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세 번째 신음~ 🔞 NamSeok


🔞

Contenido +18
(Omegaverse, rough sex)

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🔞 Tercer gemido~
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Su trabajo lo estaba estresando totalmente.

Con tan solo veintitrés y con su carrera recién terminada, Namjoon tuvo que tomar la presidencia de la empresa familiar.

Su adorada madre omega cayó demasiado enferma y su padre obviamente quería estar en todo momento a su lado, entendía eso pues había un lazo de por medio, además le alegraba la confianza que le dio su padre con él siendo prácticamente un novato, pero manejar la compañía más grande de exportación tecnológica en todo Corea del Sur lo estaba acabando mentalmente.

Un mes bastó para desear entrar en la sala de hospital donde estaban sus progenitores y rogarle a su padre que despidiera a esa bola de ancianos que menospreciaban su trabajo y se quejaban cada cinco segundos, porque si, ese era el problema.

Él sabía de sus capacidades y su inteligencia, en solo tres días entendía casi en su totalidad el manejo de toda la empresa, pero al parecer haberse graduado con honores y como el primero en calificaciones de la más prestigiosa universidad de Seúl no le bastaba a la junta administrativa para considerarlo "calificado".

Pudo reclutar a su lado a sus dos mejores amigos, Seokjin y Yoongi, que por ser mayores ya tenían dos años trabajando en la misma empresa pero con puestos más bajos, otra vez gracias a que también los calificaban de "inexpertos".

Con ayuda del alfa y el beta su última semana pasó con más calma, pero esta se esfumó precisamente ese día en el cual tuvo que rendir la junta de progresos de cada mes.

Pensó que porque los ingresos no habían decaído desde su mando y el funcionamiento del complejo seguía siendo el mismo de siempre los problemas no se presentarían, pero los reclamos por su "conformidad" casi logran que se lance contra el anciano alfa que quería creerse dueño con insinuaciones como "Si tu padre me hubiera dejado al frente.." y "Yo haría..."

— Tranquilizate Nam, sabes que lo hace para molestarte, no dejes que gane.

— Lo se Yoongi-hyung, pero ya tengo un mes aguantando sus quejas, burlas y demás, si no fuera amigo de mi padre ya le estaría arrancando la garganta.

— Y sabes que normalmente me ofrecería a ayudarte a esconder el cadáver, pero en este caso Jin-hyung y yo tenemos que ser tu voz de la razón para ayudar a tu padre, que sabes que queremos como a un tío.

— Mas bien, tu hyung, porque desde que salimos de la junta Jin-hyung se la ha pasado hablando por teléfono — dijo con un notable tono de molestia.

— Eso es porque su nueva conquista de una semana lo tiene a sus pies.

Una sonrisa ladina estaba presente en el rostro del peliblanco e inmediatamente él mostró una igual.

— Así que hyung encontró por fin a quien lo controle.

— Al parecer. Hace una semana fue a un antro como cada viernes y dice que encontró "al más lindo de los omegas", en serio esas fueron sus palabras.

— Agh qué cursi.

Sus carcajadas fueron interrumpidas por el alfa pelinegro que se acercaba a ellos con pasos tranquilos y una sonrisa en el rostro.

— De qué se ríen ustedes dos, creí que estarías super enojado por la junta Nam.

— Claro que estaba enojado, pero escuche que cierto alfa encontró "al más lindo de los omegas" — lo último lo dijo con una voz más aguda y, según él, una mueca de enamorado.

Los ojos del mayor rodaron en una mueca de fastidio, pero solo tomó asiento frente al escritorio sin negarlo.

— Por ser tan malditamente fastidiosos ahora tendré que conseguir a otros dos amigos para invitar.

— ¿A qué te refieres hyung?

— Bueno mi estimado presidente, el omega que conocí me dijo que el antro al que fui la semana pasada hará un evento privado con los más exclusivos invitados omegas. Dijo que él era quien lo está organizando y hasta el momento solo ha invitado a un alfa aparte de mi, eso quiere decir que puedes estar rodeado de omegas llenos de alcohol que les encantaría ayudarte con tu estrés acumulado.

— Eso suena como la mejor de las ideas.

Y hablaba en serio, probablemente sus bolas estaban a punto de ponerse azules por no tener acción en un mes, cuando antes todos los fines de semana gozaba de un o una omega o beta que le ayudaba a saciar su placer.

— Pero tú no te podrás divertir hyung, tendrás a ese chico pegado a ti probablemente no dejará que se acerque otro omega.

— Lo sé Nam, pero no me hará falta otro más, créeme ese niño si sabe moverse, me dijo que es bailarín así que es posible que sus amigos también lo sean. Yo solo les digo que los bailarines saben mover muy bien sus caderas.

— Eso suena tan bien, pero ir contigo siempre trae problemas, me pregunto qué es lo que pasará esta vez.

— No seas desconfiado Yoongi, prácticamente les vengo a ofrecer una fiesta donde conseguir a uno o varios omegas para descargarse sexualmente y ustedes ponen excusas, la verdad no se que hice para merecer estos amigos.

Los tres se encontraban riendo y esperando que el tiempo avanzara para poder estar en el grandioso lugar que el pelinegro les había descrito.

Esperaba esta vez conseguir un solo omega que le dure toda la noche, normalmente solo tenía alrededor de unas horas de diversión antes de que el omega con quien se encontraba cayera totalmente rendido.

En cuanto se encontraban en la puerta uno de los guardias llamó al organizador, quien salió con una enorme sonrisa.

La conquista de Jin era un omega realmente lindo, tenia unos muslos gruesos que estiraban la tela del pantalón negro, pero una cintura tan estrecha que apostaba a que la terminaría de cubrir por completo con sus dos manos, tenia piel blanca y unos ojos enormes que lo hacían lucir tierno, pero que contrastaban con su cuerpo y ese cabello con degradaciones rojas que parecían pertenecer a un rebelde.

— Jin-hyung, estaba esperándolos para llevarlos al mejor lugar, desde ahí tendrán la mejor vista de la pista.

Tomando la mano del mayor empezó a guiarlos por la entrada.

En cuanto entraron las luces fosforescentes y el ruido los golpeó, el ambiente estaba cargado de olor a alcohol y los deliciosos olores combinados de los omegas que se encontraban ahí, que parecían más intensos por encontrarse sudando.

Pasaron entre la multitud y él quedó encantado por la manera en que todos se frotaban contra él al sentir su aroma de alfa, ya veía venir una divertida noche.

El área en donde se detuvieron estaba en un nivel más alto a la pista de baile pero sin llegar a ser el segundo piso, tenía un largo sillón en forma de medialuna totalmente blanco y, como dijo el omega, tenían una vista perfecta de la pista de baile.

Otro encanto del lugar era el aislamiento acústico, seguían escuchando la potente música pero no llegaba a ellos como si se encontraran en la pista por lo que podían intercambiar palabras sin necesidad de desgarrar sus gargantas.

— Traeré a mis mejores amigos para presentartelos Jin-hyung.

— Claro lindo, ve.

El omega salió corriendo para dirigirse al mar de gente que no paraba de bailar, tomaron un lugar en el amplio sillón y en unos segundos un beta se estaba acercando a ellos para ofrecerles algo de tomar.

Durante su espera, sus ojos se posaron en el chico de cabello rojo que bailaba en medio del lugar, realmente sobresalía.

Combinando con su pelirroja cabellera, una camisa del mismo color se ceñía de manera espectacular a su delgada figura y sus piernas y caderas eran envueltas por un pantalón negro que las resaltaba increíblemente.

Se encontraba bailando con un castaño al cual ni atención le puso, porque el movimiento de caderas, el sudor empapando algunas de las hebras de cabello haciéndolas ver de un color más intenso y el cómo este mismo líquido se deslizaba por sus sienes hasta su cuello lo tenía hipnotizado.

Lucía tan sexy bailando y siendo libre que su miembro dio un tirón encantado con la imagen y su lobo rasguñaba en su interior pidiendo que fuera hasta ese lugar y se lo llevara para hacerlo suyo hasta que quedara desmayado en sus brazos.

Noto como el omega de Jin se acercaba precisamente a ese hermoso pelirrojo y al castaño con el que bailaba y un segundo después los tres voltearon en su dirección.

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando su mirada se cruzó con esos ojos oscuros que a pesar de la distancia parecían llenos de pasión.

Definitivamente sería un placer tenerlo debajo de él.

Sus bebidas fueron dejadas pocos segundos antes de que las tres cabelleras se acercaran por los escalones que daban a acceso a esa zona.

— Ellos son mis amigos Jimin y Hoseok y no me presente antes, yo soy Jungkook. - El omega se ubicó a un lado de Jin y volteo a ver a sus amigos. - Chicos él es Jin-hyung y ellos son sus amigos...

— Yoongi y Namjoon.

El mayor los presentó al tiempo que los señalaba pero él se encontraba con la mirada fija en pelirrojo cuyo nombre ahora sabía, Hoseok.

Saludo con un asentimiento de cabeza y una sonrisa que fue correspondida por una con forma de corazón que le gusto demasiado.

Ambos se ubicaron entre Yoongi y él quedando el castañito a un lado de su amigo peliblanco y el por fin tendría cerca el increíble cuerpo que casi lo hace babear.

Pero el sentir el aroma de cerca lo hizo que su alma huyera de su cuerpo.

Era un alfa.

No tenia duda de ello, el potente olor a café negro inundo sus fosas nasales. El problema es que el olor no le desagradaba en lo absoluto y su atención seguía en esa espectacular figura, recordando el movimiento de caderas que hacía segundos antes en la pista de baile.

La velada siguió, varios omegas subieron y les repatrian caricias buscando que ambos alfas les dieran su atención, pero ambos estaban tan inmersos en su plática que no lo podían notar.

Evidentemente el coqueteo que ambos llevaban a cabo empezaba a subir de tono pero aunque eran conscientes de sus lobos gruñéndose no podían parar.

Jin había desaparecido con su omega minutos después de hacer las presentaciones y Yoongi se encontraba moviéndose en la pista de baile con el culo del omega castaño restregándose contra su entrepierna, solo quedaban ellos dos sentados y rodeados de omegas que no se daban por vencidos queriendo conseguir una buena noche o más bien una buena follada.

Después de varias insistencias por parte de una un par de bonitos omegas, los alfas se encontraban siendo arrastrados a la pista de baile y unos segundos más tarde eran frotados por varios cuerpos que buscaban despertar sus instintos.

El balanceo de varias caderas contra su miembro ciertamente había causado efecto, aunque no el suficiente como para querer llevarse a uno de esos omegas y follarlo, pero cuando en un par de confusiones sus manos tomaron la cintura de Hoseok y su pecho quedó pegado a la firme espalda una erección más marcada ya se encontraba frotándose contra el definido pero suave culo que poseía el pelirrojo.

Pensó que tal vez se alejaría, pero al igual que toda la noche el coqueteo tomó lugar nuevamente, las caderas contrarias empezaron a moverse de manera espectacular sobre su entrepierna y el sudor con fuerte aroma a café le estaba volando la cabeza.

Sin poder detenerse o razonar lo que estaba haciendo pasó su lengua por la nuca del más bajo escuchando claramente el gruñido que este daba, estaba casi seguro de que se podría arrepentir de aquello, pero eso no detuvo su siguiente pregunta.

— ¿Quieres ir a un lugar más privado?

Durante el trayecto en el elevador de ese hotel tuvieron que dejar las manos lejos del otro cuerpo, pero apenas cruzaron la puerta de la habitación sus bocas volvieron a unirse en un beso que buscaba dominar al otro.

Las lenguas se enredaban, hacían círculos y exploraban las cavidades bucales mientras intercambiaban una y otra vez gruñidos.

Su anatomía era presionada por la del más bajo que intentaba someterlo pero esta posición cambió inmediatamente y siguió siendo intercambiada hasta que logró aventar al pelirrojo a la gran cama.

Cuando se vieron libres de las manos del otro comenzaron a sacar sus propias ropas hasta quedar completamente desnudos, no iban a jugar a hacerse los tímidos ambos sabían a él porque se encontraban en ese lugar.

Al contrario que el que tenía músculos demasiado notorios, el pelirrojo tenía un cuerpo delgado con músculos marcados leve y maravillosamente en el abdomen, brazos y piernas, era tan diferente al cuerpo suave de un omega pero lo tenía salivando de la peor manera, como nunca antes.

Completamente desnudos y mostrando ambas erecciones alzadas orgullosamente, subió una rodilla a la suave superficie de la cama y jalo el cuerpo más delgado hasta que sus calientes pieles hicieron contacto.

La adrenalina que estaba experimentando su cuerpo al escuchar la pelea de sus lobos lo tenía simplemente extasiado, sabía que tener ese cuerpo debajo suyo gimiendo iba a ser un completo reto y eso le estaba fascinando.

En un intento de dominio Hoseok lo tumbo hasta que su espalda tocó el colchón y tomó sus hombros para mantenerlo en esa posición mientras su trasero se apoyaba encima de sus muslos.

— Se notan tus ganas de entrar en mi, pero tu seras el pasivo esta noche Namjoonie.

— ¿En serio hyung?

Sus manos tomaron las musculosas mejillas que estaban sobre sus piernas y en un rápido movimiento las subió hasta que su erección quedó en medio de ellas siendo presionada levemente por la carne y deleitándose con la protesta y el gemido que salieron al mismo tiempo.

Uso la fuerza que había reprimido hasta ese entonces y se levanto con el cuerpo mas pequeño para dejarlo nuevamente debajo, pero no conforme con ello se alejo un poco para darle la media vuelta y enseguida meterse entre sus piernas tonificadas.

— Dios tu cuerpo es tan firme hyung, me esta volviendo loco.

Dejó caer todo su peso para mantener un poco de control sobre el mayor y acercó su nariz a la curva del cuello.

Hoseok empezó a removerse violentamente con su lobo negándose a tener a otro alfa tan cerca de su cuello, pero lamentablemente para el pelirrojo eso solo lo excito mas, dejó expuestos sus colmillos y rasguño levemente la piel blanda para observar cómo aumentaba el nerviosismo y la parte agresiva del contrario.

— Lo siento hyung, no tengo dudas de que eres un alfa que puede satisfacer a un omega con la manera tan magnífica de moverte, pero hoy utilizaras esas hermosas y duras caderas para bailar encima de mi con mi pene enterrado hasta el fondo.

Quería meterse de una vez pero él no se lubricaba como un omega y aunque iba a ser agresivo no planeaba hacerlo sufrir.

Con esfuerzo jalo sus brazos hasta cruzarlos en su espalda y los presionó fuertemente al tiempo que empezaba a lamer dos de sus dedos hasta que la saliva comenzó a escurrirse por su palma y dorso.

Lo ideal hubiera sido gozar de ver cómo ese trabajo era realizado por la caliente boca contraria, pero con lo enojado que estaba el lobo de Hoseok era probable que lo mordiera y a él le gustaban sus dedos tal y como estaban.

Se sentó sobre sus tobillos sin soltar los antebrazos para empezar a recorrer desde el escroto hasta su fruncida entrada presionando levemente el perineo y dejando un poco de la saliva que empapaba su dedo índice.

Delineo el círculo de músculos y adentro el primer dígito sintiendo como era totalmente apretado por las paredes anales.

Sabía que la tarea de abrir y relajar su entrada sería difícil si no tenía ningún lubricante, pero estaba dispuesto a dejar que su pene estuviera en ese estado erecto el tiempo que durará la dilatación porque la resistencia y la pelea que daba el mayor era suficiente para mantener despierto a su miembro.

Durante unos minutos se dedicó a penetrar con su único dedo dentro sin obtener mucho cambio de la apretada entrada, salió por completo y dejó que esta vez su índice y dedo medio entrarán juntos.

Ahora sí obtuvo una respuesta de dolor pero no dejo de mover ambos dedos como si se tratase de unas tijeras. Cuando el tercer dedo entró su meta había cambiado a encontrar esa bolita de nervios que lo harían relajarse un poco más.

No tardó mucho en encontrarla y de inmediato se dedicó a frotarla insistentemente fascinado cuando la respuesta del alfa debajo suyo fue mover sus caderas con la intención de conseguir que sus dedos se adentraran aún más.

Los gemidos roncos y desesperados empezaron a llenar la habitación y él podría jurar que no había escuchado algo tan magnífico como aquello.

Sus tres dedos ahora entraban con increíble facilidad y la entrada comenzaba a verse un poco hinchada y roja, deliciosamente preparada para recibirlo. Saco de golpe los tres escuchando una pequeña queja y notando como el ano empezaba a contraerse.

Dejó caer un hilo de saliva hacia su erección y con su mano la esparció de arriba hacia abajo dejando que se combinara con su presemen para dejarla totalmente lubricada.

— Te verás increíble con mi pene dentro, hyung.

Solo un fuerte gruñido fue su respuesta y con una ladina sonrisa comenzó a presionar su glande contra la entrada del pelirrojo.

Los omegas y betas con los que estuvo en el pasado se dilataban lo suficiente para dejar que su miembro se moviera con facilidad, pero las paredes anales de Hoseok se ceñían a él con demasiada fuerza y sin querer ceder ante su tamaño y eso solo lo terminó de enloquecer, era lo mejor había sentido en su corta vida.

— A-ah... d-duele... sal maldita sea.

— Shh.. tranquilo hyung en unos minutos me estarás suplicando por más.

Con su mano izquierda se encargó de seguir manteniendo ambos brazos cruzados tras esa bien formada espalda baja y con la otra empezó a acariciar el miembro ajeno durante unos minutos hasta que logró relajarlo lo suficiente como para poder moverse.

Por fin soltó su agarre sobre contrario para encargarse de tomar esas caderas que lo volvieron loco en el instante que las vio menear y empezó con profundas penetraciones saliendo hasta que solo su grande quedaba dentro y entrando de golpe hasta donde iniciaba la protuberancia de su nudo.

Mientras los minutos pasaban y su ritmo subía un poco los gemidos de Hoseok aumentaban al igual que los sonidos de su pelvis chocando con esos deliciosos muslos.

—Mmmm... ah~... Namjoon..

— Dime hyung, que es lo que quieres.

— Más... más..

— Más que, hyung.

El mayor gruño desesperado e intentando mover más velozmente sus caderas, pero él se detuvo bruscamente y detuvo firmemente esas jugosas mejillas.

— Mmgh.. muévete.. muévete más rápido... maldita sea... mgh~

— Tienes que pedirlo de manera más amable hyung.

— Mmm... por favor, por favor más rápido... por favor.

— Por supuesto hyung.

Colocó las manos en esa estrecha cintura y lo jalo fuertemente para empezar con embestidas rudas y veloces.

Tomó varios mechones de cabello pelirrojo entre su mano y enterró la cara entre las almohadas, para dejarlo totalmente inclinado y con su culo elevado y expuesto para su placer.

Con su mano restante se apoyó en el colchón y eso causo que la punta de su pene golpeara en el punto justo que hizo gritar a Hosoek.

— A-ahh.. ahí... dame ahí.. Namjoonie~

Ese gemido actuó como un detonador en su mente y obligó a su pelvis a moverse a un ritmo salvaje dando constantemente en esa hinchada glándula que provocaba deliciosos espasmos en las paredes que envolvían su miembro completamente listo para dejar su semilla.

Cuando sintió los calambres en su vientre bajo tomo el pene grueso del mayor y lo masturbo al ritmo de sus embestidas desde donde se encontraba la hinchazón de su nudo hasta la punta de su glande.

Amaria insertar totalmente su pene, pero el maltratado ano no soportaría la expansión de su nudo.

O eso pensaba él.

— Dentro Joonie~.. anudame-ah..

No podía rechazar esa petición menos cuando el interior de su hyung se empezó a contraer más constantemente después de que alcanzó el orgasmo.

Apoyó ambas manos en la blanda superficie del colchón y con fuerza adentro su pene una y otra vez hasta que los primeros hilos de semen comenzaron a salir, adentro su miembro hasta que la protuberancia de su nudo traspaso y disfruto de cómo se hinchaba dentro del otro alfa.

Dejó caer un poco de su peso hasta que quedaron acostados de lado, buscando aliviar un poco de la presión del nudo porque sabía que su hyung debería de estarse forzando para soportarlo.

Con sus dedos rodeo el nudo del pene de Hoseok y presionó para darle un poco de alivio a ese mayor con el que tuvo una de las mejores folladas.

Las respiraciones de ambos subían y bajaban arritmicamente totalmente exhaustos pero algo en su interior se encontraba totalmente en paz.

— Wow eso fue intenso, si que sabes moverte Joonie.

— Y tu hyung, tienes un culo delicioso.

Ambos rieron completamente relajados y aunque sus lobos seguían algo renuentes, comenzaban a sentirse menos agresivos con el otro.

Sin embargo seguían esos bajitos gruñidos por parte del pelirrojo cada vez que se acercaba a olfatear su cuello, pero no podía evitar hacerlo ahora que su olor a café se mezclaba con su olor a pino, era una combinación algo fuerte y amarga pero le encantaba.

— Hyung espero que te quede mucha fuerza, porque aun me debes un baile encima de mi pene.

— Claro que si Joonie~

No dejaría que nadie lo volviera a llamar así, ese apodo iba a pertenecer exclusivamente a ese alfa pelirrojo que lo gemía de manera exquisita.

Capítulo publicado el día:
16 de Septiembre del 2020

Editado el día:
5 de Noviembre del 2020

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