Capítulo 17
Charlie estaba jodido.
El matrimonio Weasley se miraron preocupados, la igual que los gemelos Prewett, ¿qué le abra pasado a sus hijo/sobrino?.
Luego de una buena noche, aunque muy irrespetuosa en Driftmark, Charlie y la princesa Baela regresaron a Dragonstone.
Laena alzó una ceja, rápidamente supo lo que realmente paso entre su hija y el mago de los dragones.
Charlie fue criado para siempre respetar a las mujeres. Pero la princesa Baela tenía algo que hacía que su magia cantará por ella, como si fuese su punto de gravedad.
—Lady Baela es la alma gemela del segundo hijo Weasley — hablo Narcissa con una pequeña sonrisa.
Pero la botella de Whiskey de fuego y una charla en la playa se convirtió en la mejor experiencia sexual de su vida.
Daemon se atraganto con su saliva para después toser, su cuñada le daba leves golpes en la espalda.
James comenzó a reír a carcajadas junto a Sirius.
—Tu karma oxigenada — dijo James con una sonrisa traviesa.
Claro que ya había estado con magos y brujas en la cama, pero la princesa Baela era puro fuego que lo consumía. Desde el primer momento que cruzaron en el aire, su magia cantaba hacia ella.
Lady weasley suspiro, le gustaba la joven princesa pero no como se dió las cosas aunque sabía que en algún momento pasaría.
Pero era una princesa, y Charlie tuvo sexo con ella comprometiendo su honor. Y no podía escudarse que ella y él se bebieron una botella completa de Whiskey de fuego y que Charlie hace meses que no estuvo con nadie.
Laena sonrió, miro a daemon quién estaba pálido y luego poso su mirada en la familia de su futuro yerno.
ㅡ Han criado a un buen hombre, Lady Weasley.- halago.
Así que hizo lo menos digno posible.
Se hincó ante el príncipe Daemon, con su varita a sus pies.
Daemon alzó una ceja, curioso por lo que diría el chico.
—He comprometido el honor de Lady Baela, mi príncipe — dijo Charlie hacia el príncipe Daemon que tenía su espada en mano — Y quisieron casarse con su hija. La honraré hasta el día de mi muerte. Lo juro ante la Madre Magia.
Laena rió emocionada, su bebé al fin tendría a su hombre como buena dragona que era. Mientras daemon solo pudo bufar.
Sirius y Remus lo vieron, el primero le daba una mirada de seriedad y el segundo negaba con la cabeza.
—Baela— dijo el príncipe Daemon. Charlie sabía que la princesa Baela estaba detrás de ellos — ¿Aceptas la proposición del señor Weasley?
—Acepto padre.
ㅡ Claro que iba aceptar, era lo que deseaba.- una joven de Gryffindor dijo.
Daemon se masajeo sus cienes mientras veía como Laena sonreía de emoción.
Daemon miró a Charlie y recogió su varita extendiéndosela.
—Levantense, señor Weasley— dijo el príncipe Daemon. Charlie tomó su varita viendo al príncipe Daemon lo miró y le palmeó su hombro. — Eres un hombre valeroso, tus conocimientos en dragones han sido importante ante las nuevas crías que han nacido en Dragonstone. Poder llamarte hijo es una buena nueva.
Viserys rió divertido, su hermano aquí sufría mientras el mayor.
Baela caminó hacia él y entrelazó sus dedos con los de él.
—Podemos planear la boda en el Septo de Dragonstone para dentro de dos semanas — dijo Daemon.
Charlie y Baela se miraron y sonrieron.
—Pero te alejaras de mi hija esas dos semanas — finalizó el príncipe.
Lord Weasley rió divertido, le agrada el principe canalla y veía que apreciaba a su hijo.
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Sirius se llevó a Charlie, arrastrándolo del cuello de su jubón hacia el baúl donde estaba la casa de resguardo.
—Muchacho idiota — le retó Sirius — ¿Cómo se te ocurre follarte a la hija de un príncipe?
Molly asintió de acuerdo ante el regaño a su hijo, fue un descuidado aunque entendía que ambos estaban destinados a estar juntos.
—Sucedió…
—¡¿Suceder?! — le gritó Sirius — Si estabas tan urgido te hubieras contentado con tu mano y Whiskey de fuego.
El salón resonó en carcajadas ante lo dicho por el adulto Sirius.*
*Mientras daemon, estaba de acuerdo.
Sirius respiró profundamente. Los Targaryen estaban remunerando el trabajo de Charlie con los dragones, le pagaban bien, pero no lo suficiente para poder casarse con una dama de sangre real.
—¿Qué debo hacer como adulto responsable? — preguntó Sirius.
Alicent miro hacia el menor Black, quién se burlaba a su hermano y sus desgracia.
ㅡ A este paso entre Lady Helianthus y el jóven Weasley, te quedarás calvo hermano.- se burlo.
Sirius acaricio su cabello dramáticamente, negando.
—¿Apoyarme? — sugirió Charlie.
—Molly le habría dado con un sartén — dijo Sirius. Con cuidado sacó el joyero encantado donde descansaban algunas de las jotas Black.
Arthur junto a los gemelos Prewett asintieron.
ㅡ Es cierto, nuestra hermana lo habría hasta castrado.- Fabián rió divertido.
Todos miraron a la mencionada quién alzó su mentón orgullosa, ella era una fiera y si, su hijo pagaría como se debe su accionar.
La abrió mostrándosela a Charlie.
—Escoge una — dijo Sirius — Tienes sangre Black por parte de tu abuela Cedrella. Escoge algo para tu futura esposa.
Charlie miró las joyas y encontró un collar de pequeños diamantes con cuatro aguamarinas.
—Es un azul muy Velaryon — dijo Charlie con una sonrisa.
Los Velaryon sonrieron, era una hermosa joya y sin dudas, muy Velaryon.
—Le gustará — concordó Sirius — Tu y Helianthus me sacarán canas verdes.
Heir black suspiro y luego miro hacia sus amigos, negando.
ㅡ Moriré joven por culpa de sus hijos.- advirtió.
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—Te lo digo — dijo Baela a Helianthus. Ambas estaban elaborando hilo para los tejidos mágicos de Helianthus — Puede que haya sido mi primera vez, pero Dioses, ahora se porque Rhaenyra tiene cinco hijos. Que buen sexo.
Rhaenyra se ahogo con jugo, Harwin a su lado la socorria. Mientras daemon negaba pálido por lo dicho de su hija.
ㅡ Es sin dudas, hija de laena.- Rhaenys rió por lo bajo.
Helianthus estaba sonrojada y Rhaena parecía tentada en tirarse por la ventana ante las declaraciones.
—Sus manos — río Baela — Es fuego este hombre. Y no se siente como alguien virgen.
—Charlie ha estado con personas en las reservas de dragones — contestó Helianthus — Come de todo.
—Pero ahora me lo comeré yo.
La carcajada de Laena hizo que todos la observarán mientras daemon rió aún aturdido.
"Era su karma".
ㅡ Parece que mi sobrino fue cazado por una dragona.- ambos gemelos dijeron.
Molly solo suspiro, Arthur solamente se reía.
—Iré a alimentar a mi dragón — Rhaena se puso de pie y se fue.
Baela se sentó en su cama. Jace estaba con Luke en su entrenamiento con espada, Helianthus hubiera estado con ellos, pero había amanecido con náuseas que la obligaban a permanecer sentada.
Moony le entregó un té, pero aun sentía náuseas. Y quería una rana de chocolate.
Lily y Lady Euphemia compartieron una mirada, sospechando aunque preferían que no sea cierto por ahora.
—Y como vas con tus entrenamientos — preguntó Baela.
—Sirius me sigue quitando el aire — contestó Helianthus.
—¿Y qué haces ahora?
—Un manta rúnica — Helianthus detuvo la rueca — Según las fechas lunares, mañana coincide con Samhain y haremos la fogata tradicional. Acordamos que seguiremos las fechas de las Rueda, incluso con este extraño cambio de estaciones.
Hécate sonrió orgullosa de sus bendiciones. Al igual que los padres de cada uno de ellos.
Aun ella trataba de asimilar que aquí las estaciones duran años, a diferencia de su mundo.
Aquello sorprendió a los magos, nunca imaginaron que hasta las estaciones serían tan diferentes.
Pero las celebraciones de la Rueda eran parte de ellos como hijos de la Madre Magia.
Su primera fogata con Jace.
Las damas sonrieron emocionadas mientras los hombres solo se quedaron en silencio.
Helianthus estaba tan concentrada que no notó cuando las criadas llegaron con tartas frutales. Ella observó las granadas confitadas y su estómago se revolvió.
Lady Weasley sospecho aquello, esos síntomas solo significaba algo, y a ella no le gustó la reacción que ciertas personas tendrán.
Cuando las criadas se fueron, hizo un movimiento de varita y con un Accio atrajo un cuenco vacío hacia ella y empezó a vomitar.
—Algo le tuvo que caer mal a mi bebé — dijo James preocupado, ignorando las miradas de las mujeres que son madres.
Pudo sentir la mano de Baela acariciando su espalda mientras le preguntaba si necesitaba algo.
—Estoy bien — dijo Helianthus — Solo debió ser algo que me cayó mal.
"No creo que sea eso", pensó Euphemia preocupada.
Con un hechizo hizo desaparecer el vómito del cuenco y se sirvió una copa de agua.
—Luces pálida — le dijo Baela.
Helianthus no dijo nada y se recostó en su cama, quitándose las botas. Baela se fue diciendo que iría a buscar a Remus.
Remus sonrió, le hacía sentir bien que todos lo tengan en cuenta.
Luego de minutos, llegó Moony. En el umbral de la puerta la miró fríamente y olfateó el aire, se acercó a ella y volvió a olfatear.
—¿Cachorra?
—¿Si tío Moony?
—Has tomado tus anticonceptivos, ¿verdad?
La cara de James se puso pálida, Sirius estaba igual.
—Si, sin falta y con diligencia — contestó Helianthus. — ¿Por que tío Moony?
—Porque tienes el mismo aroma de Lily cuando estaba embarazada — dijo colocando una mano sobre el vientre de Helianthus.
—¿¡QUE!?— grito James con fuerza, para después mirar asecinamente a Sirius, el cual se puso más pálido.
Lily se desmayo, su hija está embarazada, ¡su hija será mamá adolescente!.
—¡YO TE MATÓ SIRIUS ORIÓN BLACK, TE MATO! —grito James para comenzar a perseguir a Sirius con una escoba de donde sabe la Diosa de donde lo sacó.
Rhaenyra estaba sorprendida, iba ha ser abuela, al igual que Lily se desmayo entre los brazos de sus primos, los cuales estaban sorprendidos también.
Regulus estaba divertido, el sabia que su hermano haría mal la posion anticonceptiva, con una sonrisa divertida, sacó la cámara encantada y comenzó a grabar como James perseguía a su hermano con una escoba que sabrá la Diosa de donde la sacó.
—¿Que es eso? — la joven Alicent le pregunto.
—Es una cámara de video, los muggles la usan para grabar cosas, y ahora yo estoy grabando eso - explico levemente hacia la joven.
Sirius corría por su vida, mientras James le gritaba muchas cosas, mientras lo perseguía con una escoba, hasta que se cayó y James lo pudo alcanzar.
—¡Eres un maldito idiota — le pego con la escoba —¡Una cosa tenias que hacer y no la hiciste bien! —otro golpe —¡Ahora mi bebé será mamá de un bebé! — otro golpe —¡Idiota, animal, tonto, estúpido, - decía James mientras lo golpeaba a Sirius con la escoba.
Daemon estaba en las nubes, su hijastro le daría un nieto con magia, pero después nego con la cabeza, Helianthus y Jacaerys eran muy jóvenes aún.
Fleamont estaba igual que Lily, desmayado en los brazos de su esposa.
La Diosa se coloco de pie, gritando por calma, hasta tuvo que desmayar a James, para que dejara de golpear al pobre Sirius, que estaba siendo axuliado por sus padres.
Helianthus se quedó sin habla y con ganas de una rana de chocolate.
1843 palabras.
Espero y les guste.
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