20.
Luego de lo acontecido en el cementerio, Jungkook la llevó a casa de su mejor amiga, pues estaban empapados y no quería que la castaña contrajera un resfriado y sabía que debía buscar al pequeño Seung.
No quería dejarla sola, sabía que necesitaba compañía, pero la conocía y sabía que querría tener su espacio y por su parte igual tenía muchas cosas que hacer.
Luego de dejarla en la puerta de la casa y prometerle que iba a volver al día siguiente, se marchó. Aún le costaba asimilar lo sucedido, es que quien iba a pensar que Yongmin, la chica témpano, la ruda, la golpeo chicos porque los detesto le iba a decir semejantes cosas. Era algo increíble y no podía más de la felicidad.
Podía decir con la mayor certeza posible que nunca había sentido algo así, esa conexión, esas ganas de salir corriendo para ver a esa persona.
Nunca había estado enamorado.
Y esa era la verdad. Nunca nadie le había llamado tanto su atención y ya no podía ocultarlo más. Se enamoró de Yongmin. Estaba realmente jodido y quería intentarlo todo con ella... pero sabía que eso podía afectar en cierta parte su carrera, pero ya no quería limitarse por eso. Tenía el apoyo de sus amigos, ¿por qué no intentarlo?
Despejó sus pensamientos al darse cuenta que había llegado a casa. Bajó del vehículo, le puso alarma y caminó hacia la puerta, pero ésta se abrió antes.
—¡Jungkookie! — un efusivo Hoseok lo recibió. — ¿Por qué rayos estás empapado? ¿Dónde andabas? ¿Por qué saliste antes de los ensayos? ¿Quieres enfermarte y no poder hacer shows? — el interrogatorio lo hizo reír.
—Lo siento Hobi, tuve que haber avisado donde iba. Surgió un problema y no podía esperar más tiempo. — explicó mientras se quitaba los zapatos y su hoddie. Comenzó a caminar hacia las escaleras, siendo seguido por Hoseok.
—¿Sucedió algo malo?
—Mhm a mi no, a Yongmin sí. — le dijo rascando su nuca y buscando ropa seca en su gran armario.
—¿Le pasó algo? ¿Está bien? ¿Se emborrachó otra vez?
—No, no. Su abuela falleció, ella y su hermano están devastados por la pérdida. ¿Puedes creer que la vi dos días antes y la vi tan bien? Sonreía mucho, estaba muy alegre, nunca pensé que podía estar enferma. Para mi fue impactante la noticia, me imagino para ellos... — le dijo mientras miraba la pared, en un punto fijo.
—Oh, una pérdida siempre es algo que te deja mal. Espero pueda salir adelante, se ve que es una mujer muy fuerte, y además tu compañía le servirá mucho. Pobre, debe estar muy afectada. Dile que puede contar con nosotros, ya es como parte de la familia, ¿no? Siempre hablas de ella, todos los días, siento que la conozco tanto como tú... — le dijo riendo. Jungkook se sonrojó levemente.
—Eso no es cierto. — se defendió mirando hacia otro lado.
—Si, si jungkookie como tú digas. ¿Ya le pediste que fuera tu novia?
—N-no... — titubeo — pero le confesé mis sentimientos...
—Osea, te confesaste, pero no le pediste que fuera tu novia...
—Si...
—¿Y eso por qué fue? — le preguntó mientras se sentaba en la cama. — te mueres por ella, no hay día que no hables de Yongmin, pareces un disco rayado ya...
—Ey, eso no es verdad. — se acercó y le golpeó el hombro levemente haciendo que Hoseok riera. — solo siento que no es el momento de pedirlo. Quiero compartir más con ella, quiero invitarla a salir, hacer que olvide sus penas... Quiero verla siempre sonreír. — suspiró.
Si, realmente estaba jodido.
—¡Taehyung! — escuchó que Hobi gritó repentinamente haciendo que se sobresaltara. — ¡Jungkookie está enamorado!
—¡Todos lo sabían, menos él! — escuchó que respondió Tae de la planta baja.
Miró indignado a su amigo y negó con la cabeza para caminar al baño.
—¿Quién está enamorado? — preguntó Seokjin entrando a la habitación.
—Jungkook.
—¿Y la sorpresa? Se nota a kilómetros. ¿Ya son novios?
—¿Puedes creer que aún no se lo pide?
—¿Qué? — Seokjin volteó a mirarlo. — ¿Por qué no? Ambos se gustan, se nota que ella está coladisima por ti. Vino borracha para hablar contigo. Si eso no es amor, no se que sea. — le dijo para soltar risas junto a Hoseok.
Jungkook suspiró profundamente y negó con la cabeza. ¿Qué iba a hacer con ellos?
—Con estos amigos, para que quiero enemigos. — les dijo para por fin cerrar la puerta del baño.
—¡Ay el amor está en el aire! ¡El amor es una magia!
Escuchó a Jin que gritaba. Ya no pudo evitarlo y soltó una carcajada. Uno no podía estar triste si estaba al lado de él. Sin duda tenía a los mejores hermanos.
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Yongmin despertó a causa de la luz que se colaba por su ventana.
Luego de pasar a buscar a su hermano, lo llevó a casa y se durmió junto a él, abrazados. Sonrió al verlo tan tranquilo durmiendo y pasó la mano por su fino cabello, haciéndole cariño. Se quedó pensando en una pesadilla fea que había tenido y que no quería volver a tenerla. Movió su cabeza de un lado a otro para deshacer cualquier pensamiento negativo y decidió bajar para preparar el desayuno. Con mucho cuidado se levantó para no despertar a Seung y caminó hacia la cocina.
Al llegar, abrió el refrigerador para ver que podía preparar y su vista se clavó en aquel pastel que aún quedaba del cumpleaños de su hermano.
No lo había soñado...
—Le dije que no hiciera un pastel tan grande. — escuchó a sus espaldas. Cerró la puerta rápidamente y volteó a verlo.
—Seung...
—Nana... ¿Quién nos cocinará ahora? ¿Quién nos hará ricos postres? Siento ser tan pequeño y no poder ayudarte. Me siento una carga para ti...
—¡Kim Seung! — lo interrumpió y se acercó hacia él. — espero no volver a escuchar esas cosas. Tú no eres ni serás una carga para mí, jamás. ¿Lo entiendes? — se agachó un poco para quedar a su altura. — hermanito, sé como te sientes. Duele profundamente perder a un ser querido. Pero debes ser fuerte, a Bae no le gustaría verte triste.
—P-pero es que la extraño mucho... — dijo mientras sus ojos se cristalizaban.
—Una vez Bae me encontró llorando en el baño, me preguntó el porqué de mi llanto y le dije que era porque extrañaba a mamá y papá. ¿Sabes que me dijo? — le preguntó ante la atenta mirada del pequeño quien negó con su cabeza. — me dijo que cuando una persona que amas muere, se va al cielo y cuida de ti en todo momento. Pero si lloras todo el tiempo por esa persona, no puede hacer el trabajo tranquilo... — le explicó mientras le limpiaba una lágrima que le caía por su mejilla. — así que cuando nos acordemos de ella, tiene que ser con alegría, para que así ella no se preocupe por nosotros. — finalizó acariciando su mejilla con delicadeza.
—Comprendo... — sonrió débilmente.
—Cuando nuestros padres murieron, me quedé sola contigo, ¿sabes? Eras tan pequeño. Sé que no lo recuerdas, pero intenté hacer lo mejor que pude para protegerte siempre y nada te sucediera. Ahora nuevamente somos los dos. Y aunque también extraño a Bae, sé que no estamos solos. Ella junto a nuestros padres nos cuidarán siempre desde el cielo.
—Si... Y sé que te tengo a ti hermanita. Nunca me dejes, ¿si? — pidió arrugando el mentón para comenzar a llorar de nuevo, haciendo que el corazón de la castaña se apretara y comenzara a llorar también. Lo abrazó fuertemente.
—Lo prometo enano. Nunca te dejaré solo... Nunca.— le susurró. Estuvieron minutos abrazados mientras soltaban toda la pena acumulada. Sabía que era bueno llorar y botar la tristeza, para así comenzar a avanzar. Se separó un poco de él para mirarlo a los ojos. — además, yo te cocinaré...
—Pero tus comidas saben horrible... — le dijo riendo el pequeño. Yongmin también río.
—Lo sé. Pero haré mi mayor esfuerzo. — lo volvió a abrazar.
Estuvieron todo el día acostados viendo películas y riendo con algunas escenas de éstas mismas. Era fin de semana y podían estar así tranquilamente.
Ya iban a ser las siete de la tarde y a Seung le dio hambre, así que fue a preparar la cena. No haría algo tan difícil para que su hermano no la criticara. No era pésima en la cocina... Solo no era como su abuela.
Se decidió por hacer una pasta. No era difícil y para ser sincera, era lo que mejor le quedaba. Debía practicar para ser una mejor cocinera.
Se encontraba preparando la salsa, ha estaba lista, apagó la estufa y comenzó a lavar lo que había utilizado, cuando se vio interrumpida al escuchar el timbre sonar. Extrañada se acercó y lentamente abrió la puerta, sorprendida al encontrar un Jungkook con la nariz roja a causa del frío que hacía.
—Jeon...
—Hola, si. Estoy bien, gracias, ¿y tú? O que bien... — conversaba solo el pelinegro intentando capear el frío que hacia en la ciudad. Yongmin sonrió ligeramente.
—L-lo siento. Hola Jungkook, ¿como estás? — le preguntó haciendo reír al chico.
—Con un frío terrible, esperando que me dejes entrar... — Yongmin reaccionó y se hizo a un lado, invitándolo a pasar. Jungkook quitó sus zapatos y los dejó en el aquel pequeño mueble. — perdón por no llamar, pero si lo hubiera hecho, seguro no hubieras dejado que viniera.
—No, bueno si... ¿Qué haces aquí tan tarde?
—No tenía nada pendiente para hoy y estaba en mi habitación solo y pensé "oh Jungkook, ¿por qué no vas a casa de Yongmin a pasar un rato junto a ella y Seung?" y pues aquí me tienes... — explicó haciendo reír a la chica.
—Idiota. Con el frío que hace se te hubieran congelado las piernas y no podrías bailar más por venir a verme. — dijo divertida. El pelinegro rio y negó con la cabeza.
—Habrá valido la pena, ¿no?
Yongmin se quedó en silencio y sintió como sus mejillas se colocaban calientes. Seung fue su salvación al bajar la escalera y darle un afectuoso abrazo al chico.
—¡Jungkook!
—Seung, días sin verte pequeño. ¿Como estás? Alguno de los próximos días que tenga libre pasaré por ti a la escuela e iremos a jugar, ¿te parece?
—¡Si! Me parece genial. — respondió emocionado.
—Jungkook... —interrumpió la castaña la conversación de los dos. — ya que estás aquí, me p-preguntaba si quieres quedarte a cenar. — dijo completamente avergonzada. Miró al chico que no respondía nada. — bueno, si no quieres está bien. Puedes irte cuando quieras...
Jungkook se acercó a ella y tomó sus manos, para después tomar con delicadeza su rostro, solo los separaban algunos centímetros.
—Gracias. Claro que quiero quedarme. — respondió para finalizar dándole un cálido beso en la frente de la chica.
Yongmin sintió que su corazón se paralizaba ante tal acción. Se fijó como su hermano se llevaba a Jungkook al living para jugar videojuegos. Éste volteó a verla y le guiñó un ojo.
Observó la escena. Viendo como su hermano volvía a reír gracias al chico que estaba ahí. Y eso la hacía realmente feliz.
Estaba jodida. Quería a Jungkook.
Mucho más de lo que imaginaba.
Ya estoy próxima a llegar a las 700 vistas. Puede que para otras personas sea poquito, pero para mi es inmenso. Muchas gracias por leer esta historia.
Espero que les guste mucho el capitulo. Las tqm, no olviden votar y comentar 🙏🏻😘♥️.
Ahora estoy próxima a las 8k de vistas, lloro 😭🤍.
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