Capítulo 24
Maratón 1/3
Ron nuevamente se levantó sobresaltado por una pesadilla.
Molly suspiro acariciando su vientre, Arthur a su lado tenía miedo de que su esposa se pusiera mal nuevamente.
Solo había pasado un mes entero desde su llegada a este mundo y había muchas cosas que adaptarse.
Con cuidado se levantó y salió de su habitación. Usualmente, en la madriguera se hubiera ido a refugiar a los pies de la cama de Ginny, pero la ultima vez que trato de buscar consuelo en Charlie escuchó tener sexo con su esposa antes que pudiera abrir la puerta.
James reprimió la risa que quiso salir de su boca. Solamente se dedicó a observar al rubio oxigenado con burla al ver cómo este, se encontraba pálido.
Y Daemon, solo pudo beber vino antes de que se desmayara.
Así que fue la segunda mejor opción, la persona que escucha todos sus problemas sin queja alguna.
Heli.
Los adultos sonrieron dulcemente.
Ron caminó por los pasillos hasta que llegó a la habitación que tenía Helianthus con su esposo. Pegó su oreja hacia la puerta y al no escuchar sonidos raros, usó un Alohomora para abrir la puerta.
Risas bajas se hicieron presentes, pobre jóven Weasley.
En silencio entró a la habitación. Helianthus estaba abrazada a uno de los hermanos menores de Jacaerys y él, estaba dormido boca arriba, con una mano debajo de sus almohadas.
Rhaenyra sonrió encantada ante sus hijos e hija. Lo mismo ocurría con las demás damas, era una bella imagen.
—Mi nieto duerme igual que mi hija — soltó en una risa encantadora Aemma.
—Heli— Ron tocó el hombro de su amiga.
Ella no fue la que despertó, sino Jacaerys quien sacó una daga de su almohada y presionó levemente la punta en la mano de Ron.
James aprobó la acción de Jacaerys, esos tiempos no eran confiables y que reaccione de manera rápida para proteger a su hija lo dejaba tranquilo, los mismos pensamientos tenían el resto.
—¿Qué haces aquí? — preguntó con voz ronca y los ojos entreabiertos.
—Tuve una pesadilla— contestó Ron — Necesito a Helianthus.
Rhaenyra hizo una mueca, a su hijo no le gustara eso.
El príncipe entrecerró los ojos. Al principio estaba celoso de la completa cercanía que tenían Ron y Heli, el pelirrojo Weasley suponía que las amistades entre hombres y mujeres aquí no eran tan demostrativa en afectos como en el mundo de ellos.
todos asintieron, incluso los magos.
ㅡ Bueno, no sé puede culpar aquello.- Leonor dijo.- Cualquier hombre sentiría celos si un extraño se acerca a su esposa y se pega a ella como pulga.
—Cariño— el príncipe susurró cerca de Helianthus. Ella maulló entre sueños con el ceño fruncido. —Cariño.
—¿Qué?
—Tu amigo está aquí.
Euphemia rió divertido junto a su esposo atrayendo la atención de todos. Pero James se sonrojo al saber lo que pensaba su madre.
ㅡ Saco el mal genio de james al despertar.- Fleamont rió.
Helianthus abrió los ojos, su mirada aun estaba nublada por el sueño.
—Date la vuelta
Ron obedeció, sabiendo que se haría una trenza rápida para que Ron no la viera con el cabello suelto. Ron no era tan partidario de las Vías Antiguas, pero eran importantes para Helianthus.
El matrimonio weasley junto a los Prewett arrugaron su nariz, muestra de digusto.
ㅡ ¿Cómo puede ser?.- cuestionó Molly.
ㅡ La versión Weasley de aquel mundo como dijo el jóven, partidarios de las vías antiguas.- dijo Hécate.- Aquel mundo fue manipulado, y ustedes no fueron la excepción.
—Ya, mírame.
Ron se giró, notando como Helianthus se puso de pie con el bebé en brazos. Con movimientos suaves empezó a arrullarlo en sus brazos.
Aquella escena derritió de amor a los presentes. Era algo hermoso de ver, sobre todo para los Potter.
—¿Qué sucedió?
—Yo tuve una pesadilla. De ti.
—¿De Helianthus? — preguntó Jacaerys sentado al borde la cama.
Lily se removió un poco tensa, podía estar calmadamente casi no hablaba pero se sentía demasiado triste
—Cuando te dieron por muerta empecé a tener pesadillas— Ron se revolvió el cabello — De Voldemort torturándote. Tus gritos resonando en mi mente.
Ron apenas se dio cuenta de que estaba llorando.
James abrazo a su prometida tratando de que ambos estén calmados pero estaban atormentados por todo.
—Yo no pude proteger a Hermione de lo que le hicieron los Lestrange.
El matrimonio Dagworth-Granger respiraron profundamente tratando de no desatar una matanza.
Ron bajó la mirada y rápidamente sintió un abrazo demasiado familiar. Él envolvió rápidamente sus dos brazos alrededor del príncipe bebé y de su amiga.
—No es tu culpa Ron…
—Soy tu amigo, se supone que debí protegerte
—Era una trampa. Si hubieras estado ahí te hubieran matado.
Rhaenys negó junto al resto de los adultos.
ㅡ Mucha carga en los hombros de los jóvenes.-dijo sería la reina- Tres jóvenes enfrentándose a la muerte repentinas veces. Es inaceptable.
Lords y Lady's asintieron, ellos se iban a encargar de que no sucediera.
Ambos se separaron, el bebé en los brazos de Helianthus hizo un puchero de querer llorar.
—Yo mejor me voy — dijo Ron — interrumpí su sueño y el del bebé.
—Conversamos en el desayuno — le sonrió Helianthus.
Ron se despidió del príncipe y se fue directo a la playa para despejar sus pensamientos.
James observo a Lily, los ojos de su amada desbordaban tristeza pura, y aquello fue algo duro de ver.
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—Acabo de enviar el cuervo a Dragonstone — dijo Lord Hand y Helaena jugaba con su desayuno.
Gwayne gruño, ese hombre era sin dudas, el fin de la dinastía Hightower.
—¿En serio solicitaste a los dos magos nuevos su presencia en la Corte? — preguntó Aegon.
Helaena miró a su hermano. Esperaba que no hiciera avances indeseados con la nueva bruja.
Muchos fruncieron el ceño, no les agradaba aquello. Sobre todo Alicent quién se sentía una mala madre.
“Tres luces doradas. Almas afines, un vínculo de por vida”
Varios jóvenes como Lords miraron interesados. Evan Rosier gruño amenazante atrayendo la atención de todos.
ㅡ ¿Qué te sucede?.- pregunto Barty jr.- estás raro
ㅡ Sucede, que Heir Rosier es alma gemela de Lady Helaena.- sonrió divertida Hécate.- En este tiempo será, Helaena Black, futura hija de Regulus Black y Lady Alicent.
Los mencionados se ahogaron con sus propias saliva, Alicent por la repentina afirmación y Regulus porque Rosier se relacionaría con su hija.
Lord y Lady black sonrieron divertidos, su dinastía crecería aún más.
—Así es, y Rhaenyra sabe que no puede negarse a esa petición— comentó madre — Hemos de suponer que ambos magos han de estar en un compromiso formal entre ellos.
Helaena miró a Aemond.
Un par de ojos castaños, amables y torturados aparecieron en su mente.
Helena alzó sus cejas comprendiendo de inmediato, solo observo a su esposo y tío, no sabiendo como reaccionaria.
—Debemos tenerlos a nuestro lado — dijo abuelo— Debemos ver algún punto de quiebre en la amistad entre los dos magos y la nuera de Rhaenyra. El tiempo y la distancia habían resquebrajado algo esa amistad.
Las tres familias gruñeron, ese hombre les estaba colmando la paciencia y no dudarían en darle una muerte rápida.
Helaena tuvo una visión. Tres niños pequeños, una niña de ojos verdes llevando un polvoriento y sucio mapa, un pelirrojo detrás de las dos niñas sosteniendo una capa que se traslucía y una niña de ojos castaños sosteniendo una varita donde brotaba luz.
“Tres luces doradas. Almas afines, un vínculo de por vida”
Hécate asintió y observo a los presentes, todos comprendieron que aquellos jóvenes jamás se separarían y lo han demostrado.
Solo quedaba ver cómo moverian las piezas del juego.
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Una Septa llegó a Dragonstone, y Helianthus la recibió con amabilidad.
Alicent y Gwayne se voltearon a verse, los Maestres y Septas, son ratas grises como su padre.
—Es un gusto estar a su servicio, princesa Helianthus— se reverencio levemente la Septa Marielle a ella. Jugando bien su papel, la tomó de las manos y le sonrió dulcemente.
Los Potter fruncieron el seño, esa mujer no les cai para nada bien, había algo en su aura que no les gustaba para nada.
Al igual que los recuerdos del diario, al igual que Tom Riddle sería tan encantadora. Un espacio donde se escondería la serpiente.
—Con eso nos dan a entender que esa vieja es un peligro para Helianthus — dolor Regulus mirando con ese brillo Black a la señora en la pantalla/libro.
Alicent al ver en esa forma, se sonrojo y sintió un pequeñas cosquillas en su vientre.
—Es un gusto que al fin está aquí, Septa Marielle — Helianthus se sentó, con el bordado de runas de protección para Jace — He estado leyendo el libro de las Siete Puntas, pero no lo mismo leer sola a tener a alguien que las ha estudiado con esmero.
— Sabe finjir muy bien — susurró Walburga a su amiga pelirroja.
— Ese es su lado Black — le susurra de nuevo Euphemia a la pelinegra.
Helianthus miró a la Septa Marielle, cerca a la edad de la señora Weasley, con el cabello negro, ojos castaños y una quemadura en el lado derecho de su rostro que no cicatrizó bien.
—No me cae bien esa señora — Lily dijo hacia sus amigos, los cuales asintieron estando de acuerdo con ella.
—La reina comprendió la importancia de una mujer de la fe a su lado, mucho más ahora que está en espera de un bebé.
Muchos hicieron una mueca, no les caía bien la Alicent adulta.
—Oh sí — rio Helianthus, una risa tonta como las de Lavander o Pansy. — La reina es muy amable, necesito algo en qué ocupar mi tiempo ahora que no puedo seguir con mis estudios de magia. Sabe, cuando una bruja está en la dulce espera hacer magia nos cansa mucho.
—Claro que lo hace — dijieron los hombres con voz cansada.
—¿Y su amiga? — preguntó Septa Marielle — Dijeron que son dos brujas en Dragonstone.
—Oh, Hermione — Helianthus miró su bordado — Está en la biblioteca con mi tutor. Ella está avanzando en algunas cosas de sus estudios.
Sirius alzó su mentón orgulloso de sí mismo al igual que Remus pero este último observaba a la hermana de Lord Strong.
—La señorita Hermione debería venir a nuestras lecciones — dijo la Septa — Mucho más ahora que la reina quiere su presencia en la corte.
Todos observaron como una jóven Alicent masajeaba sus cienes, parecía enojada.
—¿Su presencia? — fingió inocencia Helianthus.
Ya todos sabían los planes de los Hightower. Ron y Hermione accedieron.
Con ayuda de Sirius, Remus y Daemon idearon un plan rápido. Ron y Hermione pasarían información falsa de Helianthus.
Gwayne sonrió, su padre al fin estaría acabado.
Que era una chica muy manipulable.
Sabían que las cartas serían interceptadas así que llevan un espejo doble para mantenerse informados y un traslador de emergencia.
Las familias se mostraron complacidos pero aún preocupados por ambos jóvenes.
—Por supuesto, la reina y Lord Hand quieren su presencia — dijo Septa Marielle.
—Oh cómo quisiera visitar la capital — Helianthus tocó su vientre, ya se estaba cursando un poco, ahora ya que estaba en su segundo mes — Ojalá la Madre sea amable y me permita visitar al rey con su bisnieto en brazos.
Heir Potter junto a su prometida solo admiraron la fuerza de su hija, estaba siendo una leona en un nido de ratas
—Amen princesa — sonrió Septa Marielle.
1882 palabras
Espero y les guste mucho.
Septa Marielle:
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