🌸 𝑳𝒆𝒎𝒎𝒐𝒏 𝑯𝒂𝒓𝒅 🌸

⚠️ ᴘʀᴏɴᴏᴍʙʀᴇ ғᴇᴍᴇɴɪɴᴏ ⚠️

Lemmon: Escritos explícitos con descripción de actos sexuales.

𝑪𝒐𝒏𝒕𝒆𝒏𝒊𝒅𝒐:
ʟᴇɴɢᴜᴀᴊᴇ ᴠᴜʟɢᴀʀ

RECUERDEN QUE SI ESTE LIBRO LLEGA AL MILLÓN DE LECTURAS ANTES DEL 15 DE SEPTIEMBRE, HABRÁ CAPÍTULO ESPECIAL.
(RENGOKU × ____ × UZUI)

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¡Señor! Le pido por favor, deje de perseguir a Tanjiro. —Sentenciaste mientras te paraba entre el furioso herrero y el cazador.— ¡Él tiene que pagar! Es la segunda espada que rompe. —Gritó.— Y sé que Tanjiro lo lamenta, por favor, reciba esto como una disculpa. —Extendiste la mano, allí una pequeña caja hecha de bambú reposaba.— ¿Uh? ¿Qué es esto? —El hombre tomó la caja y la abrió, dentro, había un pequeño pan.— Está hecho por mí, receta familiar, espero lo disfrute. —Hiciste una rápida reverencia para jalar del brazo a Tanjiro dentro de la casa.

El hombre se limitó a mirarte en silencio.

¡Muchas gracias por ayudarme, ___! —Tanjiro te sonrió.— No hay problema, ¿Quieres uno? —Le extendiste la bandeja con más panes recién hechos.

La noche pasó con normalidad, días después, paseabas por las calles comerciales en busca de ingredientes para tu siguiente platillo, una voz detrás de ti, te hizo frenar.

¿Señorita? Disculpe... —Era Haganezuka, el herrero a cargo de sus espadas.— Oh, que sorpresa verlo por aquí, buenas tardes. —Sonreíste amablemente.— Si, si... vine por unas cuantas cosas... yo, eh... —Respondió.— Quería agradecerle por el obsequio de la vez pasada, estaba delicioso. —Sonreíste emocionada.— Me alegra oír eso, de hecho, estoy comprando los ingredientes para la comida, ¿Desea venir? Estaré con los chicos. —Negó con la cabeza.— Disculpe, pero tengo que volver al trabajo, le agradezco mucho.

Con eso, ambos se despidieron.

Después de aquella vez, cada semana te encontrabas con el hombre en el pequeño mercado, siempre te saludaba y comenzaban a platicar conforme hacían sus compras.

Tanto había crecido su confianza, que te permitía llamarle por su nombre e incluso iba por ti al refugio.

Oye Hotaru, ¿Puedo hacerte una pregunta? —Hablaste.— Si, claro, lo que quieras  —Asintió.— ¿Por qué vienes a comprar aquí si vives más lejos?, ¿No hay un buen mercado por allá? —La actitud del hombre se hizo un poco más nerviosa, temblando levemente.— Yo, eh... Es que, yo... —Tartamudeó.— Bueno, es que... —Te limitaste a mirarle confundida.

El herrero te pidió que fueran a un lugar sin tanta gente, por lo que llegaron a un pequeño jardín.

¿Qué pasa, Hotaru?, ¿Dije algo malo? —Estabas un poco preocupada.— No, no, para nada... es sólo que, bueno... —Se llevó una mano a la máscara que cubría su rostro.— Antes de decir cualquier cosa, quiero que me conozcas en realidad... —Con esto, quitó aquella máscara de su rostro.

Le miraste atentamente, Hotaru tenía un rostro increíble, lucía mucho más joven.

Él te miró en silencio intentando descifrar el tuyo.

Hotaru... eres muy... guapo —Le sonreíste.— Tienes un rostro magnífico. —El herrero sonrió ligeramente.— ___, quiero confesarte algo...

El herrero estaba por hablar cuando tu cuervo mensajero les interrumpió.

Se te ordenaba acudir a una misión.

Oh, lo siento, Hotaru... Hablaremos después. —Le diste un pequeño beso en la mejilla y te fuiste.

Estuviste lejos varios meses, ya que las misiones eran lejanas, sin embargo, al llegar nuevamente al refugio, te enteraste que Hotaru había desaparecido después de negarse a hacerle otra katana a Tanjiro.

¿Y no tienen una idea de dónde está? —Preguntaste preocupada.— No... de hecho, estoy pensando en ir a la aldea... —Contestó Tanjiro.— Yo te acompaño, quiero verlo.

Ambos partieron a la aldea de los herreros, donde no supieron darle razón sobre Haganezuka.

Tanjiro opinó que volvieran en lo que les daban alguna solución.

No Tanjiro, no puedo irme sin verlo... —Lo miraste.—¿Estás enamorada del señor Haganezuka, cierto? —Preguntó.— Si, Tanjiro... Estoy perdidamente enamorada de él y necesito decírselo... —El cazador sonrió.— Busquémosle entonces. —Comenzó a caminar.— Y por cierto, es más joven de lo que aparenta. —Aclaraste mientras le seguías.

Después de varios días, lograste dar con tu enamorado, quien se había entrenado arduamente para forjar la nueva espada de Tanjiro.

Ambos estaban muy contentos de volver a reunirse, por lo que el herrero te invitó a caminar y ponerse al tanto de lo nuevo.

Estaban sentados en un lindo campo observando en silencio el paisaje, cuando decidiste hablar.

Oye, Hotaru... —Dijiste en voz tímida y baja.— Tengo algo importante que decirte. —Se limitó a mirarte.— Yo... bueno, es que tenemos ya un buen tiempo hablando y conociéndonos... Eso me ha permitido ver la maravillosa persona que eres... —Tanto tu rostro como el suyo, comenzaba a colorarse.— En fin... Hotaru, tú... Me gustas, me gustas y mucho... —Terminaste de hablar mirándole tímidamente.— ___... —El chico te miraba sorprendido.— ¿Recuerdas que la última vez que nos vimos quería decirte algo? —Preguntó, tú asentiste con la cabeza.— Bueno, era precisamente para confesarte mis sentimientos... —Sonrió.— Sé que suelo tener un carácter difícil, pero contigo, me siento tan tranquilo...

Mientras hablaba, posó su mano en tu mejilla acariciándola suavemente.

Estoy enamorado de ti también. —Sonrió.

Sus labios no se resistieron más, se unieron en un beso largo y suave, sus manos rodearon tu cintura acercándote más a él, las tuyas, rodearon su cuello.

El beso poco a poco era más apasionado, el calor de sus cuerpos también estaba incrementando, sus respiraciones eran más densas, se separaron y miraron un par de segundos, ambos sabían lo que seguía.

Se levantaron del pasto para ir a la casa de reposo en la que te estabas quedando, la suerte estaba de su lado, ya que se encontraba sola.

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Ambos volvieron a unir sus labios mientras se deshacían de su ropa, acariciaban su piel con urgencia conforme quedaban desnudos.

Hotaru se separó un par de segundos para admirar tu desnudez, estaba en el paraíso.

Tú también le mirabas sonrojada admirando su fornido cuerpo, lo marcado de su abdomen y el pronunciado pectoral que poseía, tenías la mejor vista.

El hombre te tomó entre sus brazos, haciéndote rodear su cintura con tus piernas y sosteniéndote por el trasero, apretaba con suavidad tus nalgas mientras dejaba húmedos besos en tu cuello.

Te limistaste a cerrar los ojos y disfrutar de sus labios marcando tu cuello, clavícula y nacimiento del pecho.

Eres tan perfecta~ —Alagó entre besos mientras volvía a besarte.

Tus manos pasaron a acariciar su nuca y cabellos, te recargó en la pared más cercana mientras te iba bajando, al apoyarte tus pies, el chico se hincó frente a tu intimidad.

Pasó una de tus piernas por encima de su hombro, dejando tu intimidad cerca de sus labios.

Su lengua comenzó a recorrer cada centímetro de esta, se introducía en tu entrada, jugueteaba con hinchado clítoris y lamía lo largo de los labios vaginales.

Sus manos apretaban suavemente tus muslos conforme su boca se encargaba del resto, la sensación era maravillosa, jadeabas mientras presionabas más su cara contra tu intimidad.

Sigue asi~, ahhg... Voy a venirme pronto.  —Gemiste mientras el chico hacía pequeñas succiones a tu punto dulce y lo lamía presionando su lengua contra este lugar.

Pronto conseguiste correrte entre gemidos altos y sentías al chico tomar en su boca aquel elixir expulsado.

El chico se levantó del piso mientras besaba tu vientre, abdomen, pechos, clavícula, cuello hasta llegar a tu boca, la cual besó uniendo su lengua con la tuya.

Mientras los besos continuaban, tu mano se hacía cargo de su creciente erección, la cual ya era bastante pronunciada.

El vaivén de tu muñeca viajaba desde el nacimiento hasta la punta de su miembro.

Haganezuka jadeaba entre besos mientras se presionaba más contra tu cuerpo.

Pronto también se correría, dejando su líquido en tu vientre.

Ambos se miraron, querían estar totalmente unidos, volvieron a la posición inicial, donde él te sostenía mientras tus piernas rodeaban su cintura.

Sin embargo, esta vez el herrero había introducido su grueso miembro en ti.

Tu cadera, como si tuviera conciencia propia, comenzó a moverse de arriba a abajo

Su pelvis se unió a tu ritmo, produciendo un exitando sonido lascivo que provocaba el deseo de más en ambos.

Continuaron un par de minutos más así, hasta que nuevamente volviste al piso.

Le diste la espalda mientras te inclinabas hacia enfrente levemente, dejándole tu trasero a disposición.

Él se introdujo nuevamente, embistiendo con más velocidad y profundidad, te profanaba algunas nalgadas en el proceso.

Con su mano libre, tomó tu cabello y lo jaló con poca fuerza hacía atrás, besaba tu cuello.

Su cadera se movía con euforia, se azotaba contra ti sin parar, ambos no podían dejar de jadear y gemir.

Pronto, ambos llegaron al orgasmo, empapando sus intimidades con los fluidos del contrario mientras Haganezuka seguía moviéndose.

Podías escuchar claramente el "Plap, plap, plap" entre cada embestida.

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Un par de días después, conseguiste volver a reunirte con tus amigos, quienes muy alegres felicitaban tu nueva relación.

Oye, cariño... —Hablaste mientras te sentabas al lado de tu amado Hotaru quien devoraba la comida que le habías preparado.— Dime, preciosa. —Habló con la boca llena.— Creo estar embarazada...

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Eso es todo por hoy, espero que haya sido de su total agrado.
Si fue así, agradecería mucho su voto y comentario.<3

¡Hasta el próximo!

— 𝑩𝒊𝒕𝒄𝒉𝒙𝒔𝒉𝒐𝒕𝒂

El final está cerca...