
Capítulo 8: Ya no es él
Pov. Seok Jin
"Acaso está llorando" pensé.
— ¿Nam Joon? ¿que ocurre? — preguntó Tae Hyung preocupado.
— No... nada... es... solo que... me recordaba a lo que preparaba mi... — se callo a media frase.
— Nam Joon... ¿a quién te hizo recordar? — insistió Tae Hyung curioso.
Al notar que Nam Joon se mantuvo callado por varios minutos miré a Tae Hyung.
— Tae Hyung no lo obligues a decir si no quiere — opiné.
— No es eso... es solo que... me recordaba a lo que preparaba... mi ma... mamá — se limpió las lágrimas de sus ojos con sus manos.
— Nam Joon... es normal — declaró Tae Hyung.
— Lo sé... — sonrió Nam Joon ya mas calmado — Bueno sigamos desayunando.
Desayunamos conversando sobre las clases de Tae Hyung, entre otras cosas más. Al terminar, los tres nos dirigimos a mi habitación para continuar avanzando los cursos que me atrasé para estar al día con las clases mientras que Tae Hyung hacía su tarea para el día martes, no quería hacerlo solo y le resultaba difícil pero con la ayuda de Nam Joon pudo hacerla sin problemas su trabajo.
— ¡Por fin! — chilló Tae Hyung de la emoción — Acabe mi trabajo... ahora tendré tiempo para mañana.
— Tienes mucha suerte — dije mientras estaba concentrado aún en el cuaderno para luego mirarlo — Me tendrás que ayudar — sonreí.
— Oh... lo siento hyung pero el lunes por la tarde saldré con Jimin — declaró.
— Mmmm.... que malo — gruñí mientras Tae Hyung se reía a carcajadas.
Nam Joon y yo continuamos mientras que Tae Hyung miraba la televisión, continué avanzando por dos horas más para luego guardar mis cosas y descansar.
— Bueno mañana no podré pero si el lunes así que continuemos por la tarde.
— ¿Por la tarde?, creí que tus clases eran por las tardes y no por las mañanas — lo miré curioso.
— Bueno cambié mi horario interdiariamente además soy el jefe de una empresa que me encargó mi padre — comentó Nam Joon.
— Ya que mañana no tendrás tiempo... ¿por qué no salimos los tres un rato? — intervino Tae Hyung que rápidamente me negué rotundamente.
— No... ustedes vayan prefiero quedarme jugando todo el día como lo dije ayer — dije mientras revisaba unos papeles sentándome en la cama.
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— Wow... hace un tiempo que no salíamos juntos — dijo Tae Hyung entusiasmado.
Me negué rotundamente pero estoy aquí a pesar de querer estar encerrado en mi cuarto Tae Hyung me obligó y ahora estoy aquí.
"Que aburrido"
— Hyung que te parece si vamos a esa tienda — expresó Tae Hyung muy alegre.
— Bueno — dije con desgano.
— Oh hyung... anímate, es una tienda en donde ganarás muchos premios — declaró.
— Vamos... — manifesté sin ganas mientras caminábamos hacia la tienda.
Al llegar un señor de mediana edad nos atendió.
— Buenas tardes jóvenes. Bienvenidos. — nos sonrió para luego darnos indicaciones de como se debe hacer para ganar cualquier premio — Deben de derribar todas las botellas con ayuda de una pistola de dardos... ¿quién se animará hacerlo? — preguntó el señor.
— Yo lo haré — dijo Nam Joon sorprendiéndome.
— Muy bien joven, tiene 10 minutos para lograrlo.
Nam Joon pudo derribar las botellas en menos de 10 minutos ganando un premio y teniendo la oportunidad de escoger uno. Después de tanto pensar escogió un peluche entregándomelas a mi.
— Espero que te guste — dijo Nam Joon sonriendo.
— ¿Por qué me la das a mi? — cuestioné aún sorprendido.
— Porque te gusta... ¿no es así? — me sonrió y yo solo me avergoncé por su respuesta.
Me sorprendió que me lo haya dado a mi pero siendo sincero me gustó el peluche y era porque me gustaba coleccionarlos. Y además era mi favorito, un peluche de Mario Bros una colección más para mí.
Luego de ganar demasiados premios nos dirigimos a un restaurante para almorzar pidiendo el menú.
— Me gusta los peluches que he ganado — dijo Tae Hyung satisfecho — Tenemos casi 4 bolsas llenas una para mí y la otra para Tae Yang.
— Supongo que tendrán que repartir para un niño, no creo que alcancen en su habitación — comentó Nam Joon.
— ¡Si!.
— ¡No!.
Rápidamente Tae Hyung y Nam Joon me miraron al mismo tiempo.
— ¿Por qué no hyung?.
— Es-es que es muy importante para mí así que no regalaré a nadie mis peluches de Mario Bros.
— ¿Las vas a coleccionar?.
— Si, así que pobre de ti que no encuentre un peluche porque ya se cuántos tengo.
— Bien bien hyung, solo el mío se los daré — sonrió — A mi me encantan los niños.
No respondí al comentario de Tae Hyung y miré a mi alrededor, el lugar para mi gusto estaba tranquilo y eso me relajaba.
— Jimin me comentó que tiene planeado ir el fin de semana a una excursión al terminar los exámenes, sería bueno que me acompañes hyung — comentó.
— No lo sé. Yo solamente quiero descansar Tae.
— Pero hyung te hará bien te lo aseguro.
— Tae Hyung tiene razón es lo mejor para ti y así no te estresas — habló Nam Joon.
— Lo pensaré.
En ese momento nos trajeron lo que pedimos. Nam Joon pidió un Gogi gui (Barbacoa coreana), Tae Hyung pidió Bulgogi y yo pedí Sundubu jjigae (Estofado picante de tofu y almejas).
Al terminar de almorzar nos dirigimos a la casa caminando, llegando a las cuatro de la tarde.
— Llegamos temprano... Y nos divertimos, ¿a que si? — habló Tae Hyung.
— Si... seguramente sus padres ya llegarán — respondió Nam Joon.
— Bueno yo me voy a-.
Justo detrás de nosotros llegó los señores Kim y Tae Yong, saludamos a la vez que nos podíamos en posición de reverencia para luego escuchar la voz de la señora Kim.
— Hola mis queridos hijos — sorprendió la señora Kim.
“Quiero dormir ”.
Estaba por irme pero otra vez la voz de mi supuesta madre me detuvo.
— Hijo, ¿a donde vas?.
— Pues a dormir.
— Aún no puedes irte es muy temprano, quédate y aprovechemos para celebrar.
— ¿Que es lo que celebraremos mamá? — esta vez habló Tae Hyung.
— Bueno Tae Yong pudo cerrar un contrato con una empresa de prestigio y eso hará que nuestra empresa se expanda a Estados Unidos.
— Es una buena noticia. Felicidades hyung.
— Gracias Tae Hyung — respondió para luego mirarme a mi — ¿Y tú no me felicitarás?.
Por unos segundos me mantuve quieto procesando lo que me dijo.
— Felicidades Tae Yong.
— ¡A celebrar! — habló el señor Kim.
Quería descansar pero no me dejaron y nos dijeron que estábamos en el mejor momento y no era nadie para comentar nada aunque si me sorprendió que su empresa cada vez está en la cima. No pude beber nada de alcohol por mi salud a lo que ellos sabían perfectamente, aunque quería un poco pero me tenían vigilado parecía que estaba en Corea del Norte. Luego de unos minutos más, me levanté del sofá para irme a mi habitación y descansar dando un buenas noches con una reverencia a los presentes para luego dirigirme a las escaleras sin embargo Nam Joon me siguió luego de ver que él también hizo una reverencia dando las buenas noches.
Pov. Nam Joon
Seguí a Tae Yang para hablar con él un poco más, al estar en su habitación me senté a su lado en la cama.
— ¿Ya te vas? ¿Por qué me seguiste? — cuestionó incómodo.
— Tae Yang hay algo que quiero confesarte — me miró confundido.
— ¿Confesarme algo? — alzó una de sus cejas.
— Si... es sobre la verdadera razón por lo que pasó hoy esta mañana — declaré viéndolo a los ojos.
— Espera... ¿dices que no lloraste porque lo que preparé te hacía recordar a tu madre? — asentí — Entonces, ¿se podría saber cuál es la razón? — cuestionó.
— Es porque lo que preparaste se parece mucho a los que preparaba... Jin mi exnovio — confesé mirando hacia la ventana.
— Nam Joon es una broma verdad — dijo con un tono molesto.
— Te estoy diciendo la verdad.
— Nam Joon... ¿no crees que esta mal compararme con alguien y más que es tu exnovio? — declaró Tae Yang poniéndose de pie.
— No lo hago... pero tus acciones y expresiones me hacen ver de esa forma — manifesté viendo su espalda a lo que él volteo a verme.
— ¡Suficiente!... Estas bromeando verdad... si es así te pido que te detengas — bufó molesto.
— No Tae Yang no es una bro-.
— ¡¿Nam si tanto extrañas a tu ex por qué no lo buscas y dejas de compararme?! — vociferó molesto.
— Es que él-.
— ¡¡¡ VETE!!! — gritó.
— Lo siento Tae Yang... olvida lo que dije, no quiero que nuestra relación se arruine... Mañana te veo como acordamos — dije retirándome de su habitación para bajar e irme a mi casa sin antes de despedirme de la familia Kim.
Al estar afuera miré la ventana de Tae Yang encendida la luz.
— Ya no es él... ya no es el mismo — dije con la voz baja para luego subir a mi auto e irme.
Durante el recorrido mi celular sonó y contesté a través del auricular inalámbrico que tenía en mi oreja.
— ¿Si?.
— Hola hijo.
— Madre justamente iré a visitarte.
— Está bien aquí te espero.
Corté la llamada suspirando cansadamente. Después de treinte minutos llegue a la mansión donde antiguamente vivía. Me recibió una mucama que trabajaba desde que tengo memoria así que se puso a llorar al verme.
— Nam Joon hace mucho que no te veo — me abrazó.
— Nana perdón por no venir de visita. Estuve muy ocupado con la empresa de mi padre y-.
— Lo comprendo hijo, se que desde que murió tu padre has estado trabajando pero me alegra que hayas venido aquí — dejó de abrazarme para limpiarse las pocas lágrimas que recorrían su rostro — Tu madre está en la sala.
— Gracias.
Ingrese al interior de la mansión visualizando a mi madre sentada en el pequeño mueble mientras bebía té verde que tanto le gustaba.
— Hola mamá.
— ¡Hijo! — se levantó para abrazarme — Que bueno verte.
— Igualmente mamá.
Ambos nos sentamos al frente el uno al otro.
— A que se debe tu visita. Te llamé hoy solo para saber cómo estabas, no pensé que ibas a venir a visitarme — sonrió.
— Vine aquí por una razón madre — ella me miró esperando que continuara — Bueno me enteré que hiciste un contrato matrimonial con los padres de Seol In-Ah.
— Nam Joon yo lo hice para que no estuvieras solo, después de la muerte de Jin has estado pasándola mal.
— Mamá — la interrumpí — En verdad gracias por preocuparte por mí pero no es necesario. Sabes perfectamente que yo no-.
— Hijo se que eres bisexual y te acepté tal y como eres. Pero date la oportunidad de ser feliz — me puse de pie y le di la espalda — Hijo por favor. Conócela y verás que tendrán una buena química.
— Mamá sabes que no puedo. No puedo superar la muerte de Jin.
— Hijo es hora de que lo dejes ir, ¿crees que él quiere que continúes tu vida de esta manera?.
— No lo sé mamá. Por mis errores lo perdí.
— Hijo tuviste tus razones y por eso no debes culparte. Todos cometemos errores, nadie es perfecto Nam Joon.
Suspiré mientras aguantaba mis lágrimas.
— Mamá es lo último que te digo — me giré para mirarla — Yo no me casaré.
Sin más me dirigí a la salida de la casa viendo a mi nana llevando una bandeja de torta.
— ¿Nam Joon? ¿Tan rápido te irás?.
— Lo siento nana pero me iré.
— Pero Nam-.
No la deje terminar al cerrar la puerta e irme a la puerta principal y subirme a mi auto mientras lloraba. Sin darme cuenta miré al cielo viendo la luna que me recordaba a Jin.
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Por otro lado Jin estaba mirando el peluche que le dio Nam Joon con los ojos cristalizados.
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CONTINUARÁ...
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