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𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟕

𝐔𝐧 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨

Era un día cálido, Harry estaba intentando practicar tiro con arco, Zoë le había enseñado un poco pero aún no era lo suficientemente fuerte para disparar la flecha más de un metro, habían varios campistas que se reían de él mientras pasaban, pero Harry intento ignorarlos y concentrarse en practicar, al menos eso hacía hasta que una voz atrás de él lo interrumpió.

Harry, me mandaron a buscartese dio la vuelta para verla, era una hija de Deméter, iba a saludarla hasta que notó su rostro inusualmente serio.

¿Qué pasó?

Luke me pidió que viniera por ti, él quiere...

¡¿Ya vinieron de su misión?!exclamó con emoción sonriendo ampliamente¡tengo que ir a verlos!

¡Harry!gritó al chico, pero este ya se había ido corriendo. Estaba demasiado feliz, ¡Sam y Luke habían vuelto! Ellos dos se habían ido a una misión al empezar el verano, algo sobre un fruto divino, pero al fin habían vuelto, no podía esperar a contarle a Sam todo lo que había hecho, como Artemisa le había dado un nuevo arco, cuando intento acariciar a los pegasos, o como incluso le había rogado tanto a una hija de afrodita para que le contara la historia de cenicienta (las había escuchado hablar de eso, pero ninguna le quería contar el cuento).

¿Está aquí Sam?pregunto entrando a la cabaña de Atenea, todos los que lo escucharon negaron con la cabeza o le respondieron con un "No" antes de volver a sus actividades. Eso no desanimó a Harry, si no estaba ahí debía estar en la casa grande. Corrió hacia el edificio, en cuanto llegó se encontró con tres personas, Quirón, Luke y el señor D.

¡Luke!llamó acercándose al mayorQue bien que llegaron, ¿cómo les fue? me tienen que contar todo. ¿cómo es allá fuera? ¿Es cierto que la pizza...

Harryhabló Luke, pero su voz sonaba diferente, era baja, apenas más fuerte que un susurro. Cuando examinó bien el rostro del más alto Harry pudo ver como había una enorme cicatriz que antes no estaba ahí.

Dioses, Luke ¿te duele mucho? ¿no debería ir a la enfermería?pregunto esta vez en dirección a Quirón y al señor D que se veían tan serios como Luke.

Harry yo...intento decirlo Luke pero parecía no encontrar las palabras, Harry notó como sus ojos estaban rojos e hinchados.

¿Que paso?pregunto cada vez más preocupado¿Qué te ocurrió, y dónde está Sam?

Harry...lo llamó Quirón al ver que Luke no iba a hablarComo sabes, Luke y Sam fueron a una misión, fueron atacados, Luke salió herido y Sam...ella murió luchandole informo Quirón. Harry sintió como el arco que aún sostenía en la mano caía al suelo.

¿Sam murió?

Podía escuchar que Quirón seguía hablándole, pero a su vez sentía que el mundo quedaba en blanco, no sabía si entendió bien, Sam no pudo haber muerto, ella se fue apenas hace una semana, solo iba a una misión.

Harry...¡Harry!se sobresaltó al oír que lo llamaban, Luke y Quirón lo miraban con preocupación incluso el señor D...¿Estás bien?

Yo...si, estoy...estoy bienrespondió mirando a sus manos confundido, no sabía porque, simplemente no tenía idea a donde mirar o cómo actuar, apenas podía procesar la informaciónyo...tengo que ir a buscar a Samdijo dándose la vuelta caminando hasta que sintió como una mano lo paraba.

Harry, ella ya no estále dijo Luke detrás de él. Harry solo negó con la cabeza.

No, no es ciertonegó apartando la mano de su hombroella lo dijo, dijo que iba volverhabló sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos, volvió a intentar salir, pero unos brazos lo aprisionaronLuke déjame ir, tengo que ir con ellaexclamó forcejeando. Luke no se movió, se había agachado y lo abrazó desde atrás con la intención de no dejarlo ir¡Luke suéltame! ¡Ella no murió, debe de ser mentira!

Perdón...perdóname...no pude protegerlalloró en su hombro. Harry también sintió como lágrimas caían de sus ojos mientras sollozaba.

¡Déjame! ¡Ella no puede estar muerta! ¡Sam!gritó con desesperación. No quería aceptarlo, ella había dicho que volvería¡Sam! ¡Sam!siguió gritando, sus forcejeos cada vez más débiles. Quirón y el señor D no parecían saber qué hacer. Harry lloraba, sentía un dolor inimaginablesolo quiero ver a Samrogó derrumbándose, Luke lo abrazó contra su pecho llorando igual que él, no decía nada, solo lo sostuvo y lo dejó sacar su tristezaSam...Sam...

...

—¡Harry!—lo llamó alguien haciendo que se sentara bruscamente en la cama. Estaba confundido ¿Que había pasado? Miró a su alrededor encontrando a todos despiertos mirándolo con preocupación—¿Harry estas bien?—La persona que lo llamaba era Ron, aún tenía su pijama puesta, estaba sentado junto a él en su cama.

—Y-Yo...estoy bien—respondió tallándose los ojos, había estado llorando dormido, también respiraba fuerte y rápido por lo que intentó calmarse—fue solo una pesadilla.

—¿Estás seguro?—le preguntó su amigo, no parecía querer dejarlo solo pero aún parecía cansado al igual que los demás que aún lo miraban con atención.

—Estoy seguro. Es bastante noche, deberíamos volver a dormir—sugirió volviéndose acostar, todos siguieron su ejemplo, tal vez demasiado cansados para replicar. Ron fue el último en irse a su cama, aun lo miraba como si fuera a gritar dormido otra vez.

Cuando finalmente todos se fueron a acostar solo tardaron unos minutos antes de que se empezaran a escuchar los típicos ronquidos por la habitación. A pesar de estar cansado Harry no pudo dormir, por más que sus ojos se lo pidieran, no podía evitar que los recuerdos lo inundaran.

Se suponía que eso ya no me pasaba.

꒷꒦˚꒦꒷

—Hermione estoy bien.

—No estás bien.

—Si lo estoy, enserio.

—Harry no me mientas.

—No miento estoy bien.

—No lo estas.

—Si lo estoy.

—No...

—Merlín ¿no puedo comer agusto?—exige Ron mirando a sus amigos que peleaban como gnomos irritados—Hagrid diles algo.

Hagrid solo miro a Harry buscando algo que decir siendo examinado por los tres niños.

—Bueno...yo opino que amm, deberían...¡traeré más té!—exclamó dirigiéndose rápido a la cocina, lo que técnicamente sólo los alejaba dos metros.

Habían pasado muchas cosas en los últimos días, ¡Harry había ganado su primer partido de quidditch! Si, vomito frente toda la escuela y se burlaron de él por ello, pero fueron solo los del equipo de Slytherin, los demás decidieron no mencionarlo por lo que estaba sumamente agradecido. Otra cosa es que finalmente se acercaba la navidad, Ron se iba a quedar en el castillo ya que sus padres iban de viaje, Harry no sabía que eso se podía hasta que Mcgonagall anunció que debían firmar un pergamino si iban a quedarse. Harry firmó por supuesto, lo pensó un poco, pero dudaba que Quirón o el señor. D se molestarán si se quedaba un poco más, Harry estaba feliz de quedarse un poco más con sus amigos.

Y después sucedió lo de anoche.

—Ron no debió decirle a Hermione—dijo Harry sorbiendo su taza de té.

—No regañes a Ron, hizo bien en contarme.

—Vaya, Hermione Granger dijo que hice algo bien—se mofo Ron riendo ganándose solo una mirada de Hermione con la frente en alto.

—Que no se te suba a la cabeza—le dijo para después dirigirse a Harry—Según he leído, es sano expresar preocupaciones, molestias o inseguridades a personas de confianza. Así que, Harry Potter ¿qué diablos te ocurre?

—Mira, fue solo una pesadilla, todo el mundo tiene pesadillas—se excusó evitando mirarla. Harry pensaba que exageraba, solo era un recuerdo, sucedió hace años—Porque no mejor nos concentramos con lo que sucedió con Snape.

—¡Sigo creyendo que solo confunden las cosas!—les dijo Hagrid desde la cocina muy ocupado tratando de calentar agua en la caldera.

Ah y otra cosa, parece que fue Snape quien maldijo la escoba de Harry, que solo lo hace parecer aún más sospechoso.

—Entonces recapitulando, Dumbledore junto con un tal Nicolas Flamel...

—No debí abrir la boca.

—Gracias por la información Hagrid—dijo Ron con una sonrisa.

—El punto es que ambos esconden algo en la escuela, usaron un perro gigante para esconderlo...

—Fluffy—corrigió el hombre desde la cocina.

—Fluffy, gracias Hagrid—agradeció Hermione con un suspiro—Encontramos a Snape herido por Fluffy y después lo encontramos saboteando a Harry en el torneo de quidditch, así que ¿conclusiones?

—Snape es malvado—le contestó Ron con gran seguridad.

—Snape quiere robar lo que sea que esté escondido y como Harry lo vio queriendo entrar a la trampilla decidió sabotearlo.

—Mi primera amenaza de muerte—murmuró Harry repentinamente feliz. Ósea lo asusta demasiado la idea de alguien queriéndolo matar, pero, por otro lado: los hijos de ares estarían celosos, pensó con entusiasmo hasta que vio cómo lo observaban—¿Qué?

—Pareces extrañamente feliz para alguien que estuvo a punto de morir.

¿Como Harry les explica a sus amigos que él siendo un semidiós viviendo en un campamento de guerreros, la idea de la muerte no es en realidad extraña en su vida? Ósea daba miedo, pero extraña no era.

Por lo que obviamente respondió un simple y contundente:

—Estoy triste, déjenme.

꒷꒦˚꒦꒷

Okey, Harry decidió que la pesadilla no lo iba a afectar y se iba a concentrar en el misterio de la trampilla y Snape, así que él y sus amigos decidieron que empezaran a investigar.

Fue...duro.

—Okey, ustedes buscaran en la sección de historia de los magos, yo buscaré en la sección de objetos mágicos. Vean todos los índices de los libros, no dejen ni un libro del estante sin revisar, entre más grande el libro más información—les dijo Hermione con la determinación de un comandante militar—¿Entendieron chicos?

—Sí señora—dijo Harry empezando con la tarea.

—¿No podemos solo preguntarle a la bibliotecaria?—cuestionó Ron al ver la gran inmensidad de los estantes en los que Hermione esperaba que pasaran la última media hora de su almuerzo buscando entre todos los libros—Hay cientos de libros.

—En realidad hay trescientos mil setecientos cincuenta y ocho—respondió Hermione orgullosamente hasta que captó la mirada de sus amigos—No es que haya leído todos los libros de la biblioteca, lo que no sería malo, le pregunte a la señora Pince la cantidad cuando llegue, pero no podemos hablarle sobre Nicholas Flamel, de hecho, a ningún maestro.

—¿Por qué no?

—Si nos ven husmeando el profesor Snape podría enterarse, lo mejor sería mantener perfil bajo.

Queriendo concentrarse Harry se puso en marcha buscando algún libro que pudiera mencionar a Nicholas Flamel, pero no apareció en ningún libro que leyera, no estaba en magos importantes del siglo, ni en descubrimientos de la magia moderna.

Harry estaba de acuerdo con Ron sobre la gran cantidad de libros, tomaría una eternidad encontrar algo. En el campamento no había muchos libros, los hijos de Atenea tenían bastantes que fueron recolectando con el tiempo, Harry los admiraba sinceramente, le costó bastante aprender a leer en su momento, incluso llegó a perseguir a cualquiera en el campamento para que le leyera un cuento después de que Sam...

—Agh, ya basta—se dijo a sí mismo. Sam, admiraba a Sam, quería a Sam, pero también quería olvidar a Sam—Fue hace mucho tiempo Harry, tú puedes con esto, solo sigue.

—Harry.

Volteo a ver quién lo llamaba encontrando a Ron quien llevaba una pila de libros en un brazo y miraba a Harry con la misma expresión que anoche.

Con preocupación.

—¡Hola!—exclamó Harry intentando dejar de distraer a su amigo—¿Vas a leer todo eso? sigo sin creer que no hayamos encontrado nada, sé que son muchos libros, pero cuántos deberían tener algo sobre Nicholas Flamel, digo es un nombre bastante extraño, Flamel, aunque ahora que lo pienso hay bastantes nombres así en el mundo mágico, ahora me siento extraño. Mi nombre es bastante común, me gustaría tener un nombre más vivo, como: Bernal.

—¡Compañero!—exclamó Ron llamando su atención—¿Estás bien?

—C-Claro que estoy bien—respondió Harry, pero Ron no lucía nada convencido—Solo...no he encontrado nada aquí, seguiré buscando. Espero no perderme—bromeó Harry con una sonrisa para después alejarse de su amigo. Ron solo estaba exagerando, Harry estaba bien, solo estaba sobrepensando, más de lo usual. Tan solo tenía que reafirmar su objetivo y concentrarse.

Con ese pensamiento se dirigió a buscar otro estante, siguió y siguió, pero sinceramente todos se veían iguales. La biblioteca era lo más cercano a un laberinto en el que había estado, al menos hasta que se topó con un pasillo extraño. Harry lo comparaba con el típico camino de los cuentos, estaba el camino feliz lleno de luz alegría y naturaleza y luego estaba ese pasillo, donde probablemente habría monstruos, oscuridad y maldad. El pasillo a comparación de los demás, se veía lúgubre en el mejor de los casos, los libros ahí parecían bastante antiguos, arriba entre los dos estantes colgaba un letrero que decía "sección prohibida". Harry por supuesto se acercó al pasillo.

—Hey niño—lo llamó alguien haciendo que Harry se detuviera, al asomarse se encontró con el rostro de la señora Pince—¿A dónde vas?

—A leer—respondió Harry con simpleza retomando su camino. Al menos hasta que la señora Pince sujetó su hombro.

—Hey, no está permitido pasar ahí

—¿Por qué?—preguntó Harry.

—Es la sección prohibida, nadie debe pasar.

—Disculpe, pero estoy buscando algo muy importante, le juro que solo me tomará cinco minutos...—intentó persuadirla, pero los ojos duros de la mujer le decían que si entraba al pasillo lo iba a lamentar.

—Si lo que buscas es tan importante debes ir a buscar el permiso a un profesor para leer alguno de esos libros—le explicó la mujer apuntando una pluma elegante a su rostro—Pero mientras lo mejor será que te vayas. ¡Vamos, fuera!

Así Harry terminó esperando afuera de la biblioteca mientras sus amigos terminaban de buscar, no les tomó mucho.

—Cuarenta y tres libros y ninguno tenía ni una mención de Nicholas Flamel—se quejó Hermione parándose a su lado—¿Tú tuviste suerte, Ron?

—Nada de nada—respondió Ron sentándose en el suelo dramáticamente—quiero un plato de pollo y puré de papas.

—Está bien, vamos a comer. Pero ustedes deben seguir buscando en vacaciones—les dijo a ambos—y cualquier cosa que encuentren me envían una lechuza.

—Si si lo prometemos vamos a comer.

꒷꒦˚꒦꒷

—¡FELIZ NAVIDAD!

—¡AAHHHH!—gritó Harry tirando lo primero que su mano tocó a cualquier monstruo que allá intentando atacar. Solo que no fue un monstruo, solo era Ron que ahora se encontraba tirado en el suelo sujetándose la nariz—Oww lo siento, lo siento ¿te duele?

—Nah no es nada, todos los días me tiran libros a la nariz—se quejó aun sujetando su nariz—¿Se ve roja?

Harry aún tenía los ojos adormilados y estaba extremadamente tentado a acostarse en su cama de nuevo, pero aun así no pudo no ver como la nariz de su amigo se volvía alarmantemente roja.

—Amm, bueno. No está sangrando—dijo sintiéndose bastante avergonzado.

—...¿Esta mal verdad?—pregunto a lo que Harry solo pudo asentir lentamente—Llévame con la Señora Pomfrey.

Y así por culpa de Harry en vez de estar disfrutado de la deliciosa comida en abundancia y la comodidad de la sala común de gryffindor se encontraron pasando la mañana en la enfermería junto con la intimidante señora Pomfrey, que a palabras de ella "solo dejo quedarse al señor Potter aquí porque es navidad".

—En serio lo siento.

—Harry deja de disculparte, estoy bien—Ron se encontraba sentado en la cama solo seguía en la enfermería a petición de la señora Pomfrey—Ahora sé que no debo despertarte así, ¿nunca te han despertado por navidad?

—Bueno, de donde yo vengo la navidad no es algo muy grande—explicó Harry hasta que sintió las manos de Ron sujetándolo de los hombros mientras lo miraba como si acabara de decir la peor aberración que alguien se atrevió dejar salir de su boca.

—No-es-posible—afirmar sin dejarlo—Dime que no es verdad.

—Es que si lo es—dijo solo sintiendo cómo lo miraba cada vez más intensamente—¿Me sueltas?

—Bien, pero...¡¿Cómo es posible?!—exclamó recibiendo un "shhh" de la señora Pomfrey al otro lado de la enfermería—¡Perdón! Harry, la navidad es comida y regalos ¿Como es que la comida y regalos no es algo grande?

—No es que no haya regalas, es solo que de dónde vengo, no es la gran cosa—antes de que Ron pudiera verse aún más indignado la señora Pomfrey se paró frente a ellos tendiendo unos paquetes.

—Son para ustedes, se los enviaron sus familiares. Pueden abrirlos aquí, pero no hagan nada de suciedad. Tengo que ir a hablar con algunos profesores espero confiar en que se quedaran tranquilos mientras no estoy.

—Solo vamos a estar en la cama—contestó Harry, pero Ron sólo tomó los paquetes con una gran sonrisa.

—Ya habían tardado—Ron con una velocidad sobrehumana abrió sus regalos que por lo menos eran cinco, Harry estaba feliz simplemente observando a su amigo hasta que a lo lejos vio que algunos de los regalos que madam Pomfrey dejó al pie de la cama tenían su nombre.

—¡Hay regalos para mí!—grito Harry abalanzándose sobre los paquetes.

—Tranquilo compañero, ¿nunca te han dado regalos?

—Claro que sí, solo que, no esperaba recibir aquí—respondió abriendo el paquete. Adentro había una flauta de pan, sopló sobre los agujeros y sonó un sonido igual al de una lechuza, al leer la nota se dio cuenta que era de Hagrid, Harry decidió que aprendería a usarlo no importa cuánto practicara.

El segundo estaba envuelto en papel de regalo por lo que trozo para ver su contenido.

—Por merlín, creo que ya se cuál es ese—le dijo Ron mirando el paquete con vergüenza, al ver su contenido se encontró con un suéter de lana verde tejido con una gran H en el centro.

—Es un jersey Weasley mi mama los hace cada año—Harry lo miró viendo que parecía morir de vergüenza—es que, sin querer le hablo un poco sobre ti y pues quiso darte algo para navidad, ya sabes como son las mamás.

—Lo usaré siempre—interrumpió Harry pasando el suéter por su cabeza para mirar a su amigo con una gran sonrisa—dile a tu madre que aceptó su ofrenda y la usaré con gran honor.

—...Okey—contestó el pelirrojo tratando de no mirar la ancha sonrisa de su amigo—por cierto, aun te queda un regalo.

Al mirar hacia abajo Harry se encontró con una caja, se veía bastante más elegante que las demás, como si su interior tuviera guardado alguna reliquia antigua o alguna arma de oro. Ron también pareció notar eso porque dejó de lado sus regalos para observar cómo su amigo tomaba el paquete. El regalo era ligero, Harry lo agito y se sentía como tela golpeando el interior, cuando por fin abrió la caja su contenido se deslizó fluidamente sobre la cama.

—¿Te regalaron agua?—preguntó Ron sorprendido al ver la cosa sobre la cama, Harry lo toco tratando de descifrar que era.

—Se siente como agua, pero, también a otra cosa, como tela o algo así.

—¿Tela?—exclamó Ron bastante confundido hasta que su rostro pareció iluminarse—no puede ser ¡Ya sé que es! es una capa.

—¿Seguro?—Harry había visto bastantes capas extrañas y ese líquido plateado no parecía una.

—Solo úsala, estoy seguro.

Harry, aunque con desconfianza, decidió obedecer a su amigo y sostuvo la tela y la puso sobre sus hombros parándose sobre la cama, era larga y le cubría casi todo el cuerpo.

—Pues se siente cómoda pero no sé si la usaría si te soy sincero, soy más de sudaderas—le dijo Harry a su amigo, pero al mirarlo el pelirrojo parecía que se iba a tragar una mosca de la impresión—¿Ron?

—Harry, desapareciste—dijo sin cambiar su expresión. Al mirar abajo Harry se dio cuenta que dicho y hecho su cuerpo ya no estaba—Compañero ¡Te dieron una capa de invisibilidad!

Harry ahora tan impresionado como su amigo, sostuvo su capa con su mano viendo como los dedos que eran cubiertos por la capa desaparecían.

—Dioses, debe ser un obsequio de los dioses, es la única explicación—dijo Harry empezando a sonreír.

—¿Qué cosa?—preguntó Ron confundido por las palabras de su amigo.

—¿Tiene una nota?

Ron buscó por la caja hasta que sostuvo una nota por lo que procedió a leerla enseguida.

—" Tu padre dejó esto en mi poder antes de morir y ya es tiempo de devolverlo. Utilízalo con sabiduría. Feliz Navidad Harry"—Ron miró a su amigo quien parecía no saber que decir—Compañero...

—Esta era la capa de mi padre.

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