Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18

Había pasado un mes desde que Irene y Rosé se habían convertido en "amiguitas". Rosé no me dirigió la palabra desde la vez que le dije que no me molestara, y a pesar de que pasábamos tiempo juntas por el castigo, no hablábamos de nada. Seguía siendo hermosa pero la odiaba, ahora la odiaba más que al principio, porque sabía todo lo de Irene y simplemente decidió ser su amiga. Me dolía pero no podía hacer nada al respecto ya que le había dicho a Rosé que me dejara en paz, cosa que cumplió.

Mamá todavía no se iba de la casa, por lo tanto nos tenía vigilados, sobre todo a Tae.

—Habrá una fiesta el viernes en la noche en la casa de Jungkook —Tae entró a mi cuarto cerrando la puerta.

—¿Piensas ir?

—Iremos los dos —decía todo susurrando.

—Mamá no nos dejará.

—No se enterará.

—Se va a enterar.

—Iremos cuando se duerma.

—¿Por qué quieres que yo vaya?

—Has estado aislada últimamente, necesito que te animes un poco, a divertirnos, ¡Wooo! —su mini grito susurrando sonó gracioso.

—Todos me odian.

—No te van a reconocer, no habrá tanta gente conocida, ¡Vamos anímate!

—Está bien, iré.

—¡Yaas! —apretó el puño haciendo la señal del logro.

—Tae —dije antes de que saliera de mi cuarto.

—¿Sí?

—¿Todo bien entre los dos?

—Si —sonrió y salió de mi cuarto.

La fiesta iba hacer en dos días y tenía miedo de encontrarme a Irene o con mi ex, pero a la mierda, ¿Ya qué importancia tenía si no me quedaba nada?

Sentada en el mismo lugar de siempre en el salón de clases, mirando a Rosé como reía junto a Irene y Seulgi. Me alegró ver que su risa era más falsa que Irene, después de visualizarla mucho me había dado cuenta de sus expresiones naturales y las falsas.

Irene miró a Rosé y le dijo que me volteara a ver, le murmuró algo a Rosé y enseguida Rosé se dirigió hacia mí.

—Jen, necesito que confíes en mí y vayas al baño —dijo Rosé susurrando.

—¿Por qué?

—Por favor necesito que confíes en mí y aparentes salir llorando, te alcanzo en el baño —no sabía que pasaba pero por el gesto de Rosé me hizo obedecerle.

Al salir, el grupito de Irene sé empezaron a morir de risa y Rosé salió tras de mí, hasta llegar al baño.

—¿Qué mierda tratas de hacer? —le pregunté a Rosé.

—Habla más bajito —me susurró— Sólo te diré que no soy amiga de Irene y su grupito, pero quiero que confíes en mí.

—No puedo confiar en ti, ¿Qué tal si ella te dijo que me dijeras eso?

—Ya verás que no es así, pero por mientras necesito que a veces hagas lo que yo te diga.

—No pienso hacer lo que tú digas.

—Jen —tomó mi mano.

—No me toques —la quité.

—Sólo confía en mí.

—Perdón pero no —salí del baño, no podía confiar en ella, estaba con Irene, y no sabía de lo que era capaz, por lo tanto no me verían la cara de babosa de nuevo.

En la salida, Jungkook que era uno de los chicos populares estaba dando folletos para su gran fiesta, todos estaban invitados y decía que sería una fiesta épica. Mientras tanto a mí me seguían dando nervios y más por el miedo a que mamá nos descubriera.

Pero finalmente llegó el día, Tae estaba en su cuarto y yo en el mío, estábamos esperando a que mamá se durmiera y cuando pasó un rato en el que había entrado a su habitación decidimos salir por mi ventana. Un amigo de Tae, Yoongi, nos estaba esperando a la vuelta de la casa en su carro y nos llevó.

Retumbaba toda la casa por la música tan fuerte que tenían, todo era un desastre, la fiesta había comenzado apenas un hora antes de que llegáramos y ya estaban vomitando de lo borrachos que estaban. Todos bailaban de un lado a otro sin importar que chocaban entre ellos, otros estaban ligando y drogándose. Y como siempre pude notar una mesa apartada con hombres de traje vigilándola, el tipo de mesa en el que antes estaba junto con todos, que por supuesto se encontraba Irene, Kai, Seulgi en ella pero no me esperaba ver a Rosé también en la mesa, ya que decía que no le gustaban las fiestas.

No soporté el desastre que estaba pasando adentro y salí al aire libre.

Una cajetilla de cigarros casi alumbrado por una luz y sin dueño cerca, me llamó la atención.

La verdad es que jamás había probado un cigarro, ni siquiera me daba curiosidad hacerlo, pero como decían que te relajaba, quise que está fuera la excepción. Así que no dudé en agarrar uno, a alguien se le había olvidado y por supuesto que el encendedor estaba a lado.

Prendí el cigarro y lo succioné lenta y tranquilamente, pero alguien interrumpió mi tranquilidad quitándome mi cigarro y tirándolo al suelo, empecé a toser demasiado por el humo que se me había ido por otro lado.

—Tú no fumas.

Cuando dejé de toser y reaccionar me di cuenta que era la mismísima Rosé.

—¡Mierda, Rosé! —le grité— Casi me ahogo por tu culpa estúpida.

—Eso es lo que te hace el cigarro, no empieces con la adicción.

—Yo fumaré si yo quiero.

—No lo harás.

—¿Por qué no? —estaba enojada.

—Porque yo no quiero que lo hagas.

—Vete a la mierda Rosé —me estaba yendo, para ya irme de ese lugar y Rosé me siguió— ¡No me sigas y vete con tus nuevas amigas!

—¡Ya te dije que no lo son! Pero necesito que me escuches.

—¡No quiero escucharte! —estaba caminando rápido y ella iba tras de mí.

—¿Quieres que te lo demuestre? -me detuve.

—¿Cómo? —volteé a verla.

—Ven, necesito que veas algo —le hice caso y regresamos a fuera de la fiesta.

—¿Qué cosa?

—Shh —vio a su celular.

—Me voy.

—¡No! Espera.

—¿Qué cosa debo de ver?

—Ve hacia la entrada.

Miré hacia la puerta de la casa y después de unos segundos salió Irene corriendo seguida de Kai.

—¡No me hables! —dijo Irene gritándole a Kai.

—¡Pero, amor! —le dijo Kai.

—¡No me vuelvas a hablar! —dijo Irene y se fue en su carro.

Miré a Rosé y me sonrió malvadamente.

—¿Tú hiciste eso?

—Tal vez...

—¿Qué hiciste?

—Algunas cosillas.

—¿Por qué hiciste eso? —estaba impactada de que Rosé había hecho algo así.

—Hicieron llorar a la chica que me odia pero que también le gusto —me tocó la nariz.

—Me siento débil.

—Eres débil Jen, aunque no lo quieras admitir del todo —bajé la mirada— ¿Amigas? —no podía faltar la friendzone en esto, pero después de todo me había ayudado.

—Supongo que si —sonó mi celular— ¡Mierda, es mi mamá!

—¿Y que tiene?

—Se supone que Tae y yo no deberíamos de estar aquí, nos va a matar.

—Dile que fueron a mi casa.

—¡¿A mitad de la noche?!

—Llámale, yo le hablaré —la llamé y le di mi teléfono a Rosé.

—¡Señora! Hola Soy la amiga de sus hijos, y la verdad es que están conmigo porque los llamé y es que en verdad me sentía muy mal emocionalmente, ya sabe, problemas y así. Ellos son los únicos amigos que tengo ahora, me enteré de que no los dejaba salir pero no me importó y les dije que vinieran, ellos son muy buenos amigos y vinieron a apoyarme, así que le pido de todo corazón que no los castigué y es que —hizo como si estuviera llorando— Es difícil por todo lo que estoy pasando y en verdad quería que me ayudaran, lo que menos quería es hacer más problemas y es lo que acabo de hacer —se calló para dejar hablar a mi mamá— Si señora, mañana yo los llevaré a su casa, muchas gracias.

—¿Y? —miré a Rosé.

—Se quedarán a dormir en mi casa.

—¡Si! —la abracé de la emoción— Hasta a mí me convenciste con tu papel —reí.

—Antes era actriz.

—¿En serio?

—No —se río.

—Estúpida —reí— ¿Quieres entrar?

—No me gustan las fiestas —me miró y sonrió.

—Entonces nos quedaremos aquí —sonreí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro