Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19.

Canción del capítulo;
blue & grey - bts.

Ese día justamente estaba mas oscuro, como si supiera que aquel momento era triste.

Las nubes negras estaban presentes, amenazando con comenzar a llover en cualquier momento.

Habían pocos en el cementerio, y la verdad había gente que pocas veces había visto conversando con su abuela o nunca estuvieron cuando pudo haber estado mal. Pero bueno, todos aparecen cuando te mueres.

Estaba deshecha, destruida mirando como los sepulteros lanzaban la tierra al cajón donde yacía su abuela, haciendo que el nudo que tenía en su garganta, se hiciera aún mas grande. Su hermano lloraba desconsoladamente a su lado, y al otro, estaba su mejor amiga, también llorando. Al frente podía ver a Sonmi, Kai y Taeyang, acongojados observando la escena.

—A-abuela, no... ¡Abuela! — sintió como Seung soltaba su mano y lo vio correr donde estaba el cóncavo. —  ¡Abuela, por favor no! Hay que irnos a casa, ¡abuela!

Yongmin de inmediato lo retuvo y lo abrazó fuertemente. Dolía verlo así, en ese estado. Pero lo entendía. Bae fue todo para él, fue su abuela, fue su mamá, así como para ella. Si pudiera absorber su tristeza, lo haría.

—Hyemin, lleva a Seung a tu casa. — le pidió con la voz entrecortada. Sentía que en cualquier momento se iba a quebrar.

—Está bien, pero, ¿y tú? — le preguntó la rubia, apenada.

—Me quedaré un momento más, yo después pasaré por él. No te preocupes por mí. — le respondió dándole un apretón a su mano. Hyemin asintió y le pidió ayuda a Kai para que cargara a Seung.

Luego de que las personas se despidieran de ella, y le dieran las condolencias, por fin quedó sola ahí. Se veía todo tan triste y frío, que quiso sacar a su abuela de donde estaba, arroparla y llevarla a casa.

Pero sabía que no podía ser.

Nunca más su abuela le haría pasteles, nunca más le daría esa sonrisa cálida que tenía, nunca más un abrazo, un beso, unas palabras de aliento. Nunca más un te amo por parte de ella. Y dios, solo con pensar eso, su corazón se rompía en miles de pedazos.

Se quedó unos minutos más con la mirada perdida en aquel sepulcro, sintiendo como el pecho se le oprimía y comenzaba a sentirse ahogada. Una lágrima cayó por el rabillo de su ojo izquierdo. Estaba sola, nadie podía verla en ese momento. Era libre.

—Creo que comenzará a llover. — escuchó una voz conocida a sus espaldas.

Voz que la hizo estremecer y rápidamente se secó la lágrima y respiró profundamente.

—Si, al parecer. — respondió tosca.

Sintió como se posicionada a su lado y la observaba.

—¿Por qué? — preguntó Jungkook de la nada. Yongmin volteó a verlo, confundida. — ¿por qué siempre quieres hacer todo tú sola? ¿Por qué no confías en mi un poquito?

Se quedó en silencio un momento, negando con su cabeza.

—Mi moto... —respondió tranquilamente, luego de unos minutos callada.

—¿Qué tiene que ver tu moto en esto? — el pelinegro preguntó sin entender.

—Si no confiara en ti, no te hubiese dejado manejarla. Eres el primero que lo hace. — sentenció y volvió su vista al sepulcro nuevamente.

Jungkook sintió como su corazón se aceleraba. Yongmin le estaba recalcando a su manera que sentía algo por él, quería responderle, pero optó por guardar silencio. No sabía que decir, se sentía un idiota por no saber como reaccionar ante ella. Como si nunca hubiera estado delante de una chica.

—¿Qué haces aquí? — preguntó algo irritada. Quería obtener alguna respuesta por parte de él o que la mandara al demonio. Pero que tuviera una reacción.

—Acompañarte. — respondió de inmediato. — no iba a dejarte sola en estos momentos...

—¿Quién te dijo que necesitaba compañía? — le preguntó mientras sentía sus ojos aguarse de nuevo.

Jungkook al escuchar esa pregunta, se acercó lentamente hacia ella, deteniéndose delante. La observó y tomó delicadamente su rostro.

—Tus ojos lo dicen. —le respondió — quiero ser el hombro que necesitas para llorar, quiero estar ahí para ti Yongmin. ¿Tan difícil es que me dejes atravesar tú corazón? — preguntó bajando un poco el tono de su voz. Le costaba mucho poder expresarse como el quería hacerlo.

—Jeon... — susurró con un hilo de voz.

Su voz se le quebró, su pecho estaba oprimido y sus ojos se aguaron. No podía creer lo que estaba a punto de hacer.

Jungkook al notar el estado de la chica, la acercó hacia él y dejó que escondiera el rostro en su pecho.

—Llora, que hace bien llorar, hace bien desahogarse. Uno no puede creer o aparentar que puede hacer todo sin quebrarse en algún momento. No eres de hierro, Yongmin... — le decía mientras le acariciaba el cabello y la espalda, como afecto de consuelo.

—J-jungkook... — lo abrazó fuertemente. — me quedé sola otra vez... — dijo mientras sollozaba fuertemente. Todo lo acumulado, todas las pérdidas, ahora se estaba desahogando de todo aquello.

—No, tienes a Seung, tienes a Hyemin... Me tienes a mí Yongmin. Aquí estoy y no pretendo irme. — le susurró acariciándole aún el cabello.

Yongmin al escuchar aquello lloró más fuerte. No había dudas que Jungkook lograba lo que nadie más podía, solamente él tenía ese efecto en ella.

Se quedaron largos minutos así, abrazados, al lado de la tumba de Bae. Minutos en los que la castaña botó la tristeza que sentía, aferrada al cuerpo de Jungkook. Sintió como la capa de hierro que construyó a través de los años se deshizo, dejando salir a Yongmin delicada y frágil que escondía, tal cual como su abuela le decía siempre.

—Perdón. — pidió mientras levantaba su rostro y secaba sus lágrimas, ya mas calmada. — gracias por consolarme, mojé todo tu hoddie...

—No pidas perdón, ni me agradezcas. Si estoy aquí, es porque quiero estar contigo en este momento tan difícil para ti. — le dijo el pelinegro mientras le ayudaba a secar las lágrimas con sus dedos, suavemente.

—¿Por qué Jungkook? — me preguntó mirándolo y agachando su cabeza, agregó; —¿por qué tienes que ser así?

Jungkook guardó silencio ante las preguntas. ¿Por qué? Era obvio el porque.

—Porque te quiero, Yongmin. — le confesó apoyando su frente con la de ella.— te quiero y ya no puedo ocultarlo. Hace días que quería decírtelo, pero no sabía como. Supongo que soy un poco lento en esto. — le dijo algo sonrojado.

Yongmin sonrió y cerró sus ojos, sintiendo como nuevamente se volvían a humedecer.

—Eres un imbécil, ¿lo sabias?

—Me lo dices a menudo, creo que ya lo estoy asumiendo — le respondió haciéndola reír.

Le gustaba oir como reía, quería hacerla sonreír siempre.

—No me hagas daño, Jungkook. Lo que siento por ti, jamás lo había sentido ni experimentado con ninguna otra persona. Te estoy entregando mi corazón, cuídalo por favor... — le confesó.

Jungkook dejó escapar una sonrisa y besó su frente, de la forma mas delicada posible.

—Te prometo que cuidaré tu corazón... No te haré daño Yongmin, nunca lo haría.

Su corazón ya no tenía esa capa, su corazón no era de hierro por esa persona que tenía delante de ella. Quería amar, y quería ser amada. Quiso odiar a Jungkook, no quería que entrara en su vida, de verdad lo intentó, pero sucedió todo lo contrario. Cada vez que lo veía, su corazón y mente le pedían a gritos que lo besara.

—N-no puedo. — dijo mientras comenzaba a llorar nuevamente. — no puedo odiarte. Siempre pensé que era una persona fuerte, que sabía distinguir entre los que merecen la pena y los que no... — se detuvo y limpió sus lágrimas —  Estaba convencida de que nunca me dejaría engañar, que mi orgullo superaría todo lo que se interpusiera en mi camino... — levantó su vista, mientras se acercaba aún más a él. — pero entonces llegaste tú. No sé que me hiciste idol de primera, pero te quiero y te quiero en mi vida. — terminó de decir, liberando todo.

Jungkook la miró sorprendido y alzó su cabeza, observando el cielo, dio una gran sonrisa. ¿Esto realmente está sucediendo? Nunca imaginaria que Yongmin correspondiera sus sentimientos, ni que le diría algo tan lindo. Ella era una caja de sorpresas, te podía salir con algo que te deje impresionado siempre.

Y amaba eso.

Se acercó lentamente a ella, y con sutileza tomó sus labios, uniéndolos de la manera mas dulce posible. Todo lo que se habían confesado, era demostrado en ese acto.

Jungkook tomó su mejilla, mientras que su otra mano se posaba en la cintura, y así profundizó aún mas el beso. Sus lenguas no tardaron en encontrar y comenzar a danzar entre ellas en perfecta sincronía, como si se conocieran de toda la vida. Y justo en ese momento comenzó a llover, pero a ninguno le importó, seguían besandose como si la vida dependiera de aquello.

La chica dejó de besarlo y respiró con dificultad debido a la intensidad. Y miró el cielo.

Dicen que cuando el cielo está triste, deja caer sus lágrimas en forma de lluvia. Pero aquella tarde Yongmin sentía que si llovía, era porque el cielo estaba feliz de recibir en él un ángel hermoso como lo es su abuela. Sonrió aún mirando el cielo mientras continuaba abrazada a Jungkook, ambos empapados a causa de ls lluvia.

—Te amo abuela. Gracias por cuidar tan bien de nosotros. Por favor, sigue cuidando de nosotros allá también. —pidió y volvió a cerrar sus ojos.

El pelinegro la miró enternecido. Sabía el amor que Yongmin tenía por su familia. Pero no había dudas que Bae siempre estaría ahí, con ella en todo momento. Tomó su mentón y volvió a besarla. Un beso lleno de sentimientos declarados, una declaración que costó bastante, pero pudo salir a la luz. Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su hora.

Y ahí estaban, aferrados el uno al otro, entregando en aquel beso, todo el amor que sentían.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro