Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

02

"¿Tú crees que Mingi está bien, Seonghwa?", Hongjoong llamó la atención del pelinegro, que engullía como si no hubiese un mañana ramen instantáneo y le prestaba poca atención a algo que no fuese su comida.

Levantó la vista cuando su mejor amigo le llamó, y el peliblanco le apuntó a Mingi con unos de sus palillos mientras levantaba una ceja.

Seonghwa se fijó, con la boca llena, en Mingi. Frente a ellos, Mingi miraba un punto muerto entre ellos dos, con un envase de arroz con kimchi a medio comer y tan ensimismado que Seonghwa por un momento pensó que estaba durmiendo, ya que no le veía los ojos por el largo cabello. Pero Mingi, lento como una tortuga, tomó entre sus palillos un poco de arroz y lo subió lentamente hasta la altura de su boca, intentando comerlo. pero antes de si quiera llegar a sus labios, el arroz se había escurrido hasta el envase nuevamente, parte de la mesa y de sus pantalones, y Mingi ni si quiera había puesto los palillos en su boca cuando ya había masticado.

Seonghwa miró a Hongjoong, masticando todo el ramen que tenía en la boca antes de hablarle.

"Si, claro que si", Seonghwa asintió, con los ojos abiertos y volviendo a su comida, esta vez para llevarse un par de salchichas a la boca.

Hongjoong miró a Mingi por dos segundos más, el pelirrojo ni cuenta se había dado que el arroz había caído a su pantalón, pero tal vez estaba tan acostumbrado a Mingi con su torpeza, que se encogió de hombros y se llevó una porción de fideos a la boca, sin dejar de mirar con una sonrisa tierna la actitud de Mingi e ignorando olímpicamente al pelinegro por el pelirrojo, escuchando a duras penas a Seonghwa y respondiéndole con monosilabos.

Mingi, mientras tanto, se sentía tan ensimismado que las voces de sus dos mejores amigos se escucharon tan lejanas para él, como pequeños murmullos indescifrables.

¿Por qué carajos ese tal Yunho le había dejado tan mal? Jamás le había pasado anteriormente, ni si quiera con sus ex novias y novios.

Y Mingi realmente no lo entendía, no entendía por qué había encontrado tan bonito a Yunho, cuando no era para nada su tipo. Yunho era más alto que él, lo había comprobado cuando el chico le extendió la mano y notó que era alrededor de uno o dos centímetros más alto que él, cuando a Mingi le gustaba apoyar la barbilla en la cabeza de sus parejas cuando les abrazaba. Yunho tenía las manos más grandes que él, cuando a él le gustaba envolver la mano contraria al tomarse de las manos. 

Yunho era un hombre, y Mingi nunca antes había sentido todo eso tan rápido por un hombre, ni tan profundo, con solo haberlo visto 10 minutos. Ni si quiera con una mujer había caido tan rápido.

Mingi sacudió la cabeza, saliendo de sus pensamientos al sentir como algo impactaba contra su mejilla derecha, y fijó su vista en Hongjoong, que con una ceja arqueada y una uva en la boca, le miraba extrañado, mientras tanto, Seonghwa se engullía tres de las uvas que Hongjoong tenía en la mano de una, aspirándolas desde su propia mano como una aspiradora.

"¿Qué pasó?", preguntó extrañado, y mirando como sus dos amigos rodaban los ojos. Seonghwa le apuntó con uno de sus palillos sus propios pantalones. y él, bajando la vista, quiso realmente golpearse el rostro hasta sacarse un diente al ver su pantalón favorito manchado con el aceite del arroz.

"No sé, dinos tú", Seonghwa se encogió de hombros, recibiendo un golpe de Hongjoong cuando volvió a robarle una de sus uvas, "Estás más raro de lo normal"

Hongjoong asintió. Y Mingi negó con la cabeza mientras tomaba una servilleta y se quitaba los granos de arroz de su pantalón con cuidado e intentaba limpiar la pequeña manchita, rindiéndose al cabo de unos segundos al darse cuenta de que solo saldría si su madre la metía a la lavadora.

Miró su teléfono por curiosidad. Percatándose de que ya eran más de las cuatro de la tarde.

Jongho.

Se levantó de golpe, golpeándo la silla que rechinó cacofónicamente en el suelo y cayó luego de eso, asustando a Hongjoong de paso y sobresaltando a Seonghwa.

"¡Se me olvidó ir a buscar a Jongho!", exclamó, tomándo su bolso con una de sus manos y el arroz con otra -porque no se iría sin comer, claro que no-.

Y sin si quiera mirar a sus dos mejores amigos, se fue del casino de la universidad a paso tan rápido como se lo permitieran sus largas piernas para no seguir derramando arroz.

Hongjoong y Seonghwa le miraron irse y perderse entre toda la gente que esperaba o compraba para comer, hasta que su rojiza cabellera ya no se hizo visible al salir por la puerta del establecimiento. Luego de aquello, ambos amigos se miraron extrañados y confundidos, sin saber qué mosca le había picado a Mingi.

"¿Desde cuando Mingi se preocupa por su hermanito?", Hongjoong se encogió de hombros, sin saber que responderle a Seonghwa, y gritándole mientras volvía a pegarle cuando vió la escurridiza mano del mayor intentar robar otra de sus uvas.

Mingi se estacionó torpemente en el mismo lugar de aquella mañana. Se había olvidado por completo el ir a buscar a Jongho a las cuatro de la tarde, estuvo tan perdido en sus pensamientos que si no veía la hora se le habría pasado volando.

Salió del auto dando un portazo y pasándose una mano por el cabello mientras comenzaba a trotar hasta la puerta del jardín de su hermanito pequeño. Ya eran las cuatro y media, y por más que Jongho fuese un dolor de cabeza, no podía dejarlo esperando más tiempo.

Tiró de la puerta y se metió rápidamente hacia el interior, volviendo a ver esas paredes verdes, antes de que sus rasgados ojos de posaran en el pequeño niño que estaba sentado en una de las sillas de espera, con la mochila puesta en su espalda y la loncherita abrazada entre los rechonchos bracitos.

Jongho estaba solito, esperándole, con un pequeño puchero en los labios y la mirada gacha.

"Hey, bestia", suspiró Mingi, sintiendo un peso en el estómago.

Formó una pequeña sonrisa apenada al ver el rostro de Jongho elevarse, e iluminarse al reparar en su presencia. El niño rápidamente bajó de la silla con algo de dificultad y corrió con las cortitas piernas hasta donde estaba él, soltando la lonchera y abrazándose a su pierna con fuerza.

"¡Mingi hyung!", escuchó, y solo pudo soltar una risita antes de agacharse lo suficiente para acariciarle el castaño cabello a su hermano.

"Oh, llegaste", escuchó a su costado, y girándo su rostro, volvió a quedar pasmado ante el adorable y sonriente Yunho, apoyando en el escritorio. Ya se había quitado las orejitas, pero no por eso se veía menos tierno que en la mañana. "Jongho estuvo esperando un buen rato a que le vinieras a recoger"

No había sido un regaño, pero Mingi se sintió peor al ser Yunho quien le decía aquello, ¿y si Yunho lo veía como un irresponsable?. No quería formar una mala impresión en el adorable chico sonriente y castaño, pero él era demasiado torpe y olvidadizo.

"Si, lo lamento, vine corriendo hacia acá", se excusó de la mejor forma posible, desestabilizándose mínimamente al sentir a Jongho apretar la tela de sus pantalones entre sus manitas y esconder su rostro en su muslo.

Yunho miró a Jongho con ternura, antes de elevar la mirada hacia el pelirrojo sin cambiar su expresión.

"No te preocupes, Mingi-ah, no me iba a ir hasta que viniesen a buscar a Jongho", le tranquilizó, o al menos lo intentó, porque Mingi se sentía sintiendo tan mal como antes.

El pelirrojo asintió sin saber que más decir, y antes de quedarse embobado con lo majestuoso que era el de anchos hombros y volver incómoda la situación, bajó su mirada hasta su hermanito, y volvió a acariciarle el cabello.

"Es hora de irnos, bestia, despídete de Yunho hyung"

El niño se separó suavemente de Mingi, antes de correr hacia Yunho y lanzarse a sus brazos, los cuales Yunho tenía completamente extendidos para recibirle.

"Adiós, Yunho hyung", murmuró Jongho, sin dejar ese pequeño puchero con los labios.

"Adiós, pequeño, te veré mañana, ¿si?", el niño asintió, y Mingi tomó la lonchera del suelo antes de extender su mano libre y esperar a que Jongho se la tomara.

Se despidió de Yunho con una sonrisa que intentó ser cautivadora y un agitón de manos. Se sentía ahogado y necesitaba salir al infernal frio antes de cometer una estupidez, y sintiendo la manito de Jongho agarrarle tres dedos con fuerza, empujó la puerta de salida y salió después del niño.

Caminó agarrando con fuerza la mano de Jongho hacia el auto para ir a casa, donde su madre estaba esperando la llegada de su hijo menor. Ayudó a Jongho a subirse a su sillita en los asientos traseros, notando la carita adormilada que traía y como los ojos de Jongho se cerraban lentamente al pestañear.

"Así que... ¿Yunho hyung te dio un dulce?", preguntó.

¿Realmente preguntó eso? Mingi no lo podía creer, ¿qué rayos le pasaba hoy?

El niño le miró entre los ojitos entrecerrados, antes de asentir suavemente mientras apretaba la correa de su lonchera.

"Si... me dió un cocholate por llegar antes que Yeosangie tonto", bostezó luego de hablar.

"Es chocolate, bestia", corrigió Mingi, ajustando el cinturón de seguridad por encima de la pancita de su hermano.

Cuando se aseguró que Jongho estaba bien sujetado, le tocó la nariz con la punta de su dedo, y el castañito soltó una risita antes de volver a mirarle entre sus rizadas pestañas.

"Yunho hyung tambien dijo que eras muy lindo, Mingi hyung", rió, pasándose un puñito por su ojo derecho, "Pero Mingi hyung no es lindo", volvió a reir.

Mingi miró a Jongho con los ojos abiertos como plato.

"¿De verdad dijo eso?"

"Sipi", Jongho volvió a bostezar, recostando su cabecita en el respaldo de su silla.

Mingi pestañeó un par de veces, antes de cerrar la puerta y caminar hasta la parte trasera del auto. Se apoyó en el maletero mirando hacia el suelo.

Yunho le había dicho a su hermano que él era lindo.

Mingi gritó.

Soltó un grito hacia la nada completamente inesperado hasta para él en plena avenida. La gente que pasaba por la vereda a su costado le miró como si estuviese loco, pero Mingi sentía una pequeña euforia que si o si debía sacar de alguna forma, y su cabeza al parecer había dejado de funcionar, haciéndole soltar un grito en la calle sin contexto alguno.

Mingi sabía que era guapo, él mismo se esmeraba en serlo porque le gustaba sentirse así. Pero de alguna manera, que Yunho se lo haya comentado a su hermano había resultado tan inesperado y extraño, Mingi podía decir que hasta bonito.

El pelirrojo les sonrió avergonzadamente a la gente que le miró extrañada, y luego se pasó bruscamente ambas manos por el rostro y cabello. Se separó del auto, y caminando rápidamente hacia la puerta del piloto, se metió al auto y lo puso en marcha, relamiendose los labios y con ese Yunho hyung dijo que eras muy lindo rondando por su cabeza como una montaña rusa.

hwalight | 200209

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro