—No quiero salir de acá — Jungkook se daba vueltas de acá para allá en la enorme cama de la castaña — me niego, estoy muy cómodo...

—Levántate, ya hueles horrible — le dijo dándole leves golpes en su hombro — además debo ir a buscar a Seung, ¿me quieres acompañar? Se pondrá feliz de verte.

—¿Llegaremos tomados de las manos y le diremos que no pudiste resistirlo más, que me amas con pasión y locura? — preguntó mientras tomaba su mentón, luciendo pensativo.

Rio por las ocurrencias del pelinegro. Siempre salía con cada cosa.

—Sueña Jeon Jungkook, sueña, que es totalmente gratis. — dijo haciendo un mohín —  Iré abajo a ordenar unas cosas y subiré en veinte minutos, si no te has bañado y vestido en ese tiempo, no te gustará verme enojada — lo apuntó con el dedo — hablo enserio.

—Uy, gruñona. Está bien, está bien. Tú ganas, me levantaré — la miró mal, para caminar hasta al baño de manera perezosa.

Yongmin resopló y negó con la cabeza.

Este hombre la volvería loca.

—¿Yongmin?

Volteó al escuchar su nombre.

—¿Si?

—Te amo.

Relajó su expresión y le sonrió tiernamente. Aún no acostumbraba a estas demostraciones.

—Te amo más — le respondió lanzandole un beso. El pelinegro sonrió dichoso, la amaba demasiado.

Yongmin bajó y comenzó a ordenar todo lo que habían dejado esparcido debido a alocada noche. Sin duda el sexo nubla la vista porque no recordaba de haber hecho tal desastre en la sala de estar.

Colocó un poco de música y comenzó a ordenar. Si estaba con el mismísimo Jeon Jungkook en su casa, debía colocar música de él, ¿no? Y no había dudas, las canciones eran buenísimas.

Había perdido la noción del tiempo ordenando, pero dejó impecable. Puso una mano en su cadera y suspiró con cansancio.

—Tienes buenos gustos musicales... — escuchó su voz, lo cual la hizo pegar un brinco.

—Idiota, me asustaste — colocó una mano en su pecho, su corazón latía desembocado a causa del susto.

—No es mi culpa que estuvieras tan concentrada en bailar, yo ya había bajado, te estaba observando.

Yongmin agachó la mirada, sintiendo como sus mejillas se tornaban rojas. Lo observó nuevamente, recién salido de la ducha, con una toalla que rodeaba su cuello. Se veía muy guapo.

—Tuviste que haber hablado, que vergüenza... — dijo haciendo un leve puchero. Jungkook río y se acercó hasta ella, tomándola de la cintura y dándole un casto beso en sus labios.

—Me gusta verte así, despreocupada, feliz. ¿Te dije que me vuelves completamente loco?

—Creo que unas diez veces.

—Que sean once, me vuelves loco. Además, lo diré cuantas veces sea necesario... Sentí que te perdería. Estar en este momento junto a ti, se volvía cada vez mas lejano — resopló — pero ya no hablemos del pasado...

La castaña asintió estando de acuerdo. El pasado debería quedar bien enterrado para comenzar a vivir el presente, el ahora.

—Opino lo mismo. Deja ducharme y vamos por Seung, ¿si? no tardo — le dio un piquito en sus labios para subir corriendo las escaleras hasta su habitación. Se detuvo y volvió a bajar, para sacarle una foto desprevenido y mandársela por mensaje.

Jungkook sonrió al ver su foto en la pantalla. Comenzó a hacer un raro baile a causa de su felicidad. Levantó los brazos y su rostro, para agradecer por todo esto. ¿A quién? No tenía idea, pero estaba tan feliz por todo.

Decidió que subiría la foto que le envió Yongmin a Twitter, sus fans se pondrían muy felices, ya que de todos él era el que menos actualizaba.

방탄 소년단 ✅ @BTS_twt

Felicidad es una palabra muy corta para lo que siento en este momento 🤗.

#gracias #teamoarmy

    ↩️                         🔁                          ❤️

No dudó ni un segundo en publicar, recibiendo comentarios de forma inmediata. Sonrió divertido.

Respondió mensajes de los chicos avisándoles que estaba bien, no dando tantos detalles, pero era obvio que ellos sospechaban del porque estaba tan feliz.

Fue un cambio abismante de estar bebiendo en un bar, deprimido para olvidarse de los problemas a estar totalmente feliz.

Tae 😋.

Así que estás muy feliz ¿no?

Por supuesto 🤭.

Soy el último en enterarme,
merezco la primicia 😡.

Para tu tranquilidad, nadie
sabía de esto, ni yo 😂 así
que deja el drama, princesa.

Lo dejaré pasar por esta vez
nos vemos aquí, don alegría 😁.

Soltó una carcajada al leer los mensajes. Taehyung siempre lograba sacarle una risa, aun estando en su estado depresivo.

—Estoy lista, ¿vamos?

Se sobresaltó llegando a botar el celular de sus manos. Estaba tan concentrado en leer los mensajes que no había escuchado los pasos bajando las escaleras.

—Me asustaste.

—Si, igual como tú lo hiciste. Anda, vamos.

Resopló para levantarse del sofá y caminar junto a ella.

—A todo esto, ¿que hace mi preciosa acá? — preguntó extrañado, no recordaba de haber traído su auto hasta acá.

—Quizás que bebiste que no recuerdas. Te traje yo, no iba a llevarte a tu casa con la cantidad de barbaridades que estabas diciendo — volteó a verlo, para añadir — ¿mi preciosa? ¿De verdad Jungkook?

—¿Celosa?

Yongmin rio, para luego negar con su cabeza.

—Deja de hablar idioteces. Ten las llaves de tu preciosa.

Le lanzó las llaves, que agarró de inmediato. Ambos subieron y fueron rumbo a casa de Hyemin.

Ambos conectaban tan bien, podían hablar de cualquier tema sin aburrirse, era lo mejor.

Llegaron a su destino. Jungkook le abrió la puerta del copiloto y le tendió la mano, para que pudiera bajar.

—Que caballero, muchas gracias — sonrió y le depositó un beso en su mejilla.

—¿En la mejilla? ¿Estás de broma?

La castaña rodó los ojos y volteó para depositar un gran beso en los labios del pelinegro. Podía darle mil besos pero las mariposas seguían revoloteando como si fuera el primero.

—¿Ahora sí?

—Ahora sí — afirmó, con una sonrisa tonta en sus labios.

Tomados de las manos entraron al edificio y subieron hasta el piso quince. Tocaron el timbre y una Hye con pronunciadas ojeras les abrió.

—Pero que veo, si es la pareja del año — se corrió dándole espacio para que entraran. Jungkook y Yongmin se miraron extrañados por el comportamiento de la rubia, se le veía muy agotada.

—¿Mala noche?

—Pésima. Misuk lloró mucho, no sabía que le pasaba. Pobre de Seung, durmió pésimo a causa del llanto de la bebé — explicó dando un suspiro cansado.

—Siempre quieres dejar mal a mi ahijada, dejándola de llorona — Yongmin la miró mal — la iré a ver, de seguro quiere estar con su madrina.

Caminó hasta la habitación, encontrándose a una Misuk durmiendo plácidamente en su cuna. Se acercó cuidadosamente, para no despertarla.

—Tú mamá dice que no la dejaste dormir, pero sé que habla de más, ¿verdad? — le tomó su pequeña mano — eres una cosita preciosa. Ya quiero que crezcas para que salgamos a pasear, te consentiré mucho — la bebé sonrió dormida — ah, me escuchas. Eres bien inteligente.

Besó su mano y la siguió observando. Cuando nació se parecía bastante a Hyemin, pero ahora ya se parece a su papá.

Pobre de Hye, nueve meses en su vientre para que termine pareciéndose a su ex.

Río por el pensamiento. Misuk es hermosa.

Sintió unos brazos alrededor de su cintura.

—¿Quieres que tengamos uno? — escuchó a Jungkook decir. Enarcó una ceja ante la pregunta, para después sonreír.

—Por el momento no, gracias — respondió dándole un beso.

—Eso quiere decir que si quieres que tengamos hijos...

—¿Por qué no? — se encogió de hombros — ¿tú no quieres?

—Quiero tres. Dos niñas y un niño.

Yongmin lo miró asombrada y un escalofrío recorrió su cuerpo.

—No soy una máquina para traer bebés, Jeon. Con uno es suficiente.

—Aburrida.

La castaña lo miró mal. Lo decía porque él no tenía que soportar nada de un embarazo. Le iba a responder y dar un inicio a un debate, pero Hye los interrumpió.

—Si la despiertan, ustedes la hacen dormir, ¿de acuerdo? — susurró apuntándoles con el dedo.

Ambos guardaron silencio y asintieron de inmediato.

—Que miedo da Hye en su faceta de mamá — le susurró Jungkook al oído de la castaña, quien rió bajo.

—Te escuché Jeon...

—Pero... ¿cómo diablos...

—Es uno de los superpoderes que adquieren las mamás — Hye volteó a verlo — ¿No sabías?

El pelinegro quedó pasmado. Miró a Yongmin para ver si era cierto, quien ya no estaba prestando atención, estaba muy ocupada viendo imágenes en su celular.

—¡Nana! — un emocionado Seung corrió a los brazos de su hermana, quien le correspondió de forma inmediata.

—Hola mi enano, ¿que tal todo?

—Bien, ayudé a la tia Hye con la bebé, ¿verdad tía?

—Oh sí, es un excelente primo — le respondió tomándole sus pequeñas mejillas y apretandolas levemente.

—¿Jungkook? — preguntó asombrado al verlo ahí. — ¡Hola!

—Hola ena...

Se sorprendió al sentir sus pequeños brazos alrededor de su cintura. Se agachó hasta su altura y le devolvió el abrazo.

—Ya te extrañaba — le confesó el pequeño — Espera, ¿están juntos?

Preguntó al caer en cuenta que ambos estaban ahí, juntos. Cuando hace algunas semanas era algo imposible.

—Ya ves, Seung. Tú hermana no pudo resistirse a mí — se encogió de hombros, ganándose un golpe en su hombro.

—Ya ves que los Kim no somos fácil de olvidar, hermanito— respondió con toque de altanería la castaña. — ¿Vamos al parque?

—¡Si!

—Vayan, déjenme sola aquí — Hye los miró mal.

—Oh cariño, mañana vendré y veré a mi pequeña, para que puedas descansar, ¿te parece?

Hyemin la miró para luego sonreír.

—Eso estaría bien.

Se despidieron de ella y los tres fueron hacia el parque, pasándola de maravilla. Es primera vez que iban todos juntos y si duda había sido maravilloso.

Jungkook un momento detuvo su andar y miró como Yongmin abrazaba fuertemente a su hermano, para después llenarlo de besos por todo su rostro.

Eligió a la mejor mujer para su vida. Era tremendamente dichoso, no habían dudas.