
𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 2: 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐
/En el capitulo anterior/
—¿Quién soy yo?—dijo por lo bajó.
Sonriendo, alzó sus dos manos hacía su boca, así ocultando un poco su sonrisa, y cerrando los ojos se presentó.
—Mi nombre es Yuna, y soy la dama de la lámpara.
Abriendo los ojos un tanto desorientada, se sentó en la cama a la vez que se tallaba uno de sus ojos con una expresión de sueño. Miró su entorno y notó que se encontraba en su habitación, y entonces unos vagos recuerdos de la noche anterior llegaron a su memoria. No pudo evitar hacer una mueca.
Yuriko:Que carajos, últimamente ando soñando cosas extrañas— murmuraba consigo misma—Dudo mucho que exista una mujer tan bella como ella.
Sin más, estirando sus brazos hacía arriba, se dió unos últimos estiramientos, para posteriormente salir de la comodidad de su cama y dirigirse hacía su bañó. Al estar adentro se miró en el pequeño espejo que tenía y notó que su mejilla, la cuál se suponía que estaba herida, ya no lo estaba, no había nada.
Cerró los ojos y con una sonrisa pensó.
Yuriko:"Sí, definitivamente lo de anoche fue un sueño"
Sin más se dispuso a darse un buen bañó.
. . . .
Yuriko:¡Ah! ¡Que bien se siente!—exclamaba con una sonrisa satisfecha, todo su cabello se encontraba un poco mojado.
Traía puesto su uniforme de preparatoria, por suerte se había levantado más temprano de lo normal, pero aún así estaba agradecida en a verse levantado temprano, normalmente solía llegar tarde a clases y por ello siempre se ganaba un castigó, no importa lo que hacía, de una manera u otra, terminaba llegando tarde a clases.
Yuriko:"¡Esto es un logro! ¡Un paso a la vez!" —todavía había algo de esperanza.
Sin más, se dirigió hacía la cocina, para su suerte, sus padres no se encontraban en casa a esas horas.
Yuriko:"Seguramente mamá está en alguna casa de uno de sus 'amiguitos' o amiguitas, y papá, el seguramente se quedó en algún callejón ebrio"— pensaba con frustración, frunció el seño de tan solo pensar todo lo que tenía que hacer cuándo sus padres llegarán.
Sacudió la cabeza para no pensar más en esos problemas del día a día. Y entonces llegó a la cocina. En dónde la esperaba una bella mujer.
Yuna:Buenos días~—saludó la de cabellos negros.
Yuriko:Buenos...días—dijo dado un bostezo la de cabellos rojos, a la vez que se dirigía al taburete.
Yuna:Hice algo de café, te dejé una taza preparada, esperó y te guste azucarado—le informó a la vez que le tomaba un tragó a su taza de café.
Yuriko:Oh gracias. Que amable—dijo con una sonrisa a la vez que se disponía a darle un tragó de su café.
Un momento.
Solo faltó unos cortós minutos para poder terminar de procesar todo, escupió todo el café que tenía en la boca y con mucha rapidez se dió la vuelta, su espalda choco contra la encimera, le dolió pero su sorpresa era más que el dolor que estaba teniendo.
Alarmada, la apuntó con su dedo tembloroso.
Yuriko:T..t...tu....¡¿Porque estás aquí?! ¡¿Eres real?!—preguntaba asustada.
La mujer le dió un pequeño sorbo a su café, y al dejar la taza en la mesa, la miró con una sonrisa.
Yuna:¿Que porque estoy aquí?, pues la verdad es que no tenía en dónde quedarme...—Y empezó a sollozar—...y después de lo que pasó ayer entré nosotras...
Yuriko:¡¿Que paso con nosotras?!—le preguntó alarmada.
Yuna hizo una expresión de sorpresa y dolor.
Yuna:¿No lo recuerdas? Tu hiciste un pactó conmigo a la luz de la luna, me prometiste que...
Yuriko:¡¿Que te prometí?!—Ahora sí estaba asustada.
Yuna:Que me darías todo de tí.
La de cabellos rojos abrió la boca de la impresión y sus ojos estaban completamente en blancos. No podía ser cierto, ella no le va a las mujeres. A no ser que fueran Angelina Jolie o Beyoncé.
Yuriko:"¡NO! ¡¿Que mierdas estoy pensando?!" ¡Espera un momento...!
Y avanzo hacía ella a pasos amenazadores, y entonces "Zas" se escuchó un fuerte golpe que hizo que la pelirroja se quedará inmóvil. Yuna al verla paralizada, se asomó un poco y notó que la chica se había pegado su dedo pequeño contra la mesa. Hizo una mueca.
—Uh...
Y un fuerte gritó con un mil de grosería fue lo que despertaron a la mitad de los vecinos del edificio.
—¡CÁLLATE MALDITA LOCA!—reclamó uno.
. . . . .
Yuna:Ya, ya, un poquito de hielo será suficiente ¿No?— le preguntaba Yuna a la pelirroja, la cuál se encontraba en el sillón con una bolsa de hielo en su pie y con una expresión de sumo dolor.
Yuriko:Se me fue el alma, por un momento pensé que había visto la luz— decía entré susurró, en su voz se podía escuchar la agonía que estaba viviendo.
Yuna:¡Hay no te preocupes! Eso de la luz no debe preocuparte, más bien preocúpate cuándo veas a a Tooru, ese sí que te dará el susto de tu vida— decía la mujer mientras que movía la mano para no darle importancia al asunto.
La chica frunció el seño y la miró con amenaza. La mujer dió un pequeño brinco en donde se encontraba sentado al sentir la intensa mirada de la jóven.
Yuriko:Ya dime la verdad, ¿Que paso entré nosotras?-Le preguntó tratando de controlar su enojó.
Haciendo un puchero, se cruzó de brazos a la vez que se disponía a responder la pregunta de un modo un tanto infantil.
Yuna:Bueno, después de que me presentará, te expliqué el porque me había acercado a tí y al terminar de explicártelo, ya sabes eso de la venganza y el blah blah blah, y te puse el contrató y no dudaste ni un momento en aceptar el trató.
Yuriko:¡¿Yo hice eso?!—preguntó asustada, tanto que se había parado y olvidado del dolor del pie, pero como se había parado abrutadamente, no se dió cuenta que había azotado su pie malo contra el suelo.
Nuevamente se había sentado con una expresión de dolor, pequeñas lágrimas salían de sus ojos azulados.
Yuna:Sip, aceptaste el trató conmigo— chasqueo los dedo y delante de la jóven apareció una pequeña llama azulada la cuál poco después hizo aparecer un tipo de pergamino—Ves, hay está tu nombre.
Yuriko:No...puede ser—murmuró a la vez veía su firma en el pergamino.
Notó que había unas pequeñas letras, intentó leerla, pero entonces el pergamino desaparecido de su vista.
Yuriko:¡Hey!—le reclamó, al ver cómo Yuna tenía el pergamino en sus manos.
Yuna:¿Pensabas leer las letras pequeñas?—le preguntó con una ceja alzada.
Yuriko:...Obvio, siempre se tiene que leerlas.
Yuna:Claro que no, nadie Lee las letras pequeñas.
Yuriko:¡Yo sí las leo!—alzó un poco la voz.
Yuna:Ah, con razón tienes una vida tan aburrida—murmuraba Yuna mientras que tapaba su boca con las mangas de su vestimenta.
Yuriko:¡Ah! ¡¿Que has dicho?!
Yuna:¡No nada! Dejando tu aburrida vida de lado— obviamente la chica le reclamó, pero hizo oídos sordos—Me encantaría seguir hablando contigo pero, tienes que ir a la escuela— y apuntó el reloj que había en la sala.
Yuriko:¡Se me hace tarde! ¡Voy a llegar tarde!—decía escandalizada.
Yuna:¡No te preocupes! ¡No lo harás!
Yuriko:¡¿Cómo que no?!
Yuna:Déjamelo esto a mí.
Entré sus mangas, sacó un Agi, un abanico de mano de color negro con estampados de flores de Sakura.
Yuna notó que la chica se le quedó viendo.
Yuna:¿Que?
Yuriko:...no nada—dijo mirando cualquier cosa de la sala.
Eso no la convenció para nada. La miró con recelo.
Yuna:Acaso tu...¿Pensaste que sacaría una varita? —le preguntó con los ojos entré cerrados.
La joven apretó los labios y miró a otro lado y murmuró algo que Yuna no alcanzo a escuchar.
Yuna:¿Que?
Nuevamente murmuró algo.
Yuna:¡Hablá más fuerte!—Le pidió tratando de mantener la compostura.
Yuriko:¡Que sí! ¡Pensé que serías como un tipo de hada madrina!
Yuna retrocedió y colocó una de sus manos en su pecho con una expresión de estar ofendida.
—¡Eso es un insulto para mí! ¡Yo soy mil veces mejor que un hada madrina!—le decía indignada.
—¡Bueno ya! ¡Perdón! No pude evitar no pensarlo, no me culpes.
—Bueno, como sea, es hora de que vayas a clases, los niños deben estudiar.
Alzó su mano y abriendo su abanico de mano, hizo un simple movimiento, la pelirroja cerró los ojos al sentir un fuerte aire. Parpadeo un poco y notó que se encontraba en un tipo de callejón.
Yuriko ¿On'toy?—se preguntó mirando a su alrededor.
Con una sonrisa de presumida, la mujer habló.
Yuna:Te encuentra en un obvió callejón, al salir te darás cuenta que te dejé una calle antes de llegar a tu escuela, así que, anda vé. Que se te hará tarde.
Yuriko'¡Oh sí! Gracias—se disponía a irse, pero entonces empezó a recordar—Tu y yo no hemos terminado de hablar.
Yuna:Lo sé, nos volveremos a ver en la noche. Por ahora tengo mucho trabajó.
Yuriko:¿Trabajó?—tuvo que cerrar los ojos al sentir nuevamente un fuerte viento, al abrirlos notó que ella ya no se encontraba—Ah, supongo que tendré que acostumbrarme a ésto.
Y entonces notó que no traía su bolso, obviamente se quejó por eso.
Yuriko:¡Oye te faltó traer mi bolso!— dijo al aire, sin levantar mucho la voz.
Y entonces volvió a sentir un viento detrás de ella, que la hizo darse la vuelta para encontrarse con su bolso y un pequeño sobre con un poco dinero, y una nota la cuál decía:Para que puedas comprarte cualquier cosa, disfrútalo.
Yuriko:Que buena onda—dijo tomando su bolso y mirando la cantidad de dinero—Creo que puedo acostumbrarme a ésto—decidió empezar a verle el lado bueno de su situación.
Sin más aguardó el dinero y se dispuso a salir del callejón, debía irse a clases.
—Así que ella es su nuevo "cliente"— murmuraba el chico, quién miraba a la pelirroja entrar al edificio—Yuriko Fukushima, pero que chica mas lamentablemente....esto será entretenido—sonrió así revelando sus colmillos.
/CONTINUARÁ/
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Nombre: Yuriko.
Apellido: Fukushima.
Edad: 17.
Estatura: 1,68.
Fecha de nacimiento: 17 de agosto.
Le gusta: la primavera, lo dulce y lo amargo, le gusta arreglarse el cabello, la ropa ajustada y escuchar cualquier tipo de música.
Le disgusta: la violencia injustificada, los infieles, la comida picante.
Info: Una simple chica de preparatoria, tiene problemas con sus padres, Y su novio le fue infiel. Es una chica de buenos sentimientos pero mal hablada en momentos frustrantes, es buena con el cuchillo.
Advertencia: Asegúrate que no tenga un cuchillo en manos.
. . . .
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