar -se reverenció y salió, una mujer joven y regordeta se acercó a ella, la tomó del brazo con fuerza y la arrastro hasta la salida.—¿¡Qué haces!? ¡sueltame! -la mujer la guió por los pasillos hasta unos aposentos grandes, en el medio estaba Safiye sentada en su diván con la mirada de satisfacción en su rostro, la mujer la obligó a arrodillarse.

—Veo que tu eres ese recuerdo viejo y asqueroso. - La voz de Safiye sonaba dulce, era una víbora y se notaba —No eres nada para mi, mi hijo Selim es el heredero, no importa si tu bestia es el mayor, espero sepas tu lugar y no te metas en mi camino.

—Oh lo siento madre sultana - Alev se burlo —Disculpe a esta humilde criada - Safiye la miro mal —No ere nadie, yo tengo al mayor, al hijo que lleva el nombre del conquistador, el trono es suyo, ni tu, ni nadie podrá doblegarme, seré tu enemiga y tu la mía Safiye.

—¡ja! ¿Quien te crees? Eres solo una kadin que estuvo en el palacio de lágrimas, eres vieja y a su majestad no le dará gusto tocarte.

—Puedo asegurar que tenemos la misma edad, y puedo asegurarte de que a su majestad le gustará tocarme sin parar -se puso de pié —Hoy no se me olvidara nunca, tendré en mente este intento de humillación. -se dio la vuelta y salió.

Safiye miro mal a su criada y le ordenó salir, tenía a Selim, pero el bebé en su vientre también era una ventaja, una jugosa ventaja.

Un séquito de criadas llegó horas después, la ayudaron a bañarse y depilaron minuciosamente su cuerpo, y lavaron muy bien su cabello, luego fue llevada a sus aposentos en donde la peinaron, maquillaron y vistieron muy bien, su reflejo en el espejo era diferente, al fin vestía lujosamente y se miraba hermosa.

—Si su belleza no lo hace caer a sus pies, no se que tipo de mujeres frecuentara luego. -se negó la mujer —Esta hermosa, vamos ya.

Alev se levantó y fue guiada por las criadas, aquel sentimiento lo recordaba, recordaba caminar por los pasillos de Manisa para ver a Murad, ahora iba en el camino dorado hacia la hasoda, ahora ella se llenaría de gloria o eso quería creer, debía de tener a Murad antes.

—Majestad - la mujer se arrodillo, Murad se acercó a ella y la ayudo a levantarse.

—Tú rostro se me hace conocido -su pulgar acaricio sus labios, Alev lamio su dedo y sonrió —Alev...

—La misma majestad  - Murad sonrío y la beso, Alev aprovecho aquel beso y le acaricio el pecho fornido a Murad, torpemente se deshizo de los botones y al alejarse una mirada traviesas
surco su rostro.

—No pierdes la costumbre- Alev sonrió, lo llevo a la cama y se deshizo de las prendas restantes, se arrodillo y se arranco el velo con rapidez, la erección de Murad crecía a cada segundo al ver a su favorita juguetear con sus prendas. —Hazlo Alev.

—Debe rogarme - La joven lamio la punta de erecciòn, Selim jadeo sorprendido y la vio introducir por completo su pene en su boca.

La primera vez que había visto a Alev sintió tanto gusto, era joven y hermosa, era bien versada y estaba entrenada para satisfacerlo en cada aspecto, y ella lo demostraba bien, ella era la que tenía el mando en la cama, se dejaba deshacer por ella y eso le exitaba.

Sintió a la joven subirse en el y rozar su intimidad con su pene, los pechos rebosantes de Alev rebotaron a cada salto quedaba y la culminación del placer llegó a ambos.

Así pasaron toda la noche, repitieron cada que Alev le ordenaba, ahora aquella mujer era lo unico que el deseaba ver, una mujer que había abandonado le daba el placer que creía que había perdido.

Alev se observo en el espejo y suspiró, estaba llena de chupones y de marcas de manos, no quería a Murad, de eso estaba clara, lo detestaba, pero quería el poder que el podía darle, el poder que hacía a su hijo tomar el trono.

—Su majestad le ha enviado muchos regalos y ha aumentado su estipendio, ahora es la tercera mujer más adinerada, solo por debajo de Safiye.

—Safiye esta embarazada, allah le de una niña, aunque una niña es buena para casarse con un paşa, no desearia que se casara sin amor, así que un varón.

—Niñas Alev - repitió Elif —Niñas para casar y niños para luchar -Alev negó —Si, veo que anoche disfrutaste.

—Mi amor por Murad no es real, me abandono cuando no fui la única en equivocarse, traiciono ni amor, ahora solo quiero vengarme de él y poner a Mehmet en el trono.

—Entonces debes de enamorarlo, que tu lo ames es irrelevante, pero que él te ame es necesario.

—Lo haré Elif, por ahora iremos lento, pero Murad será mío.

Nurbanu desayuno junto a sus nueras ese día, sabía que la tensión entre ellas había crecido con la presencia de Alev, pero al final de cuentas, solo una tomaría su puesto y esperaba que esa fuera Alev.

—Selim y Mehmet son hermanos, deben llevarse bien - miro a ambas madres —Todas las tardes traiganlos ante mi, solo a ellos, ustedes no.

—Claro madre - Alev sonrió.

—Sólo faltaría tu hijo Mihriban - la nombrada alzó la vista —Eres una sultana pero no tienes hijos - Safiye parecía burlarse de ella, la joven de rasgos chinos le sonrió.

—Claro, pero soy una sultana debido al amor que su majestad tiene en mi, no hay bebés porque así lo decidí, pero los habrá algún día, por ahora disfrutaremos uno del otro - le sonrió de forma falsa, Safiye rodó los ojos —Pero creo que Alev esta aquí ¿piensas tener más hijos?

—Los que allah quiera. -llevo un dulce a su boca —Incluso podría tener más hijos que la difunta Haseki Nükhet ¿lo cree madre? - Nurbanu sonrió y le dio una sonrisa, Safiye las miro mal.

—Hasta crees que te vas a parecer a ella.

—No dije parecer, dije tener más hijos -sonrió, Safiye rodó los ojos —Debo irme ya, Mehmet tiene sus lecciones de francés en un rato, ya sabe dos idiomas y va por tres -el niño llegó a ella y tomo su mano, ambos se fueron.

—Mi nieto más inteligente  -Nurbanu sonrió —Deberías de hacer que Selim aprenda más idiomas, solo sabe turco.

—Es pequeño.

—Es un año menor que Mehmet - la mayor negó, Safiye apreto sus puños y se levantó furiosa.

—Me retiro -se dio la vuelta y salió, Nurbanu retuvo una risa.

—Es tan mediocre, cree que solo naciendo hombre al tomar el trono, la sabiduría le llegaría por sorpresa - Mihriban llamó su atención —Caerá sin dudar.

—Aveces no te entiendo Mihriban ¿no tendrás hijos?

—Mi poder no dependerá de un hombre  -se puso de pié y se reverenció —Nos veremos luego madre. - también se fue, Nurbanu sonrió y negó, todas ellas eran tan diferentes pero a la vez iguales.

Alev saco sus garras contra Safiye ¿que se vendrá para ella?

Mihriban ¿amiga o enemiga?

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