네 번째 신음~ 🔞 NamMin
🔞
Contenido +18
(Spanking, Aftercare)
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🔞 Cuarto gemido~
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— Nam, la junta de mañana se adelantó una hora, asegúrate de tener todo listo.
Su pelinegro amigo y compañero de trabajo se asomaba por la puerta de su oficina dejando el resto de su cuerpo fuera de su visión.
— Claro Yoongi-hyung, Ya solo terminare unas gráficas.
— Que supongo que terminarás mañana mismo.
Las palabras del mayor salieron mientras miraba el caro reloj que portaba en su muñeca izquierda.
— ¿Por qué?
La mirada del contrario lo observó y una sonrisa burlona curvo sus labios. — Porque es hora de que te conviertas en chófer y vayas por tu noviecito a la academia de baile.
Lejos de molestarlo el comentario de su amigo, lo único que hizo fue alertarlo. Observó la hora en la esquina inferior de su computadora y maldijo en voz baja, ya iba tarde para pasar por su novio.
— Mierda. Hyung me tengo que ir, nos vemos mañana.
Se despidió mientras tomaba su celular y el maletín donde terminó de meter unos papeles, todo de manera apresurada y poco cuidadosa.
El pálido pelinegro lo veía mientras negaba viendo como su amigo pasaba de ser el inteligente y respetado empresario que era para ser el novio torpe que estaba asustado porque iba tarde para recoger a su novio.
— Viendo la diferencia de altura entre tu y Jimin, es gracioso ver cómo es que te da miedo que pueda hacerte algo por no llegar a tiempo.
Antes de que pudiera responder la puerta fue cerrada y la presciencia de su mayor ya no estaba en su oficina.
El estar apresurado no era porque su novio le exigiera ir por él a tiempo. De hecho su pequeño rubio siempre insistía en que no era necesario que fuera cuando salía de la academia, pero él quería hacerlo.
Aunque a otros les pudiera parecer algo tedioso el tener que salir puntualmente cuando su trabajo terminaba para conducir durante casi treinta minutos en medio de todo el tráfico y llegar a esperar a su novio durante una hora hasta que terminaban sus ensayos, para él era un nuevo hábito al que se adapto gustosamente.
Y el porque de ello era su magnífico novio.
Durante una hora podía apreciar a unos cuantos pasos de distancia él como su novio ensayaba su baile.
Ver los fluidos movimientos que llevaba a cabo, los elegantes gestos con expresivas miradas, sus despeinados cabellos rubios agitándose y algunos pegándose a su frente por el sudor que se deslizaba lentamente en forma de gotas por todo el esfuerzo al que se estaba sometiendo su cuerpo, todas y cada una de esas cosas lo mantenían mirando totalmente cautivado a cada segundo.
Abrió la puerta que lo dejaría ingresar al salón donde siempre ensayaba Jimin y finalmente podía tener frente a él la vista por la que espero pacientemente toda una jornada laboral.
Su hermoso novio siempre lucía bien, pero en esos momentos donde se movía con total libertad y donde se encontraba desordenado y exhausto era demasiado perfecto.
La melodía llenaba la habitación rectangular, pero parecía que esta se amoldaba al deslizamiento que realizaba el rubio y no al revés.
Rápidamente, y en lo que al él le parecieron un par de minutos, el final de la canción volvía a sonar una vez más y la hora que que tenia que esperar termino, ahora su Jimin se encontraba con una toalla pequeña en la mano y su cabeza estaba inclinada hacia atrás mientras el agua pasaba a través de su garganta con diminutos movimientos en su no muy notoria manzana de Adán.
Cuando terminó de hidratarse su mirada se dirigió de inmediato a donde él se encontraba y el veloces pasos cruzó el cuarto para abrazarse a su torso.
— Hola Namjoonie~
— Hola amor.
Posó sus labios en los esponjosos labios de su novio en un suave roce, ya que sus compañeros estaban presentes y aunque amaba la idea de un Jimin todo sonrojado y avergonzado él no sería imprudente, al menos no hoy.
— Hola Jungkookie, hola Hobi.
El castaño y el pelirrosa ya lo miraban con una sonrisa amable cuando él los saludó y se acercaron un poco más lento que su bajito novio para darles tiempo de saludarse.
— ¿Qué te parece la nueva coreografía Namjoon-hyung?
— Esta increíble.
— ¿Y que te parece la sincronizacion de los tres Namjoon?
— Emm... esta b-bien. — Se sentía culpable de responder pues sinceramente él en ningún momento retiró la vista de su Jimin.
— Lo siento Nam, te quería molestar un poco, se que tu solo miras a Minie, cuando él baila literalmente no tienes ojos para nadie más. — La risa del castaño salió por un instante antes de ser interrumpido por su rubio novio.
— El todo el tiempo solo tiene ojos para mi, porque me ama mucho, ¿verdad?
Las adorables mejillas se abultaron totalmente en un puchero tierno que él no dudó en besar.
— Por supuesto amor.
La sonrisa tierna de adorno el pequeño rostro de su novio causando que sus ojitos se cerraran casi por completo, esos momentos lo hacían estar eternamente agradecido con su hermana menor por presentarle a su bonito ángel.
— Namjoonie solo acomodo mi maleta y nos vamos, espera un minuto.
Solo asintió en un gesto de cabeza, evitando decir algo demasiado cursi frente a sus amigos, como esas palabras que picaban en la punta de su lengua en estos momentos.
"Por ti esperaría toda la vida"
Si, tal vez era mejor cerrar la boca de una vez antes de terminar con él siendo el avergonzado.
Su laptop descansaba en sus muslos mientras sus manos se movían velozmente por el teclado tratando de terminar lo antes posible la mitad del trabajo que le faltaba, la otra mitad la podía realizar sin problemas al día siguiente en la oficina, de todas maneras necesitaba los datos que su gruñón amigo pudiera reunir durante esa noche.
Por segunda vez en ese día vio la hora que se marcaba en la pantalla y se molesto por dejar a su novio tanto tiempo solo.
Cuando llegaron su bonito ángel había dicho que se metería a bañar, siempre cargaba un cambio de ropa y su pijama en su maleta deportiva, pues normalmente se quedaba a dormir en su departamento, cuando su novio salió del cuarto de baño él ya se encontraba con su trabajo.
Su Jimin se adelantó a subir a la habitación donde se supone verían una película, pero de eso ya habían pasado dos horas.
No sabe porque el menor aún no había bajado molesto por su tardanza pero no esperaría a ello.
Se levantó llevando el saco que aventó al respaldo del sofá y caminó rápidamente aprovechando el largo de sus piernas, en segundos ya estaba frente a la puerta de la habitación que estaba entreabierta.
La imagen que lo recibió lo dejó unos segundos embobado, su Jimin descansaba recostado sobre la cama con su antebrazo cubriendo sus ojos, la camisa se alzaba revelando un poco de su abdomen plano y su pequeña cintura y uno de sus gruesos muslos apretados en la mezclilla negra del pantalón, de alzaba levemente.
Era evidente que se encontraba dormido, pues su pecho subía y bajaba acompasadamente, pero parecía que su cuerpo había sido acomodado de esa manera apropósito para robarle el aliento.
Camino despacio quitando el reloj de su muñeca, el cinturón y después desabrochando dos botones de su camisa.
Se acomodo a un lado del cuerpo de su novio, cuidadosamente retiró el brazo de su cara y empezó a repartir besos por la frente, las mejillas, la nariz y sus carnosos labios hasta que el rubio comenzó a removerse despertando de su letargo.
Una sonrisa tierna se asomó en el menor cuando se dio cuenta de lo que pasaba abriendo un poco uno de sus ojitos.
— Perdóname amor, me entretuve y te deje aquí aburriendote por dos horas, lo siento.
Las regordetas manitas lo tomaron de sus mejillas y un beso fue depositado en sus labios.
— Amor tú me esperas cinco días a la semana durante una hora hasta que acaban mis ensayos, no me importa esperar un poco para que mi inteligente novio termine un poco de su trabajo.
— Pero es diferente Minie, tú estabas aquí aburrido, mientras que yo disfruto enormemente de ver como mi sensual novio baila.
— No estaba aburrido, decidí dormir porque no quería bajar a distraerte y mis pensamientos estaban tomando un rumbo.. emm ¿interesante?
Su mente no quería malpensar, pero la mirada pervertida de Jimin y esa lengua dejando un rastro de humedad en esos rosados labios lo hicieron sentir un tirón en su entrepierna.
No tenía ni idea de cuando había sido la última vez que tuvo a su novio debajo gimiendo fuertemente, probablemente había sido hace un mes o una semana, pero sentía la necesidad de escucharlos con urgencia.
— Y qué pensamientos cruzaban por esa loca cabecita, cuéntame amor.
Estaba seguro de que su voz sonaba más ronca pero poco le importó que su novio escuchara cuanto lo excitaba.
Su hombro fue empujado hasta que su espalda estaba apoyada sobre el colchón e inmediatamente su rubio Jimin se colocó a horcajadas sobre su semi-erección y se inclinó hasta que los carnosos labios estaban cerca de su oreja.
— Me acorde de como me besas, de cómo tu lengua se siente sobre mis pezones y de cómo tus manos agarran y aprietan mis nalgas.
— Esos recuerdos suenan demasiado bien. Podemos repetirlos otra vez, ¿eso quieres Minie?
Subió sus manos hasta la estrecha cintura y la empujo hacia abajo causando que ambas entrepiernas se rozaran placenteramente.
— Mmm.. Joonie~
Su mano tomó los cabellos rubios que se encontraban cerca de la nuca para poder guiarlo hasta que los dos pares de labios se encontraron y comenzaron con un beso hambriento, las lenguas no tardaron en hacer aparición y gustosas exploraban y se entrelazaban para deleitarse con el sabor de la contraria.
Su mano restante aprovechaba la posición de su pequeño novio para amasar uno de sus esponjosos glúteos, sintiendo como la carne se hundía entre sus dedos y regresaba a su forma cuando dejaba de ejercer presión.
Su beso se detuvo cuando Jimin se irguió un poco para sacar fuera de su cuerpo la playera y para comenzar a soltar los botones de la camisa que él portaba.
Empujándose con la ayuda de uno de sus brazos se levantó hasta que pudo atrapar en su boca uno de esos botoncitos rosados que lo llamaron en cuanto la tela fue quitada del torso de su novio quien todavía batallaba tratando de deslizar fuera las prendas faltantes.
Poco a poco la sensible carne que estaba siendo maltratada entre sus dientes se endureció totalmente y pasó al siguiente para hacer el mismo trabajo.
— A-ah.. Joonie~ — Las manitas del rubio tomaron fuertemente su cabello. — Amor~
Esos sollozos bajitos le encantaban pero su objetivo era llenarlo de placer hasta escucharlo gritar los potentes gemidos que desgarraban su garganta.
Tumbo a su precioso ángel en medio de la gran cama y se encargó de quitar el pantalón y la ropa interior de un jalón. Su propio pantalón de vestir se encontraba desabotonado y con la cremallera abajo gracias a las manos de Jimin, en su bóxer negro se podía notar la silueta de su muy apretada y dolorosa erección pero la siguió ignorando un poco, primero tenia que preparar a su pequeño.
Con eso en mente fue al mueble cercano a la puerta y de ahí sacó el bote de lubricante que le facilitaría la tarea.
Antes de subir a la cama, deslizó las prendas que cubrían su mitad inferior para quedar totalmente desnudo, su novio lo miraba relamiéndose los labios y con ambas manitas frotando su miembro de arriba hacia abajo.
Su delgado cuerpo se extendía completamente sobre las sabanas, la grasita se acumulaba en los lugares correctos como sus muslos y sus jugosas caderas, su piel blanca y libre de imperfecciones tan suave cuando sus dedos la tocaban.
— Dios, eres tan hermoso Minie.
— Y tu eres demasiado sexy Namjoonie~
Sonrío de lado y tomó los labios del menor con fuerza, cuando se alejó jalo levemente el inferior entre sus dientes.
— Ponte en cuatro mi amor.
Su orden fue acatada de inmediato y pronto él se encontraba detrás del magnífico cuerpo de su novio observando la fruncida entrada de un leve tono rosa y las esponjosas mejillas que conformaban su culo.
Guió uno de sus dedos bañado en lubricante y lo pasó repetidas veces sobre el anillo de músculos sin penetrarlo aún, solo admirando como su pequeño se meneaba hacia atrás buscando que entrara de una vez.
— Nam, por favor deja de jugar, te necesito.
— Cómo podría negarte algo mi ángel.
Con un último beso en el arco que estaba formando su espalda, hundió su anular hasta que sus nudillos ya no le permitieron adentrarse más.
Comenzó un suave vaivén explorando la caliente carne del interior que lo apresaba de manera deliciosa, repartió besos a lo largo de la estrecha espalda hasta que pudo llegar a ese bello cuello de cisne que tenía su novio.
En un par de minutos ya tenía dos de sus dedos haciendo tijeras en el interior de la caliente entrada que se encontraba un poco más suelta pero seguía ejerciendo presión sobre sus dos falanges.
— Mmmm... s-si Nam.. entra ya-ah...
Sin poder esperar ni un segundo mas, coloco su enrojecido glande sobre la ahora roja y chorreante abertura, con un poco de impulso y sosteniendo con firmeza la cintura ajena se adentro lentamente permitiéndose disfrutar de cómo su pene era succionado centímetro a centímetro y como el interior se expandía para acomodarlo a la perfección.
Durante unos segundos se quedó quieto esperando que el interior caliente y húmedo se terminara de acostumbrar a la invasión de su pene.
Ese tiempo lo aprovecho para delinear con sus dedos los laterales de los gruesos muslos de piel blanca para terminar nuevamente en esas dos abultadas nalgas.
Al principio solo se dedicó a pasar suaves caricias que hicieron temblar levemente el cuerpo de su ángel, pero sentía las palmas de sus manos picar por dejar un fuerte azote que dejará la piel blanca y perfecta de un tono rojo, aunque fuera algunos segundos.
Con ello en mente apretó la carne blanda pero firme a la vez y alejo su mano solo para ver como la piel se volvía del color que esperaba y la huella de sus dedos desaparecía lentamente.
— Mmm.. tus manos son tan fuertes Namjoonie~
Tal vez su novio lo regañaría por ello, pero no pudo evitar elevar su mano y dejarla caer con fuerza sobre uno de sus glúteos, viendo fascinado como la carne rebotaba y sintiendo como un espasmo provocaba que el ano de Jimin se apretara alrededor de él.
— ¡Ah!.. mggh~... da-dame ot-ra Joonie~
— No pensé que te gustara esto.
— Ni yo... pero si son tus manos se siente tan bien~ pegame mas Nam~
— Mi amor te destrozare tanto, que no podrás sentarte.
— Mgh.. si~
Empezó a moverse penetrando lenta y pausadamente al rubio mientras permitía que sus manos masajearan las las jugosas mejillas. Sin que el menor se lo esperara soltó otro fuerte azote en la mejilla que todavía no había golpeado y nuevamente sintió la presión sobre su pene, al parecer a su tierno ángel le gustaba que lo maltrataran un poco.
Siguió alternando los golpes en su ya muy rojo culo, viendo como la piel se levantaba algo hinchada, sus estocadas habían aumentado el ritmo pues su miembro recibía gustoso las contracciones que provocaban cada uno de los azotes.
Los delgados brazos de su pequeño dejaron de sostenerlo y su cara quedó hundida entre las almohadas con sus caderas elevadas y a su disposición.
Eso solo le dio mas piel para castigar y ahora no conforme solo con sus nalgas repartió los azotes en los laterales de sus muslos, dejando que su mano descansara unos segundos mas para aumentar el ardor.
Las piernas de su menor estuvieron a punto de ceder, pero logró pasar su antebrazo rodeando su cintura y manteniéndolo en su lugar.
Probablemente ya era demasiado para su tierno novio, por lo que paro con los golpes y se concentró en las embestidas y en la búsqueda de la liberación de ambos.
Aceleró el ritmo y se pego un poco a la espalda quedando en el ángulo perfecto para que sus caderas golpearan por completo la piel maltratada y al parecer también para que su glande hinchado diera constantemente contra la próstata de Jimin.
— Ahi... ahi Joonie~
— Eso es mi precioso ángel.. agh..gime fuerte para mi.
— Ah.. a-ah~ si~ mas Joonie~
La cabecera de la cama chocaba contra la pared sincronizada con los salvajes movimientos que su pelvis llevaba a cabo, los sonidos húmedos, los impactos de las caderas y los agudos gemidos de Jimin lo tenían al borde, los calambres en su vientre bajo cada vez se intensificaban más y su aguante terminó al momento en que las paredes anales se ciñeron apresándolo totalmente cuando su pequeño dejó salir su semilla durante su potente orgasmo.
Todo su semen salió expulsado de su erección llenando en su totalidad el ano del menor con unas gotas escapando y deslizándose por los gruesos muslos de su ángel.
El cansancio llegó a él después de su liberación, pero no podía dejarse caer encima de su pequeño, quien probablemente estaba mucho más agotado.
Salió con cuidado y acomodando tiernamente a su novio hasta que estaba completamente apoyado en el colchón, después de limpiarse y colocarse un bóxer limpio busco en el baño más toallas pequeñas y un poco de pomada para atender a Jimin.
Primero limpio su entrada con mucho cuidado de no presionar la carne hinchada por los azotes, dejo la otra tela totalmente húmeda con agua fría a un costado y giró lentamente el cuerpo de su novio sobre ella para que el frió calmara un poco el ardor.
Limpio la línea de semen que se formaba sobre su abdomen y unas cuantas gotas que quedaban en su barbilla, su novio se encontraba con los ojos cerrados, pero no estaba dormido, solo estaba disfrutando de los mimos.
Fue a buscar la pijama de Jimin en su maleta, pero probablemente era mejor ponerle solo la camisa de ésta para dejar que la pomada actuará sobre la piel.
Cuando logró cambiar las sabana, tarea difícil ya que su novio era prácticamente peso muerto, lo colocó nuevamente sobre su estómago y repartió gentilmente la crema que refrescaría un poco, el cuerpo se removió ligeramente debido a lo sensible de la piel, pero aun así no se arrepentía ni un poco de lo que hizo.
Una vez completada la tarea se acomodo bocarriba y jalo a su precioso ángel hasta que estuvo encima de él.
— Gracias Joonie, te hubiera ayudado más, pero me dejaste sin una gota de energía.
— ¿Te duele mucho mi amor?
— No, si me vas a dar estos cuidados después, dejaré que me azotes las veces que quieras.
— Que bueno que lo dices porque estaba dispuesto a hacerlo de nuevo aun sin tu permiso, con cada golpe me apretabas deliciosamente.
— Es que tus manos se sienten tan bien~.
— Amor, por favor no hables en ese tono tan lindo porque vas a provocarme y te prometo que no te dejaré descansar.
— No se de que me hablas Joonie~
Tal vez Yoongi lo mataría el día de mañana por llegar totalmente desvelado a la junta, pero no podía dejar de escuchar a su bonito novio gemir su nombre.
Capítulo publicado el día:
18 de Septiembre del 2020
Editado el día:
13 de Noviembre del 2020
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