23.
Advertencia: capítulo
🔞, si no es de tu agrado, se recomienda que no leas la última parte.
Sin mas que decir, disfruten
el capítulo 🤍.
No había dudas de que Jungkook quería impresionarla.
Luego de ls entretenida visita al parque de diversiones, salir a caminar a las orillas del rio Han, reír, hablar de todo lo que se les pudiera ocurrir, fueron a comer.
El restaurant era muy sofisticado y elegante. Todo se veía que era muy caro.
—Hola, buenas noches, tengo una reserva — escuchó que Jungkook le dijo al garzón. Ella seguía embobada mirando a los alrededores, los pequeños detalles, absolutamente todo.
Que miedo pasar a quebrar un vaso, quizás cuanto valía.
—¿A nombre de quién?
—Jeon Jungkook.
El garzón miró un poco sorprendido para después carraspear levemente.
—Claro, claro... Siganme por favor.
Le hicieron caso y lo siguieron. Llegaron a una mesa que estaba algo alejada del resto.
—Aquí es señor, señorita. Por favor tomen asiento, enseguida otro mesero los atenderá. — dio una reverencia para comenzar a caminar, pero se detuvo y giró con cautela — s-soy un gran admirador suyo, de la banda en general. Su música es genial...
—Oh, muchas gracias, enserio — Jungkook le dio una gran sonrisa — me alegra escuchar eso.
El garzón volvió a hacer una reverencia para ahora si emprender rumbo.
—Vaya, todos te aman. Estoy en una cita con alguien muy famoso, soy privilegiada, ¿no?
El pelinegro soltó una carcajada — yo soy el privilegiado por salir con semejante mujer, tan hermosa, divertida, única, ¿no lo crees?
—Ya, basta... — Yongmin miró hacia otro lado al notar que sus mejillas se tornaban calientes. Era muy fácil sonrojarse con él.
—Preciosa.
—Te gusta verme así, ¿verdad? — esta vez lo observó y entrecerró sus ojos.
—La verdad, sí.
—Idiota — murmuró bajo. Pero Jungkook la oyó.
—Un idiota que está loco por ti.
—Basta — dijo riendo esta vez — sabes que pudimos ir a comer una hamburguesa en cualquier lado y yo hubiera estado feliz. No era necesario un lugar tan... caro.
—Yo sé eso, solo quería que fuera un lugar lindo la primera vez. Para la próxima podemos volver al café.
—Eso se escucha bien — asintió alegre.
Siguieron conversando de cosas triviales. Como por ejemplo que a Jungkook le fascinaban los perros y que quería tener uno con él, pero que por estar la mayoría del tiempo ocupado, no podía. Y que Yongmin le encantaban los gatos, pero que tampoco podía tener uno porque su hermano era alérgico a ellos.
El mesero llegó para tomar la orden y la castaña aún no se decidía que pedir. Eran platos muy elaborados. Deberían tener ramen y así la gente no se complicaría.
—Quiero... mmm... El menú de la casa, el que lleva salmón — pidió mirando aún el menú en sus manos, para después desviar la vista hacia el mesero.
—Lo mismo para mi por favor.
—¿Se me ofrece algo más? ¿Algo para beber?
—Oh si, me apetece tomar soju...
—Perfecto. En unos minutos más les traigo su orden. Con permiso. — se alejó haciendo una reverencia.
—¿Como crees que se tomarán esto tus fans? Me refiero al que estés saliendo con alguien a escondidas prácticamente. Siempre sales con un gorro y cubrebocas...
Suspiró con pesadez — no lo sé. Es muy difícil, yo amo a mis fans, pero si son muy sobreprotectoras. Temo de la reacción, pero espero que lo acepten. Al fin y al cabo es algo que me hace feliz...
—Tienen fans leales. Solo ten en cuenta que a mi no me afectará lo que digan, creo ser bien fuerte mentalmente para aguantar esas cosas.
—Lo sé. Pero no quiero que lleguen a ese extremo. Solo espero que puedan entenderlo...
Yongmin le iba a responder, pero el mesero apareció con los pedidos. Su estómago sonó al ver la comida, ganándose una divertida mirada de Jungkook.
—¿Con hambre?
—Ya escuchaste como rugia mi estómago. No preguntes lo obvio Jeon.
Rio negando con su cabeza, para ambos comenzar a comer entre risas, bromas y anécdotas de cada uno.
Sin duda disfrutaban de la compañía del otro. Todo tan espontáneo, tan natural.
Solo siendo ellos. Kim Yongmin y Jeon Jungkook, dos personas normales.
╰─►⸙͎ ➼➼➼✧;
La velada había sido fantástica.
Disfrutaron demasiado todo lo ocurrido desde el parque de diversiones hasta la exquisita comida de ese restaurant lujoso.
Ya eran las once y media de la noche, y Jungkook fue a dejar a la castaña hasta la puerta de su casa.
—Muchas gracias por todo esto Jeon, me divertí mucho — le dijo dándole una cálida sonrisa.
—Yo también lo pasé increíble. Espero podamos tener muchas mas salidas así — le respondió acercándose más a ella, tomándola de su abrigo — sin duda la compañía es la mejor...
—Lo mismo puedo decir — le respondió, mirándolo atenta— la compañía es la mejor...
Ambos miraban los labios del otro, para luego volver a mirarse. Una de las manos de Jungkook fueron a parar a la mejilla de la castaña, acariciándola con delicadeza.
—Muero por besarte ahora mismo Yongmin. — dijo mirando nuevamente sus labios.
—¿Y que estás esperando para hacerlo? — provocó, respirando agitada.
—Que después no podré detenerme...
—¿Y si no quiero que lo hagas? — preguntó, tragando con dificultad.
Con eso bastó para que Jungkook se abalanzara sobre los labios de la castaña, devorandolos por completo, tal como un león cazando a su presa.
Sus lenguas se encontraron, iniciando la guerra entre ellas. Sus respiraciones eran agitadas, pero eso no importó.
Yongmin lo tomó de su abrigo y lo tiró dentro de la casa, para después cerrar la puerta. Lo observó y vio sus hermosos ojos brillando, sus labios medios rojos a causa del beso.
Era completamente sexy.
Volvió a besarlo con desesperación, como si los labios del pelinegro tuvieran algún tipo de imán que provocaba no poder alejarse de ellos.
Y realmente no quería alejarse.
Jungkook le daba caricias desde su cuello hasta su espalda baja, y en un momento rápido, de deshizo del abrigo blanco, para impartir caricias en sus caderas y cintura, y terminar agarrando el trasero de la castaña.
—Cuida tus manos Jeon...
Las levantó de inmediato como diciendo "no hice nada”.
Yongmin río, para acercarse al oído y susurrarle sensualmente: — Llévame a mi habitación, por favor...
El pelinegro trago duro. Sin duda esa chica lo ponía, lo volvía loco. Sin esperar más la tomó de la cintura, la elevó, haciendo que Yongmin envolviera las piernas a su alrededor y comenzó a subir las escaleras, con besos de intermedio.
Casi en el último escalón, tropieza provocando que ambos cayeran.
—Me botaste, idiota...
Jungkook no podía parar de reír. — l-lo siento. Pensé que ya había llegado, tú haces que no me concentre con tus labios. ¿Cuál es tú habitación? — le preguntó al volverla a tomar en sus brazos.
—La de la derecha...
El pelinegro con una habilidad tremenda logró abrir la puerta sin problema a pesar de tener a la chica encima suyo, para luego acostarla en la cama.
Se subió encima, sin aplastarla y la besó apasionadamente, para bajar a su cuello.
Yongmin gimió al sentir la textura de sus labios en esa zona tan sensible. Le encantaba. Todo de él le encantaba y eso le daba miedo. Despejó sus pensamientos y en un hábil movimiento, dejó a Jungkook abajo. También le daba besos en el cuello, para ayudarlo a sacarse la camiseta, dejando su torso desnudo.
Se tomó un minuto para admirarlo, y la vista era realmente magnífica.
—Esto es injusto, tú llevas mucha ropa. ¿Que hacemos con eso?
Yongmin mordió su labio y se hizo la pensativa — ¿que tal si me ayudas con esto? — se apunto su beatle.
—Con mucho gusto — Rápidamente le sacó la prenda y la observó, con el brasier puesto aún. — eres jodidamente preciosa...
Yongmin le dio una coqueta sonrisa, para ponerse de pie y sacarse de la manera más provocativa su pantalón, dejando a la vista su conjunto de lencería negro, que daba gracias a todos los cielos por haberlo escogido esa noche.
Comenzó a gatear por la cama mirándolo fijamente, ante la atenta mirada del chico, para besarlo apasionadamente.
Estaba sorprendido por lo osada que estaba siendo Yongmin, que incluso no podía evitar pensar que si lo que estaba sucediendo, era real. Quizás estaba teniendo un sueño húmedo con ella y llegaría Jin a despertarlo en cualquier momento.
Nunca pensó que le correspondiera sus sentimientos y mas aún... que estuvieran en este momento.
Vio como la castaña se alejó un poco y se sacó el brasier lentamente y sintiendo como se le fue la respiración un momento y trago con dificultad cuando observó que se quitaba la última prenda que tenía en su cuerpo, sus bragas.
Era magnífica, realmente lo era. Perfecta.
Salió de su trance, para también quitarse las prendas que le faltaban.
—Mierda, eres demasiado sexy — le confesó mordiendo su labio al observarlo de arriba hacia abajo, sin perderse ningún detalle del grandioso cuerpo que tenía en frente.
Jungkook sonrió con suficiencia, él tenía claro de sus dotes y nunca tuvo inseguridades con su anatomía.
—¿Estás segura de esto? — preguntó con cautela, mirándola fijo estando encima de ella.
—¿Tú estás seguro?
—Contestar con otra pregunta es de mala educación, niña. — le dijo riendo divertido, pero borró la sonrisa de inmediato, para unir su frente con la de Yongmin — Solo... solo no quiero que te arrepientas de esto. Yo estoy completamente seguro, me dolería que te arrepientas...
La castaña en hábil movimiento, volvió a dejarlo abajo.
—Jamás me arrepentiría de algo que anhelo que pase, Jungkook, no soy una niña de quince años, se lo que es bueno y malo. Y sé que tú estás mas bueno que el chocolate y te necesito... — susurró acariciando todo su abdomen y dándole pequeños besos en su cuello.
El tacto de sus manos era tan suave y cálida que podía jurar que su toque quemaba por dentro. El placer que sentía solamente por una caricia era indescriptible.
Volvió a dejarla bajo él con cuidado, comenzó a besarle el cuello lentamente, haciendo que la castaña enredara sus piernas alrededor, encendiendo una hoguera en su interior.
—Sabes tan bien...
Un gemido se escapó de sus labios de forma involuntaria cuando Jungkook la acomodó mejor, tomándola de sus piernas y presionó su sexo con el de ella.
—Te necesito dentro Jungkook, por favor... — rogó.
Súplica que lo hizo estremecer y alzó la cabeza para mirarla a la cara. Sus mejillas sonrojadas, sus labios mas rosados de lo normal, sus ojos miel nublados por el placer, era tan hermosa y ya no había vuelta atrás.
Quería esto por muchísimo tiempo más.
Miró hacia el lado de la cama y vio su billetera. Estiró su mano para alcanzarla y sacar un envoltorio plateado.
Se colocó el condón sintiendo la intensa mirada sobre él. Cuando estuvo listo, la besó con ternura, mientras comenzaba a embestirla lentamente, con cuidado y hasta el fondo. Sintió como los delicados brazos de Yongmin lo abrazaban dulcemente, para fundirse en un delicado beso.
Sentir su corazón latiendo bajo el suyo, su pecho latiendo contra suyo. El ritmo era hiperactivo y escandalizador. Lo hizo darse cuenta que su corazón latía al mismo ritmo de ella. O peor aún, mucho más.
Gemidos se escapaban de sus labios que rápidamente eran callados con besos. Jungkook movía sus caderas embistiendola profundo, pero lento.
—J-jungkook — gimió su nombre sintiendo que poco a poco iba llegando al clímax.
—Quiero hacer el amor contigo siempre Yongmin — le dijo mientras aun se movía despacio dentro de ella — hoy, mañana y los días que me resten de vida...
—Me encantaría que lo hagas — respondió con dificultad, para girarse y quedar arriba de él, montandolo.
Jungkook gruñó fuertemente al sentirla así; caliente, salvaje, completamente suya. Apoyó las manos en sus caderas, ayudándola con los movimientos.
—Mierda, mierda, mil veces mierda...
No sabían cuanto tiempo había transcurrido, y a Jungkook no le importaba. Podía estar dentro de ella toda la noche y no le importaría. Pero sentía que tenía que liberarse, nuevamente apoyó las manos en sus caderas y la empujó más cerca de él.
Yongmin balbuceo y mordió el hombro del pelinegro, al sentir que ya iba a llegar al punto máximo de placer.
—A-ah, ahh ¡Jungkook! — gimió ferozmente, al correrse en sus brazos.
El pelinegro la besó, acelerando sus embestidas, buscando su propia paz y al encontrarla, no cerró sus ojos, los mantuvo mirando a la chica que tenía encima de él.
Yongmin le sonrió y acercó su mano para acariciarle el rostro con un cariño impresionante.
Ahí Jungkook supo que no había nada que no hiciera por ella.
Sería capaz de enfrentar cualquier cosa, sería capaz de darlo todo con tal de hacerla sonreír.
Estaba total y completamente enamorado de Kim Yongmin.
Yo puedo decir que me cuesta mucho escribir esto JAJSJSJ espero no haber sido tan penca </3 la intención es lo que cuenta.
Así que nada, prepárense para el drama, muack 😘.
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