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15.

—¡Nana! — gritó el pequeño Seung a su hermana que parecia no escucharlo mientras le hablaba. Llevaba perdida en otro mundo casi cinco minutos.

—Si, si... está bonito — respondió de un segundo a otro.

—No me has escuchado nada, ¿verdad? — dijo Seung resignado y entrecerrando los ojos. Su hermana le respondió algo que no tenía nada que ver con lo que le preguntó.

—Lo siento enano, es que no dormí bien, ¿si? — le explicó la chica. Había estado toda la noche dando vueltas en su cama sin conciliar el sueño. Ya era la segunda noche que no veía al chico y la imagen de Jungkook mirándola con decepción se le venía cada dos minutos a la cabeza y por mas que quería olvidarse de aquello no podía.

—¡Maldición! — bufó el pequeño. Yongmin lo miró sorprendida.

—¡No maldigas!

—Pero es que ya no me escuchas, no me prestas atención, ¿tan mal te tiene Jungkook? — preguntó el pequeño con voz de niño bueno, aunque eso no evitó que la chica lo mirara mal.

—¡Basta con Jeon! — dijo levantándose del sofá — basta con él, ya me tienen podrida con ese tema, todo el mundo me habla de él, ¿qué no entienden que no me importa? Que me da igual lo que haga o deje de hacer. Estoy cansada de lo mismo. — sin querer y olvidando que estaba Seung a unos metros de ella, gritaba más que molesta. Subió las escaleras casi por explotar y se encerró en su habitación. Terminó dando un grito y lanzándose a la cama con fuerza.

Apretó uno de sus almohadones y dio un suspiro ahogado.

Seung seguía mirando la escalera, y no pudo evitar sentirse mal. Quizás su hermana estaba pasando por un mal momento y él no ayudaba mucho presionandola. Decidió que disculparse con la castaña era necesario, así que se puso de pie y caminó rumbo a la cocina, en donde vio un pastel que Lu había preparado, sacó un trozo y lo puso en un plato, caminó hasta la habitación de hermana y tocó la puerta.

—Nana... — Susurró asomando su menudo cuerpo. — lo siento... no quería que te enojaras — dijo casi avergonzado el pequeño. Yongmin lo miró y le hizo un gesto para que se sentara a su lado, gesto que el niño obedeció.

—Seung... No ha sido tu culpa, ya te dije que solo dormí mal. No te preocupes. — le dio una media sonrisa, tranquilizandolo.

—Entonces no salgas tanto por las noches... eso te hace mal — dijo el pequeño haciendo que la castaña riera.

—Tú si sabes enano — la chica le despeinó el cabello — lo intentaré.

—Mira, te traje pastel. Lo hizo la abuela anoche — le alcanzó el platito y ella lo probó.

—Mmm... Está muy rico. Pero, ¿dónde esta Bae? — no la había visto aquella mañana y eso le preocupó. Su abuela no ha estado con él mejor de los ánimos estos últimos días.

—En la mañana cuando estaba viendo televisión, dijo que iba a hacer unas compras y luego volvía. No creo que tarde mucho en llegar.

—Oh... Está bien — respondió algo más tranquila.

—Oye... — Seung le sonrió.

—¿Qué?

—No olvides que mañana es mi cumpleaños. — eso hizo que Yongmin recordara nuevamente a Jungkook.

¿Qué iba a hacer?

╰─►⸙͎ ➼➼➼✧;

Finalmente la noche volvió a caer en Seúl. Yongmin no había podido dormir durante el día y necesitaba despejar su cabeza, así es que decidió llamar a sus amigos. No siguiendo el consejo que su hermano le había dado, fue camino al pub.

—¿Y linda? ¿me vas a decir quién era ese Jeon que mencionaste el otro día o no? como tu amigo exijo saberlo. — Taeyang cada vez que la veía insistía con lo mismo. Era muy persistente.

—Enserio que te gusta hinchar las pelotas que uno no tiene, ¿verdad? — dijo Yongmin haciendo que Kai riera.

—Vamos, no seas mala y cuéntale de romeo — comentó Kai divertido. Él y Hyemin eran los que mas conocían la historia.

—Ey — Yongmin levantó la mano y llamó al Barman — un tequila por favor — pidió.

Sus amigos se miraron impactados.

—Esto si es raro... ¿enserio vas a tomar tequila? — preguntó Sunmi — ¿te encuentras bien?

—Si, solo necesito desestresarme —refirió la castaña. Todos la miraron y decidieron acompañarla.

—¡Lindo! Queremos tres tequilas más, por favor — pidió Tae al barman, quien luego de unos minutos llegó con el pedido.

Uno, dos, tres, ocho shots de tequila ya llevaba y no se cansaba de pedir más, la cabeza ya le daba vueltas, de hecho no se dio ni cuenta en que momento les contó todo a sus amigos o dijo algunas cosas indebidas.

Debido a su estado, todos se dieron cuenta que la chica sentía cosas por aquel idol que comenzaban a conocer por medio de la televisión.

Sin embargo, aprovechando que la castaña no estaba prestando atención, Kai les contó lo demás, que él chico al parecer gustaba de Yongmin, que habían salido varias veces, que él la llamaba y que ella se enojaba con el pobre, pero que en el fondo estaba loca por él, eso estaba más que claro.

—E-entonces debe pensar que... que tú y yo... somos novios — Tae dijo pausadamente producto del alcohol, terminando la frase con una gran carcajada.

A estas alturas estaban todos borrachos.

—Pero si tu juegas para el otro equipo — rio fuertemente Sunmi aludiendo a la preferencia sexual de su amigo.

—Exacto Sun — chispeó los dedos Yongmin — p-pero como... nos vio... cariñosos, d-debe estar... pensando mal — explicó como pudo. Las palabras casi ni se le entendían. Era la primera vez que se embriagaba, y jamás había tomado algo mas que cerveza. —¡E-es un idiota!

—Tienes que explicarle cariño — comentó Tae — no pueden separarse... por mi — terminó de decir para soltarse a llorar.

—¿P-porque lloras?

—Están d-distanciados... Por mi culpa — Sunmi y Kai lo miraron, para luego reírse a carcajadas.

—Lo que hace el alcohol. Por eso no beban  — dijo riendo Kai.

—¿Y quién dijo que me... que me importa explicarle? — preguntó volviendo al tema — por mi... que se... que... que crea lo que quiera.

—Que mala eres Yongmin.

—Buu — bufó — mejor me voy. No quiero... no quiero que me tengan toda la noche hablando... de Jeon... me... me aburrió — dijo para colocarse de pie, tambaleándose, todo le daba vueltas. El tequila si que era potente.

—¡Pues vete! huye... cobarde — le dijo Kai.

—Yo no soy cobarde... — se defendió la castaña, aunque el chico ya no la escuchaba. Ella ya casi llegaba a la puerta del pub.

Tenía las mejillas coloradas y ardiendo.

Ni si quiera el frio que hacia en la calle la penetró en lo absoluto. Caminó tambaleándose hasta su moto y se subió, buscó las llaves en su chaqueta y cuando las encontró encendió el motor. Luego se puso el casco y aceleró. Estaba siendo una total irresponsable, pero no estaba en sus cinco sentidos.

—Yo no soy cobarde — se dijo para si misma. — no soy... cobarde.

A la cabeza se le había venido una idea, de la cual no desistiría tan fácilmente. Lo tenía claro.

Zigzagueando por la calle, y tras unos largos veinte minutos de camino, llego a la casa de Jungkook. Estaba todo oscuro, cosa razonable si pensamos que eran las dos de la madrugada, sin embargo eso a la testaruda mujer no le importó. Quería ver a Jungkook y pedirle una explicación de por que desapareció estos días y aunque eso no es algo que haría estando sobria, ahora estaba ebria. Muy, muy ebria.

No se sabe como, pero con un gran esfuerzo trepó la pared y entró a la casa del idol. Se hacía callar así misma cada vez que hacia algun ruido fuerte, definitivamente no estaba en sus mejores condiciones. Miró a todas partes y mejor idea no le pudo haber venido. Como no vio ni una ventana, o un balcón para poder escalar, simplemente abrió la puerta y entró.

—¡Shhh! — exclamó cuando la alarma de la casa comenzó a sonar. Se reía estúpidamente y se hacia callar, parecía una verdadera loca.

Jungkook se sobresaltó al escuchar la alarma, despertó preocupado y de un brinco salió de la cama solamente con un short de pijama con él que dormía y corrió escaleras abajo, con un bate de baseball en las manos. Prendió todas las luces a su paso y cuando llego al último escalón, ahí la vio. Riendo y sentada en el suelo apoyada en la puerta de entrada.

Relajó su expresión y la miró.

—¡¿Qué mierda?! ¡¿Quién entró a la casa?! — Yoongi bajaba rápidamente con una guitarra en sus manos, detrás lo seguían los demás, cada uno con algo en sus manos para defenderse.

—¿Una guitarra? ¿Ibas a golpear a quien fuera con una guitarra? — preguntó Jungkook. Yoongi se encogió de hombros.

—Fue lo primero que vi. Me asusté idiota.

—¿Quién es ella? — preguntó Taehyung confundido. — ¿cómo pudo entrar?

—Es Yongmin — respondió Hoseok. Pudo ver que la chica no se encontraba para nada bien.

—¿La chica que te tiene loco? — preguntó divertido Namjoon. — para la otra dile que llame. Que gran susto nos dio. Pensé que era una acosadora.

—Tranquilos, hablaré con ella...

Y así los chicos subieron nuevamente las escaleras directo a sus cuartos. Yoongi fue el último, que agarró su guitarra y subió dándole una sonrisa al menor.

—Yongmin —la nombró. La chica dejó de reír y lo miró con los ojos tan abiertos como pudo.

—Je... Jeon — dijo ella y se puso de pie con dificultad, pero seria, como solia ser.

Jungkook caminó hasta la alarma y marcando un par de números, esta dejó de sonar.

—¿Qué haces aquí, a esta hora y entrando como si fueras una ladrona? – preguntó, incrédulo con la situación.

—Yo... — hizo una pausa, intentando buscar en su cabeza las palabras precisas para decir — yo venía a.... a decirte que eres, que eres, ¡un estúpido! — exclamó finalmente apuntándole con su dedo índice.

—Dime algo que no me hayas dicho — le dijo rodando los ojos, irónicamente.

—Mira... — intentó dar un paso hasta él, pero se tambaleó. El pelinegro la sujetó para que no cayera.

—¿Estás borracha? — la olfateó un poco — ¡hueles a alcohol!

—Bueno, un poquito — rio ella. Jungkook caminó con ella hasta el sofá de la casa y la sentó ahí, a su lado.

—¿Cómo llegaste aquí? No me digas que condujiste en ese estado...

—Si, pero no pasa nada. — dijo despreocupada — estaba en el pub... con mis amigos y me pregunté ¿Qué será del imbécil de Jungkook que... que no me ha molestado? Y ahí... decidí venir a hacerte una visita — explicó con un tono divertido.

—Y no podías venir en otro momento. Mañana tengo un show y no me ayudas estando aquí a estas horas — le recriminó.

—Lo sé... te iré a ver — la chica lo miró a los ojos.

—Espero que puedas levantarte con el dolor de cabeza que tendrás — comentó.

—¿Por qué? — preguntó repentinamente. Jungkook la miró confundido. — ¿Por qué no me seguiste molestando? — preguntó con seriedad. —¿Por qué no... no me chantajeaste más? ¡Dímelo!

—¿Por qué no me dijiste que tenías novio? — contra preguntó.

—De eso se trata — concluyó ella — Taeyang no es mi novio.

—Yo no vi lo mismo...

—Es gay. — dijo despreocupadamente  — y si le gustara alguien, ese serias tú, no yo...

—¿En serio? — preguntó sorprendido. La chica asintió repetidas veces para luego reír — maldición...

—¡Claro! Muy homosexual.

—Yo... — definitivamente era un imbécil. Había perdido dos valiosos días de estar con la chica por una estupidez.

—¿Por qué dejaste de hablarme? — interrumpió mientras un nudo se le hacía en la garganta. Se estaba poniendo sensible y todo producto del alcohol que había en su sistema. Miró al chico a los ojos y se acerco peligrosamente a él — ¿Por qué eres tan estúpido, Jungkook? ¿Por qué?

—Definitivamente estás borracha. Se supone que deberías estar contenta porque dejé de molestarte, ¿no? —explicó él — solo querías las cosas y...

—¡No! — negó ella de inmediato — digo... sí, pero, no se por que... siento que... que me haces falta. De alguna u otra forma, me acostumbré a ti — Jungkook no pudo ocultar su impresión. ¿Yongmin realmente estaba diciendo eso? — supongo que no soy buena sin ti.

—Estás borracha — Jungkook no podía creerlo. La castaña se acercó a él.

—Si. Pero como dicen... los borrachos... siempre dicen la verdad — terminó diciendo el cliché, para luego agarrar la cara del pelinegro y besarlo.

Jungkook se hizo hacia atrás debido a la impresión, pero su espalda se vio pegada al bota brazo del sofá, estaba atrapado entre la boca de Yongmin y su propio sofá. Lo intentó, intentó como pudo contenerse, pero luego se dejó llevar por aquel beso.

Sus labios eran tan suaves, y se mezclaban con ese gusto amargo debido al alcohol que había ingerido la castaña, Jungkook la tomó de la cabeza para acercarla aún más, disfrutando de aquel pasional beso. Sus lenguas estaban en una perfecta sincronía, y sin duda estaban disfrutando. Yongmin como pudo se levantó y se sentó a horcajadas encima del pelinegro sin dejar de besarlo, él por su parte impartía caricias desde su cuello hasta su espalda baja, sin dejar de recorrer ningún centímetro de su cuerpo.

Aunque ya se habian besado un par de veces anteriores, esta vez era diferente.

Era Yongmin quien iba a buscarlo, y no él a ella. Pero en el fondo Jungkook sabía que estaba mal. La chica estaba borracha y aunque él deseaba con todo su corazón que aquel beso no terminara jamás, la chica estaba actuando bajo los efectos del alcohol y él, no se iba a aprovechar de aquello.

—Yongmin — la nombró el tomando sus manos y separandola un poco de él. — detente — susurró con dificultad.

—No seas estúpido Jeon... bésame, hazlo — pidió, volviendo a tomar al chico y besándolo con mas pasión que hace un minuto atrás.

—Por favor... — pidió haciendo un gran esfuerzo y tomándola con más fuerza — sabes que quiero, pero no así.

—Jungkook — ella lo miró con ternura, aunque algo difícil producto del alcohol que se le subía a la cabeza.

—Estás borracha. Hablaremos de esto luego — Yongmin guardó silencio por unos minutos, perdiéndose en la mirada de Jungkook, sin dudas tenía los ojos más lindos que había visto en su vida, brillaban como el mismo cielo.

Muy borracha podía estar, pero se dio cuenta de inmediato de que él era un buen hombre. Cualquiera en su lugar la hubiese llevado a la cama sin importarle el grado de ebriedad de ella, pero no. Jungkook la protegió.

—Je... Jeon. — susurró ella sin dejar de mirarlo aunque su visión se le estaba volviendo muy borrosa — que imbecil eres... — continuó sintiendo cada vez los párpados más pesados —  pero... eres el imbecil... mas lindo que jamás conocí. — Jungkook la miro sonriendo. Estaba presenciando otra faceta de Yongmin, y si dudas le encantaba.

Cayó profundamente dormida sobre el hombro del chico, quien luego de acariciarle el cabello y ver su expresión angelical, se levantó con ella en brazos y la subió hasta su habitación. Suavemente la dejo caer en su cama y la tapo con unas mantas. La chica se movió un poco y dio un suspiro.

—Jeon... — susurró mientras dormía.

Jungkook sonrió ampliamente. Sabia que algo estaba provocando en ella, y eso le gustaba, ya no era un caso perdido. Podía seguir el consejo de Jin al fin y al cabo. Luchar por ella.

—Tonta — susurró acariciándole la mejilla, mientras la admiraba dormir —supongo que yo tampoco soy bueno sin ti.

Decidió que iría a la habitación de invitados a dormir, en unas horas más tenía un concierto y debía descansar lo máximo posible.

Antes de abrir la puerta de su cuarto, se dio la vuelta y la miro por última vez, viendo como dormía plácidamente. Sonrió y dio un suspiro, para luego marcharse y dejarla dormir.














¿Que si me emocioné escribiendo esto? Joder claro que sí ✌🏻🥰.

Espero les guste mucho mucho. Y nunca olviden que un borracho siempre dice la verdad, Yongmin está perdida jajaj pero quien no con semejante belleza que tiene al frente? 🤍.

No olviden votar y comentar que tal les pareció. Gracias por leer 🥺🤍.

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